DOI: 10.26820/recimundo/8.(1).ene.2024.320-330
URL: https://recimundo.com/index.php/es/article/view/2189
EDITORIAL: Saberes del Conocimiento
REVISTA: RECIMUNDO
ISSN: 2588-073X
TIPO DE INVESTIGACIÓN: Artículo de investigación
CÓDIGO UNESCO: 32 Ciencia Médicas
PAGINAS: 320-330
Enfermería en servicios de emergencia
Nursing in emergency services
Enfermagem nos serviços de urgência
Rosa Genith Zambrano Conforme
1
; Héctor Valentín Toala Bravo
2
; Jenier Vanessa Choéz Macías
3
RECIBIDO: 10/12/2023 ACEPTADO: 15/01/2024 PUBLICADO: 07/05/2024
1. Licenciada de Enfermería;Hospital General Santo Domingo;Santo Domingo, Ecuador; rosy-z1996@hot-
mail.com; https://orcid.org/0009-0006-2776-6059
2. Auxiliar de Enfermería; Diplomado en Quiropráxia; Hospital Verdi Cevallos Balda; Portoviejo, Ecuador;
valentintoala4@gmail.com; https://orcid.org/0009-0005-6121-3709
3. Licenciada de Enfermería;Centro de Salud Cutchil; Azuay, Ecuador; vane_jeni17@hotmail.com; https://
orcid.org/0000-0003-3009-6819
CORRESPONDENCIA
Rosa Genith Zambrano Conforme
rosy-z1996@hotmail.com
Jipijapa, Ecuador
© RECIMUNDO; Editorial Saberes del Conocimiento, 2024
RESUMEN
Partiendo de un contexto histórico, se revisan las funciones actuales y futuras de la enfermera de urgencias clínicas. Por varias razo-
nes, se espera que la disponibilidad de enfermeras de urgencias sea insuficiente para satisfacer la demanda de personal en un futuro
próximo. Los médicos de urgencias pueden asociarse con enfermeras de urgencias y administradores de hospitales para aplicar las
siguientes estrategias para abordar la escasez de enfermeras: 1) mejorar el entorno laboral mejorando la proporción enfermera-paciente
y evitando el internamiento de pacientes ingresados en el departamento de urgencias (DE); 2) reorientar la descripción del trabajo de la
enfermera de emergencia hacia los pacientes y sus familias; 3) promover relaciones de apoyo mutuo y camaradería entre enfermeras de
urgencias y médicos; 4) crear un entorno que permita soluciones únicas para la programación del personal y se adapte al trabajo por
turnos; 5) aumentar los salarios de las enfermeras y reconocer las contribuciones especiales de las enfermeras de urgencias con recom-
pensa económica; 6) identificar y promover al personal del servicio de urgencias del hospital como miembros de una unidad de élite; 7)
desarrollar tutorías y pasantías para enfermeras nuevas en la enfermería de emergencia e invertir en especialistas clínicos o enfermeras
mentoras para ayudar en la instrucción "en el trabajo" de enfermeras con experiencia previa; y 8) invertir en educación de enfermería.
Tomar estas medidas hoy fortalecerá la red de seguridad de la atención médica en los servicios de urgencias en las próximas décadas.
Palabras clave: Servicio de Urgencias; Escasez de Enfermeras; Enfermería de Emergencia; Dotación de Personal; Mano de Obra.
ABSTRACT
Starting from a historical context, the current and future functions of the clinical emergency nurse are reviewed. For several reasons, the
availability of emergency nurses is expected to be insufficient to meet staffing demand in the near future. Emergency physicians can
partner with emergency room nurses and hospital administrators to implement the following strategies to address the nursing shortage:
1) improve the work environment by improving the nurse-patient ratio and avoiding hospitalization of patients admitted to the emergency
department (OF); 2) reorient the emergency nurse's job description toward patients and their families; 3) promote relationships of mutual
support and camaraderie between emergency nurses and physicians; 4) create an environment that allows unique solutions for staff
scheduling and accommodates shift work; 5) increase nurses' salaries and recognize the special contributions of emergency nurses with
financial reward; 6) identify and promote hospital ED staff as members of an elite unit; 7) develop mentoring and internships for nurses new
to emergency nursing and invest in clinical specialists or nurse mentors to assist in the “on-the-job” instruction of nurses with prior expe-
rience; and 8) invest in nursing education. Taking these steps today will strengthen the safety net of ED healthcare for decades to come.
Keywords: Emergency Service; Nursing Shortage; Emergency Nursing; Staffing; Labor.
RESUMO
Partindo de um contexto histórico, são analisadas as funções actuais e futuras do enfermeiro de emergência clínica. Por várias razões,
prevê-se que a disponibilidade de enfermeiros de urgência seja insuficiente para satisfazer a procura de pessoal num futuro próximo. Os
médicos de emergência podem associar-se aos enfermeiros das salas de emergência e aos administradores hospitalares para implemen-
tar as seguintes estratégias para fazer face à escassez de enfermeiros: 1) melhorar o ambiente de trabalho, melhorando o rácio enfermeiro-
-doente e evitando o internamento de doentes admitidos no serviço de urgência (SF); 2) reorientar a descrição das funções do enfermeiro
de urgência para os doentes e as suas famílias; 3) promover relações de apoio mútuo e camaradagem entre os enfermeiros de urgência e
os médicos; 4) criar um ambiente que permita soluções únicas para a programação do pessoal e que acomode o trabalho por turnos; 5)
aumentar os salários dos enfermeiros e reconhecer os contributos especiais dos enfermeiros de urgência através de recompensas finan-
ceiras; 6) identificar e promover o pessoal dos serviços de urgência dos hospitais como membros de uma unidade de elite; 7) desenvolver
tutoria e estágios para os enfermeiros recém-chegados à enfermagem de urgência e investir em especialistas clínicos ou enfermeiros men-
tores para ajudar na instrução "no local de trabalho" dos enfermeiros com experiência prévia; e 8) investir na educação em enfermagem.
A adoção destas medidas hoje reforçará a rede de segurança dos cuidados de saúde nos serviços de urgência nas próximas décadas.
Palavras-chave: Serviço de Urgência; Escassez de Enfermagem; Enfermagem de Urgência; Pessoal; Trabalho.
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RECIMUNDO VOL. 8 N°1 (2024)
Introducción
La profesión de enfermería, incluida la en-
fermería de emergencia, se encuentra en
una encrucijada histórica, corrientes cruza-
das de cambio en la definición del rol profe-
sional, los avances tecnológicos, la escasez
de personal de enfermería, los desafíos del
trabajo por turnos, la insatisfacción laboral,
la insuficiencia de personal y la disminución
del número de quienes eligen la enfermería
como profesión contribuyen a una profe-
sión en transición. El servicio de urgencias
(SU) de un hospital se encuentra entre los
ámbitos profesionales que están a la van-
guardia de esta transición en la enfermeria,
exacerbada por el notable crecimiento del
censo de pacientes de los SU en los últimos
años. Se debe considerar lo siguiente so-
bre el servicio de urgencias: no hay límites
establecidos para su carga clínica de pa-
cientes (excepto que algunos DE, cuando
están abarrotados, ocasionalmente pueden
desviar a los pacientes a los DE circundan-
tes); sus pacientes son de ambos sexos,
representan todos los grupos de edad y pa-
decen prácticamente todas las enfermeda-
des (que se presentan no diagnosticadas o
en una fase aguda de su historia natural);
el diagnóstico y tratamiento del paciente no
está programado, se solicita y es obligato-
rio (tanto por costumbre moral como por ley
federal); y todo el personal del servicio de
urgencias desempeña sus responsabilida-
des profesionales en presencia constante
de los demás, observados por una variedad
de otras personas con motivos para estar
presentes (familiares y visitantes de los pa-
cientes, paramédicos y policías, por nom-
brar algunos). En el centro de este entorno,
las enfermeras de urgencias desempeñan
funciones esenciales en las operaciones del
servicio de urgencias y, a menudo, pasan
más tiempo con el paciente individual que el
resto del personal del servicio de urgencias,
incluidos los médicos. Y, cada vez más, las
enfermeras (y los médicos) de los servicios
de urgencias dedican más de la mitad de
su tiempo clínico a tareas indirectas de aten-
ZAMBRANO CONFORME, R. G., TOALA BRAVO, H. V., & CHOÉZ MACÍAS, J. V.
ción al paciente (1). El propósito de este ar-
tículo es describir las funciones actuales y
proyectar las funciones futuras de la enfer-
mera de urgencias clínicas, precedidas por
comentario; e identificar estrategias para lo-
grar el cumplimiento de estos roles.
Metodología
Esta investigación está dirigida al estudio del
tema “Enfermeria en servicios de emergen-
cia“. Para realizarlo se usó una metodología
descriptiva, con un enfoque documental, es
decir, revisar fuentes disponibles en la red,
cuyo contenido sea actual, publicados en
revistas de ciencia, disponibles en Google
Académico, lo más ajustadas al propósito
del escrito, con contenido oportuno y rele-
vante desde el punto de vista científico para
dar respuesta a lo tratado en el presente ar-
tículo y que sirvan de inspiración para rea-
lizar otros proyectos. Las mismas pueden
ser estudiadas al final, en la bibliografía.
Resultados
Historia de enfermería de emergencia
El servicio de urgencias hospitalario se re-
monta a principios del siglo XX. Su ubica-
ción dentro del hospital ha evolucionado
desde una habitación en o cerca del quiró-
fano; a lugares indeseables en el sótano del
hospital o en el área de admisión, a menudo
alejados del acceso de las ambulancias; a
áreas dedicadas y específicamente diseña-
das. Muchos DE recientemente diseñados
o remodelados se están volviendo obsole-
tos rápidamente debido a los cambios en
los requisitos de privacidad, los avances en
la tecnología y la asunción de importantes
tareas de diagnóstico y reanimación en el
DE, todo ello exacerbado por el aumento
continuo del censo de pacientes (2). Hasta
que se unieron en la década de 1970 los
dedicados médicos de urgencias, la enfer-
mera de urgencias había sido a la vez pro-
pietaria y pieza clave del servicio de urgen-
cias, la más temprana y constante entre sus
dedicados profesionales.
323
RECIMUNDO VOL. 8 N°1 (2024)
REPERCUSIONES DEL PROCESO DE AUTOGESTIÓN COMUNITARIA EN EL DESARROLLO LOCAL DE COMUNI-
DADES. CASO DE ESTUDIO COMUNA SANCÁN
Las enfermeras de urgencias proporcio-
naron liderazgo y administración operativa
en los servicios de urgencias (aunque a
menudo solo se les reconocía de manera
informal) mucho antes de que se estable-
ciera estabilidad y número en las filas de
los médicos de urgencias. Esto fue particu-
larmente característico de los principales
hospitales universitarios que pudieron satis-
facer las necesidades de personal médico
de los servicios de urgencias mediante la
asignación de médicos residentes y pasan-
tes rotativos sin supervisión (por parte de
la facultad de medicina), hasta que las de-
mandas duales de riesgo y satisfacción del
paciente obligaron a agregar personal mé-
dico en el lugar, supervisión y su asunción
de responsabilidad. Este acuerdo dejó a las
enfermeras del servicio de urgencias "a car-
go", y la mayoría de los internos y residentes
de ese período fueron orientados y guiados
informalmente durante sus rotaciones en el
servicio de urgencias por enfermeras talen-
tosas, experimentadas y discretas, ya que
estas últimas contribuían a su educación.
A pesar de la resistencia ocasional de los
médicos, los avances y cambios necesarios
en las políticas y procedimientos del servicio
de urgencias generalmente fueron iniciados
por enfermeras, por ejemplo, el desarrollo
del "carro de emergencia" del servicio de
urgencias (originalmente llamado "carro de
crisis") por Anita Dorr, RN , en 1967 (3).
Practica actual de enfermería de emer-
gencia
El servicio de urgencias de los hospitales se
ha convertido en el principal centro de diag-
nóstico y reanimación del sistema de aten-
ción sanitaria, y la práctica de la enfermería
de urgencias clínicas ha evolucionado para
mantener el ritmo y ayudar a que esto sea
posible. El servicio de urgencias como lu-
gar de trabajo se ha vuelto menos formal
y se utilizan nombres familiares, sin cargos
ni títulos; La vestimenta suele ser informal,
con muchas opciones aceptables, aunque
estas últimas pueden dificultar la identifica-
ción visual de las enfermeras. El conjunto
de información necesaria para ser enferme-
ra de urgencias ha aumentado considera-
blemente en masa y complejidad, al igual
que las habilidades técnicas. Una combina-
ción de recursos limitados, mayor número
de pacientes y mayores responsabilidades
clínicas ha dado como resultado una ma-
yor proporción de pacientes por enfermera.
Esto, a su vez, ha provocado la necesaria
delegación de tareas complejas dedicadas
al personal no de enfermería, en exceso,
en la mente de muchas enfermeras (4). Las
proporciones más altas de paciente por en-
fermera, cuando son excesivas, contribuyen
a los eventos adversos en los pacientes de
sala. Se supone que lo mismo ocurre en el
servicio de urgencias. La evaluación de en-
fermería de los pacientes de urgencias exi-
ge habilidades avanzadas, al igual que la
monitorización continua del paciente, esta
última prácticamente abandonada a las en-
fermeras de urgencias por los médicos de
urgencias. La documentación de enferme-
ría ya no se realiza en retrospectiva al final
de los turnos, sino que es continua, lo más
cerca posible de los eventos, complemen-
tada con sistemas sin papel que requieren
habilidades de entrada por computadora.
Los sistemas de documentación e ingre-
so de pedidos asistidos por computadora,
en lugar de brindar el respiro prometido, a
menudo han ido acompañados de aumen-
tos desproporcionados en la demanda de
documentación, lo que contribuye a que la
práctica de enfermería en los servicios de
urgencias dedique la mayor parte de su
tiempo a realizar tareas no clínicas (5).
También hay eficiencias más nuevas. La
preparación y entrega de medicamentos ha
pasado de ser un grupo de actividades la-
boriosas realizadas por enfermeras a siste-
mas a través de los cuales cualquier persona
con el código correcto puede marcar medi-
camentos preparados con anticipación. Los
medicamentos intravenosos (MIV) a menu-
do son premezclados por los farmacéuticos
y administrados al paciente mediante bom-
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RECIMUNDO VOL. 8 N°1 (2024)
bas automatizadas de complejidad variable
a través de dispositivos de infusión IV inter-
mitentes menos engorrosos. Los sistemas
actualmente existentes automatizan el re-
cuento de medicamentos opioides, inyecta-
rían medicamentos y suministros y asignan
cargos por uso de las instalaciones a los pa-
cientes y las unidades hospitalarias.
La compensación de enfermería ha aumen-
tado, pero existe un debate sobre cuán
competitiva es esa compensación con otras
profesiones. Los pacientes y sus familias
están mejor informados y son menos con-
fiados, con una demanda cada vez mayor
de servicio al cliente. Un desafío para la
enfermera de urgencias son las habilida-
des especiales y en evolución que se re-
quieren para realizar el triaje; rendimiento
del paciente; gestión y administración del
servicio de urgencias; multitarea impulsada
por cambios en la demanda de momento a
momento; supervisión del personal sanitario
aliado; realización de pruebas en el lugar
de atención; interpretación de idiomas; y la
amplia base de habilidades profesionales
necesarias para brindar atención de enfer-
mería a pacientes de ambos sexos, todos
los grupos de edad, prácticamente todas
las enfermedades y todos los grados de
agudeza de la enfermedad (6).
Educación en enfermería de emergencia
La mayoría de enfermeras registradas son
graduadas de certificados de enfermería
de tres años o programas afiliados de dos
años. Una minoría (32%) proviene de pro-
gramas de licenciatura de cuatro años. La
inscripción en cada programa está dismi-
nuyendo, y particularmente preocupante
es una reciente disminución del 42% en los
programas de certificado (diploma) (7).
Ninguna de las vías educativas de enferme-
ría prepara adecuadamente a la enfermera
de urgencias para la práctica clínica. Por lo
tanto, hasta hace poco, la mayoría de los
SU de los hospitales no contrataban a nue-
vos graduados, lo que requería experiencia
hospitalaria en otras unidades clínicas o en
un "SU pequeño" como requisito previo para
la contratación. La contratación de la enfer-
mera del servicio de urgencias generalmen-
te iba seguida de una orientación informal
y una "capacitación en el trabajo" unas se-
manas antes de la programación del servi-
cio de urgencias. Una vez en el lugar, a las
enfermeras de emergencia se les ofrecieron
(y a menudo se les exigió que tomaran) cur-
sos de educación continua, particularmente
en soporte vital cardíaco y traumatológico, y
enfermería de emergencia pediátrica. Hoy
en día, la complejidad de la práctica de la
enfermería de urgencias ha fomentado una
preparación educativa más nueva y más
completa. La orientación a la unidad de en-
fermería de emergencia se ha vuelto más
formal, con un plan de estudios identificado,
presentado y guiado por especialistas en
educación de enfermería (8). Actualmente
se ofrecen "pasantías" de enfermería de cui-
dados críticos y de emergencia de varios
meses de duración a los nuevos graduados
en instituciones seleccionadas.
La escasez de enfermería y enfermería de
emergencia
Un estudio federal predice una escasez de
enfermeras y sostiene que actualmente exis-
te una mala distribución entre la fuerza labo-
ral de enfermería y los puestos de enferme-
ría vacantes. Además, este informe y otros
predicen una grave escasez de enfermeras
para 2030 (9). Muchos otros, que experimen-
tan dificultades para contratar puestos va-
cantes, creen que ahora existe una escasez
de enfermeras a la que se deben factores
sociales y profesionales interrelacionados.
La profesión de enfermería está alarmada
porque la escasez puede ya no ser cíclica,
con causas ahora más profundamente arrai-
gadas. Entre estas causas se encuentran el
envejecimiento de la fuerza laboral de enfer-
mería, el aumento de las oportunidades pro-
fesionales dentro y fuera de la enfermería, la
disminución de la inscripción en las escue-
las de enfermería (particularmente en pro-
gramas certificados y afiliados), la creciente
demanda de enfermeras, el aumento del vo-
ZAMBRANO CONFORME, R. G., TOALA BRAVO, H. V., & CHOÉZ MACÍAS, J. V.
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RECIMUNDO VOL. 8 N°1 (2024)
lumen y la gravedad de las enfermedades
entre la población general de pacientes, el
aumento de la preferencia de enfermeras de
mayor edad que trabajan a tiempo parcial
y la reducción de los patrones de dotación
de personal de enfermería de las unidades
hospitalarias como resultado de la "reinge-
niería" hospitalaria (10).
Cada una de estas cuestiones se aplica a
la enfermería de urgencias, una de las es-
pecialidades más amplias de la enfermería.
Se puede considerar que las enfermeras
de urgencias están al frente de esta crisis,
con oportunidades limitadas para desviar a
los pacientes del servicio de urgencias en
momentos de aumentos inseguros de la de-
manda, sin oportunidad de cerrar camas de
urgencias con poco personal y llamadas a
hacer el trabajo de otras enfermeras de uni-
dades de hospitalización cuando no hay ca-
mas disponibles para sus pacientes ingresa-
dos. Y, en algunos hospitales, la asignación
de recursos al presupuesto de personal del
servicio de urgencias, que se redujo en gran
medida en la década de 1990, no ha segui-
do el ritmo de los aumentos más recientes
en el censo y la agudeza de los pacientes,
lo que ha resultado en un aumento de la
proporción paciente-enfermera; seguido de
una disminución de la satisfacción y la mo-
ral de las enfermeras, una disminución de
la seguridad del paciente y la dimisión de
algunas enfermeras experimentadas.
Tanto la disminución de la selección de en-
fermería como profesión como la altísima
tasa de empleo de enfermería se perfilan
como diferencias importantes entre los pe-
ríodos actuales y anteriores de escasez de
enfermería. Por lo tanto, es poco probable
que los enfoques de corto plazo previa-
mente identificados para aliviar la escasez,
como opciones financieras más atractivas
para atraer enfermeras desempleadas,
ofrezcan soluciones reales si no van acom-
pañados de otras medidas de más largo
plazo. Y algunas opciones financieras a
corto plazo pueden resultar problemáticas.
Por ejemplo, se ha demostrado que un au-
mento del 15% en horas extras en las ho-
ras de enfermería clínica (6 a 7 horas por
semana) produce una mayor incidencia de
"agotamiento" de las enfermeras (11).
Práctica futura de enfermería en emer-
gencia
El futuro de la enfermería de urgencias está
inextricablemente ligado al futuro del servi-
cio de urgencias hospitalario. El servicio de
urgencias ha evolucionado hasta convertir-
se en el principal centro de diagnóstico y
reanimación del actual sistema de atención
sanitaria y ahora es la puerta de entrada de
hasta el 40% de las admisiones hospitala-
rias (12). Durante las próximas décadas, es
probable que esta evolución continúe a me-
dida que sigan avanzando la tecnología de
diagnóstico y las pruebas discriminativas y
las intervenciones terapéuticas dependien-
tes del tiempo y basadas en protocolos. La
demanda de servicios de urgencias debe-
ría seguir aumentando, fomentada por la fa-
cilidad de acceso y la garantía del servicio,
la amplia capacidad y eficiencia, el enveje-
cimiento de la población, la legislación de
"declaración de derechos" de los pacientes
que permite al paciente declarar la emer-
gencia y el reconocimiento tácito del servi-
cio de urgencias como la "red de seguridad"
sanitaria para quienes no pueden pagar los
servicios de salud. Los médicos de aten-
ción primaria y especialistas, en respuesta
a las presiones financieras, derivarán cada
vez más a sus pacientes con enfermedades
agudas a los SU para mantener sus hora-
rios de atención ambulatoria, una tendencia
opuesta a la "vigilancia" que se les impuso
en los años noventa. Y el servicio de urgen-
cias sigue siendo la primera línea de pre-
paración y respuesta hospitalaria ante de-
sastres, una función de importancia actual
y considerable en el futuro. La respuesta a
desastres es particularmente difícil para el
personal de enfermería del servicio de ur-
gencias (y del hospital), ya que no hay una
gran reserva entre ellos, como existe entre
las filas de los médicos dentro del personal
médico. Por lo tanto, se deduce que la de-
REPERCUSIONES DEL PROCESO DE AUTOGESTIÓN COMUNITARIA EN EL DESARROLLO LOCAL DE COMUNI-
DADES. CASO DE ESTUDIO COMUNA SANCÁN
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RECIMUNDO VOL. 8 N°1 (2024)
manda de enfermeras de urgencias aumen-
tará en un entorno de creciente escasez ge-
neral de enfermeras.
Al mismo tiempo, la práctica de la enferme-
ría de emergencia promete un futuro sólido
cuyo papel seguirá siendo integral, evolu-
cionando y expandiéndose. La práctica de
la enfermería de emergencia será aún más
exigente desde el punto de vista tecnológi-
co y el ritmo diario de la práctica variará sólo
en el grado de intensidad con poco "tiempo
de inactividad", a menudo un vestigio de
anteriores aplicaciones de "reingeniería" de
personal. La orientación en enfermería de
emergencia seguirá desarrollándose como
un proceso formal y basado en el plan de
estudios; y las "pasantías" de enfermería de
emergencia se expandirán a hospitales adi-
cionales. Otras condiciones médicas se uni-
rán al trauma y al síndrome coronario agudo
en el enfoque impulsado por el protocolo
del "equipo volador" para las intervenciones
inmediatas, con enfermeras de emergencia
integrales para tales respuestas.
La inteligencia artificial basada en compu-
tadora aportará nueva sofisticación a las
funciones de triaje y a la selección y or-
den de opciones de pruebas de diagnós-
tico, muchas de estas últimas delegadas
al personal de enfermería. Y las enferme-
ras de urgencias se asegurarán de que los
pacientes individuales, sus familias y otros
profesionales las reconozcan e identifiquen
específicamente como enfermeras de ur-
gencias, distintas del resto del personal de
urgencias. Al mismo tiempo, sus funciones
profesionales se integrarán aún más con las
del resto del personal del servicio de urgen-
cias, en particular los médicos, y asumirán
funciones más importantes en la gestión,
la mejora de la calidad, la gestión de ries-
gos y la seguridad del paciente. Lo que no
cambiará es la expectativa de los pacien-
tes y sus familias de que sus enfermeras de
urgencias serán cuidadores atentos, com-
prensivos e informativos que, sobre todo,
los reconozcan como individuos (2).
Estrategias de enfermería de emergencia
para el futuro
¿Cuáles son algunas de las estrategias
que atraerán, prepararán y mantendrán a
la enfermera de urgencias clínicas para el
presente y el futuro? La mayoría de las es-
trategias sugeridas aquí no son originales,
se aplican a la enfermería en general y se
consideran aquí principalmente desde la
perspectiva de la enfermera de urgencias y
el bienestar y la seguridad de los pacientes
en el servicio de urgencias del hospital. Ge-
neralmente se dividen en tres categorías:
aquellas diseñadas para aumentar la oferta
de enfermeras, incluidas las de urgencias;
aquellos que contribuyen a mejorar la sa-
tisfacción entre las enfermeras de urgen-
cias para mejorar la retención; y aquellos
diseñados para promover la enfermería de
emergencia dentro de la profesión. La ma-
yoría de ellos se encuentran actualmente
bajo consideración y/o desarrollo. Lo que
está claro es que no existe una estrategia
única que pueda afrontar los retos futuros
a los que se enfrenta la enfermería de ur-
gencias. Y muchos creen que con el tiempo
se necesitarán conceptos de “reinvención”
y “comenzar de nuevo” para llevar la salud
a la profesión de enfermería.
1. Mejorar el ambiente laboral
La clave para mejorar el entorno laboral es
abordar la idoneidad del personal de en-
fermería dentro del servicio de urgencias.
Investigaciones de calidad han demostra-
do aumentos en la mortalidad y morbilidad
hospitalaria cuando los niveles de personal
de enfermería son inadecuados (13). Cu-
riosamente, algunos administradores de
hospitales culpan a la escasez general de
enfermería por limitar el suministro de enfer-
meras de urgencias en su hospital cuando
el problema suele ser que las enfermeras
no están dispuestas a trabajar en el servi-
cio de urgencias dadas las condiciones ac-
tuales de personal. Cumplir los objetivos de
proporciones adecuadas entre enfermeras
y pacientes en los servicios de urgencias
ZAMBRANO CONFORME, R. G., TOALA BRAVO, H. V., & CHOÉZ MACÍAS, J. V.
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RECIMUNDO VOL. 8 N°1 (2024)
debe ser una prioridad para los administra-
dores de hospitales y los directores de en-
fermería de los servicios de urgencias.
Otra cuestión clave en el lugar de trabajo es
la eficiencia con la que los pacientes ingre-
sados en el servicio de urgencias obtienen
camas de hospital. En esta época de alta
ocupación de camas hospitalarias, dema-
siados hospitales tienen prácticas que favo-
recen la conveniencia de que los pacientes
sean dados de alta del hospital y la conve-
niencia del personal médico y de enferme-
ría para pacientes hospitalizados que los
atienden. Esta práctica retrasa estas altas
hasta relativamente tarde en el día, negan-
do a los pacientes de emergencia el acceso
a sus camas de hospital.
2. Reorientar la descripción del trabajo
de la enfermera de urgencias hacia los
pacientes y sus familias
Si no es la enfermera de urgencias, ¿quién
brindará esa atención especial y reconfor-
tante a los pacientes y sus familias en el ser-
vicio de urgencias? Las enfermeras de ur-
gencias dedican la mayor parte de su tiempo
profesional a realizar tareas no relacionadas
con el cuidado de pacientes, principalmen-
te para satisfacer las crecientes demandas
de documentación y comunicación con el
personal fuera de la unidad de urgencias.
Quienes están detrás de estas demandas
deben trabajar con los representantes de
enfermería de emergencia para simplificar
estos requisitos y convertirlos en aquellos
que realmente sean necesarios, útiles y no
redundantes. Un ejemplo son los múltiples
intentos de solicitar por teléfono el "informe
de enfermería" que se exige a los pacien-
tes ingresados en muchos hospitales. Un
objetivo de cualquier actividad propuesta
que no sea de atención al paciente, como
la documentación "asistida por computa-
dora", debe incluir eficiencias mejoradas
demostradas. La provisión de recursos de
enfermería adecuados para permitir que la
enfermera de emergencia tenga más tiem-
po para concentrarse en las necesidades
del paciente y la familia logrará la retención
de la enfermería de emergencia, así como
cualquier otra estrategia (6).
3. Promover relaciones de apoyo mutuo
y camaradería entre enfermeras y mé-
dicos de urgencias
Las enfermeras y los médicos trabajan
juntos en el servicio de urgencias y, en la
mayoría de los casos, serán más eficaces
al abordar los problemas de forma con-
junta. Estas relaciones pueden fomentarse
mediante una serie de actividades y res-
ponsabilidades conjuntas, que incluyen:
compartir el liderazgo del DE con informes
conjuntos a un único administrador del hos-
pital; Programas de riesgo y calidad de los
servicios de urgencias, incluida la partici-
pación en conferencias sobre morbilidad y
mortalidad; realización de investigaciones
con selección de proyectos importantes
para ambos grupos; participación mutua en
rondas de "cambio de turno"; participación
(con todo el personal del DE) en ejercicios
de “formación de equipos” y de “relación
con el cliente” del DE; asistencia a cursos
diseñados para mejorar la comunicación y
la colaboración entre enfermeras y médi-
cos; y acuerdos para practicar en un am-
biente de respeto mutuo.
4. Cree un entorno que permita soluciones
únicas para la programación del perso-
nal y se adapte al trabajo por turnos
Se trata de una cuestión difícil que debe
basarse en la equidad y no penalizar a los
nombrados más recientemente. La pro-
gramación innovadora puede adaptarse al
trabajador de mayor edad; promover el tra-
bajo compartido; permitir despliegues pe-
riódicos financieramente neutrales; brindar
oportunidades de licencia para desarrollo
profesional; y desarrollar oportunidades en
entornos no tradicionales (9). En última ins-
tancia, es necesario alcanzar un equilibrio
aceptable entre la programación de turnos
menos deseables (como los fines de sema-
na), la compensación y el tiempo libre.
REPERCUSIONES DEL PROCESO DE AUTOGESTIÓN COMUNITARIA EN EL DESARROLLO LOCAL DE COMUNI-
DADES. CASO DE ESTUDIO COMUNA SANCÁN
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RECIMUNDO VOL. 8 N°1 (2024)
5. Aumentar los salarios de las enferme-
ras y reconocer las contribuciones es-
peciales de las enfermeras de urgen-
cias con una recompensa económica
La remuneración de las enfermeras ha au-
mentado en los últimos años, aunque es
discutible si la remuneración es adecuada.
Aumentar los salarios de las enfermeras de
emergencia independientemente de otras
enfermeras del hospital es problemático, ya
que los administradores de enfermería de
los hospitales tienen una capacidad limitada
para reconocer especialidades dentro de la
enfermería otorgando salarios diferenciales.
escamas. Existe un diferencial de compen-
sación entre las especialidades de la medici-
na basado principalmente en diferencias en
el reembolso de terceros por servicios profe-
sionales y está en gran medida sesgado en
el procedimiento. En este sentido, los médi-
cos que practican la medicina de urgencia
están relativamente bien remunerados den-
tro de la profesión médica. Las enfermeras
del hospital son empleadas del hospital y no
existe una estructura de práctica de enfer-
mería con compensación individual.
6. Identicar y promover al personal del
SU del hospital como miembros de
una unidad de élite
Una unidad de élite se define como un
grupo superior. En el centro del estatus de
unidad de élite está la combinación de una
misión vital, el personal de la unidad traba-
jando en conjunto para lograr objetivos co-
munes, camaradería, liderazgo efectivo y
desempeño superior. Estas características
deben describir el SUH hospitalario, no me-
jor que otras unidades, pero con caracte-
rísticas únicas y peculiares. Las estrategias
que identifiquen a todo el personal, incluida
la enfermera de urgencias, como un profe-
sional bastante especial podrían fomentar
la competencia entre las enfermeras exis-
tentes dentro de la propia profesión. No se
puede esperar que los administradores de
hospitales y las organizaciones profesiona-
les de enfermería puedan ser exclusivos en
su apoyo a este concepto, ya que tienen
intereses creados y globales en cuidar de
todas las enfermerías profesionales y unida-
des de enfermería. Sin embargo, los líderes
hospitalarios podrían hacer mucho para de-
mostrar apoyo a todo el personal del ser-
vicio de urgencias expresando un interés
continuo en las operaciones y el personal
del servicio de urgencias.
7. Desarrollar tutorías y pasantías para
enfermeras nuevas en enfermería de
emergencia e invertir en especialistas
clínicos o enfermeras mentoras para
ayudar en la instrucción "en el trabajo"
de enfermeras con experiencia previa
Los funcionarios de los hospitales deberían
invertir en pasantías y desarrollar progra-
mas de recompensa monetaria para las en-
fermeras mentoras de emergencias (enfer-
meras de urgencias dispuestas a asesorar
a las nuevas enfermeras de emergencias
"en el trabajo" durante turnos programados
regularmente) en función de la retención
posterior de sus estudiantes. Las pasantías
de enfermería de emergencia permiten la
contratación de enfermeras sin experiencia
previa en enfermería de emergencia, inclui-
das las recién graduadas. Un programa de
tutoría de este tipo requerirá financiación
adicional del hospital. Colaboración con
escuelas de enfermería para inscribir a es-
tudiantes interesados en "programas de in-
mersión" de enfermería de emergencia para
reclutar e iniciar la educación en enfermería
de emergencia.
8. Invertir en educación de enfermería
Se necesitará un mayor apoyo federal y es-
tatal para ampliar los programas de enfer-
mería en los colegios y universidades pú-
blicos y para otorgar becas a estudiantes
prometedores de enfermería. A medida que
la escasez de enfermeras en los servicios de
urgencias alcance niveles críticos, se debe
fomentar el apoyo federal para la declara-
ción del servicio de urgencias del hospital (y
posiblemente de otras unidades de cuida-
dos críticos) como área(s) de escasez ele-
ZAMBRANO CONFORME, R. G., TOALA BRAVO, H. V., & CHOÉZ MACÍAS, J. V.
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RECIMUNDO VOL. 8 N°1 (2024)
gibles para el reembolso de préstamos edu-
cativos. Como se mencionó anteriormente,
los hospitales necesitarán aumentar la in-
versión en orientación formal de enfermería
de emergencia y "pasantías". Y, en algunas
áreas, las donaciones pueden destinarse a
escuelas de enfermería. Es fundamental que
la profesión de enfermería formule y difunda
ampliamente su mensaje sobre la profunda
importancia de la profesión de enfermería
de una manera que promueva su imagen y
enfatice sus oportunidades profesionales.
Conclusiones
La enfermería de emergencia se encuentra
en una encrucijada histórica en su trayec-
toria como profesión y está sometida a una
presión considerable por parte de fuentes
sociales y profesionales interrelacionadas.
Debería encontrar fuerza en su adhesión a
la defensa del paciente, la importancia de su
misión, la colaboración con otros profesio-
nales que comparten el lugar de trabajo del
servicio de urgencias y objetivos comunes,
y un mayor desarrollo y reconocimiento de
su papel en el sistema de atención médica
emergente. Se han propuesto varias estrate-
gias para abordar la escasez actual y previs-
ta de enfermeras de emergencia en el futuro
próximo. De todas las estrategias propues-
tas para preparar a la enfermería de urgen-
cias para el futuro, la provisión de recursos
de personal adecuados para los servicios de
urgencias es la más importante. Tomar estas
medidas hoy fortalecerá la red de seguridad
de la atención médica en los servicios de ur-
gencias en las próximas décadas.
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REPERCUSIONES DEL PROCESO DE AUTOGESTIÓN COMUNITARIA EN EL DESARROLLO LOCAL DE COMUNI-
DADES. CASO DE ESTUDIO COMUNA SANCÁN
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RECIMUNDO VOL. 8 N°1 (2024)
CITAR ESTE ARTICULO:
Zambrano Conforme, R. G., Toala Bravo, H. V., & Choéz Macías, J. V. (2024).
Enfermería en servicios de emergencia. RECIMUNDO, 8(1), 320-330. https://
doi.org/10.26820/recimundo/8.(1).ene.2024.320-330
ZAMBRANO CONFORME, R. G., TOALA BRAVO, H. V., & CHOÉZ MACÍAS, J. V.