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RECIMUNDO VOL. 7 N°1 (2023)
Introducción
A pesar del advenimiento de la terapia anti-
rretroviral altamente efectiva (TARVAE) hace
casi 30 años, las infecciones oportunistas
del sistema nervioso central (SNC) persis-
ten como una causa importante de morbi-
mortalidad en pacientes con virus de inmu-
nodeficiencia humana (VIH); sobre todo en
pacientes en SIDA (Síndrome de inmunode-
ficiencia adquirida). La neurocriptococosis
o meningitis criptococósica es una de las
infecciones oportunistas más frecuentes
en individuos infectados con VIH. En paí-
ses donde existe una alta prevalencia de
la infección por VIH representa una la cau-
sa más común de meningitis en pacientes
adultos. (Zambrano Castro, 2018)
La afección neurológica es un hecho muy
frecuente entre los pacientes o individuos
que padecen de VIH. Este es un virus neuro-
tropo que puede afectar el sistema nervioso
en cualquiera de sus sectores y en cualquier
etapa de la infección. Secundariamente,
el sistema nervioso central puede también
verse afectado por infecciones oportunis-
tas o neoplasias vinculadas al grado de in-
munodepresión. Ciertas manifestaciones
neurológicas pueden ser desencadenadas
o agravadas por los efectos del TARV. Una
variedad de infecciones oportunistas se pre-
senta en el Sistema Nerviosos Central, la vul-
nerabilidad de algunos individuos con VIH
ante las infecciones oportunistas está rela-
cionada con el grado de inmunosupresión y
están correlacionados al contaje de sangre
periférica de linfocitos CD4. La discusión de
los hallazgos clínicos, evolución y manejo de
las infecciones varía de acuerdo a cada or-
ganismo patógeno. (Torres Mendoza, 2020)
Las complicaciones que puede llegar a de-
sarrollar un paciente con VIH son múltiples,
se estima que el riesgo de que la naturaleza
de esta sea de tipo neurológico es de alre-
dedor de un 50 a 70%, siendo las neuro-
infecciones las más frecuentes; estas a su
vez pueden ser de diferente estirpe, es de-
cir bacteriana, micotica, parasitaria y viral;
GUAMANCELA AUQUILLA, C. G., ABAD VICUÑA, G. E., AUQUILLA DÍAZ, N. E., & GUAMANCELA AUQUILLA, D. E.
finalmente en la práctica diaria las que se
identifican con mayor frecuencia son las de
etiología bacteriana; muchas veces resulta
complejo poder establecer el agente micro-
biológico responsable a partir del cuadro
clínico del enfermo, por lo que se vuelve
indispensable la aplicación de exámenes
complementarios, en donde el análisis de
líquido cefalorraquídeo obtenido a partir
de la punción lumbar es una técnica bas-
ta específica y sensible para orientar hacia
la identificación de estas neuroinfecciones.
(Inchundia Vargas & Lagos Contreras, 2022)
Las complicaciones neurológicas existen-
tes durante el estadio temprano de la infec-
ción por VIH (conteo linfocitario T mayor de
500 células por microlitro) se caracterizan
por ser producto de la infección por el virus
per se o por la acción de múltiples procesos
biológicos mediados por el sistema inmune.
En el estadio intermedio de la infección(con-
teo linfocitario T CD4 entre 200 y 500 células
por microlitro) las complicaciones neuroló-
gicas son resultado de acciones indirectas
del sistema inmune y del efecto metabólico
de los medicamentos antirretrovirales; y el
último estadio donde el conteo linfocitario T
es menor de 200 células por microlitro las
complicaciones neurológicas son la resul-
tante de los factores mencionados en con-
junto con la acción de entidades oportunis-
tas de tipo infeccioso o tumoral. (Inchundia
Vargas & Lagos Contreras, 2022)
Con el advenimiento de la pandemia del
VIH, tenemos que ha existido un repunte en
el comportamiento de las infecciones fúngi-
cas de manera general, la criptococosis no
representa la excepción a esta regla, se trata
de una infección causada por el Criptococo
neoformans como principal agente, aunque
hay casos documentados que también pue-
de ser producido por el Criptococo gattii. Se
sabe que las infecciones tanto pulmonares
como meníngeas en los pacientes con VIH,
son producidas por el C. neoformans mien-
tras que el C. gattii está más relacionado
con infecciones en personas sanas. (Chá-
vez García & Estrella Arias, 2019)