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RECIMUNDO VOL. 8 N°1 (2024)
REPERCUSIONES DEL PROCESO DE AUTOGESTIÓN COMUNITARIA EN EL DESARROLLO LOCAL DE COMUNI-
DADES. CASO DE ESTUDIO COMUNA SANCÁN
Las enfermeras de urgencias proporcio-
naron liderazgo y administración operativa
en los servicios de urgencias (aunque a
menudo solo se les reconocía de manera
informal) mucho antes de que se estable-
ciera estabilidad y número en las filas de
los médicos de urgencias. Esto fue particu-
larmente característico de los principales
hospitales universitarios que pudieron satis-
facer las necesidades de personal médico
de los servicios de urgencias mediante la
asignación de médicos residentes y pasan-
tes rotativos sin supervisión (por parte de
la facultad de medicina), hasta que las de-
mandas duales de riesgo y satisfacción del
paciente obligaron a agregar personal mé-
dico en el lugar, supervisión y su asunción
de responsabilidad. Este acuerdo dejó a las
enfermeras del servicio de urgencias "a car-
go", y la mayoría de los internos y residentes
de ese período fueron orientados y guiados
informalmente durante sus rotaciones en el
servicio de urgencias por enfermeras talen-
tosas, experimentadas y discretas, ya que
estas últimas contribuían a su educación.
A pesar de la resistencia ocasional de los
médicos, los avances y cambios necesarios
en las políticas y procedimientos del servicio
de urgencias generalmente fueron iniciados
por enfermeras, por ejemplo, el desarrollo
del "carro de emergencia" del servicio de
urgencias (originalmente llamado "carro de
crisis") por Anita Dorr, RN , en 1967 (3).
Practica actual de enfermería de emer-
gencia
El servicio de urgencias de los hospitales se
ha convertido en el principal centro de diag-
nóstico y reanimación del sistema de aten-
ción sanitaria, y la práctica de la enfermería
de urgencias clínicas ha evolucionado para
mantener el ritmo y ayudar a que esto sea
posible. El servicio de urgencias como lu-
gar de trabajo se ha vuelto menos formal
y se utilizan nombres familiares, sin cargos
ni títulos; La vestimenta suele ser informal,
con muchas opciones aceptables, aunque
estas últimas pueden dificultar la identifica-
ción visual de las enfermeras. El conjunto
de información necesaria para ser enferme-
ra de urgencias ha aumentado considera-
blemente en masa y complejidad, al igual
que las habilidades técnicas. Una combina-
ción de recursos limitados, mayor número
de pacientes y mayores responsabilidades
clínicas ha dado como resultado una ma-
yor proporción de pacientes por enfermera.
Esto, a su vez, ha provocado la necesaria
delegación de tareas complejas dedicadas
al personal no de enfermería, en exceso,
en la mente de muchas enfermeras (4). Las
proporciones más altas de paciente por en-
fermera, cuando son excesivas, contribuyen
a los eventos adversos en los pacientes de
sala. Se supone que lo mismo ocurre en el
servicio de urgencias. La evaluación de en-
fermería de los pacientes de urgencias exi-
ge habilidades avanzadas, al igual que la
monitorización continua del paciente, esta
última prácticamente abandonada a las en-
fermeras de urgencias por los médicos de
urgencias. La documentación de enferme-
ría ya no se realiza en retrospectiva al final
de los turnos, sino que es continua, lo más
cerca posible de los eventos, complemen-
tada con sistemas sin papel que requieren
habilidades de entrada por computadora.
Los sistemas de documentación e ingre-
so de pedidos asistidos por computadora,
en lugar de brindar el respiro prometido, a
menudo han ido acompañados de aumen-
tos desproporcionados en la demanda de
documentación, lo que contribuye a que la
práctica de enfermería en los servicios de
urgencias dedique la mayor parte de su
tiempo a realizar tareas no clínicas (5).
También hay eficiencias más nuevas. La
preparación y entrega de medicamentos ha
pasado de ser un grupo de actividades la-
boriosas realizadas por enfermeras a siste-
mas a través de los cuales cualquier persona
con el código correcto puede marcar medi-
camentos preparados con anticipación. Los
medicamentos intravenosos (MIV) a menu-
do son premezclados por los farmacéuticos
y administrados al paciente mediante bom-