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RECIMUNDO VOL. 7 N°4 (2023)
Introducción
Actualmente el adulto mayor es conside-
rado como una persona que se encuentra
cursando la última etapa de la vida, se con-
sidera a partir de los 65 años y es precisa-
mente durante dicho período que el cuerpo
emprende una serie de alteraciones tanto
anatómicas como funcionales en el sistema
cardíaco, uno de estos cambios patológicos
son las arritmias cardíacas, las cuales oca-
sionan enfermedades que si no son trata-
das a tiempo pueden causar dependencia
y hasta la muerte (Cifuentes Alarón & Isidro
Castellanos, 2022).
La fibrilación auricular (FA) es una arritmia
cardíaca compleja, multifactorial, que con
frecuencia se relaciona con el proceso de
envejecimiento. Es la arritmia sostenida
más común en la práctica clínica. Es asinto-
mática en la mayoría de los pacientes, pero
es la causa más frecuente de embolia ce-
rebral en las personas mayores y se asocia
con una mayor tasa de hospitalizaciones y
mortalidad (Barón-Castañeda et al., 2022).
La FA ha sido atribuida como factor causal
del 20% o más de los de los eventos cere-
brovasculares en la población. Se conoce
que la edad es un factor de riesgo funda-
mental para el desarrollo de esta arritmia,
estimándose que el 2 al 5% de las personas
de 65 años y más la presentan y un 10%
en aquellos mayores de 80 años. Se estima
que 1 de cada 5 ictus isquémicos están aso-
ciados a la presencia de FA independiente-
mente de la edad del paciente y este riesgo
se multiplica por 18 si además de la FA hay
cardiopatía estructural. La proporción de
accidente cerebrovascular (ACV) atribui-
ble a la existencia de FA es del 7% a los 60
años y del 30% a los 90 años, ocasionando
un deterioro relevante en la calidad de vida
de los pacientes (Fernández Del Valle, s/f).
El riesgo de desarrollar fibrilación auricular
en el resto de la vida a partir de los 40 años
es del 26 por ciento para los varones y del
23 por ciento para las mujeres. En los ca-
GARCÍA MEJÍA, A. S., & CABAY HUEBLA, K. E.
sos en los que no se detecta ninguna car-
diopatía asociada, la FA recibe el nombre
de solitaria. Un estudio reciente realizado
en Argentina mostró que la edad media de
la población estudiada con fabricación au-
ricular crónica fue de 71 años, con predo-
minio del sexo masculino, y las patologías
prevalecientes fueron la hipertensión arte-
rial y la insuficiencia cardíaca (Fernández
Paulino, 2019).
En la actualidad se considera un problema
sanitario de primer orden; se calcula que en
el mundo la padecen cerca de 6 millones
de personas y que la prevalencia se dupli-
cará en los siguientes 50 años; incremento
que se asocia principalmente con el enve-
jecimiento poblacional, ya que la incidencia
aumenta de forma exponencial con la edad,
su elevada morbimortalidad, misma que es-
taría relacionada con sus riesgos tromboem-
bólicos, entre ellos el de mayor relevancia el
accidente cerebrovascular sin embargo en
un menor porcentaje está relacionada con
la Isquemia Mesentérica4 que se produce
cuando el aporte del flujo sanguíneo es in-
suficiente ante los requerimientos metabóli-
cos de los órganos irrigados por el territorio
de la arteria mesentérica superior, arteria
mesentérica inferior y tronco de las celia-
cas. La FA es considerada la primera causa
de isquemia mesentérica por embolismo ar-
terial, representado el 50% de las etiologías
identificadas (Acosta et al., 2021).
Metodología
La presente investigación se enmarca den-
tro de una metodología de tipo bibliográfica
documental. Ya que es un proceso sistema-
tizado de recolección, selección, evalua-
ción y análisis de la información, que se ha
obtenido mediante medios electrónicos en
diferentes repositorios y buscadores tales
como Google Académico, Science Direct,
Pubmed, entre otros, empleando para ellos
los diferentes operadores booleanos y que
servirán de fuente documental, para el tema
antes planteado.