DOI: 10.26820/recimundo/7.(2).jun.2023.487-495
URL: https://recimundo.com/index.php/es/article/view/2092
EDITORIAL: Saberes del Conocimiento
REVISTA: RECIMUNDO
ISSN: 2588-073X
TIPO DE INVESTIGACIÓN: Artículo de Investigación
CÓDIGO UNESCO: 32 Ciencias Médicas
PAGINAS: 487-495
Cirugía de control de daños en traumatismo abdominal
Damage control surgery in abdominal trauma
Cirurgia de controlo de danos em traumatismos abdominais
Evelyn Estefanía Panamá Herrera
1
; Katherine Jahaira Sanchez Rumiguano
2
; Evelyn Nathaly
Loor Fernandez
3
; Richard Eduardo Morales Cumbajín
4
RECIBIDO: 29/06/2023 ACEPTADO: 22/07/2023 PUBLICADO: 12/09/2023
1. Médico General; Investigadora Independiente; Quito, Ecuador; eeph1991@hotmail.com; https://orcid.
org/0000-0003-2268-9286
2. Médica; Investigadora Independiente; Guayaquil, Ecuador; kattyjsb_23@hotmail.com; https://orcid.
org/0009-0004-6414-5222
3. Médica Cirujana; Investigadora Independiente; Guayaquil, Ecuador; elorfer_0112@hotmail.com; ht-
tps://orcid.org/0009-0003-5141-0616
4. Médico; Investigador Independiente; Guayaquil, Ecuador ; richardedumorales@gmail.com; https://or-
cid.org/0000-0003-0767-1862
CORRESPONDENCIA
Evelyn Estefanía Panamá Herrera
eeph1991@hotmail.com
Quito, Ecuador
© RECIMUNDO; Editorial Saberes del Conocimiento, 2023
RESUMEN
El objetivo de la cirugía de control de daños es minimizar los tiempos quirúrgicos, debido a que un tratamiento definitivo
de las lesiones empeoraría la situación del paciente e incluso podría condicionar la muerte, gracias a la pérdida de calor
acelerada por exposición durante la cirugía, la dificultad para una reposición de volumen apropiada, así como el aumento
de la acidosis y de la coagulopatía. El término control de daños describe un enfoque sistemático de tres etapas cuya
finalidad es interrumpir la cascada mortal de acontecimientos que culmina con el fallecimiento del paciente por shock
hipovolémico. Existen distintas herramientas de diagnóstico disponibles en el manejo del trauma abdominal cerrado
como la tomografía computarizada, laparoscopia, lavado peritoneal diagnóstico y la ecografía abdominal. El mecanismo
de trauma abdominal se clasifica en cerrado y penetrante. Los mecanismos penetrante y cerrado representan la misma
proporción, o incluso se invierte la tendencia y resulta que el mecanismo penetrante es el preponderante. La cirugía de
control de daños se divide en tres etapas: la primera de ellas es una cirugía inicial, control de la hemorragia y la conta-
minación; la segunda, está compuesta por la reanimación fisiológica del paciente en la unidad de cuidados intensivos;
mientras que la tercera y última consta de una cirugía definitiva o re-exploración. Estas tres fases o etapas conforman el
procedimiento completo. Todo este procedimiento tiene como finalidad interrumpir la cascada mortal que culmina con
la muerte del paciente, para así lograr un tratamiento quirúrgico definitivo de manera calculada y congruente. Se aplicó
una metodología descriptiva, con un enfoque documental, es decir, revisar fuentes disponibles en la red, con contenido
oportuno y relevante para dar respuesta a lo tratado en el presente artículo.
Palabras clave: Traumatismo Abdominal, Cirugía, Diagnóstico, Mortalidad, Estado Crítico.
ABSTRACT
The objective of damage control surgery is to minimize surgical times, since definitive treatment of the lesions would wors-
en the patient's situation and could even lead to death, thanks to accelerated heat loss due to exposure during surgery,
the Difficulty in proper volume replacement, as well as increased acidosis and coagulopathy. The term damage control
describes a systematic three-stage approach intended to interrupt the deadly cascade of events that culminates in the
death of the patient from hypovolemic shock. There are different diagnostic tools available in the management of blunt ab-
dominal trauma such as computed tomography, laparoscopy, diagnostic peritoneal lavage and abdominal ultrasound. The
mechanism of abdominal trauma is classified as blunt and penetrating. The penetrating and closed mechanisms represent
the same proportion, or the trend is even reversed and it turns out that the penetrating mechanism is the predominant
one. Damage control surgery is divided into three stages: the first one is initial surgery, control of bleeding and contam-
ination; the second is made up of the physiological resuscitation of the patient in the intensive care unit; while the third
and last consists of definitive surgery or re-exploration. These three phases or stages make up the complete procedure.
The purpose of this entire procedure is to interrupt the fatal cascade that culminates in the death of the patient, in order to
achieve definitive surgical treatment in a calculated and consistent manner. A descriptive methodology was applied, with
a documentary approach, that is, reviewing sources available on the network, with timely and relevant content to respond
to what was discussed in this article.
Keywords: Abdominal Trauma, Surgery, Diagnosis, Mortality, Critical Condition.
RESUMO
O objetivo da cirurgia de controlo de danos é minimizar os tempos cirúrgicos, uma vez que o tratamento definitivo das lesões
iria agravar a situação do doente e poderia mesmo levar à morte, graças à perda acelerada de calor devido à exposição
durante a cirurgia, à dificuldade de reposição adequada de volume, bem como ao aumento da acidose e da coagulopatia.
O termo "controlo de danos" descreve uma abordagem sistemática em três fases destinada a interromper a cascata mortal
de acontecimentos que culmina na morte do doente por choque hipovolémico. Existem diferentes instrumentos de diagnós-
tico disponíveis para o tratamento do traumatismo abdominal fechado, como a tomografia computorizada, a laparoscopia,
a lavagem peritoneal diagnóstica e a ecografia abdominal. O mecanismo do traumatismo abdominal é classificado como
contundente e penetrante. Os mecanismos penetrante e fechado representam a mesma proporção, ou a tendência é mesmo
inversa e verifica-se que o mecanismo penetrante é o predominante. A cirurgia de controlo de danos divide-se em três fases:
a primeira é a cirurgia inicial, controlo da hemorragia e contaminação; a segunda é constituída pela reanimação fisiológica
do doente na unidade de cuidados intensivos; enquanto a terceira e última consiste na cirurgia definitiva ou reexploração.
Estas três fases ou etapas constituem o procedimento completo. O objetivo de todo esse procedimento é interromper a cas-
cata fatal que culmina com a morte do paciente, para que o tratamento cirúrgico definitivo seja realizado de forma calculada
e consistente. Foi aplicada uma metodologia descritiva, com abordagem documental, ou seja, revisão de fontes disponíveis
na rede, com conteúdo oportuno e relevante para responder ao que foi discutido neste artigo.
Palavras-chave: Trauma Abdominal, Cirurgia, Diagnóstico, Mortalidade, Estado Crítico.
489
RECIMUNDO VOL. 7 N°2 (2023)
Introducción
La evidencia científica en medicina, es to-
talmente reproducible con alta frecuencia,
en trauma los resultados obtenidos en la
literatura mundial, así lo confirman. Por lo
general, el género masculino es incidente
en esta patología (traumatismo abdominal),
debido a que está más comprometido y se
desenvuelve en un entorno de violencia y
velocidad, haciendo que este expuesto a
estos determinantes. Esto se encuentra
acorde a lo reportado por los otros estudios,
donde (Rojas, et al., 2017) describen “una
mayor frecuencia de trauma abdominal en
los hombres comparado con las mujeres en
una razón de 4,4:1”.
Las lesiones encontradas en los pacien-
tes con trauma abdominal son tan diversas
como lo son los órganos abdominales y los
mecanismos asociados a la lesión. En el
trauma cerrado abdominal o contuso se ob-
servan estas estadísticas (Parra, Contreras,
Orozco, Domínguez, & Bravo, 2019)
“los órganos sólidos como el bazo (40-
55%) y el hígado (35-45%) se afectan
en mayor proporción. Por otro lado, en el
trauma penetrante abdominal por arma
blanca se describen lesiones principal-
mente en el hígado (40%), el intestino
delgado (30%) y el diafragma (20%),
mientras que el asociado a arma fuego
afecta al intestino delgado (50%), al in-
testino grueso (40%) y al hígado (30%)”
El diagnóstico de una lesión intraabdomi-
nal suele ser difícil por varios factores, entre
ellos “la ausencia de dolor abdominal pese
a una lesión en la cavidad peritoneal o re-
troperitoneal y la disminución del grado de
consciencia por sustancias psicoactivas o
a consecuencia del mismo evento traumáti-
co” (Parra, Contreras, Orozco, Domínguez,
& Bravo, 2019).
La cirugía de control de daños es un proce-
dimiento que se lleva a cabo en pacientes
con un estado crítico presente y que no son
capaces de tolerar una cirugía completa o
CIRUGÍA DE CONTROL DE DAÑOS EN TRAUMATISMO ABDOMINAL
resolutiva, ya que se pone en riesgo la vida
del paciente. “Los pacientes pueden llegar
a presentar estas condiciones quirúrgicas
cuando muestran múltiples lesiones orgáni-
cas de carácter mortal que pueden llegar
a ser producidas por heridas por arma de
fuego, arma blanca o traumas contusos en-
tre otros” (Alonzo & López, 2020). De allí la
importancia de desarrollar este tema, en el
presente artículo.
Metodología
Esta investigación está dirigida al estudio del
tema “Cirugía de control de daños en trau-
matismo abdominal”. Para realizarlo se usó
una metodología descriptiva, con un enfoque
documental, es decir, revisar fuentes disponi-
bles en la red, cuyo contenido sea actual, pu-
blicados en revistas de ciencia, disponibles
en Google Académico, lo más ajustadas al
propósito del escrito, con contenido oportuno
y relevante desde el punto de vista científico
para dar respuesta a lo tratado en el presente
artículo y que sirvan de inspiración para rea-
lizar otros proyectos. Las mismas pueden ser
estudiadas al final, en la bibliografía.
Resultados
Los traumatismos abdominales pueden
presentar lesiones en múltiples órganos,
por tanto, deben ser considerados trauma-
tismo graves o potencialmente graves des-
de el momento del ingreso a la unidad de
urgencias. No solo representan grandes
dilemas diagnósticos sino terapéuticos por-
que los resultados del tratamiento de las
lesiones abdominales van a ser influido no
solo por el grado de lesión sino por otros
múltiples factores:
“el mecanismo de la lesión, la región
anatómica afectada, el estado hemodi-
námico y neurológico del paciente al in-
greso, la presencia de lesiones asocia-
das, así como grado de contaminación,
tiempo transcurrido desde el evento
hasta el arribo a la sala de emergen-
cias y los recursos institucionales dis-
ponibles” (Torres, Ortiz, & Paz, 2016)
490
RECIMUNDO VOL. 7 N°2 (2023)
Gracias a todos estos factores, los trauma-
tismos abdominales pueden presentar una
amplia gama de lesiones, que abarcan des-
de leves hasta graves con consecuencias
fatales para el paciente; por lo que una ade-
cuada evaluación de las mismas es priorita-
ria en el momento de establecer la terapéu-
tica más adecuada. Dentro del abordaje del
paciente con traumatismo abdominal deben
considerarse factores que potencialmente
pueden modificar el pronóstico, propuestos
por (Parra, Contreras, Orozco, Domínguez,
& Bravo, 2019) tales como:
“mecanismo del trauma, agente de la
lesión, regiones anatómicas afectadas,
tiempo desde el suceso, estado hemo-
dinámico y neurológico del paciente,
hallazgos en la exploración física y los
recursos disponibles en el lugar de la
evaluación primaria”.
Respecto al mecanismo del trauma, se cla-
sifica en (Parra, Contreras, Orozco, Domín-
guez, & Bravo, 2019):
Cerrado: accidentes automovilísticos, acci-
dentes peatonales, caídas y agresiones o pe-
netrante agresiones con arma de fuego, arma
blanca u objetos punzocortantes. Se practica
un examen físico sistemático y, según la esta-
bilidad del paciente se inician los procesos
de diagnóstico y tratamiento. Es importante
tener presente que (Arroyo & Aguilar, 2020):
En todo paciente con historia de trauma-
tismo abdominal, en el que es evidente
una clínica de abdomen agudo o bien
el hallazgo radiológico de neumoperito-
neo, está indicada la realización de una
laparatomía sin recurrir a otras pruebas
diagnósticas.
Los signos y síntomas de la lesión in-
tra-abdominal pueden ser enmasca-
rados o no tenidos en cuenta por la
existencia de lesiones en otra parte del
cuerpo, así como por la presencia de
coma o disminución del nivel de con-
ciencia, siendo necesario recurrir a téc-
nicas diagnósticas complementarias.
Ante un shock inexplicable y una vez
descartado el taponamiento cardíaco,
un neumotórax a tensión, la lesión de
grandes vasos, gran atricción de partes
blandas o lesión medular, da indicios con
alta sospecha de lesión intra-abdominal.
Se practica un examen físico sistemáti-
co, (según la estabilidad del paciente)
se inician los procesos de diagnóstico
y tratamiento.
Una primera evaluación negativa, no
descarta la presencia de lesión intra-ab-
dominal, (relativamente frecuente en el
caso de lesión víscera hueca). “Si es
negativa, es necesario repetir la explo-
ración transcurridas 3, 6, 12 horas y
preferentemente por la misma persona”
(Arroyo & Aguilar, 2020). En este caso
la utilización secuencial de la ecografía
abdominal es especialmente útil.
Penetrante: es el resultado del traumatismo
por un objeto que perfora la piel, ingresa al
cuerpo y crea una herida. A menudo puede
causar daño que da como resultado shock e
infección. La gravedad depende de los órga-
nos del cuerpo afectados, las características
del objeto y la cantidad de energía transmi-
tida. El mecanismo de lesión debe tomarse
en consideración incluso para la decisión de
proceder o diferir una cirugía, dado que los
traumas de energía cinética alta pueden ge-
nerar lesiones potencialmente mortales que
no se evidencian en la revisión primaria.
Etiología
Heridas de bala (65% de los casos)
Heridas de arma blanca
Objetos externos de colisiones de vehí-
culos motorizados u otros traumatismos
Huesos fracturados
En los pacientes hemodinámicamente esta-
bles en los que no amerita ninguno de los
criterios de laparotomía inmediata, se pue-
de adoptar una postura expectante, con
(Arroyo & Aguilar, 2020):
PANAMÁ HERRERA, E. E., SANCHEZ RUMIGUANO, K. J., LOOR FERNANDEZ, E. N., & MORALES CUMBAJÍN,
R. E.
491
RECIMUNDO VOL. 7 N°2 (2023)
Observación hospitalaria, al menos du-
rante 48 horas.
Realización de hemogramas seriados.
Toma de constantes horarias las primeras
6 horas, y cada 4 horas las siguientes.
Valoración clínica horaria las primeras 6
horas, y cada 4 a 6 horas las siguientes.
No necesita la realización de lavado pe-
ritoneal ni de otras medidas diagnósti-
cas complementarias, excepto que se
trate de heridas por arma blanca en la
región del tórax bajo, como se describe
posteriormente.
En este grupo de pacientes durante su ob-
servación pueden aparecer signos clínicos
que indiquen la necesidad de realizar una
laparatomía. No se ha demostrado que la
laparatomía demorada con respecto al mo-
mento de la lesión en este grupo, conlleve
un aumento de la morbi-mortalidad. Los me-
canismos penetrante y cerrado representan
la misma proporción, o incluso se invierte la
tendencia y resulta que el mecanismo pe-
netrante es el preponderante.
Cálculo del índice de trauma abdominal
Según lo descrito por la Asociación Ameri-
cana de Cirujanos de Trauma quienes de-
sarrollaron el sistema internacional de cla-
sificación de las lesiones orgánicas - OIS
(Organ Injury Scale) que determina el grado
de lesión para cada órgano o estructuras
corporales individuales, donde en cada
órgano “se describe la lesión de forma
graduada de I a VI, posteriormente se multi-
plica el grado de lesión de cada órgano por
un puntaje que refleja la probabilidad de
complicaciones sépticas del mismo (Fac-
tor de riesgo) y luego la suma de todos los
órganos involucrados da como resultado el
ATI” (Torres, Ortiz, & Paz, 2016).
Su utilidad radica en definir conductas in-
tra-operatorias y “predecir complicacio-
nes, proporcionando un lenguaje común
que despeja la investigación de morbilidad
y mortalidad asociada al trauma” (Chica,
2021). Los sistemas de cuantificación del
trauma tienen varios usos potenciales:
Remisión de los pacientes lesiona-
dos a los centros de atención adecuada de
acuerdo con el triage efectuado en el sitio
del trauma.
Creación de un sistema cuantitati-
vo para evaluar la calidad del servicio de
atención del trauma. En grandes grupos de
pacientes, permite detectar resultados ines-
perados, para buscar sus causas, corregir
las fallas y reforzar los aciertos.
Permite análisis estadísticos confia-
bles y comparaciones intra e interinstitu-
cionales de grupos de pacientes similares,
sometidos a diferentes pautas de manejo o
intervenciones terapéuticas.
Mejora la calidad de los sistemas de
atención al ayudar a clasificar los pacientes
en categorías e identificar los problemas de
estos sistemas.
Unifica el idioma entre las personas
encargadas de tratar el trauma.
Ayuda a racionalizar el empleo de los
recursos humanos y materiales de las insti-
tuciones en los diferentes niveles de aten-
ción
Por su parte para el cálculo del ATI
modificado se realizó según la siguiente
formula (Torres, Ortiz, & Paz, 2016):
ATI estándar + puntaje según grado de con-
taminación + puntaje según grado de shock
+ puntaje según tiempo de evolución, los
puntajes de los factores fisiológicos y cir-
cunstanciales adicionados se calcularon
según lo estipulado en la tabla 1
CIRUGÍA DE CONTROL DE DAÑOS EN TRAUMATISMO ABDOMINAL
492
RECIMUNDO VOL. 7 N°2 (2023)
Tabla 1
Fuente: (Torres, Ortiz, & Paz, 2016)
Existen distintas herramientas de diagnósti-
co en el manejo del trauma abdominal ce-
rrado como la tomografía computarizada,
laparoscopia, lavado peritoneal diagnóstico
y la ecografía abdominal. Sin embargo, hay
una diferencia en la opinión sobre la utilidad
y el valor diagnóstico de la ecografía abdo-
minal, mientras que algunos sostienen que
solo tiene uso en la evaluación rápida para
la detección de hemoperitoneo, otros auto-
res opinan que también podría identificar
lesiones parenquimatosas significativas.
Algunos postulan que tiene una precisión
diagnóstica limitada, incluso, podría gene-
rar un retraso indebido en la intervención en
algunos pacientes que resultan ser falsos
negativos. Aunque la ecografía es la úni-
ca prueba disponible en muchos centros
en países en vías de desarrollo, muchos
centros de salud también pueden tener un
acceso retrasado o limitado a la ecografía
FAST, por lo tanto, “la laparoscopia diag-
nóstica puede ser de mayor utilidad en di-
chos centros de salud en los que el método
de diagnóstico va a retrasar una decisión
terapéutica” (Rojas, et al., 2017).
Técnica quirúrgica de abdomen abierto
Es una técnica que va en aumento, a medida
que los cirujanos se familiarizan con el pro-
cedimiento, “la selección de los pacientes,
el equipo y los instrumentos empleados, el
funcionamiento y las posibles disfunciones
del sistema, los efectos benéficos y las des-
ventajas que representa su uso en la prác-
tica clínica” (Andeani, Crosbie, & Quiros,
2018). El abdomen abierto es el procedi-
miento quirúrgico estándar empleado para
pacientes sometidos a cirugía de control de
daños, en la descompresión en casos de
síndrome compartimental abdominal y en el
manejo de la sepsis abdominal grave.
Este tratamiento ha salvado muchas vidas,
pero ha creado nuevos problemas que debe
enfrentar el cirujano, por ejemplo, “la pérdi-
da de líquidos y proteínas, el desarrollo de
PANAMÁ HERRERA, E. E., SANCHEZ RUMIGUANO, K. J., LOOR FERNANDEZ, E. N., & MORALES CUMBAJÍN,
R. E.
493
RECIMUNDO VOL. 7 N°2 (2023)
fístulas intestinales y la retracción del borde
de las fascias musculares de la pared mus-
cular, con la consecuente formación de her-
nias ventrales gigante” (Inchausti, Marrero,
& Level,, 2022).
La principal indicación del abdomen es en
pacientes con un proceso abdominal agu-
do de tipo infeccioso cuando los bordes
aponeuróticos no pueden ser afrontados sin
tensión debido al edema y la distensión de
las asas intestinales; también, puede em-
plearse en alunas circunstancias, cuando la
lesión intra-abdominal no puede ser resuelta
adecuadamente en la intervención primaria,
cuando el paciente esta inestable o muy gra-
ve para realizar una operación extensa y es
necesaria una cirugía de control de daños,
cuando la viabilidad del intestino es cuestio-
nable y requiere una segunda intervención.
Cuando se efectúa una anastomosis prima-
ria en circunstancias críticas con una alta
probabilidad de dehiscencia, en presencia
de una hemorragia de difícil control que
requiere empaquetamiento o después de
una operación prolongada con extensa ex-
posición de vísceras que ocasiona edema
peritoneal por exposición. En la sepsis ab-
dominal, esta técnica de abdomen abierto
“proporciona un acceso a la cavidad peri-
toneal para desbridación de tejido desvita-
lizado, aspiración de material purulento y
drenaje quirúrgico” (Flores, De la Torre, Ri-
vera, & Dela Cruz, 2021)
Cirugía abdominal de control de daños
(CCD)
El objetivo de la cirugía de control de daño
es minimizar los tiempos quirúrgicos, dado
que un tratamiento definitivo de las lesiones
empeoraría la situación del paciente e inclu-
so podría condicionar la muerte, a causa de
la pérdida de calor acelerada por exposición
durante la cirugía, la dificultad para una re-
posición de volumen apropiada, así como el
aumento de la acidosis y de la coagulopatía.
El término control de daños apunta un en-
foque sistemático de tres etapas cuya fina-
lidad es interrumpir la cascada mortal de
acontecimientos cuyo desenlace culmina
con el fallecimiento del paciente por shock
hipovolémico. “La hemostasia habitualmen-
te se alcanza mediante ligadura arterial,
taponamiento mediante catéteres con ba-
lón, shunts vasculares o packing” (Arroyo &
Aguilar, 2020). Las estrategias de resucita-
ción deben ser mantenidas durante la CCD
y deben considerarse tan importantes como
la propia reparación anatómica.
No existe una ventana temporal concreta
para la realización de un tratamiento defini-
tivo de las lesiones tras la cirugía de control
de daño. Deberán realizarse según la situa-
ción clínica del paciente, el tipo de lesión
y la cirugía que se haya ejecutado previa-
mente, por lo que con frecuencia se llevan a
cabo más allá de las 48 horas clásicamente
propuestas (Parra, Contreras, Orozco, Do-
mínguez, & Bravo, 2019):
1. La primera etapa, (parte I del control de da-
ños), consiste en laparotomía exploradora
inmediata para el control de la hemorra-
gia y de la contaminación por las técnicas
más simples. Se retrasa la reconstrucción
definitiva, y la aplicación de taponamien-
to intra-abdominal a todas las superficies
disecadas y los órganos lesionados va se-
guido por un cierre simple rápido.
2. La segunda parte del control de daños,
consiste en reanimación secundaria en
la unidad de cuidados intensivos, se
caracteriza por restablecimiento de la
hemodinámica, recalentamiento central,
corrección de la coagulopatía, apoyo
ventilatorio e identificación de las lesio-
nes traumáticas.
3. Una vez que se ha restaurado la fisio-
logía normal, (inicia la parte III del con-
trol de daños), consiste en reo-peración
para eliminar el taponamiento intra-ab-
dominal y reparación del traumatismo
CIRUGÍA DE CONTROL DE DAÑOS EN TRAUMATISMO ABDOMINAL
494
RECIMUNDO VOL. 7 N°2 (2023)
abdominal y cierre definitivos. Si es ne-
cesario, se pueden reparar en este mo-
mento las lesiones extra-abdominales.
Situaciones susceptibles de realización
de cirugía de control de daño
Se siguen las pautas propuestas en (Ra-
mos, 2021):
Traumatismo de alta energía con lesio-
nes penetrantes o en estallido
Coagulopatía presente con incapacidad
de realizar hemostasia.
Lesión vascular mayor.
Lesiones viscerales múltiples.
Tiempo quirúrgico estimado para repa-
ración definitiva > 90 min.
Índices de gravedad como el ISS> 25.
Signos vitales: presión arterial sistólica <
70 mmHg. pH < 7,1. Tª < 34ºC o lactato
> 6 mmol/l.
Inestabilidad hemodinámica.
Necesidad de una transfusión masiva.
Conclusión
Las lesiones por trauma afectan predominan-
temente a personas jóvenes, son el grupo de
edad más productivo, lo que de manera in-
variable repercute en la realidad económica
familiar y social de un país, tanto por la falta
de productividad como por los costos sani-
tarios de la atención y las secuelas incapaci-
tantes de los afectados. Es más probable en
el La sexo masculino sobre el femenino, de-
bido a la mayor exposición de los hombres
a las armas de fuego y el mayor consumo
de sustancias como alcohol y drogas ilega-
les, lo que los llevaría a tener conductas más
agresivas y accidentes por imprudencia.
El abdomen abierto es el procedimiento qui-
rúrgico estándar empleado para pacientes
sometidos a cirugía de control de daños,
en la descompresión en casos de síndrome
compartimental abdominal y en el manejo
de la sepsis abdominal grave. Es una téc-
nica que si bien ha salvado muchas vidas,
también ha creado nuevos problemas que
debe enfrentar el cirujano, por ejemplo, la
pérdida de líquidos y proteínas, el desarro-
llo de fístulas intestinales y la retracción del
borde de las fascias musculares de la pared
muscular, con la consecuente formación de
hernias ventrales gigante.
Existen distintas herramientas de diagnóstico
en el manejo del trauma abdominal cerrado
como la tomografía computarizada, laparos-
copia, lavado peritoneal diagnóstico y la eco-
grafía abdominal. La más recomendada de
aplicar dependerá de la disponible en el cen-
tro de salud, experiencia del médico tratante
y tipo de trauma abdominal. La escogencia
del examen diagnóstico del trauma abdomi-
nal depende del sitio de la lesión, su meca-
nismo (cerrado o penetrante), los hábitos cor-
porales, el nivel de cooperación del paciente
y los hallazgos en la radiografía de tórax.
La cirugía de control de daños apunta a un
enfoque sistemático de tres etapas cuya fi-
nalidad es interrumpir la empinada mortal
de acontecimientos cuyo desenlace cul-
mina con el fallecimiento del paciente por
shock hipovolémico. Deberán realizarse se-
gún la situación clínica del paciente, el tipo
de lesión y la cirugía que se haya ejecutado
previamente, por lo que con frecuencia se
llevan a cabo más allá de las 48 horas clási-
camente propuestas.
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CITAR ESTE ARTICULO:
Panamá Herrera, E. E., Sanchez Rumiguano, K. J., Loor Fernandez, E. N., &
Morales Cumbajín, R. E. (2023). Cirugía de control de daños en traumatismo
abdominal. RECIMUNDO, 7(2), 487-495. https://doi.org/10.26820/recimun-
do/7.(2).jun.2023.487-495
CIRUGÍA DE CONTROL DE DAÑOS EN TRAUMATISMO ABDOMINAL