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RECIMUNDO VOL. 7 N°4 (2023)
Introducción
Los metaparadigmas de cualquier discipli-
na se refieren a “enunciados o grupos de
enunciados que identifican sus fenóme-
nos relevantes” (Naranjo, 2019). Estos son
temas centrales y conceptos unificadores
que forman la base de una disciplina o pro-
fesión. En términos más prácticos, los meta-
paradigmas resaltan los fenómenos de inte-
rés y forman la columna vertebral de lo que
hacen o les preocupan las personas dentro
de una disciplina/profesión.
Los autores Phillips, Luo, & Wendland,
(2023) han postulado que los conceptos
metaparadigma "actúan como una unidad o
marco encapsulador dentro del cual se de-
sarrollan estructuras más restringidas". Es-
tos conceptos guían los aspectos clave de
una disciplina que incluyen, entre otros, el
desarrollo teórico, el diseño curricular, la en-
señanza, la práctica y la investigación. Por
lo tanto, la identificación del metaparadigma
se considera un paso esencial en la evolu-
ción de una visión académica tradicional.
Tradicionalmente existen cuatro conceptos
de metaparadigma de interés para la disci-
plina de enfermería: persona, salud, entor-
no y enfermería; se puede delimitar la enfer-
mería en términos de cuatro subconjuntos:
(1) personas que brindan atención, (2) per-
sonas con problemas de salud que reciben
atención, (3) el entorno en el que se brinda
la atención y (4) estado de bienestar.
En estos subconjuntos, se han deducido re-
laciones como persona-salud y persona-en-
fermería, lo que refleja el enfoque de la in-
vestigación en enfermería en el momento
de su desarrollo. Estos conceptos han sus-
tentado el conocimiento y el desarrollo de la
teoría de enfermería a lo largo de décadas
y todas las teorías de enfermería presentan
una descripción única sobre cómo ver a la
persona, la salud, el medio ambiente y la
enfermería a través de la lente de su teoría.
Por ejemplo, la Teoría del Déficit de Au-
tocuidado de Orem asume lo siguiente
METAPARADIGMA DE ENFERMERÍA Y LA TECNOLOGÍA EN EL CONTEXTO ACTUAL
con respecto a los conceptos del meta-
paradigma: personas (tiene capacidad
de autoconocimiento y es receptor de
cuidados de enfermería); salud (estar
estructural y funcionalmente íntegra o
sana); medio ambiente (aquel que po-
see características físicas, químicas y
biológicas e incluye a la familia, la cul-
tura y la comunidad); y enfermería (la
que se requiere cuando las demandas
de autocuidado exceden la capacidad/
agencia de autocuidado del paciente)
(Riegel, Westland, & Iovino, 2020).
El trabajo innovador de Fawcett para des-
entrañar los conceptos metaparadigma de
la enfermería ha atraído mucho discurso
académico. “Se ha argumentado que la
ciencia de la enfermería no puede seguir
siendo ágil y dinámica si los metaparadig-
mas permanecen fijados únicamente en
estos conceptos” (Bender, 2018). Permitir,
por lo tanto, la flexibilidad permitirá que sur-
jan conceptos más nuevos para apuntalar
la disciplina de la enfermería a medida que
evoluciona la atención sanitaria. De hecho,
Naranjo, (2019) “anticipó modificaciones a
estos conceptos y proposiciones de domi-
nios más nuevos a medida que evolucionó
la disciplina de la enfermería”.
Sin duda, los avances tecnológicos y sus
aplicaciones impregnaron todos los as-
pectos de la vida y la enfermería no es una
excepción. Definir tecnología sigue siendo
una tarea desafiante, aunque pueden ser
evidentes tres características distintas: tec-
nología como hardware, tecnología como
reglas y tecnología como sistemas. Así, en
una perspectiva más amplia, la tecnología
encarna tanto en lo que se hace, cómo en
la manera cono se hacen las cosas hoy en
día. En el contexto de la práctica sanitaria,
la tecnología puede definirse conceptual-
mente como “un fenómeno compuesto de
conocimientos y habilidades, asociados
a máquinas, herramientas o aplicaciones,
que permiten la atención al paciente” (Cañi-
zares, Ferrer, & Espinoza, 2022). La tecnolo-
gía y sus aplicaciones asociadas en forma