DOI: 10.26820/recimundo/6.(4).octubre.2022.113-122
URL: https://recimundo.com/index.php/es/article/view/1809
EDITORIAL: Saberes del Conocimiento
REVISTA: RECIMUNDO
ISSN: 2588-073X
TIPO DE INVESTIGACIÓN: Artículo de revisión
CÓDIGO UNESCO: 32 Ciencias Médicas
PAGINAS: 113-122
Hemorragia Obstétrica secundaria a la Ablación
Hemorragia Obstétrica secundaria a la Ablación
Hemorragia obstétrica secundária à ablação
Aida García Ruiz
1
; Lizbeth Cárdenas Garófalo
2
; Cecilia Aldana Oliveros Sandoval
3
; Camila Alejandra
Camila Alejandra
4
RECIBIDO: 11/07/2022 ACEPTADO: 03/09/2022 PUBLICADO: 01/10/2022
1. Máster en Atención Integral a la Mujer; Licenciada en Enfermería; Investigadora Independiente; Guayaquil,
Ecuador; aidita66hildifer@gmail.com; https://orcid.org/0000-0002-1522-8409
2. Magíster en Seguridad y Salud Ocupacional; Médico; Investigadora Independiente; Guayaquil, Ecuador;
liz-beth_1@hotmail.com; https://orcid.org/0000-0002-4003-3865
3. Médica; Investigadora Independiente; Guayaquil, Ecuador; aldana-oliveros@hotmail.com; https://orcid.
org/0000-0002-8350-7768
4. Médica; Investigadora Independiente; Guayaquil, Ecuador; cami.oliveros@hotmail.com; https://orcid.
org/0000-0002-9937-4138
CORRESPONDENCIA
Aida García Ruiz
aidita66hildifer@gmail.com
Guayaquil, Ecuador
© RECIMUNDO; Editorial Saberes del Conocimiento, 2022
RESUMEN
Se considera hemorragia obstétrica grave cuando el sangrado vaginal excede los 1,000 ml, la contracción del útero constituye el meca-
nismo primario para el control de la hemorragia. La definición operacional debe considerar a toda mujer con sangrado genital excesivo
después del parto y la aparición de signos y síntomas de hipovolemia e inestabilidad hemodinámica (hipotensión, taquicardia, oliguria,
baja saturación venosa central de oxígeno, hiperlactatemia), a fin de garantizar un diagnóstico más completo. Dentro de las causas de la
hemorragia obstetricia son a: “inercia o atonía uterina, que suele relacionarse con sobredistensión uterina (embarazo múltiple), infección
uterina, ciertos medicamentos, trabajo de parto prolongado, inversión uterina y retención placentaria. Otras causas tienen que ver con
laceraciones del canal del parto o rotura uterina, ablación genital femenina, con defectos de coagulación, desprendimiento prematuro
de placenta, muerte fetal, embolismo amniótico y sepsis. El diagnóstico diferencial del sangrado en el primer trimestre debe incluir varie-
dades de aborto (amenaza de aborto, aborto incompleto o completo, aborto retenido), embarazo ectópico y enfermedad del trofoblasto.
El manejo inicial de la hemorragia obstétrica se basa en la identificación y la corrección de la causa que lo origina. La histerectomía es
sugerida en casos donde la atonía uterina son las anormalidades de placentación. Continúa siendo la opción de control de sangrado
para salvar la vida de la paciente. La incidencia de cesárea histerectomía ha incrementado no por hemorragia post parto sino básicamen-
te por anomalías de presentación placentaria. Las complicaciones obstétrico-ginecológicas asociadas a la ablación estudiadas: mayor
riesgo de infecciones durante el embarazo, problemas durante el parto: el tejido cicatricial derivado de la intervención sobre el
perineo de estas mujeres genera una menor elasticidad de la zona, complicaciones fetales: la obstrucción de la región vaginal de
las mujeres infibuladas, y el trabajo de parto prolongado, daño en el tejido genital ocasionado por el corte, su contaminación
microbiana intrínseca, crea un riesgo de infecciones vaginales. Se aplicó una metodología descriptiva, con un enfoque documental,
es decir, revisar fuentes disponibles en la red, con contenido oportuno y relevante para dar respuesta a lo tratado en el presente artículo.
Palabras clave: Ablación, Hemorragias, Infección, Infertilidad, Histerectomía, Sangrado, Mutilación, Útero, Canal de Parto.
ABSTRACT
Severe obstetric hemorrhage is considered when vaginal bleeding exceeds 1,000 ml, the contraction of the uterus being the primary
mechanism for hemorrhage control. The operational definition should consider all women with excessive genital bleeding after child-
birth and the appearance of signs and symptoms of hypovolemia and hemodynamic instability (hypotension, tachycardia, oliguria, low
central venous oxygen saturation, hyperlactatemia), in order to guarantee a diagnosis. more complete. Among the causes of obstetric
hemorrhage are: “uterine inertia or atony, which is usually related to uterine overdistention (multiple pregnancy), uterine infection, certain
medications, prolonged labor, uterine inversion and placental retention. Other causes have to do with lacerations of the birth canal or uter-
ine rupture, female genital cutting, coagulation defects, placental abruption, fetal death, amniotic embolism and sepsis. The differential
diagnosis of first trimester bleeding should include varieties of abortion (threatened abortion, incomplete or complete abortion, missed
abortion), ectopic pregnancy, and trophoblast disease. The initial management of obstetric hemorrhage is based on the identification and
correction of the cause that originates it. Hysterectomy is suggested in cases where uterine atony is due to placental abnormalities. It
continues to be the bleeding control option to save the patient's life. The incidence of cesarean hysterectomy has increased not because
of postpartum hemorrhage but basically because of abnormalities of placental presentation. The obstetric-gynecological complications
associated with the ablation studied: increased risk of infections during pregnancy, problems during childbirth: the scar tissue derived
from the intervention on the perineum of these women generates less elasticity in the area, fetal complications: obstruction of the vaginal
region of infibulated women, and prolonged labor, damage to the genital tissue caused by the cut, its intrinsic microbial contamination,
creates a risk of vaginal infections. A descriptive methodology was applied, with a documentary approach, that is, reviewing sources
available on the network, with timely and relevant content to respond to what is discussed in this article.
Keywords: Ablation, Hemorrhage, Infection, Infertility, Hysterectomy, Bleeding, Mutilation, Uterus, Birth Canal.
RESUMO
Severe obstetric hemorrhage is considered when vaginal bleeding exceeds 1,000 ml, the contraction of the uterus being the primary me-
chanism for hemorrhage control. The operational definition should consider all women with excessive genital bleeding after childbirth and
the appearance of signs and symptoms of hypovolemia and hemodynamic instability (hypotension, tachycardia, oliguria, low central ve-
nous oxygen saturation, hyperlactatemia), in order to guarantee a diagnosis. more complete. Among the causes of obstetric hemorrhage
are: “uterine inertia or atony, which is usually related to uterine overdistention (multiple pregnancy), uterine infection, certain medications,
prolonged labor, uterine inversion and placental retention. Other causes have to do with lacerations of the birth canal or uterine rupture, fe-
male genital cutting, coagulation defects, placental abruption, fetal death, amniotic embolism and sepsis. The differential diagnosis of first
trimester bleeding should include varieties of abortion (threatened abortion, incomplete or complete abortion, missed abortion), ectopic
pregnancy, and trophoblast disease. The initial management of obstetric hemorrhage is based on the identification and correction of the
cause that originates it. Hysterectomy is suggested in cases where uterine atony is due to placental abnormalities. It continues to be the
bleeding control option to save the patient's life. The incidence of cesarean hysterectomy has increased not because of postpartum he-
morrhage but basically because of abnormalities of placental presentation. The obstetric-gynecological complications associated with the
ablation studied: increased risk of infections during pregnancy, problems during childbirth: the scar tissue derived from the intervention
on the perineum of these women generates less elasticity in the area, fetal complications: obstruction of the vaginal region of infibulated
women, and prolonged labor, damage to the genital tissue caused by the cut, its intrinsic microbial contamination, creates a risk of vaginal
infections. A descriptive methodology was applied, with a documentary approach, that is, reviewing sources available on the network, with
timely and relevant content to respond to what is discussed in this article.
Palavras-chave: Ablação, Hemorragia, Infecção, Infertilidade, Histerectomia, Sangramento, Mutilação, Útero, Canal de Nascimento.
115
RECIMUNDO VOL. 6 N°4 (2022)
Introducción
La Ablación o Mutilación Genital Femenina
es considerada como una de las prácticas
tradicionales más perjudiciales extendida
en el mundo, que viola la integridad de la
mujer. Para (Gombau, 2018) cita a la Orga-
nización Mundial de la Salud, “la ablación
comprende todos los procedimientos que,
de forma intencional y por motivos no mé-
dicos, alteran o lesionan los órganos geni-
tales femeninos”. Dichos procedimientos
no aportan ningún beneficio para la salud,
la eliminación o daño al tejido genital sano
puede provocar, de forma inmediata y a
largo plazo, graves consecuencias para la
salud de las niñas y mujeres afectadas, e
incluso la muerte.
Según un informe publicado por el Fondo
de las Naciones Unidas para la Infancia
(UNICEF):
Se estima que 200 millones de mujeres
y niñas en todo el mundo han sufrido
alguna modalidad de ablación, de las
cuales 44 millones son menores de 14
años. Si la tendencia actual continúa en
el año 2030, aproximadamente 86 mi-
llones de niñas en todo el mundo sufri-
rán algún tipo de circuncisión femenina.
La práctica se realiza principalmente
en 30 países esencialmente del África
subsahariana, pero también en Egipto,
Yemen o Indonesia, India, o incluso en
determinados grupos étnicos de Amé-
rica del Sur. Se han evidenciado casos
en países occidentales como conse-
cuencia de los flujos migratorios (Gom-
bau, 2018).
Es importante evaluar las consecuencias
que la ablación tiene sobre la salud de las
niñas y las mujeres, las mismas varían en
función del tipo de mutilación y las condi-
ciones en las que se lleva a cabo. Habitual-
mente afirma (Araque, 2016) “se efectúan
en circunstancias precarias, poco salubres,
puesto que existen leyes que prohíben su
práctica”. Al realizarlas mayormente en en-
tornos poco higiénicos y con instrumentos
no desinfectados, el riesgo de hemorragias,
infecciones y complicaciones es elevado,
incrementando la probabilidad de daños
ocasionados por la propia intervención.
Los efectos perjudiciales que la ablación
en el área genital femenina produce en la
salud sexual y reproductiva de las mujeres
es lo que la diferencia de otras mutilaciones
corporales, siendo necesario su estudio.
Dentro de las complicaciones obstétricas
evidenciadas por Gombau, (2018) que esta
práctica desencadena en la salud materna
destacan:
Aumento del número de cesáreas y epi-
siotomías.
Incremento de hemorragias postparto.
Mayor número de desgarros perineales.
Problemas de infertilidad primaria.
Aparición de fístulas obstétricas.
Aumento de la tasa de mortalidad ma-
terna.
Todo lo expuesto hasta ahora, justifica la im-
portancia del estudio de este tema, desde
una perspectiva científica como se desarro-
llará en la presentación de los resultados a
continuación.
Metodología
Esta investigación está dirigida al estudio
del tema “Hemorragia Obstétrica secun-
daria en Ablación“. Para realizarlo se usó
una metodología descriptiva, con un enfo-
que documental, es decir, revisar fuentes
disponibles en la red, cuyo contenido sea
actual, publicados en revistas de ciencia,
disponibles en Google Académico, lo más
ajustadas al propósito del escrito, con con-
tenido oportuno y relevante desde el punto
de vista científico para dar respuesta a lo
tratado en el presente artículo y que sirvan
de inspiración para realizar otros proyectos.
Las mismas pueden ser estudiadas al final,
en la bibliografía.
GARCÍA RUIZ, A., CÁRDENAS GARÓFALO, L., OLIVEROS SANDOVAL, C. A., & OLIVEROS SANDOVAL, C. A.
116
RECIMUNDO VOL. 6 N°4 (2022)
Resultados
Hemorragia Obstetricia Secundaria
La hemorragia obstétrica posparto desde el
punto de vista teórico puede dividirse en:
primaria y secundaria. La primaria se defi-
ne en Hernández, Graciano, Buensuseso,
Mendoza, & Zamora, (2013) como “aquella
que ocurre en las primeras 24 horas des-
pués al parto”; mientras que la secundaria
“ocurre después de las 24 h y hasta las seis
semanas siguientes al parto”. De acuerdo
a la cuantificación de sangrado puede divi-
dirse en:
Menor (500-1,000 ml de sangrado).
Mayor (> 1,000 ml de sangrado).
Se considera hemorragia obstétrica gra-
ve cuando el sangrado vaginal excede los
1,000 ml, para Hernández, Graciano, Buen-
suseso, Mendoza, & Zamora, (2013) se ha
demostrado:
40% de las pacientes pierde más de
500 ml después de un parto vaginal, y
30% pierde más de 1,000 ml después
de una cesárea electiva, lo que seña-
la que las pérdidas estimadas son ha-
bitualmente la mitad de las pérdidas
reales. El 20% del gasto cardiaco per
funde el útero gravídico de término,
equivalente a 600 ml de sangre por mi-
nuto. La contracción del útero constitu-
ye el mecanismo primario para el con-
trol de la hemorragia (p. 187).
Por esta razón la definición operacional
debe considerar a toda mujer con sangrado
genital excesivo después del parto y la apa-
rición de signos y síntomas de hipovolemia
e inestabilidad hemodinámica (hipotensión,
taquicardia, oliguria, baja saturación veno-
sa central de oxígeno, hiperlactatemia), a
fin de garantizar un diagnóstico más com-
pleto.
Cuadro 1. Criterios de Clasificación de
Gravedad de Hemorragia Obstetricia
Fuente: (Malvino E. , 2017).
Se estima que “alrededor de 150 mL de la
sangre perdida está contenida dentro de
la placenta expulsada” (Quiñones 2010).
La elevada irrigación sanguínea uterina al
final de la gestación, del orden de 600-800
mL/m, y una amplia red anastomótica con-
vierte cada caso en una potencial hemorra-
gia exanguinante.
Teniendo en cuenta las bajas tasas de mor-
talidad materna vinculadas con las hemo-
rragias obstétricas en países desarrollados,
se adjudicó relevancia al concepto de mor-
bilidad obstétrica grave, entiendo por tal “la
existencia de toda complicación, durante
cualquier periodo del embarazo o el puer-
perio, relacionada o agravada por la gesta-
ción o su manejo, excluyendo causas acci-
dentales o incidentales” (Malvino 2008). En
general, los términos: casi perdido - near
miss -, morbilidad materna severa o morbi-
lidad obstétrica, se utilizan en forma indis-
tinta.
Etiología y Factores de Riesgo
Alrededor del 80% de las causas de la he-
morragia obstetricia son atribuibles según
Hernández, Graciano, Buensuseso, Men-
doza, & Zamora, (2013) a: “inercia o atonía
uterina, que suele relacionarse con sobre-
distensión uterina (embarazo múltiple), in-
fección uterina, ciertos medicamentos, tra-
HEMORRAGIA OBSTÉTRICA SECUNDARIA A LA ABLACIÓNHEMORRAGIA OBSTÉTRICA SECUNDARIA A LA ABLACIÓN
117
RECIMUNDO VOL. 6 N°4 (2022)
bajo de parto prolongado, inversión uterina
y retención placentaria”.
Las otras causas tienen que ver con lacera-
ciones del canal del parto o rotura uterina,
ablación genital femenina, con defectos de
coagulación, desprendimiento prematuro
de placenta, muerte fetal, embolismo amnió-
tico y sepsis. El diagnóstico diferencial del
sangrado en el primer trimestre debe incluir
variedades de aborto (amenaza de aborto,
aborto incompleto o completo, aborto rete-
nido), embarazo ectópico y enfermedad del
trofoblasto.
Un hecho importante lo constituye, la eva-
luación de la paciente permitirá descartar
otras causas más infrecuentes (hemorragia
de la implantación, hemorragia cervical o
vaginal). En el segundo y tercer trimestre
de la gestación, la hemorragia obstétrica es
menos frecuente con respecto al primero,
siendo las causas más comunes de san-
grado Hernández, Graciano, Buensuseso,
Mendoza, & Zamora, (2013):
La pérdida asociada a incompetencia
cervical o trabajo de parto prematuro,
placenta previa, desprendimiento pre-
maturo de placenta normoinserta (30%)
y rotura uterina (infrecuente). Las mu-
jeres que han tenido una hemorragia
posparto tienen un riesgo de 10% de
recurrencia del sangrado en el siguien-
te embarazo (p. 190).
A continuación, se muestra un algoritmo
que resume la etiología de la hemorragia
postparto:
Figura 1. Criterios de Clasificación de Gravedad de Hemorragia Obstetricia
Fuente: (Malvino E. , 2017).
Las lesiones del canal de parto, casi siem-
pre suceden después de partos instrumen-
tados, precipitados o con fetos macrosó-
micos, también pueden presentarse ante
cualquier tipo de parto vaginal, en especial
con ablación genital. Estas lesiones pueden
producir hematomas, que al no ser diagnos-
ticados en el posparto inmediato pueden
iniciar como hemorragia posparto secunda-
ria. Estas hemorragias son más frecuentes
en los primeros días posteriores al parto.
También puede iniciarse, afirma Vélez, Agu-
del, Gómez, & Zuleta, (2009) “una infección
de la línea de sutura con dehiscencia se-
cundaria de la episiotomía, pudiendo ori-
ginar sangrado que suele ser de escasa
cuantía”. Ante una hemorragia posparto
secundaria debe llevarse a cabo una ins-
pección cuidadosa de todo el periné y la
vagina. Se manifiesta con una hemorragia
persistente, su reparación debe realizarse
inmediatamente luego de constatarse el
desgarro. Los Cervicales se suturan en qui-
rófano bajo anestesia general y los vagina-
GARCÍA RUIZ, A., CÁRDENAS GARÓFALO, L., OLIVEROS SANDOVAL, C. A., & OLIVEROS SANDOVAL, C. A.GARCÍA RUIZ, A., CÁRDENAS GARÓFALO, L., OLIVEROS SANDOVAL, C. A., & OLIVEROS SANDOVAL, C. A.
118
RECIMUNDO VOL. 6 N°4 (2022)
les o perineales pueden realizarse en sala
de partos, poniendo cuidado a la formación
de hematomas.
Tratamiento
El manejo inicial de la hemorragia obstétrica
se basa en la identificación y la corrección
de la causa que lo origina. El tratamiento
debe estar basado en (Asturizaga & Toledo,
2014):
Tratamiento no quirúrgico. Tratamiento
medicado
Oxitócicos: oxitocina 10 U, endovenoso
lento, constituye una de las recomenda-
ciones preventivas, mantener con 20U
en 500 ml de solución glucosada.
Maleato de ergometrina 0,2 mg IM y ree-
valuar a los 10 minutos.
Carbetocina 100 ug, IV previa liberación
de receptores con 200 ml de solución fi-
siológica a infusión continua por 5 a 6
minutos.
Misoprostol 800 a 1000 Ug, vía rectal.
El ácido trenexamico se ha sugerido en
caso de atonía refractaria o sangrado
persistente secundario a trauma genital.
Tratamiento intervensionista
Masaje uterino bimanual, una mano a
través de la vagina en puño presionan-
do la pared anterior del útero y la otra
supra umbilical sobre cara posterior del
cuerpo uterino.
Taponamiento uterino, con una efectivi-
dad del 84 % de los casos, afirma (As-
turizaga & Toledo, 2014), el dispositivo
más utilizado es el catéter Sengstaken
Blakemore.
La colocación de un balón (Cobra Cor-
dis 5F) a la arteria iliaca interna a través
de la femoral común, siguiendo la técni-
ca de Seldinger, a una presión1-2atm.,
se insufla y se deja por 24 horas a 48 ho-
ras, con profilaxis antibiótica. Este pro-
cedimiento es seguro, efectivo y viable
en pacientes inestables. Es importante
contar con el apoyo de un radiólogo ex-
perimentado.
Indumentaria anti-choque, no es muy
recomendado, puede beneficiar al pa-
ciente a disminuir la pérdida de sangre
200 ml aproximadamente, sin descartar
la conducta quirúrgica a seguir.
Tratamiento radiológico: para paciente
estable, la embolización de la arteria uteri-
na “alcanza una efectividad del 90%, pre-
servando la fertilidad y recuperando las
menstruaciones en un 100% después de un
parto” (Asturizaga & Toledo, 2014). Puede
presentarse complicaciones como: dolor,
fiebre, embolismo pulmonar, infección pél-
vica hasta necrosis de útero y vejiga.
Tratamiento quirúrgico
Cirugía conservadora: se recurre a ella si
las otras medidas son insuficientes.
Ligadura de Arteria Uterina inmediata-
mente después del alumbramiento.
Ligadura de la arteria iliaca interna.
Balón del Catéter Fogarty, colocado en
arteria iliaca interna durante el preope-
ratorio sin complicaciones en la cesárea
histerectomía.
Las suturas de compresión uterina (B-Ly-
nch), existe riesgo de necrosis uterina,
adherencias intrauterinas y abdomina-
les, así como piometra.
Múltiples suturas cuadradas: procedi-
miento seguro para hemorragia masiva
post parto, asociada a pocas complica-
ciones de infección, isquemia y adhe-
rencias.
Cirugía radical
La histerectomía es sugerida en casos don-
de la atonía uterina son las anormalidades
de placentación. Continúa siendo la opción
de control de sangrado para salvar la vida
HEMORRAGIA OBSTÉTRICA SECUNDARIA A LA ABLACIÓN
119
RECIMUNDO VOL. 6 N°4 (2022)
de la paciente. Se realiza para salvar la vida
y antes de desencadenar una coagulopatía.
La incidencia de cesárea histerectomía ha
incrementado no por hemorragia post par-
to sino básicamente por anomalías de pre-
sentación placentaria (Asturizaga & Toledo,
2014) “de 2,6 x 10000 nacimientos en 1991
a 1993, a 4,6 x 10000 de 1998al 2000 y fi-
nalmente 8x10000 nacimientos en 1998 al
2006, en Canadá y Australia”.
Prevención de la hemorragia posparto
secundaria
Diversos estudios sugieren diferentes apti-
tudes diagnóstico-terapéuticas como par-
te de la atención prenatal rutinaria, con el
objetivo de disminuir la incidencia de la he-
morragia posparto secundaria; entre ellas
se mencionan las propuestas por (García,
Álvarez, Rubio, & Borrajo, 2017):
Exploración y legrado de la cavidad ute-
rina posparto.
La aspiración.
Control ecográfico sistemático y la co-
bertura antibiótica profiláctica, de ser
requerida,
Un artículo realizado por Malvino, Eisele,
Martinez, & Lowenstein, (2008) proponen
que “ninguna de estas medidas es ineficaz
para disminuir la incidencia de hemorragia
posparto secundaria, sino que, muchas de
ellas se asocian con complicaciones im-
portantes e incremento innecesario de los
recursos y gasto en salud”. La hemorragia
posparto secundaria puede ser un suceso
recurrente, particularmente cuando su ori-
gen se debe a la retención de restos pla-
centarios. En estos casos es probable que
la planificación prenatal y postnatal reduzca
la morbilidad por hemorragia puerperal.
Ablación Genital Femenina. Riesgos de he-
morragias obstetricias.
La ablación/mutilación genital femenina,
se define por la Organización Mundial de
la Salud como: “todos aquellos procedi-
mientos consistentes en la resección par-
cial o total de los genitales femeninos
externos, así como otras lesiones de los
órganos genitales femeninos, por motivos
no médicos” (Jiménez, Almansa, Pastor, &
Pina, 2012).
Tipos y Clasicación
La Organización Mundial de la Salud clasifi-
có la ablación en cuatro grandes categorías
en 1995. Posteriormente, en 2007, revisa de
nuevo dicha clasificación y añade algunos
matices y sub-clasificaciones, así lo escribe
(Gombau, 2018):
Tipo I ó Clitoridectomía: resección parcial
o total del clítoris y/o el prepucio. Puede
realizarse la extirpación del prepucio úni-
camente o la extirpación del clítoris con el
prepucio.
Tipo II ó Excisión: resección parcial o to-
tal del clítoris y los labios menores, con o
sin excisión de los labios mayores. También
puede efectuarse la extirpación sólo de los
labios menores o la extirpación parcial o to-
tal del clítoris y labios menores. Los tipos I y
II son los más comunes y son predominan-
tes en los países del África subsahariana
occidental.
Tipo III ó Inbulación: consiste en el estre-
chamiento de la abertura vaginal para crear
un sello mediante el corte y la recolocación
de los labios menores o mayores, con o sin
resección del clítoris. Ambos muñones son
suturados (generalmente con alambre, es-
pinas de acacia o hilo de pescar) dejando
pequeños orificios del tamaño de una as-
tilla de madera o una paja con la única fi-
nalidad de que pueda pasar la orina o la
sangre menstrual. Ésta minúscula apertura
hace que la penetración durante las rela-
ciones sexuales, en la mayoría de los ca-
sos, sea imposible, por lo que, en la noche
de bodas, tras 24 su casamiento, la mujer
es sometida al corte de dicha cicatriz o al
desgarro traumático por su marido, con el
pene, para posibilitar el coito.
GARCÍA RUIZ, A., CÁRDENAS GARÓFALO, L., OLIVEROS SANDOVAL, C. A., & OLIVEROS SANDOVAL, C. A.
120
RECIMUNDO VOL. 6 N°4 (2022)
Tipo IV: todos los demás procedimientos
lesivos de los genitales externos femeninos
con fines no terapéuticos, tales como los
pinchazos, la perforación, incisión, raspado
o cauterización de la zona genital, quema-
do del clítoris, introducción de sustancias
corrosivas o hierbas dentro de la vagina
para reducirla o estrecharla.
Las personas tradicionalmente responsa-
bles de realizar las mutilaciones no dispo-
nen de ningún tipo de conocimiento anató-
mico ni sanitario. Un alto porcentaje de las
mismas son de edad avanzada, por lo que
no pueden distinguir más que a grandes
rasgos las diferentes partes de los genitales
femeninos debido a los problemas de visión
que suelen presentar. Los precarios ins-
trumentos con los que las mutilaciones se
suelen realizar (navajas, cuchillos de afei-
tar, trozos de vidrio) no permiten ningún tipo
de precisión ni se encuentran debidamente
esterilizados. Cada vez más se practica a
niñas de apenas horas, días o semanas de
vida por lo que el reducido tamaño de los
genitales femeninos en esas edades hace
que la mutilación sea aún menos precisa.
Suele realizarse sin anestesia, lo que agra-
va también los daños producidos, afirma
(Gombau, 2018) en su investigación.
Otras complicaciones obstétrico-gineco-
lógicas asociadas a la ablación estudia-
das por (Jiménez, Almansa, Pastor, & Pina,
2012) son:
Mayor riesgo de infecciones durante el
embarazo: el embarazo provoca cam-
bios fisiológicos en la mujer, el aumento
de la vascularización de la zona vaginal
y la relajación de los músculos lisos del
perineo, lo que sumado al hecho de que
en las mujeres infibuladas la apertura
del canal urinario se mantiene constan-
temente húmedo, conlleva un aumento
del riesgo de infección.
Problemas durante el parto: el tejido
cicatricial derivado de la intervención
sobre el perineo de estas mujeres ge-
nera una menor elasticidad de la zona,
lo que dificulta la realización de un exa-
men vaginal completo para comprobar
el progreso del trabajo del parto. En las
mujeres infibuladas, dar a luz de forma
natural es casi imposible, la presión ge-
nerada sobre el canal del parto por el
feto puede derivar en desgarros peri-
neales y hemorragias severas que re-
quieran de intervención quirúrgica.
Complicaciones fetales: la obstrucción
de la región vaginal de las mujeres infi-
buladas, y el trabajo de parto prolonga-
do pueden provocar asfixia neonatal
con sus repercusiones sobre el neona-
to como daño cerebral o la muerte.
Infertilidad primaria: los resultados de
un estudio realizado por Almorth et al
en 2005, indican: “una asociación po-
sitiva entre la extensión anatómica de
la ablación genital femenina y la inferti-
lidad primaria. El daño en el tejido ge-
nital ocasionado por el corte, su conta-
minación microbiana intrínseca, crea un
riesgo de infecciones vaginales. Adi-
cionalmente, en las niñas no existe un
entorno de protección completo contra
infecciones, debido a que el nivel de es-
trógenos es bajo, el epitelio de la vagina
es delgado y existe una falta de acidez
vaginal. En ausencia de este entorno de
protección, la infección puede ascender
hasta el útero y las trompas de Falopio
con el consiguiente riesgo de producir
infertilidad primaria, la alteración de la
anatomía normal de la vulva de las niñas
puede generar cambios estructurales y
fisiológicos, que a su vez pueden tener
efectos negativos sobre la reproducción.
Conclusión
El clasificar una hemorragia obstétrica en
primaria o secundaria es más complejo que
guiarse por la cantidad de sangre perdida,
la definición operacional debe considerar a
toda mujer con sangrado genital excesivo
después del parto y la aparición de signos
y síntomas de hipovolemia e inestabilidad
HEMORRAGIA OBSTÉTRICA SECUNDARIA A LA ABLACIÓN
121
RECIMUNDO VOL. 6 N°4 (2022)
hemodinámica (hipotensión, taquicardia,
oliguria, baja saturación venosa central de
oxígeno, hiperlactatemia), a fin de garanti-
zar un diagnóstico más completo.
Las lesiones del canal de parto, casi siem-
pre suceden después de partos instrumen-
tados, precipitados o con fetos macrosó-
micos, también pueden presentarse ante
cualquier tipo de parto vaginal, en especial
con ablación genital. Estas lesiones pueden
producir hematomas, que al no ser diagnos-
ticados en el posparto inmediato pueden ini-
ciar como hemorragia posparto secundaria.
Estas hemorragias son más frecuentes en
los primeros días posteriores al parto. Ante
una hemorragia posparto secundaria debe
llevarse a cabo una inspección cuidadosa
de todo el periné y la vagina. Se manifiesta
con una hemorragia persistente, su repara-
ción debe realizarse inmediatamente luego
de constatarse el desgarro. Los Cervicales
se suturan en quirófano bajo anestesia ge-
neral y los vaginales o perineales pueden
realizarse en sala de partos, poniendo cui-
dado a la formación de hematomas.
El manejo inicial de la hemorragia obstétrica
se basa en la identificación y la corrección
de la causa que lo origina. La histerecto-
mía es sugerida en casos donde la atonía
uterina son las anormalidades de placen-
tación. Continúa siendo la opción de con-
trol de sangrado para salvar la vida de la
paciente. Se realiza para salvar la vida y
antes de desencadenar una coagulopatía.
La incidencia de cesárea histerectomía ha
incrementado no por hemorragia post parto
sino básicamente por anomalías de presen-
tación placentaria.
Las complicaciones obstétrico-ginecológi-
cas asociadas a la ablación estudiadas:
Mayor riesgo de infecciones durante el
embarazo: el embarazo provoca cam-
bios fisiológicos en la mujer, el aumento
de la vascularización de la zona vaginal
y la relajación de los músculos lisos del
perineo conlleva un aumento del riesgo
de infección.
Problemas durante el parto: el tejido ci-
catricial derivado de la intervención so-
bre el perineo de estas mujeres genera
una menor elasticidad de la zona, lo que
dificulta la realización de un examen va-
ginal completo para comprobar el pro-
greso del trabajo del parto.
Complicaciones fetales: la obstrucción
de la región vaginal de las mujeres in-
fibuladas, y el trabajo de parto prolon-
gado pueden provocar asfixia neonatal
con sus repercusiones sobre el neona-
to como daño cerebral o la muerte.
El daño en el tejido genital ocasionado
por el corte, su contaminación microbia-
na intrínseca, crea un riesgo de infec-
ciones vaginales. En ausencia de este
entorno de protección, la infección pue-
de ascender hasta el útero y las trompas
de Falopio con el consiguiente riesgo de
producir infertilidad primaria, la altera-
ción de la anatomía normal de la vulva
puede generar cambios estructurales y
fisiológicos, con efectos negativos sobre
la reproducción.
Bibliografía
Araque, M. (2016). Ablación/mutilación genital feme-
nina: estado de la cuestión. Universidad de Jaén,
Derecho Público y Derecho Privado Especial. Re-
trieved 2022, from https://tauja.ujaen.es
Asturizaga, P., & Toledo, L. (2014). Hemorragia Obs-
tetrica. Revista Médica La Paz, 20(2). Retrieved
2022, from http://www.scielo.org.bo
García, S., Álvarez, E., Rubio, P., & Borrajo, E. (2017).
Hemorragia posparto secundaria o tardía. Gine-
cología y Obstetricia de México, 85(4). Retrieved
2022, from https://www.scielo.org.mx
Gombau, L. (2018). Complicaciones obstétrico-gi-
necológicas en mujeres procedentes de países
de riesgo de ablación/mutilación genital femeni-
na : estudio comparativo. Escuela Internacional
de Doctorado. Universidad de Murcia. Retrieved
2022, from https://digitum.um.es
Hernández, G., Graciano, L., Buensuseso, J., Men-
doza, J., & Zamora, E. (2013). Hemorragia obs-
tétrica posparto: reanimación guiada por metas.
Revista del Hospital Juarez de Mejico, 80(3), 183
GARCÍA RUIZ, A., CÁRDENAS GARÓFALO, L., OLIVEROS SANDOVAL, C. A., & OLIVEROS SANDOVAL, C. A.
122
RECIMUNDO VOL. 6 N°4 (2022)
- 191. Retrieved 2022, from https://www.medigra-
phic.com
Jiménez, I., Almansa, P., Pastor, M., & Pina, F. (2012,
Octubre). Enfermería GlobalNº 28Octubre2012Pá-
gina 396ENFERMERÍA Y PERSPECTIVA DE GÉNE-
ROAproximación a la Ablación/Mutilación Genital
Femenina (A/MGF) desde la Enfermería Transcul-
tural. Enfermeria Global, 28, 396 - 410. Retrieved
2022, from https://revistas.um.es/eglobal
Malvino, E. (2017). Hemorragias Obstétricas Graves
(Vol. II). Buenos Aires: Biblioteca de Obstetricia
CITAR ESTE ARTICULO:
García Ruiz, A., Cárdenas Garófalo, L., Oliveros Sandoval, C. A., & Oliveros
Sandoval, C. A. (2022). Hemorragia Obstétrica secundaria a la Ablación. RE-
CIMUNDO, 6(4), 113-122. https://doi.org/10.26820/recimundo/6.(4).octu-
bre.2022.113-122
HEMORRAGIA OBSTÉTRICA SECUNDARIA A LA ABLACIÓN
Critica. Retrieved 2022, from http://www.obstetri-
ciacritica.com
Malvino, E., Eisele, G., Martinez, M., & Lowenstein,
R. (2008). Morbilidad Materna Severa vinculadas
con Hemorragias Obstetricas admitidas en el area
de Cuidados Intensivos. Ginecologia y Obtetricia
Latinoamerica, 66(2), 49 - 55. Retrieved 2022, from
http://www.obstetriciacritica.com
Vélez, G., Agudel, B., Gómez, J., & Zuleta, J. (2009).
Hemorragia posparto secundaria o tardía. Revista
Colombiana de Obstetricia y Ginecología, 60(1).
Retrieved 2022, from http://www.scielo.org.co/