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RECIMUNDO VOL. 7 N°1 (2023)
sus actitudes profundas, su vocación y
contribuir así a la vocación de la propia
comunidad. Humanizar la educación
significa poner a la persona al centro
de la educación, en un marco de rela-
ciones que constituyen una comunidad
viva, interdependiente, unida a un des-
tino común”. (p. 23)
El humanismo aspira al crecimiento y enri-
quecimiento material y espiritual del hombre
superando la fragmentación, y el aislamien-
to. El humanismo “sitúa al hombre como va-
lor principal en todo lo existente, y a partir
de esa consideración, subordina toda ac-
tividad a propiciarle mejores condiciones
de vida material y espiritual, de manera tal
que pueda desplegar sus potencialidades
siempre limitadas históricamente”. Según
el Diccionario de la Real Academia de la
Lengua Española la palabra humanismo, en
su primera acepción dice que es el cultivo
o conocimiento de las letras humanas y, en
su segunda acepción remite a la doctrina
de los humanistas del Renacimiento. Del
término humanístico(a) expone que es lo
perteneciente o relativo al humanismo o las
humanidades. Y tales definiciones llenan de
certezas, pero también de incertidumbres,
razón por la cual es necesario acotar que
pensar en términos como hombre, humanis-
mo, humanidades, formación humanista y
formación humanística deviene hoy concep-
tos claves, ejes esenciales para la educa-
ción, que necesitan de una mayor precisión.
La aspiración máxima del humanismo en
la educación es la formación integral de la
personalidad, del ser y su plena realización
como ser humano, y el cultivo de la sensibili-
dad para desarrollar sus verdaderas poten-
cialidades creadoras, lo que puede lograrse
por medio del proceso de enseñanza apren-
dizaje, en el cual debe estar como un indica-
dor. (Lastres Rodríguez, 2020)
Latinoamérica ha venido atravesando desde
hace más de una década por grandes cam-
bios políticos y sociales que han impactado
significativamente el estilo de vida de sus
habitantes. Venezuela, Ecuador, Bolivia, Bra-
sil, Argentina y Uruguay han intentado, con
cambios en sus modelos políticos, impactar
el modo de vida de sus ciudadanos. De al-
gún modo esto se ha visto concretado en di-
versas políticas públicas orientadas a trans-
formar el aparato del estado. Sin embargo, a
pesar de los ingentes esfuerzos de sus go-
bernantes, persisten las prácticas sociales
de exclusión a través de un modelo que se
reproduce en las aulas. (Labarca, 2016)
La universidad ecuatoriana, en el contexto
del capitalismo global direccionado por la
ideología neoliberal y su empeño por reor-
denar el mercado universitario mundial, co-
rre gravemente el riesgo de ser partícipe de
su dinámica y desvirtuar sistemáticamente
el fundamento primigenio de la universidad:
ser el espacio idóneo para desarrollar el co-
nocimiento científico, el pensamiento crítico
y la praxis emancipadora, tan devastados
en esta sociedad de consumidores. Enton-
ces, es responsabilidad de todos los acto-
res de la educación superior y, sobre todo,
de los docentes, reivindicar el papel de la
Universidad pública y su importancia en la
formación de ciudadanos activos, transfor-
mativos y comprometidos en la construc-
ción de sociedades más democráticas,
igualitarias y justas. Lascano, Sánchez, Del-
gado, Oviedo, & Medina, (2020) destacan
entre las universidades del ecuador a la
Escuela Politécnica Nacional, la cual, cohe-
rente con su misión institucional estatutaria
y haciendo una lectura crítica de los con-
textos socioeconómicos, políticos y cultu-
rales tanto globales como locales, opta por
un modelo educativo que promueva una
Universidad científicamente rigurosa y hu-
manista, con profundos fundamentos teóri-
cos y éticos, y que promueva el desarrollo
de la inteligencia y el pensamiento crítico,
antes que la memoria. Llevando a cabo los
modelos “Educativo Científico Humanista” y
el “Académico Científico Humanista”, que
conforman una unidad dialéctica. El Modelo
Educativo se caracteriza por ser más eng-
lobante porque abarca todos los ámbitos
de la vida universitaria sean estos, acadé-
VÁSQUEZ AGUILAR, D. V., MARTÍNEZ GARCÍA, E. A., VARGAS BUSTAMANTE, M. ÁNGEL, & PILAY SALVATIERRA, L. G.