31
RECIMUNDO VOL. 7 N°4 (2023)
Introducción
La Organización Mundial de Salud señala
que “la experiencia de los pacientes está
relacionada de forma significativa con la
satisfacción respecto al sistema de aten-
ción de salud, y para ello debe cumplir con
determinadas condiciones, como un equi-
po profesional de alto nivel, la eficiencia en
el uso de recursos, lograr un mínimo riesgo
para el paciente, y mayores niveles de satis-
facción (Añez Majo & Llontop Silva, 2020).
Rodríguez y Honores (2016, como se citó
por Larico Calla & Mamani Quispe, 2020)
definen el cuidado humanizado como la
expresión constante, incondicional y atenta
frente al paciente; es contribuir a la recu-
peración de su autonomía e independencia;
es la preocupación y el esfuerzo para al-
canzar el máximo bienestar físico, mental y
espiritual. Para alcanzar este bienestar son
necesarias la comprensión, la aceptación,
la tolerancia, la comunicación terapéutica y
la escucha activa.
El acto de cuidar, actualmente, está siendo
deficiente, tanto en la práctica profesional
sanitaria como en la formación. Las institu-
ciones sanitarias se mantienen en un enfo-
que del modelo biomédico, desde el que se
realizan acciones de cuidado centradas en
el procedimiento o en la técnica y no en la
persona y en su integridad. Este enfoque,
sustentado en el paradigma positivista de la
categorización, ha provocado la deshumani-
zación de la atención, reduciendo lo huma-
no a lo biológico y la atención hacia la cura-
ción de la enfermedad, alejando el cuidado
enfermero de su visión y misión humanista y
holística (Diaz Rodríguez et al., 2020).
Desde el inicio de la historia humana la pra-
xis en medicina se ha relacionado y avan-
zado de forma asociada, relacionando esta
práctica con la cura de enfermedades. Una
de la característica destacada del cura-
dor en esos tiempos era la conducta moral
ejemplar. Desde la disciplina de Enferme-
ría, Florence Nightingale, primera teorista
precursora de la Enfermería moderna, de-
EL CUIDADO HUMANIZADO BASADO EN VALORES
fine la profesión como: “La responsabilidad
de velar por la salud de otros. Acciones de
cuidado de la persona y su entorno, a par-
tir del desarrollo de habilidades tales como
las observaciones inteligentes, la perseve-
rancia y el ingenio. Profesión basada fun-
damentalmente en el cultivo de las mejores
cualidades morales” (Cruz Riveros, 2020).
De la misma manera, autores como Mastra-
pa y Gibert (2016, donde se citó por Came-
ro Solórzano et al., 2019), manifiestan que:
“El cuidado como centro de atención de la
enfermería, se describe también como la
relación que se da entre la enfermera y el
paciente con el fin de promover su salud,
prevenir, diagnosticar, tratar y rehabilitar las
enfermedades que puedan padecer”. En tal
sentido, se establecen relaciones con el pa-
ciente y familiares, y se favorece la relación
terapéutica, además, se satisfacen las ne-
cesidades del usuario.
Metodología
La presente investigación se enmarca den-
tro de una metodología de tipo bibliográfica
documental. Ya que es un proceso sistema-
tizado de recolección, selección, evalua-
ción y análisis de la información, que se ha
obtenido mediante medios electrónicos en
diferentes repositorios y buscadores tales
como Google Académico, Science Direct,
Pubmed, entre otros, empleando para ellos
los diferentes operadores booleanos y que
servirán de fuente documental, para el tema
antes planteado.
Resultados
Bustamante, define el significado de cuida-
do “como una voluntad y gesto de dar de
sí para los otros, más allá de las cosas de
acciones”. El cuidado es concedido en el
momento exacto y acompañar al otro has-
ta que se recobrar su dignidad humana,
identificándose con su espacio de vida, y
asociarse con la tierra y con todo lo que ha-
bita en ella. El cuidado, de acuerdo a estos
fundamentos, involucra la aptitud de consi-
derar a cada persona tal y como se mani-