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RECIMUNDO VOL. 7 N°1 (2023)
este aspecto los estudios referidos son
heterogéneos y contradictorios. Tras
evaluar los costes de utilización del BIS
y la reducción del consumo de anesté-
sicos en cirugía ambulatoria, Liu et al
consideran que el coste residual es de
5,5 dólares por paciente. Este coste re-
sidual es menor conforme aumenta la
duración de la intervención. Sin embar-
go, un estudio económico más complejo
debería incluir otros elementos difíciles
de valorar, como las cantidades ahorra-
das por la reducción de la incidencia
de náuseas-vómitos, la disminución del
riesgo de DIO y, tal vez, de la mortalidad
(Rodríguez Cerón et al., 2008).
Utilidad del índice biespectral (BIS) en la
reducción del costo de fármacos para la
anestesia
Uno de los grandes retos para el anestesió-
logo actual, es el de calcular el costo-efec-
tividad y el costo-beneficio de los fármacos
que utiliza. La cantidad de fármacos nece-
sarios para una buena anestesia, se relacio-
na con la obtención de un buen plano anes-
tésico el cual generalmente se determina
por la clínica. Actualmente existen sistemas
de monitoreo con capacidad para predecir
el movimiento del paciente a un estímulo
nocivo, lo que ha generado la posibilidad
de controlar el estado hipnótico (Peñue-
las-Acuña et al., 2003).
La introducción del Sistema Índice-Bies-
pectral para el monitoreo de la anestesia,
conlleva un análisis de cómo La inconscien-
cia que se produce con la anestesia gene-
ral, tiene componentes como la percepción,
atención, memoria, orientación, emoción,
instinto, pensamiento y voluntad. Sobre di-
chos componentes, Kissin en un artículo es-
pecial, señala que hay aspectos que deben
comentarse respecto al uso del monitoreo
con el BIS y discute si el BIS es capaz de
medir todos los componentes de la aneste-
sia o si sólo es un índice para medir el grado
de sedación. Concluye que el BIS es más
prometedor como monitor de inconscien-
cia, y que por ahora, no existe evidencia de
que el BIS pueda proporcionar una medida
clínica unificada del plano anestésico que
refleje todos los componentes de la aneste-
sia (Peñuelas-Acuña et al., 2003).
Glass refiere que el concepto de estado
anestésico se basa en la tríada: incons-
ciencia y falta de recuerdos, analgesia y
relajación muscular; además está bien re-
conocido que cada anestésico produce un
espectro único de efectos farmacológicos,
por tanto, un monitor del plano de la aneste-
sia puede medir sólo uno de estos compo-
nentes. Concluye que el BIS se correlaciona
bien con los efectos del propofol, midazo-
lam e isofluorane respecto al nivel de con-
ciencia y recuerdo, por tanto, considera al
BIS como una medida de la inconsciencia.
Otros autores han llegado a la misma con-
clusión. Con base en tales antecedentes es
difícil considerar que el control de la anes-
tesia con el BIS pueda realmente reflejarse
en un ahorro del costo total de los fármacos
que se usan para proporcionar al paciente
un buen plano anestésico dado que, como
ya señalamos sólo mide una parte del pro-
ceso (Peñuelas-Acuña et al., 2003).
Uso del BIS para mejorar el cuidado de
los pacientes
Los tiempos de espera de los pacientes en-
tre la ecocardiografía transesofágica (ETE)
y la cardioversión eléctrica normalmente
son largos. Al cabo de un rato, la sedación/
analgesia administrada para la ETE empe-
zaba a perder efecto, con lo cual se hacía
necesario administrar más medicación para
la cardioversión eléctrica. Como los médi-
cos no podían calcular con exactitud el gra-
do de sedación restante en el organismo
del paciente en el tiempo que pasaba en-
tre ambos procedimientos, lo más frecuen-
te era administrar una dosis exagerada de
sedación. Como cabía esperar, la satisfac-
ción del paciente se veía afectada cuando
aumentaban los tiempos de espera para la
cardioversión eléctrica (Mitchell-Hines et
al., 2016).
PÁEZ CALVOPIÑA, D. C., CUEVA FIGUEROA, A. M., NAVARRETE GUEVARA, P. E., & ZURITA FUENTES, S. D.