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RECIMUNDO VOL. 8 N°1 (2024)
Introducción 
En 1978 la Organización Mundial de la Sa-
lud (OMS) definió una lesión precancerosa 
como un tejido con una morfología alterada 
que la hace más propensa a la progresión 
del cáncer. En 2005 la OMS reemplazó el 
término por desórdenes orales potencial-
mente malignos (DOPM), empleándolo así 
para describir todas aquellas alteraciones 
en la mucosa oral que anteceden a una le-
sión maligna; esto es, condiciones patológi-
cas que implican, a la vez, un potencial de 
malignización y un indicador de riesgo de 
neoplasias malignas (1).
Existen lesiones de la mucosa bucal que se 
presentan como manchas o placas blancas 
con un incrementado riesgo de transforma-
ción en carcinoma de células escamosas 
de la mucosa bucal (CCEB). Estas lesiones 
blancas con potencialidad de transformar-
se en CCEB, pueden obedecer a diferen-
tes diagnósticos clínicos. Entre ellos, la 
leucoplasia, el liquen plano en su variante 
queratótica, la leucoplasia proliferativa mul-
tifocal, etc. Si bien estas lesiones pueden 
presentarse con similitudes clínicas, desde 
el punto de vista etiológico, epidemiológico 
e histopatológico son entidades nosológi-
cas con características propias (2).
La Leucoplasia Verrugosa Proliferativa (LVP) 
es una forma única de leucoplasia que po-
see un origen incierto o desconocido, un 
comportamiento biológico agresivo y resis-
tente o refractario al tratamiento. Debido a su 
gran capacidad de recidiva y su alta tasa de 
transformación maligna, por lo general su-
perior al 70%. Las lesiones comienzan como 
manchas blancas de crecimiento lento, per-
sistente e irreversible, de presentación úni-
ca o multifocal, las que con el transcurso del 
tiempo se hacen exofíticas (verrugosas) y 
van adquiriendo grados progresivos de dis-
plasia que concluyen con el desarrollo de un 
carcinoma epidermoide (3).
El tabaco es el factor de riesgo más relacio-
nado a estos desórdenes potencialmente 
malignos (DPM). Sin embargo, en los últi-
GILER ÁLVAREZ, M. D., ERAZO CUADRADO, J. P., LOZADA CASTRO, J. I., & ROBLES LÓPEZ, J. F.
mos años, el avance en el conocimiento y el 
incremento de la evidencia científica sobre 
estas lesiones, permitió establecer que la 
infección oral por Virus de Papiloma Huma-
no (VPH) puede generar cambios displási-
cos en la mucosa bucal y, por ende, partici-
par en la carcinogénesis bucal humana. El 
rol del VPH en la carcinogénesis de cáncer 
uterino y orofaríngeo es indiscutible. Sin em-
bargo, existen muchas controversias en el 
posible vínculo de VPH, DPM y CCEB. Más 
aún, existe poca evidencia de co-infeccio-
nes oro-cervicales y riesgo de cáncer (4). 
Metodología 
La metodología utilizada en este trabajo de 
investigación, fue una revisión bibliográfi-
ca que incluyó una búsqueda exhaustiva 
de artículos científicos en bases de datos 
académicas como PubMed, Scopus y Goo-
gle Scholar. Se seleccionaron estudios que 
abordaron la prevalencia, diagnóstico, tra-
tamiento y pronóstico de la leucoplasia oral. 
Los criterios de inclusión fueron estudios en 
inglés y español, investigaciones clínicas y 
revisiones sistemáticas. Se analizó la infor-
mación recopilada para identificar tenden-
cias, avances y lagunas en la investigación 
actual sobre la leucoplasia y se sintetizaron 
los hallazgos relevantes para resaltar la im-
portancia de un diagnóstico precoz en la 
prevención del cáncer oral.
Resultados 
Leucoplasia 
La OMS define a la leucoplasia oral (LO) 
como una lesión precancerosa como un te-
jido de morfología alterada, más propenso 
a cancerizarse que el tejido equivalente de 
apariencia normal. Descrita por primera vez 
en 1887 por Schwimmer, como una placa 
blanca localizada en mucosas. En 1978 
la WHO Collaborating Center for Oral Pre-
cancerous Lesions define a LO como toda 
placa blanca que no se desprende con el 
raspado y no se puede confundir clínica ni 
histológicamente con ninguna enfermedad 
conocida (5).