208
RECIMUNDO VOL. 6 N°4 (2022)
Actualmente, la Sociedad Mundial de Ciru-
gía de Emergencia (WSES) según sus siglas
en inglés, está en proceso de validar una
nueva puntuación de gravedad de colecis-
titis aguda.
Tiene en cuenta el estado clínico del pa-
ciente, la intervención quirúrgica previa y
las adherencias intraabdominales, el grado
de sepsis y la inflamación regional, mientras
el papel destaca la puntuación de gravedad
quirúrgica inicial durante la colecistectomía
laparoscópica para ayudar a estandarizar
el informe de los resultados de una de las
cirugías realizadas con más frecuencia en
todo el mundo; la puntuación también evalúa
la gravedad de la enfermedad en el perío-
do perioperatorio y no exclusivamente en el
período preoperatorio (Ramos & Mendoza,
2018).
– Diagnóstico por imágenes
La radiografía planar no es tan efectiva en
el contexto del diagnóstico de cálculos bilia-
res, ya que son radiolúcidos en la mayoría de
los casos (80%-85%). En cambio, “AUS es la
imagen de primera línea solicitada en casos
sugestivos de CAC” (Alvarez, Rico, Carrero,
& Castro, 2021).
Permite un diagnóstico de cabecera fácil y
práctico debido a sus hallazgos convincen-
tes como: cálculos biliares, distensión de la
luz, engrosamiento de la pared en tres fases
(Figura 2), ecografía de Murphy, líquido peri-
visceral e hiperemia en Dopller color. Sin em-
bargo, no siempre todas las señales están
presentes al mismo tiempo y el engrosamien-
to de la pared de la vesícula biliar se puede
observar en otras enfermedades sistémicas,
como la insuficiencia hepática, renal y car-
díaca, probablemente debido a la hiperten-
sión portal (Acosta, Armas, & R, 2019).
La tomografía computarizada (TC) es útil
para el diagnóstico de formas complicadas
de CAC (colecistitis enfisematosa y gangre-
nosa), además tiene valor en el diagnóstico
diferencial con otras enfermedades intraab-
dominales, especialmente en pacientes obe-
sos o cuando la distensión gaseosa limita el
uso del AUS. Adicionalmente, “la colangio-
grafía por TC (cuando no hay ictericia) en el
diagnóstico de cálculos del conducto biliar
común (CBDS, por sus siglas en inglés) se
emplea menos, con una sensibilidad infor-
mada del 50 % al 90 %” (Chavez, Castillo, &
Serrato, 2014).
En este sentido, se tiene que la colescinti-
grafía es un método excelente para el diag-
nóstico de CAC, pero está limitado a algunos
centros. Utiliza el principio de que los radio-
fármacos (ácido diisopropiliminodiacético)
deben llenar el contenido de la vesícula biliar
en media hora. Por lo tanto, si no se contras-
ta la vesícula biliar, pocas horas después, el
diagnóstico de CAC es altamente probable,
por existir obstrucción del cístico.
– Evaluación de los cálculos del conduc-
to biliar (CCBC).
La presencia de CCBC asociado debe es-
tratificarse en todos los casos de colecistec-
tomía en baja, moderada y baja alto riesgo.
“La Sociedad Americana de Endoscopia
Gastrointestinal, ha confirmado reciente-
mente que la presencia de coledocolitiasis
en los criterios de EUA y/o bilirrubina > 4 mg/
Dl + CBD dilatado tenía mayor especificidad
(más del 50%) para el diagnóstico de CCBA”
(He, Tan, Wu, & Dai, 2017).
De hecho, las enzimas podrían verse afecta-
das por la vesícula biliar debido a inflamación
secundaria a la lesión hepatocelular transi-
toria aguda, e incluso su uso por sí solo es
de valor limitado. “A los pacientes con riesgo
moderado de coledocolitiasis se les debe
realizar una colangiopancreatografía por re-
sonancia magnética (CPRM) o una ecografía
endoscópica (USE) en el preoperatorio” (He,
Tan, Wu, & Dai, 2017).
El uso de la colangiografía intraoperatoria
(COI) y/o la ecografía laparoscópica también
son alternativas eficaces para disminuir la in-
cidencia de la falta de CCBC durante la co-
lecistectomía. Por lo tanto, el uso de la colan-
giopancreatografía retrógrada endoscópica
SUÁREZ CONCHA, E. G., BARAHONA OCHOA, K. M., ZARI TUAPANTE, J. R., & CASTAÑEDA FUENTES, J. G.