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RECIMUNDO VOL. 8 N°1 (2024)
enfatiza en el predominio emergente de la
FDGPET/CT para la estadificación inicial y
para la evaluación de la respuesta de “fi-
nalización del tratamiento” de todos los lin-
fomas ávidos de FDG (incluye LH, linfoma
difuso de células B grandes [DLBCL, por
sus iniciales en inglés], linfoma folicular, lin-
foma de células del manto, linfoma de Bur-
kitt, linfoma anaplástico de células grandes
[ALCL, por sus iniciales en inglés] y la ma-
yoría de los subtipos de linfomas periféricos
de células T) (3).
Varios estudios han demostrado que en los
LH y LNH ávidos de FDG, las imágenes de
PET/CT mejoran la precisión de la estadifi-
cación para los sitios ganglionares y extra-
ganglionares (en la médula ósea y en otros
órganos) si se comparan con las imágenes
de CT, porque detectan más sitios de la en-
fermedad. Esto conlleva a un cambio en el
estadío, usualmente a un aumento en el es-
tadío en 10 a 30 % de pacientes, disminu-
yen el estadío en solo una pequeña minoría.
La mejoría en la estadificación asegura que
menos pacientes reciban un tratamiento in-
suficiente o excesivo. Las imágenes de PET/
CT son particularmente importantes antes
de considerar la radioterapia para la enfer-
medad aparentemente localizada, pues la
identificación de sitios de la enfermedad por
PET/CT fuera del campo de radiación sí alte-
ra completamente el plan de tratamiento (3).
La carga tumoral es sin lugar a dudas infor-
mación pronóstica valiosa en pacientes con
LNH recientemente diagnosticado, y puede
ser deducida parcialmente a través de la cla-
sificación Ann Arbor, y marcadores tumorales
como la LDH. Otra manera eficiente de esti-
mar la masa tumoral total es mediante estu-
dios de imagen funcionales de cuerpo com-
pleto, como la antigua cintigrafía con Galio-67
y el más reciente PET/CT (Positron Emission
Tomography/Computed Tomography) con
F18-Fluorodeoxiglucosa (F18-FDG) Éste últi-
mo, permite además cuantificarla de manera
precisa a través de softwares que detecten
y midan la extensión del compromiso nodal
y extranodal, expresándolo mediante índi-
ces como el volumen metabólico total (VMT).
Otros índices semi-cuantitativos empleados
rutinariamente son el SUV (Standarized up-
take value), que estima la intensidad de cap-
tación, y la masa tumoral glicolítica (MTG),
que es el producto de ambos, es decir com-
bina intensidad y extensión. Dichos índices
han demostrado valor pronóstico en distintos
tipos de LNH como el primario mediastínico,
Linfoma del manto, y otros LNH (6).
La técnica de Tomografía por Emisión de
Positrones (PET, Positron Emission Tomogra-
phy) fusionada con las imágenes obtenidas
de una Tomografía computada (CT), deno-
minada PET/CT, proporciona información de
la actividad metabólica de la persona y de
las alteraciones en estudio, proporcionado
además una resolución espacial superior a
aquellas que convencionalmente se obtie-
nen con la CT. Durante la última década el
uso del PET/CT se ha incrementado de for-
ma significativa, sobre todo por sus aplica-
ciones en oncología, tanto en la detección
de cáncer como también en su seguimiento
y evaluación de respuesta al tratamiento. En
la obtención de imágenes híbridas, como
el PET/ CT, se ha estado trabajando para
disminuir las dosis de radiación y el tiempo
de exploración (actualmente de aproxima-
damente 20 min), así como en mejorar la
calidad de las imágenes, hechos que han
ayudado a un aumento en la utilización de
este método de estudio (7).
Tomografía computarizada
La tomografía axial computarizada (TAC)
fue desarrollada en el Reino Unido por Sir
Godfrey Newbold Hounsfield; esta sería
la mayor revolución en el campo del diag-
nóstico por imágenes desde que Roentgen
descubriera los rayos. Los primeros estu-
dios clínicos se publicaron en 1972, y en la
década del 70 y primeros años del 80, la
tomografía computarizada (CT, por sus ini-
ciales en inglés) revolucionó la estadifica-
ción del cáncer, con la visualización de los
ganglios linfáticos y órganos que no podían
evaluarse mediante el examen clínico (3).
SALCEDO APARICIO, A. F., COLOMA PEREIRA, J. A., MONTOYA VELASCO, D. S., & GARCÍA GAIBOR, M. Y.