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RECIMUNDO VOL. 6 N°4 (2022)
Introducción
La I y II Estrategia Iberoamericana de Segu-
ridad y Salud en el trabajo establece la ne-
cesidad de conocer la situación actual de
las condiciones de trabajo y salud de cada
país, el Instituto de Seguridad e Higiene del
trabajo de España al realizar la VI Encuesta
Nacional de Condiciones de trabajo obtu-
vo como resultado que “la carga de trabajo
mental está creciendo como uno de los más
importantes factores de riesgo psicosocial”
(INSHT, 2007).
Según (Juárez, 2011) la carga de trabajo se
define como la interacción entre el nivel de
exigencia de la tarea y el grado de movili-
zación de las capacidades del sujeto para
realizar su actividad laboral, según la I En-
cuesta sobre Condiciones de Seguridad y
Salud en el trabajo: Quito (Gómez , Merino
, Silva, Suasnavas, & Vilaret, 2017) afirmó
que los problemas de salud mental (tensión,
depresión y problemas emocionales) se ob-
servan con mayor prevalencia en el grupo
de mujeres y el 38% de encuestados con-
sideran que el exceso de horas de trabajo
interfiere en su vida familiar. En este senti-
do, (Calderón , Merino, Juárez , & Jiménez,
2018) mencionan que la carga de trabajo
engloba el componente cuantitativo referido
al número de tareas realizadas en un tiem-
po determinado y el componente cualitativo
que concierne la complejidad de la tarea y
los recursos usados para realizarla.
Por lo antes expuesto, esta investigación
tiene como objetivo de estudio analizar la
percepción sobre la carga mental que pro-
voca su trabajo en el personal administra-
tivo de una empresa atunera, mediante la
aplicación de cuestionario ESCAM (Escala
Subjetiva de Carga Mental de Trabajo).
En el contexto actual no se encuentran tra-
bajos puramente físicos ni puramente menta-
les, sino que en cualquier actividad estarán
presentes ambos aspectos. Para (Aldomó-
var, 1995) la actividad que implique mayor
esfuerzo intelectual o carga mental de traba-
jo se conceptualiza como “el conjunto de re-
querimientos mentales, cognitivos o intelec-
tuales a los que se ve sometido el trabajador
a lo largo de su jornada laboral” que tiene
como efecto facilitador a corto plazo la acti-
vación de la actividad mental y a largo plazo
al desarrollo de competencias cognitivas.
Para (Nogareda, 2001), la “sobrecarga o
estimulación excesiva hace referencia a las
situaciones en las que el trabajador está
sometido a más exigencias de las que, en
función de sus capacidades, puede satisfa-
cer.” Por otro lado, la “subcarga mental se
produce en aquellas situaciones en las que
el trabajador tiene que realizar poco trabajo
o tareas demasiado sencillas. Según (García
& Del Hoyo, 2002) la consecuencia más di-
recta de una carga mental de trabajo inade-
cuada es la fatiga mental que afecta al orga-
nismo como un todo, se traduce en una serie
de disfunciones físicas y psíquicas, acompa-
ñadas de una sensación subjetiva de fatiga y
de una disminución del rendimiento.
Metodología
Esta investigación es de carácter cualitati-
vo. Se aplicó un diseño observacional pros-
pectivo, descriptivo, de corte trasversal,
realizado en el personal administrativo de
empresa atunera, de ambos sexos, quienes
aceptaron voluntariamente participar del
estudio. Se realizó la evaluación de la car-
ga mental mediante el cuestionario ESCAM
(Escala Subjetiva de Carga Mental de Tra-
bajo) que fue desarrollado por profesores
de la Universidad de La Laguna en España
en el 2009, y constituye “una escala multi-
dimensional que permite conocer la per-
cepción de los trabajadores sobre la carga
mental que provoca su trabajo, aplicable a
una variedad de puestos, que no requiere
que se realicen tareas específicas, es de
bajo costo, corto tiempo, poco invasiva, fia-
ble y válida”.
Según (Díaz, Isla, Rolo, Villegas , & Hernán-
dez , 2013) se clasifica en 5 dimensiones:
a . Demandas Cognitivas y Complejidad
de la Tarea, hace referencia al esfuerzo
MURILLO MOREIRA, K. X., DELGADO ARTEAGA, L. J., OLMEDO VERA, J. H., & CANTOS SANTANA, E. M.