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RECIMUNDO VOL. 8 N°1 (2024)
que hay diferentes corrientes culturales,
sociales y de creencias que han generado
la ideología de que el ser humano está por
encima de los animales. Es así que antigua-
mente la actitud predominante era dominar
y someter la naturaleza, y la crueldad hacia
los animales no era una preocupación moral
(Serpell, 2003) (Johnson, 2009). A pesar de
eso, hay referencias históricas de personas
que mostraron gran bondad y compasión
hacia los animales y así dieron una visión
de amor hacia todo ser vivo, como es San
Francisco de Asís.
Por otro lado, mientras pasaba el tiempo, la
sociedad continuaba cuestionándose el rol
de los animales en la sociedad. Esto es espe-
cialmente evidente en el siglo 19, periodo en
el cual hubieron grandes cambios en la acti-
tud hacia los animales. Es cuando aumentó la
tendencia a tener mascotas. (Johnson, 2009)
Con la publicación de «El Origen de Las Es-
pecies (On the Origin of Species)» de Char-
les Darwin en 1.859 y «El Origen del Hombre
(The Descent of Man)» en 1.871, se plantea-
ron desafíos a la idea tradicional del rol del
hombre en la naturaleza por encima de los
animales, el antropocentrismo de la época.
Influenciado por las indiscutibles similitudes
entre humanos y animales y tomando con-
ciencia de que el trato que se ha dado a los
animales no ha sido responsable ni respe-
tuoso, muchas agrupaciones de protección
a los animales aparecieron. Algunas de las
primeras fueron desarrolladas en Gran Bre-
taña, luego incrementaron también relevan-
cia en Francia (Johnson, 2009). Por su parte,
fue Inglaterra el lugar principal donde a me-
diados del siglo XIX se dio el surgimiento de
la actitud moderna de tenencia de masco-
tas. (Acero, 2017) (Fox, 2006).
Como consecuencia, en el siglo 20 han ha-
bido mayores desarrollos en sociedades en
pro del bienestar animal a niveles federales,
provinciales y de ciudad.
Relacionado a lo anteriormente expuesto,
las mascotas obtienen gradualmente un
acceso que solo era permitido a la familia.
Para la segunda mitad del siglo XVIII pasa-
ron de tenerse fuera de las casas a dejarles
entrar. (Acero, 2017) (Grier, 2007)
Entonces, según (Acero, 2017) a inicios del
siglo XIX el perro fue cambiando su sentido
de ayuda al humano del de supervivencia al
de ayuda en su vida emocional; el perro se
había vuelto un bien afectivo no tanto para
remplazar a una persona, sino formando
parte del núcleo familiar (Kete, 1994).
Por otro lado, es importante notar el efec-
to que la urbanización tuvo en la conexión
con los animales. “Similar a como ocurrió
en Inglaterra, el alejamiento del campo hizo
sentir a los nuevos citadinos nostalgia de la
“naturaleza” que, en parte, fue reemplazada
con la presencia de animales como perros,
gatos y pájaros en las viviendas urbanas”.
(Acero, 2017)
Esta cercanía de las personas con los ani-
males hace acrecentar el reconocimien-
to del vínculo especial que se genera. El
vínculo de las mascotas y los humanos ha
mostrado que puede ser también beneficio-
so para los humanos. Puede ayudar a re-
ducir el stress, motivar el ejercicio, mientras
también ser un vínculo de amistad, compa-
ñía y afecto. Por su parte los seres humanos
proveen a las mascotas de amor, afecto, un
hogar con comida y cuidados, lo cual evi-
dencia una colaboración recíproca entre
mascotas y humanos. (Johnson, 2009)
Tan especial se convierten los animales cer-
canos a los humanos, que a algunas espe-
cies se las identifica como mascotas. La pa-
labra mascota que en inglés es pet según
(Grier, 2007) viene de petit que en francés
significa pequeño. De acuerdo con el Noah
Webster´s American Dictionary of the Engli-
sh Languaje of 1.828 citado por Grier (2007)
también se definió pet como una animal pe-
queño tratado con indulgencia. Estas defini-
ciones hacen referencia a la percepción hu-
mana y muestran la importancia, cercanía y
atención a dichos animales. (Acero, 2017)
ESTADO DE CONCIENCIA ANIMALISTA EN LA APLICACIÓN DE PLATAFORMAS COMUNICACIONALES DI-
GITALES EN ECUADOR