DOI: 10.26820/recimundo/7.(4).oct.2023.224-234
URL: https://recimundo.com/index.php/es/article/view/2140
EDITORIAL: Saberes del Conocimiento
REVISTA: RECIMUNDO
ISSN: 2588-073X
TIPO DE INVESTIGACIÓN: Artículo de investigación
CÓDIGO UNESCO: 32 Ciencias Médicas
PAGINAS: 224-234
Reconstrucción anatómica del ligamento cruzado anterior
Anatomical reconstruction of the anterior cruciate ligament
Reconstrução anatómica do ligamento cruzado anterior
Álvaro Sebastián Yumiseba Caichug
1
; Edwin Vinicio Pogo Arteaga
2
; Daniel Paul Cola Caiza
3
;
Génesis Sharlyn Mendoza Betancourt
4
RECIBIDO: 11/05/2023 ACEPTADO: 11/07/2023 PUBLICADO: 28/10/2023
1. Médico Cirujano;Médico Asistencial de Traumatología; Hospital Padre Carollo; Quito, Ecuador; sebasyumisebac@
gmail.com; https://orcid.org/0000-0002-1307-5437
2. Médico; Médico Residente de Traumatología; Hospital IESS Ibarra; Ibarra, Ecuador; ed_pog_1988@hotmail.com;
https://orcid.org/0009-0008-9366-5728
3. Médico; Médico General en Funciones Hospitalarias; Hospital General del Sur de Quito;Machachi, Ecuador; consul-
torio.danielcola@gmail.com; https://orcid.org/0009-0008-6497-0731
4. Médica General; Consulta Privadas a Domicilio en Quito y en Ibarra; Quito, Ecuador; genessysharlyn94@gmail.com;
https://orcid.org/0009-0002-5974-0815
CORRESPONDENCIA
Álvaro Sebastián Yumiseba Caichug
sebasyumisebac@gmail.com
Quito, Ecuador
© RECIMUNDO; Editorial Saberes del Conocimiento, 2023
RESUMEN
El ligamento cruzado anterior (LCA) de la rodilla es un elemento clave para garantizar la estabilidad y el correcto funcio-
namiento de dicha articulación. Las roturas parciales del ligamento cruzado anterior (LCA) son menos frecuentes que las
roturas completas, representando aproximadamente de un 10 a un 27% de las lesiones del LCA. Las roturas parciales
del LCA constituyen un importante reto diagnóstico. La presente investigación se enmarca dentro de una metodología de
tipo bibliográfica documental. Ya que es un proceso sistematizado de recolección, selección, evaluación y análisis de la
información, que se ha obtenido mediante medios electrónicos en diferentes repositorios y buscadores tales como Goo-
gle Académico, Science Direct, Pubmed, entre otros, empleando para ellos los diferentes operadores booleanos y que
servirán de fuente documental, para el tema antes planteado. La atención en los casos de ligamentos cruzados anteriores
debe ser un proceso individualizado, generalmente este tipo de lesiones se suelen presentar en deportistas, personas
que tiene una actividad que exige un alto rendimiento, en cuanto al diagnóstico la exploración física, así como estudios
de imágenes como radiografías y resonancias magnéticas son los estándares de oro para determinar la gravedad de la
lesión, afectación de tejidos, entre otros. En cuanto al proceso reconstructivo de la anatomía de la rodilla, la mejor técnica
quirúrgica y el injerto a colocar va a depender de la valoración médica, es decir, lo que el medico considere mejor para la
funcionalidad y el retorno exitoso del mismo a sus actividades.
Palabras clave: Rodilla, Ligamento, Injerto, Estabilidad, Deportista.
ABSTRACT
The anterior cruciate ligament (ACL) of the knee is a key element to guarantee the stability and proper functioning of said
joint. Partial tears of the anterior cruciate ligament (ACL) are less common than complete tears, accounting for approxi-
mately 10 to 27% of ACL injuries. Partial ACL tears constitute an important diagnostic challenge. This research is framed
within a documentary bibliographic methodology. Since it is a systematized process of collection, selection, evaluation and
analysis of information, which has been obtained through electronic means in different repositories and search engines
such as Google Academic, Science Direct, Pubmed, among others, using the different Boolean operators for them. and
that will serve as a documentary source for the topic raised above. Care in cases of anterior cruciate ligaments must be
an individualized process, generally this type of injury usually occurs in athletes, people who have an activity that requires
high performance, in terms of diagnosis, physical examination, as well as imaging studies. such as x-rays and magnetic
resonance imaging are the gold standards to determine the severity of the injury, tissue involvement, among others. Re-
garding the reconstructive process of the knee anatomy, the best surgical technique and the graft to be placed will depend
on the medical assessment, that is, what the doctor considers best for the functionality and successful return to activities.
Keywords: Knee, Ligament, Graft, Stability, Athlete.
RESUMO
O ligamento cruzado anterior (LCA) do joelho é um elemento fundamental para garantir a estabilidade e o funcionamento
correto da articulação. As roturas parciais do ligamento cruzado anterior (LCA) são menos comuns do que as roturas
completas, representando aproximadamente 10 a 27% das lesões do LCA. As rupturas parciais do LCA constituem um
importante desafio diagnóstico. Esta investigação enquadra-se numa metodologia bibliográfica documental. Uma vez que
se trata de um processo sistematizado de recolha, seleção, avaliação e análise de informação, que foi obtida através de
meios electrónicos em diferentes repositórios e motores de busca como o Google Académico, Science Direct, Pubmed,
entre outros, utilizando os diferentes operadores booleanos para os mesmos. e que servirá de fonte documental para o
tema acima levantado. Os cuidados nos casos de ligamentos cruzados anteriores devem ser um processo individualizado,
geralmente esse tipo de lesão costuma ocorrer em atletas, pessoas que possuem uma atividade que exige alto rendimento,
em termos de diagnóstico, o exame físico, bem como os exames de imagem, como radiografias e ressonância magnética
são os padrões ouro para determinar a gravidade da lesão, comprometimento tecidual, entre outros. Em relação ao pro-
cesso reconstrutivo da anatomia do joelho, a melhor técnica cirúrgica e o enxerto a ser colocado dependerão da avaliação
médica, ou seja, o que o médico considera melhor para a funcionalidade e o sucesso do retorno às atividades.
Palavras-chave: Joelho, Ligamento, Enxerto, Estabilidade, Atleta.
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RECIMUNDO VOL. 7 N°4 (2023)
Introducción
El ligamento cruzado anterior (LCA) de la
rodilla es un elemento clave para garantizar
la estabilidad y el correcto funcionamiento
de dicha articulación. Este ligamento tiene
un trayecto oblicuo y en espiral hacia arriba,
atrás y lateral en la escotadura femoral, en
la cara interna y posterosuperior del cóndilo
externo. En la tibia se inserta en la super-
YUMISEBA CAICHUG, ÁLVARO S., POGO ARTEAGA, E. V., COLA CAIZA, D. P., & MENDOZA BETANCOURT, G. S.
cie preespinal de la meseta tibial. La longi-
tud media de este ligamento oscila entre los
31 y 39 milímetros (mm) y su anchura media
es de 10 mm. Su vascularización no es muy
rica, y esta depende fundamentalmente
de la Arteria Geniculada Media, la cual le
confiere una escasa capacidad de cicatri-
zación espontánea tras su lesión (Moreno
Fernández, 2023).
Figura 1. Anatomía normal del ligamento cruzado anterior (LCA). Esquemas sagital (A)
y coronal (B) que ilustran la anatomía fascicular del LCA. AM: fascículo anteromedial; PL:
fascículo posterolateral
Fuente: (Cruz Cámara et al., 2020).
Las roturas parciales del ligamento cruza-
do anterior (LCA) son menos frecuentes
que las roturas completas, representando
aproximadamente de un 10 a un 27% de
las lesiones del LCA. Las roturas parcia-
les del LCA constituyen un importante reto
diagnóstico. El diagnóstico clínico es difícil
y la fiabilidad diagnóstica de la resonancia
magnética (RM) es menor que en las lesio-
nes completas (Cruz Cámara et al., 2020).
En la literatura médica se describen dife-
rentes técnicas quirúrgicas y variantes en la
reconstrucción del LCA con la finalidad de
brindar estabilidad funcional a la articula-
ción. Debido a la falta de un consenso en la
técnica adecuada, la mayoría de los ciruja-
nos planean la reconstrucción de LCA con
base en su experiencia personal, en la evi-
dencia disponible y en las tendencias mun-
diales o locales. Los resultados obtenidos
en numerosas series de casos, así como en
ensayos clínicos, reportan un nivel de satis-
facción de 90%, con un retorno a las activi-
dades deportivas en 82 y 63%, que vuelven
a un nivel de competencia igual previo a la
lesión (Gutiérrez Mendoza et al., 2023).
Cada año se realizan más de 100.000 re-
construcciones del LCA solo en Estados
Unidos. Por lo general solo se reconstruye
uno de los dos fascículos nativos del LCA.
Estas reconstrucciones “monofasciculares”
clásicas sitúan el LCA fuera del área de in-
serción nativa, en una posición no anatómi-
ca. Se ha observado que estas intervencio-
nes permiten recuperar las puntuaciones
normales de la rodilla en la escala Inter-
national Knee Documentation Committee
(IKDC) solo en el 61-67% de los pacientes.
227
RECIMUNDO VOL. 7 N°4 (2023)
RECONSTRUCCIÓN ANATÓMICA DEL LIGAMENTO CRUZADO ANTERIOR
Varios estudios han mostrado que la recons-
trucción bifascicular anatómica reproduce
mejor la cinemática y la función de la rodilla
nativa (Alfaro Micó et al., 2023).
Una reconstrucción correcta del LCA en
términos de dimensión nativa, orientación y
puntos de inserción es de vital importancia,
ya que esto conduce a una restauración
más precisa de la cinemática de la rodilla
y mejora los resultados a largo plazo. El ob-
jetivo a corto plazo de la reconstrucción del
LCA es la restauración de la estabilidad de
la rodilla y así mejorar la sintomatología del
paciente. A largo plazo, el objetivo funda-
mental es evitar los cambios degenerativos
articulares (Pons et al., 2023).
Metodología
La presente investigación se enmarca den-
tro de una metodología de tipo bibliográfica
documental. Ya que es un proceso sistema-
tizado de recolección, selección, evalua-
ción y análisis de la información, que se ha
obtenido mediante medios electrónicos en
diferentes repositorios y buscadores tales
como Google Académico, Science Direct,
Pubmed, entre otros, empleando para ellos
los diferentes operadores booleanos y que
servirán de fuente documental, para el tema
antes planteado.
Resultados
Diagnóstico
Estudios radiológicos recientes han demos-
trado que tanto las fibras de Kaplan como
el ligamento anterolateral se pueden identi-
ficar mediante el uso de imágenes de reso-
nancia magnética (IRM) de rodilla estándar
en la rodilla sana. La identificación por re-
sonancia magnética de las fibras de Kaplan
se ha descrito como una estructura extraar-
ticular, lineal, posterolateral, con una señal
baja en secuencias PD/T2. Las fibras deben
ser visualizado en al menos 2 cortes con-
secutivos, conectando la banda iliotibial al
fémur como una continuación distal del ta-
bique intermuscular. La relación anatómica
es de aproximadamente 68 mm por encima
de la línea de la articulación lateral para las
fibras proximales y 48 mm para la inserción
distal. Los criterios diagnósticos y signos
de lesión del complejo anterolateral son la
discontinuidad y/o avulsión de las fibras de
Kaplan o el ligamento anterolateral, en su
trayecto o inserción femoral y tibial respec-
tivamente. Signos indirectos de lesión des-
critos son el engrosamiento y/o cambio de
señal intrasustancia del complejo, el edema
de médula ósea focal en los sitios de inser-
ción, al igual que el edema de tejidos blan-
dos circundantes. También se ha descrito
un aspecto ondulado de ambas estructuras
(Torres González, 2022).
Lesiones de la rotura del LCA
La lesión del LCA suele ser provocada por
una gran incidencia en traumatismos indi-
rectos, donde existe una contracción brusca
del cuádriceps que no es compensada por
los isquiotibiales, existe otro mecanismo de-
nominado directo, en donde existe un valgo
forzado que provoca una tracción sobre el
LCA que sobrepasa su resistencia y suele
comprometer al ligamento colateral medial
junto al menisco interno, por el cual se pro-
duce la lesión (Córdova Robles, 2021).
Recomendaciones de tratamiento
El tratamiento tiene el objetivo de instaurar
la estabilidad con su cinemática en corto
tiempo y busca la prevención de un daño
articular degenerativo. El tratamiento con-
servador busca la aceptación de un grado
de limitación en el nivel de la actividad, a su
vez se indica la ejecución de rehabilitación
para recobrar la coordinación, resistencia y
fuerza muscular, dando mayor importancia
a la musculatura isquiotibial. La necesidad
de realizar una cirugía va a depender de
las horas de actividad por año, usualmen-
te se lo recomienda a pacientes jóvenes y
pacientes adultos que tienen un estilo de
vida activo y desean volver a practicar de-
portes. Actualmente se efectúan plastias in-
traarticulares con distintos tipos de injertos
y sistemas de fijación, siguiendo los puntos
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RECIMUNDO VOL. 7 N°4 (2023)
de referencia anatómicos y el recorrido in-
traarticular original. Es de gran importancia
la preservación de la integridad del menis-
co, debido a que ayuda en la estabilidad y
previene el deterioro de la articulación, se
recomienda suturar los meniscos (Córdova
Robles, 2021).
La gran mayoría de las técnicas actualmen-
te utilizadas, denominadas anatómicas,
parten de la premisa de que para poder
controlar mejor la ubicación del túnel femo-
ral y tibial, éstas deben hacerse en forma
independiente y este concepto técnico per-
mitirá actuar sobre dos factores importantes
en la reproducción anatómica de la huella
femoral: el sitio de entrada y la oblicuidad
del túnel (Archila-López et al., 2021).
Reconstrucción de L.C.A
En la actualidad, el procedimiento de re-
construcción de Ligamento Cruzado Ante-
rior se realiza de manera quirúrgica utilizan-
do artroscopia. Esto quiere decir que los
médicos cirujanos insertan herramientas de
pequeño tamaño (artroscopios varían entre
1.7 y 7 milímetros de diámetro, dotadas de
cámaras especiales, a través de incisiones
pequeñas en la rodilla. Con estas herra-
mientas, el médico realiza dos perforacio-
nes de sección circular en el fémur y en la
tibia, de aproximadamente 9 milímetros de
diámetro, llamadas “túnel femoral” y “túnel
tibial” respectivamente. Dependiendo de la
técnica utilizada por cada médico cirujano,
el túnel femoral puede variar en posición y
ángulo de inclinación respecto a los ejes
medial-lateral y proximal-distal. Las tres
configuraciones de perforaciones femora-
les más comunes. Estas perforaciones se
realizan siguiendo parámetros específicos
de geometría en ambos huesos, utilizando
la huella que deja el ligamento original en
ambas estructuras óseas como referencia
(Madera Ruiz, 2022).
Figura 2. Diagrama óseo de la rodilla. Se muestran tres técnicas de perforación del túnel
femoral. HTT: Transtibial Hibrida, AM: Antero-medial, TT: Transtibial
Fuente: (Madera Ruiz, 2022).
YUMISEBA CAICHUG, ÁLVARO S., POGO ARTEAGA, E. V., COLA CAIZA, D. P., & MENDOZA BETANCOURT, G. S.
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RECIMUNDO VOL. 7 N°4 (2023)
Figura 3. Modelo tridimensional de una reconstrucción del túnel femoral mediante una
técnica Anteromedial
Fuente: (Madera Ruiz, 2022).
Técnica Anteromedial (AM): La técnica
Anteromedial para la perforación del
túnel femoral consiste en generar una
cavidad de sección circular en el hueso
femoral para el anclaje del injerto, res-
petando los siguientes ángulos en cada
plano anatómico (Madera Ruiz, 2022).
Técnica Transtibial (TT): La técnica
Transtibial para la perforación del túnel
femoral consiste en generar una cavidad
de sección circular en el hueso femoral
para el anclaje del injerto, respetando
los siguientes ángulos en cada plano
anatómico (Madera Ruiz, 2022).
Técnica Transtibial Híbrida (HTT): La téc-
nica Transtibial Híbrida para la perfora-
ción del túnel femoral se genera como
una versión combinada de las dos técni-
cas anteriores, y consiste en generar una
cavidad de sección 11 circular en el hue-
so femoral para el anclaje del injerto, res-
petando los siguientes ángulos en cada
plano anatómico (Madera Ruiz, 2022).
Técnica quirúrgica estandarizada (Rodilla)
Figura 4. MPasos para extracción del injerto
Fuente: (Hernández Córdoba, 2019).
RECONSTRUCCIÓN ANATÓMICA DEL LIGAMENTO CRUZADO ANTERIOR
230
RECIMUNDO VOL. 7 N°4 (2023)
1. Bajo anestesia, se examina la rodilla
afectada mediante pruebas de despla-
zamiento del pivote, prueba de palanca,
cajón anterior y Lachman para compro-
bar inestabilidad de la rodilla.
2. Se coloca un torniquete con una presión
de 280 mmHg se utilizó en todos los ca-
sos, así como profilaxis antibiótica.
3. Se realizan los portales artroscópicos
estándar (antero lateral y antero medial)
de la rodilla y se hace una artroscopia
diagnóstica, verificando lesión de LCA.
4. Incisión de 3 cm proximal a la rótula; se
efectúa la cosecha a continuación, se
realiza inicialmente con flexión de la ro-
dilla para la extracción en la parte distal.
A continuación, la parte distal del tendón
se retira de la rótula; se sujeta con una
pinza Allis y se puede colocar una sutu-
ra o traccionar el extremo con la propia
pinza. Luego se lleva la rodilla cada vez
más en extensión para ir retirando el in-
jerto a nivel más proximal.
5. Se verifican lesiones asociadas y se pro-
cede a realizar lo pertinente a nivel me-
niscal o condral, mientras el soporte de
instrumentación prepara el injerto.
6. Mediante esta técnica, la incisión se pue-
de mantener muy pequena. La articula-
ción de la rodilla se procura no abrirla,
pero si esto ocurre se puede reparar sin
problemas con Vicryl número.
7. Después de eso, los extremos proximal
y distal del injerto se entrelazan median-
te una sutura fuerte en una mesa auxiliar.
8. El injerto se fija primero en la parte femo-
ral a través del portal antero medial, con
la ayuda de una aguja flexible de nitinol,
con la rodilla flexionada a 120 grados.
9. Se inserta un tornillo del diámetro del tú-
nel o 1 mm menor. El tornillo tibial bioab-
sorbible se inserta dentro del túnel tibial
con la rodilla flexionada a 10. Siempre
se utilizó un tornillo 1 mm mayor que el
diámetro del túnel.
10. Todos los procedimientos se efectuaron
de manera ambulatoria. Se formularon
analgésicos. En el posoperatorio inme-
diato se indica al paciente iniciar flexión
y extensión activas desde el momento
de tener control de la extremidad inter-
venida. No se utilizan braces. Se da or-
den para el inicio de terapia lo más pron-
to posible.
11. Se indica uso de dos muletas para la
descarga parcial de extremidad interve-
nida (Hernández Córdoba, 2019).
Tipos de injerto
Autoinjerto con tendón rotuliano: El
autoinjerto óseo del tendón rotuliano
(HTH) se extrae clásicamente del tercio
medio del tendón rotuliano, producien-
do un diámetro de injerto consistente de
alrededor de 10 mm. Contiene cilindros
óseos de la rótula y de la tibia en cada
extremo del injerto que facilita la cicatri-
zación de hueso a hueso dentro del túnel
del injerto óseo y su fijación con un tor-
nillo de interferencia está estandarizada.
Destacamos como puntos positivos del
HTH, la ventaja de la integración directa
de hueso a hueso y una mayor estabi-
lidad rotacional de la rodilla. Esta inte-
gración hueso a hueso, refuerza la esta-
bilidad de la fijación y es comparable a
la curación de una fractura, que es más
rápida y fuerte que la curación del tejido
blando. Otra conclusión que se sacó es
que con este autoinjerto hay una mejor
capacidad para restaurar las activida-
des deportivas previas a la lesión don-
de se obtuvo mejores resultados en las
puntuaciones del IKDC y también logró
una mejor estabilidad de la rodilla (Antu-
nes Rodrigues, 2023).
Autoinjerto con tendón del músculo
isquiotibial: El autoinjerto del tendón
del músculo isquiotibial se extrae del
tendón semitendinoso (ST) y del grácil
YUMISEBA CAICHUG, ÁLVARO S., POGO ARTEAGA, E. V., COLA CAIZA, D. P., & MENDOZA BETANCOURT, G. S.
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RECIMUNDO VOL. 7 N°4 (2023)
(GR). La abreviatura 4T que viene de 4
tendones es porque se utilizan los 2 ten-
dones (ST y GR), doblados por la mitad
por lo que dan 4 tendones para hacer el
injerto. De manera diferente del autoin-
jerto HTH, el autoinjerto 4T es un injer-
to de tejido blando sin tapones óseos,
que, por esta razón, depende de la ci-
catrización del tejido blando, que puede
ocurrir más lentamente y es más débil
en comparación con la curación de hue-
so a hueso. Además, hay una variedad
de construcciones de injerto 4T diferen-
tes entre los tendones semitendinoso y
grácil que pueden producir un diámetro
de injerto que varía de 6 mm a más de
10 mm, porque el injerto 4T depende del
tamaño del tendón del semitendinoso,
que varía entre pacientes. En contraste
con la fijación de interferencia estandari-
zada para HTH se utilizan una variedad
de métodos de fijación diferentes con el
injerto 4T sin consenso sobre el mejor,
donde el ensanchamiento del túnel es
un contra frecuente que puede pesar
mucho en la decisión terapéutica (Antu-
nes Rodrigues, 2023).
La técnica de Un Haz se realiza producien-
do un solo túnel femoral y uno tibial; ésta
se enfoca primariamente en la reconstruc-
ción del haz anteromedial mediante la co-
locación de un aloinjerto. Se han reportado
estudios que han demostrado que esta téc-
nica es insuficiente para controlar el mo-
vimiento rotacional y el valgo forzado que
simula la maniobra de pivot shif. En la téc-
nica de doble haz, los haces AM y PL son
reconstruidos con aloinjertos por separado
para simular mejor la anatomía normal del
LCA, en ésta se observa un mayor control
rotacional y funcionalidad total de la rodi-
lla. Sin embargo, entre las desventajas se
considera compleja, consumidora de tiem-
po, de mayor costo y con mayor grado de
dificultad en comparación con la de un haz
(Berumen-Nafarrate et al., 2019).
Recientemente ha sido descrita una modifi-
cación de la técnica de doble haz llamada
«U-DOS», en la cual se utiliza un aloinjerto
que se espera solucione los problemas de
inestabilidad y aumento de rotación exter-
na, evitando la degeneración temprana de
la articulación. Brevemente, esta técnica se
realiza por medio de artroscopia, se colo-
can dos clavos guía en el fémur y tibia para
después perforar los túneles con la broca.
Por dichos túneles se pasan los clavos guía
que ayudan a trasladar las suturas que se
encuentran unidas a los extremos del aloin-
jerto, en sentido distal a proximal, quedan-
do los extremos dentro de los túneles femo-
rales. Se fija el injerto en su haz anterior a
60 grados de flexión y el haz posterior a 110
grados de flexión, esto por medio de dos
tornillos biocompuestos en ambos túneles
femorales, mientras la fijación a nivel tibial
se dará por el puente óseo, sobre el cual se
coloca la “U” del aloinjerto (Berumen-Nafa-
rrate et al., 2019).
Resultados comparativos con los dos ti-
pos de injerto más frecuentes (HTH y 4T)
En términos de rupturas de nuevo después
de un autoinjerto, se observó en un estudio,
índices más bajos de ruptura del injerto con
el autoinjerto HTH en comparación con el
4T y el aloinjerto HTH. Asimismo, otro es-
tudio confirmó que para lesiones sufridas
en deportes de pívot los cirujanos utilizaron
la técnica HTH con mucha más frecuencia
que 4T porque se demostró haber más rup-
turas con el 4T (12,7%) que con HTH (6,1%).
Coincidiendo con los otros estudios, se dice
que el riesgo de fracaso del injerto es de
13% con 4T frente al 7,1% con HTH, don-
de las probabilidades de una revisión del
injerto fueron 2,1 veces mayores para los
pacientes que recibieron un 4T que para los
pacientes que recibieron un HTH (Antunes
Rodrigues, 2023).
Reconstrucción Monofascicular o
Bifascicular: A nivel quirúrgico se ha
valorado la posibilidad de realizar una
reconstrucción bifascicular que ha de-
mostrado mejorar a nivel biomecánico
respecto a la monofascicular, pero no
RECONSTRUCCIÓN ANATÓMICA DEL LIGAMENTO CRUZADO ANTERIOR
232
RECIMUNDO VOL. 7 N°4 (2023)
existen diferencias en estudios clínicos.
Dado que además se trata de una inter-
vención más compleja y con mayores
probabilidades de complicarse han pro-
vocado que esta técnica de momento
no se generalice a toda la población. 10
Por lo tanto actualmente la técnica de
elección en este momento es la recons-
trucción del LCA mediante una banda
simple que pueden ser de isquiotibiales,
tendón rotuliano (HTH), cuádriceps o
bien aloinjerto (Gómez Sosa, 2020).
Túnel femoral: La reconstrucción mo-
nofascicular ha ido evolucionando en
el tiempo. Inicialmente se realizaba una
reconstrucción artroscópica con doble
incisión. Posteriormente se popularizó
la técnica transtibial (TT) con el concep-
to de isometría de la plastia en la que
únicamente se realiza un monotunel. La
otra vertiente más anatómica es la técni-
ca anteromedial (AM) siendo el objetivo
principal la colocación anatómica de la
plastia en las huellas de inserción del li-
gamento cruzado anterior a nivel femo-
ral. Se trata de la técnica más novedosa
y una de las tendencias actuales para
las reconstrucciones del LCA. En las en-
cuestas más recientes, publicadas en
2013 y 2015, encontraron que el 68%
de los cirujanos están usando una téc-
nica de perforación independiente, téc-
nica AM, y solo el 31% todavía usa una
guía TT. No obstante, la técnica AM no
se encuentra exenta de complicaciones
como, por ejemplo: los túneles femora-
les son más cortos, riesgo de rotura o
de dañar estructuras laterales, lesión
del cóndilo femoral interno. La tenden-
cia impulsada a usar la técnica AM ha
sido impulsada por el objetivo de obte-
ner la reconstrucción más "anatómica"
posible. Sin embargo, existe numerosa
controversia sobre la relevancia clínica
de la técnica transtibial versus la técnica
anteromedial (Gómez Sosa, 2020).
Efectos sobre la estabilidad y laxitud de
rodilla
Algunos estudios han informado mayor ines-
tabilidad y laxitud de rodilla postoperatoria
en comparación con autoinjerto hueso-ten-
dón rotuliano-hueso (HTRH). Por otra parte,
El autoinjerto de los tendones isquiotibiales
o de la corva (ISQ) ha presentado estabili-
dad y laxitud de rodilla postoperatoria simi-
lar al autoinjerto del tendón del cuádriceps
(CDC) según lo mencionado por algunos
estudios. Sin embargo, el autoinjerto ISQ
mostró superioridad en cuanto a la estabili-
dad de rodilla al compararlo con aloinjertos
(AL) tal como lo mencionaron 2 estudios,
por lo que los aloinjertos de tejido blando
no serán la elección primaria a considerar
cuando se trate de un paciente que requie-
re gran estabilidad de rodilla. De igual for-
ma ocurre con los ligamentos artificiales al
compararlos con los autoinjertos ISQ, HTRH
y CDC por lo que el uso de estos injertos
artificiales (AR) está poco recomendado en
la actualidad (Rodríguez, 2023).
Efectos sobre la fuerza muscular
Se ha reportado que, dependiendo el si-
tio de extracción del autoinjerto, la fuerza
muscular se verá afectada en mayor me-
dida para un grupo muscular en concreto.
Varios estudios reportaron que con el uso
de autoinjertos CDC la fuerza de los mús-
culos extensores de rodilla de la pierna
operada se veía afectada en mayor medida
que con autoinjertos ISQ, mientras que la
fuerza de los músculos flexores se compro-
metía en mayor grado con el uso de autoin-
jertos ISQ en comparación con autoinjertos
CDC. La misma relación se encontró entre
autoinjertos ISQ y HTRH, donde el uso de
ISQ afectaba en mayor medida la fuerza de
los músculos flexores en comparación con
HTRH, y al igual que CDC los autoinjertos
HTRH mostraron un mayor déficit en la fuer-
za muscular en los extensores de rodilla en
comparación que ISQ.
YUMISEBA CAICHUG, ÁLVARO S., POGO ARTEAGA, E. V., COLA CAIZA, D. P., & MENDOZA BETANCOURT, G. S.
233
RECIMUNDO VOL. 7 N°4 (2023)
Efectos sobre el dolor
Se informó mayor desarrollo de dolor y os-
teoartritis los 17 años posteriores de la re-
construcción quirúrgica con el uso de au-
toinjertos HTRH que con los ISQ. De igual
forma, en un estudio ocurrió en periodos
posteriores a 5 años desde la cirugía. Va-
rios estudios comunicaron mayor dolor an-
terior de rodilla, probabilidad de padecer
osteoartritis y dolor al arrodillarse cuando
los pacientes fueron tratados con HTRH
al comprarlos con ISQ. Por otra parte, en
una publicación se indicó que no hubo di-
ferencias significativas en el dolor referido
cuando se compararon ISQ con CDC. Otra
publicación comparó ISQ, HTRH y CDC,
y reportó que los individuos tratados con
CDC presentaron menor dolor que HTRH,
mientras que no hubo diferencias entre los
usuarios de CDC y ISQ (Rodríguez, 2023).
Efectos sobre la funcionalidad
Un estudio evidenció que el uso de autoin-
jerto HTRH se asoció a menor funcionalidad
al compararlo con auto injerto ISQ 5 años
posteriores a la reconstrucción, y el uso de
ISQ también fue mejor que HTRH después
de un año al reportar mejores puntuaciones
en la escala Knee Injury and Osteoarthritis
Outcome Score (KOOS). De igual forma ISQ
mostró mayores puntuaciones en la esca-
la KOOS tras 2 años de seguimiento que el
uso de injertos híbridos compuestos por au-
toinjertos de isquitibiales y aloinjertos de los
músculos peroneos (Rodríguez, 2023).
Conclusión
La atención en los casos de ligamentos
cruzados anteriores debe ser un proceso
individualizado, generalmente este tipo de
lesiones se suelen presentar en deportistas,
personas que tiene una actividad que exige
un alto rendimiento, en cuanto al diagnósti-
co la exploración física, así como estudios
de imágenes como radiografías y resonan-
cias magnéticas son los estándares de oro
para determinar la gravedad de la lesión,
afectación de tejidos, entre otros. En cuan-
to al tratamiento, este suele ser quirúrgico,
con la colocación de injertos (autoinjertos o
aloinjertos), la técnica quirúrgica es varia-
da, sin embargo, dentro de la comunidad
médica, independientemente del tipo de
injerto colocado, va a existir una compli-
cación, en cuanto a la estabilidad y laxitud
de rodilla, efectos sobre la fuerza muscu-
lar, efectos sobre el dolor y efectos sobre la
funcionalidad a largo plazo, la decisión del
mejor injerto a colocar depende de lo que el
medico considere mejor para el paciente a
largo plazo y que logre el retorno exitoso a
sus actividades cotidianas.
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CITAR ESTE ARTICULO:
Yumiseba Caichug, Álvaro S., Pogo Arteaga, E. V., Cola Caiza, D. P., & Mendo-
za Betancourt, G. S. (2023). Reconstrucción anatómica del ligamento cruzado
anterior. RECIMUNDO, 7(4), 224-234. https://doi.org/10.26820/recimundo/7.
(4).oct.2023.224-234
YUMISEBA CAICHUG, ÁLVARO S., POGO ARTEAGA, E. V., COLA CAIZA, D. P., & MENDOZA BETANCOURT, G. S.