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RECIMUNDO VOL. 8 N°2 (2024)
Introducción
La apertura comercial y la globalización de
mercados han acelerado los procesos de
intercambio de productos alimenticios fres-
cos y procesados entre diversos países y
bloques económicos. Si las previsiones de
los expertos de los organismos multilatera-
les y del gobierno se cumplen, en un tiempo
relativamente corto, los aranceles y demás
barreras de orden comercial desaparece-
rán y los aspectos sanitarios y de inocuidad
alimentaria serán de importancia crucial.
Por lo tanto, asegurar que el consumo de
los alimentos no sea nocivo para la salud
humana se torna en un requisito de acce-
so a los mercados internacionales y en una
garantía sanitaria para los productos impor-
tados destinados al consumo local (Tafur
Garzón, 2009).
Las grandes cantidades de plomo prove-
nientes de manipulaciones industriales que
se realizan sobre los productos, son expul-
sadas al medio ambiente provocando la
contaminación tanto de superficies terres-
tres como acuáticas. Esta contaminación
ha permitido la acumulación en pescados,
animales terrestres (que se alimentan de
pasto) y cultivos vegetales, los cuales son
consumidos diariamente por los seres hu-
manos. El consumo de alimentos en nuestra
dieta diaria permite la ingesta de 0,3 a 0,5
mg de plomo, del cual el 80% se excreta
mediante la orina. Un consumo mayor a 0,6
mg al día es acumulado en el organismo
y posteriormente aumentan las posibilida-
des de desencadenar una intoxicación. El
plomo también puede encontrarse en ali-
mentos procesados, por la fabricación de
envases de hojalata que sirven para su
conservación. La fabricación de utensilios
de cocina con base vidriada de plomo ge-
nera una exposición de forma directa en los
seres humanos con este metal. Debido al
uso inadecuado de protección durante la
aplicación de esmaltes a base de plomo
y emisiones de humo desprendidas en la
cocción de loza. Se ha reportado que los
utensilios de cocina (platos, comales, ollas,
SITUACIÓN DE LA INOCUIDAD ALIMENTARIA EN EL ECUADOR DEBIDO AL CONTENIDO DE PLOMO EN-
CONTRADO EN PRODUCTOS DE EXPORTACIÓN
etc.) de barro vidriado utilizados para alma-
cenar, cocinar y servir alimentos (ácidos) o
bebidas calientes, representan otra fuente
de exposición a este metal (Salas-Marcial et
al., 2019).
El plomo es un metal tóxico cuyo uso ge-
neralizado ha causado contaminación am-
biental y problemas de salud en muchas
partes del mundo. Es una sustancia tóxica
acumulativa que afecta a los múltiplos sis-
temas corporales, incluidos los sistemas
cardiovasculares y neurológicos, hemato-
lógicos, del aparato digestivo, renales. Los
niños son especialmente vulnerables a los
efectos neurotóxicos del plomo, y aun los
niveles relativamente bajos de exposición
pueden causar daño neurológico grave y
en algunos casos irreversible (Organización
Panamericana de la Salud, 2024).
Las enfermedades transmitidas por los ali-
mentos son generalmente de carácter infec-
cioso o tóxico y son causadas por bacterias,
virus, parásitos o sustancias químicas que
penetran en el organismo a través del agua
o los alimentos contaminados. Los patóge-
nos de transmisión alimentaria pueden cau-
sar diarrea grave o infecciones debilitantes,
como la meningitis. La contaminación por
sustancias químicas puede provocar intoxi-
caciones agudas o enfermedades de larga
duración, como el cáncer. Las enfermeda-
des transmitidas por los alimentos pueden
causar discapacidad persistente y muerte.
Algunos ejemplos de alimentos insalubres
son los alimentos de origen animal no coci-
nados, las frutas y hortalizas contaminadas
con heces y los mariscos crudos que con-
tienen biotoxinas marinas (OMS, 2020).
En los últimos años, se han reportado inci-
dentes en los que productos alimentarios
exportados desde Ecuador han mostrado
niveles de plomo por encima de los límites
permitidos por las normas internacionales.
Esto ha generado una serie de problemas,
tanto a nivel de salud pública como en tér-
minos de comercio internacional. La reciente
alerta sobre la presencia de plomo en pro-