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RECIMUNDO VOL. 8 N°1 (2024)
debe utilizar una pedagogía racional
con prioridad en el contenido: usar el li-
bro de texto guía y complementarios o
el manual, proporcionar hechos, insistir
en la teoría, dar definiciones precisas,
referencias, mostrar esquemas abstrac-
tos: diagramas, curvas; dar cifras y es-
tadísticas, trabajar en informática, partir
de la hipótesis, de la ley, para llegar a la
experimentación –deducción–; procurar
que haga ejercicios, yendo de lo más
sencillo a lo más difícil, para estimular su
espíritu de competición (Rico Calvano &
Puentes Rozo, 2016).
• Otra alternativa con este alumno es uti-
lizar su gusto por la competición: cual-
quier idea nueva será tomada en cuenta
y aumentará su nota. Hacer que prepare
trabajos orales, hacerle intervenir duran-
te toda la clase, transformar los símbo-
los en imágenes y metáforas, enseñarle
a ver las cosas en su globalidad, prac-
ticar juegos que le ayuden a desarrollar
su sentido espacial, hacer que proponga
sus ideas desorganizadamente antes de
organizarlas, organizar actividades de
reflexiones dirigidas en las que asocie
ideas con imágenes, hacer que descri-
ba una situación con los cinco sentidos,
hacer poesías, imaginar y crear mediante
la mímica y el dibujo, hacer que conozca
el mundo por medio de visitas escolares;
para desarrollar su sensibilidad artística
(Rico Calvano & Puentes Rozo, 2016).
• Luego tenemos aquel alumno al que le
falta apertura, fantasía y visión global,
que no sabe qué hacer frente a un im-
previsto, al que le resulta difícil trabajar
con medios audiovisuales y que no sabe
resumir un texto o una situación. Para
este tipo de alumno es preciso utilizar
pedagogía organizada y estructurada
en un clima de seguridad. Se requiere
escribir la programación en el tablero o
video beam en forma clara y legible, con
instrucciones estrictas, proporcionarle
documentos escritos impecables; dividir
la hora de clase en secuencias, indicán-
dolo previamente; proponerle objetivos
a corto plazo bien definidos; permitirle
salirse de las normas para pasar a la
experimentación –le gustan los trabajos
manuales y tiene éxito en ello–; es pre-
ciso que conozca las relaciones con lo
que conoce; es necesario respetar su
territorio y no excitarle pidiéndole algo
bruscamente (Rico Calvano & Puentes
Rozo, 2016).
• Como alternativa para el educando bajo
esta modalidad es viable elogiarle cuan-
do tiene éxito en algo, darle confianza
en sí mismo, utilizar su faceta de líder y
dirigente para una buena causa, hacer
fichas de evaluación en las que perci-
ba lo que sabe hacer y sus progresos,
desarrollar su memoria dándole reglas
mnemotécnicas, enseñarle a exteriorizar
y a comunicar haciendo exposiciones
en tiempos delimitados y breves, pro-
porcionarle modelos para que se lance
a ejercicios nuevos, enseñarle a resumir
las clases: tres palabras clave y basta,
dos o tres puntos concretos; enseñarle
a globalizar: leer un texto, dividirlo en
varias partes y darles títulos; inventar
un título global a partir de esos títulos
secundarios y utilizar su sentido de la
organización (Rico Calvano & Puentes
Rozo, 2016).
• También está aquel estudiante al que
le falta orden, rigor, conocimientos pre-
cisos, saber escuchar –aunque sabe
hacerlo si consigue dominarse–, le falta
control y dominio de sí mismo, organi-
zación, y tiene poca autonomía y pers-
pectiva frente a la opinión de otros. La
pedagogía para este tipo de estudiante
consiste en proporcionarle una pedago-
gía emotiva y concreta para lo cual es
necesario crear un ambiente cálido y
acogedor, establecer un diálogo eficaz
–no constante–, elogiar sus progresos,
sus actitudes positivas, partir de sus vi-
vencias –su experiencia–: lo que es, lo
que hace, lo que sabe, lo que le gusta;
realizar gestos eficaces con frecuen-
LA NEUROPEDAGOGÍA Y SUS HERRAMIENTAS EDUCATIVAS PARA MEJORAR LA ENSEÑANZA EN LA EDU-
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