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RECIMUNDO VOL. 7 N°4 (2023)
heridos en la guerra de Crimea reducien-
do la mortalidad aplicando el sistema de
tabulación de datos. Mediante sus obser-
vaciones, identifico que entorno favorecía
las infecciones, modificó los cuidados de
enfermería a los pacientes, al vigilar de ma-
nera continuada al paciente y su entorno, y
además aplico medidas de higiene. Contri-
buciones significativas a la prevención de
las infecciones asociadas a la asistencia
sanitaria y que ahora es considerado en
los programas de vigilancia epidemiológica
(Mogollón Rosales, 2020).
Los cuidados se pueden definir como una
característica humana, como un imperati-
vo moral, como los afectos, como las rela-
ciones interpersonales y como una acción
terapéutica propia de las enfermeras. La
práctica del cuidado se centra en la perso-
na (individuo, familia, grupo, comunidad)
que, en interacción continua con su entor-
no, vive experiencias de salud. Siendo así
la práctica de enfermería va más allá del
cumplimiento de tareas múltiples y rutina-
rias, que requiere de recursos intelectuales,
de intuición para toma de decisión y reali-
zar acciones pensadas y reflexionadas, que
respondan a las necesidades particulares
de la persona (Mogollón Rosales, 2020).
El cuidado enfermero, como labor propia,
debería acabar con la dualidad entre las
dos conocidas dimensiones del cuidar: la
técnica y la humana. Dicha dualidad no se
corresponde con la realidad en que vivimos;
sería absurdo e imposible omitir o encargar-
nos tan solo de una de sus dimensiones. Re-
sulta entonces impracticable medir el cuida-
do en sentido estricto; el cuidar de manera
profesional comprende tanto la parte instru-
mental como la trascendental; no es una sin
la otra. Esta última parte, la transcendental o
espiritual, si se quiere llamar así, es difícil de
cuantificar, e incluso se podría considerar el
intento de hacerlo un absurdo y un fracaso
profesional, porque se trata de una aptitud,
de una vocación y, en definitiva, de la expre-
sión de una actitud inherente al ser humano
(Mogollón Rosales, 2020).
Modo de transmisión de las IAAS
Pueden ser exógenas, lo que se denomina
infección cruzada, o endógenas, es decir las
que son causadas por agentes de la propia
flora del paciente. A veces es difícil determi-
nar si la infección es exógena o endógena
Para que ocurra la infección exógena debe
existir: un reservorio del agente infeccioso
(lugar donde se mantiene el microorganismo
con capacidad de replicación), una fuente
(sitio desde el cual el paciente adquiere el
agente infeccioso), un mecanismo de trans-
misión (mecanismo por el cual el paciente ad-
quiere la infección) y una puerta de entrada.
El reservorio y la fuente pueden coincidir o
ser elementos diferentes. Las puertas de en-
trada al organismo del paciente pueden ser:
la orofaringe y el tracto respiratorio, el ojo, la
piel y las mucosas, la uretra, el tracto genital,
el tracto digestivo (Romo Guerrero, 2019).
Los modos de transmisión de una infección
pueden ser:
• Contacto: Es la forma más común. Pue-
de darse contacto a través de la piel (de
aquí la importancia del lavado de ma-
nos) o a través de grandes gotas respi-
ratorias que pueden viajar unos pocos
metros. Ej.: B. pertussis, N. meningiti-
dis, EBHA, Adenovirus y Parainfluenza
(Romo Guerrero, 2019).
• Fecal-oral: En el hospital raramente se
adquieren las infecciones entéricas co-
munes (salmonelosis, shigellosis), pero
si gérmenes que colonizan el intestino:
Enterobacter spp, Serratia, E.coli, Kleb-
siella spp., Pseudomonas spp., C.di-
fficile, Rotavirus. Frecuentemente se
transmiten a través de las manos de los
trabajadores, y la contaminación de fó-
mites amplia la distribución de los gér-
menes (Romo Guerrero, 2019).
• A través de vectores: Principalmente
actúan como vectores de la flora hospi-
talaria los trabajadores de la salud. Es
rara la transmisión a través de vectores
artrópodos (Romo Guerrero, 2019).
CUIDADOS DE ENFERMERÍA RELACIONADOS CON INFECCIONES ASOCIADAS A LA ASISTENCIA SANITA-
RIA (IAAS)