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RECIMUNDO VOL. 6 N°4 (2022)
Introducción
La Organización Mundial de la Salud (OMS)
recomienda que la tasa de cesáreas sea in-
ferior al 10% y no supere el 15% de todos
los partos. A pesar de esta recomendación,
el 63% de los países extrapolan estas tasas
y sólo el 28% tienen tasas inferiores al 10%.
(dos Santos Campos et al., 2021)
Desde los años ochenta se han publicado
muchos trabajos en los que se muestran
las ventajas del parto vaginal después de
una cesárea previa, en cuanto a la reduc-
ción de costes y morbilidad materna, sin
empeoramiento del pronóstico fetal. Los
avances en el manejo del parto en muje-
res con una cesárea previa han inclinado
a los gineco-obstetras a permitir el trabajo
del parto a pacientes con antecedentes de
dos cicatrices uterinas. (Ybaseta-Soto et al.,
2020) La evidencia sugiere que el PVDC se
asocia con una mayor satisfacción y expe-
riencia positiva con el parto/nacimiento; un
tiempo de recuperación posparto más rápi-
do; menor morbilidad y mortalidad materna
y neonatal; mayores posibilidades de parto
vaginal en el futuro; menores tasas de de-
presión posparto; mejores tasas de lactan-
cia materna exclusiva y menores tasas de
dolor. Los riesgos para el recién nacido y la
parturienta relacionados con el PVDC son
similares a los de una primípara y la asis-
tencia continua al binomio se asocia con los
mejores resultados. (dos Santos Campos et
al., 2021)
Cada año, 1.2 millones de mujeres en Es-
tados Unidos dan a luz por cesárea, y alre-
dedor de 517,000 de estos partos son ce-
sáreas repetidas.1 Debido a los crecientes
riesgos de los partos quirúrgicos secuen-
ciales, en 2010 los Institutos Nacionales de
Salud (NIH, por sus siglas en inglés) de-
clararon el aumento de la tasa de partos
vaginales después de una cesárea (PVDC)
como una prioridad de salud pública. Tras
alcanzar una tasa máxima del 28 % en
1996, la tasa de PVDC se situó en torno al
13 %, es decir, 80,000, en 2019. En su eva-
PARTO VAGINAL POST CESÁREA
luación de 2010 de la literatura científica
sobre el PVDC, los NIH también señalaron
que se habían desarrollado herramientas
de predicción que podían estimar con pre-
cisión la probabilidad de un PVDC exitoso.
En teoría, la tasa de PVDC aumentaría si
las mujeres con mayores probabilidades
de éxito pasaran a intentar el PVDC, asu-
miendo que en la actualidad algunas de
esas mujeres se someten a cesáreas repe-
tidas. (Rubashkin, 2022)
Los factores que se involucran con el PVDC
son diversos puesto que se consideran dis-
tintas perspectivas con relación al éxito del
mismo y las características propias de cada
mujer amplifican la diversidad de factores
que participan en la etapa de gestación
de una mujer previamente con cesárea, se
tienen en deferencia ya que representan
factores no solo clínicos, sino también de-
mográficos que pueden alterar o beneficiar
la etapa de embarazo en diferente forma y
de distintas maneras, las mujeres gestantes
tienen realidades distintas, pero no se dis-
tingue en diversas oportunidades su aten-
ción, no se le presta cuidado a los antece-
dentes de contexto en las que las mujeres
llevan sus embarazos , solo se evalúan los
factores clínicos, perdiendo la oportunidad
de un mejor control debido a sus caracte-
rísticas y las recomendaciones del caso, de
diversos factores que se involucran en una
gestante con el antecedente de una cesá-
rea previa. (Lenon, 2019)
Se han descrito algunos factores que favo-
recen la probabilidad de parto vaginal des-
pués de una cesárea previa, entre ellos se
encuentran: tener un parto vaginal previo,
tener el cuello uterino borrado al momento
de la admisión, no tener la misma causa
que ocasionó la cesárea anterior, mujeres
blancas, entre otros. En 1997, Flamm pro-
puso un puntaje con el objetivo de predecir
la probabilidad de parto vaginal después
de una cesárea. El puntaje es obtenido a
partir de un modelo de regresión logística
que determina 5 variables a tener en cuen-
ta: la edad materna menor a 40 años, el an-