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RECIMUNDO VOL. 8 N°1 (2024)
•  Hemodiálisis: El principal mecanismo de 
remoción de solutos en hemodiálisis es 
la difusión de moléculas desde el com-
partimiento sanguíneo a la solución de 
dializado. Es más efectiva en la remoción 
de moléculas pequeñas y requiere de cir-
culación en configuración de contraco-
rriente de ambos compartimientos para 
optimizar la eficiencia del procedimiento. 
En general se realiza con membranas de 
bajo flujo, sin embargo, dializadores de 
alto flujo permiten optimizar el transporte 
convectivo durante la terapia conocida 
como hemodiálisis de alto flujo (9).
•  Hemoltración: Es una terapia exclu-
sivamente convectiva en la que se ob-
tiene el ultrafiltrado del plasma a través 
de una membrana de alto flujo en au-
sencia de líquido de dializado. Requiere 
la infusión de una solución estéril den-
tro del compartimiento de sangre para 
reponer parcial o totalmente el volumen 
de plasma reducido y disminuir la con-
centración de solutos. Esta solución de 
sustitución puede administrarse antes 
de la entrada de la sangre al hemofiltro, 
con la consecuente disminución en la 
eficiencia del clearance de solutos o a 
la salida del recorrido de la sangre por 
el hemofiltro, aumentando el riesgo de 
coagulación al interior de las fibras por 
hemoconcentración (9).
•  Hemodialtración: Consiste en una téc-
nica combinada de hemodiálisis y hemo-
filtración en la que la remoción de solu-
tos ocurre por mecanismos de difusión 
y convección. Requiere el uso de mem-
branas de alto flujo, la administración de 
fluido de sustitución y liquido en el com-
partimiento de dializado o efluente (9).
•  Hemoperfusión: En la técnica de hemo-
perfusión o plasmaperfusión la sangre 
circula por una membrana que contiene 
sorbentes específicos, permitiendo la 
remoción de sustancias unidas a proteí-
nas, o liposolubles como toxinas urémi-
cas, o venenos por mecanismo de ad-
sorción. Los sorbentes naturales como el 
carbón activo o la zeolita o los sorbentes 
sintéticos pueden estar incorporados en 
la estructura del poro de la membrana o 
pueden tener forma de gránulos, polvo 
o pellets con superficies de exposición 
extremadamente altas que varían entre 
300 y 1200 m2/g (9).
Conclusión 
El fracaso renal agudo (FRA) es una con-
dición clínica caracterizada por una rápida 
disminución de la función renal, que puede 
manifestarse como una reducción del filtra-
do glomerular, un aumento en los niveles 
de creatinina sérica y una disminución en la 
producción de orina. Esta condición puede 
surgir debido a una variedad de causas, que 
van desde condiciones pre-renales, como 
la hipovolemia o la insuficiencia cardíaca, 
hasta lesiones renales intrínsecas, como la 
necrosis tubular aguda o la glomerulonefri-
tis, y obstrucciones del flujo urinario.
Las estrategias diagnósticas para el FRA 
implican una evaluación exhaustiva que 
abarca la historia clínica del paciente, la rea-
lización de exámenes físicos detallados y la 
interpretación de resultados de laboratorio 
y estudios de imagen. Las técnicas de ima-
gen, como la ecografía renal, la tomografía 
computarizada (TC) y la resonancia magné-
tica (RM), pueden ser útiles para identificar 
anomalías estructurales y obstrucciones del 
tracto urinario.
Las terapias de reemplazo renal (TRR) son 
un componente crucial en el manejo del fra-
caso renal agudo (FRA) cuando se presenta 
insuficiencia renal grave y persistente que 
no responde a las medidas conservadoras. 
Estas terapias están diseñadas para reem-
plazar parcial o totalmente las funciones de 
filtración, excreción y regulación de electro-
litos y líquidos que normalmente realiza el 
riñón. La elección de la modalidad de TRR 
depende de varios factores, como la grave-
dad del FRA, la estabilidad hemodinámica 
del paciente, la disponibilidad de recursos 
y las preferencias del equipo médico. Ade-
MARTINEZ VERA, A. G., REYES MELO, C. A., JIMÉNEZ CORREA, D. E., & CEDILLO NOBLECILLA, K. A.