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RECIMUNDO VOL. 8 N°1 (2024)
Introducción
El melanoma es el cáncer de piel más co-
mún en los niños, seguido del carcinoma
de células basales y de células escamosas.
El melanoma representa <3% de todos los
cánceres observados en niños, y la inci-
dencia en niños y adolescentes representa
sólo aproximadamente el 1% de todos los
casos nuevos diagnosticados anualmente
(1). Su incidencia, sin embargo, aumenta
anualmente y aumenta con la edad. Según
la monografía SEER sobre adolescentes y
adultos jóvenes de 2016, el melanoma re-
presenta sólo alrededor del 1% de todas las
neoplasias malignas en pacientes menores
de 15 años, en comparación con el 7% en
aquellos entre 15 y 19 años y el 12% en
aquellos entre 15 y 19 años y las edades de
20 y 24 años (2). La tasa de aumento en el
diagnóstico de melanoma en adolescentes
y adultos jóvenes (de 10 a 24 años) es del
3% por año, mientras que en niños menores
de 10 años, la tasa de aumento es solo del
1% por año (3).
Los blancos tienen más probabilidades de
desarrollar melanoma que cualquier otro
grupo étnico racial. Sin embargo, existe una
incidencia proporcionalmente mayor de me-
lanoma en niños no blancos (menores de
10 años) (3). La proporción entre mujeres
y hombres aumenta con la edad durante la
adolescencia y la edad adulta temprana. El
melanoma puede presentarse en cualquier
sitio; sin embargo, la extremidad es el sitio
primario de enfermedad más común en pa-
cientes menores de 20 años, seguida por el
tronco y la cabeza y el cuello. La etiología
exacta del melanoma en niños no está clara.
Es probable que exista una interacción de
factores tanto hereditarios como ambienta-
les. Sin embargo, existen algunos factores
de riesgo conocidos en los niños, que inclu-
yen nevos congénitos grandes, retinoblasto-
ma, síndrome de Werner, nevos displásicos
adquiridos, xeroderma pigmentoso, inmu-
nosupresión tanto hereditaria como iatrogé-
nica y melanoma familiar (4). El CDKN2A,
BUSTAMANTE CALDAS, C. F., ROBALINO JÁCOME, S. J., FIERRO GUANUCHI, C. M., & BARRIONUEVO BARRIO-
NUEVO, M. D. R.
junto con otras mutaciones genéticas, se
ha implicado en el desarrollo del melano-
ma familiar. Lopes y colegas demostraron
evidencia de deterioro de la reparación del
ADN (inestabilidad de microsatélites) en ni-
veles bajos en adultos con melanoma. Este
estudio de melanomas y nevos melanocíti-
cos pediátricos y adultos reveló deleciones
en las regiones cromosómicas 1p, 6p, 9p,
10q y 11q en los casos de adultos, pero más
evidencia de inestabilidad de microsatélites
en los casos pediátricos (5). Los pacientes
con antecedentes familiares importantes
de melanoma u otras neoplasias malignas
deben ser remitidos para asesoramiento y
pruebas genéticas. También deberían reci-
bir exámenes más frecuentes y exhaustivos
por parte de un dermatólogo. Los pacientes
con melanoma familiar tienden a ser más jó-
venes y pueden tener múltiples melanomas
primarios o lesiones precursoras como los
nevos melanocíticos. Los melanomas a ve-
ces ocurren en asociación con retinoblasto-
ma familiar, síndrome de Li-Fraumeni y sín-
drome de Lynch tipo II. Otras asociaciones
incluyen cáncer de páncreas y astrocitoma.
La exposición a los rayos ultravioleta de la
luz solar es el factor etiológico más importan-
te y aumenta significativamente el riesgo de
melanomas. Los individuos de ascendencia
del norte de Europa representan los fenoti-
pos típicos de personas en riesgo con poca
pigmentación de la piel, cabello claro, poca
capacidad para broncearse y probabilidad
de sufrir quemaduras solares. Las personas
con xeroderma pigmentoso, una condición
genética caracterizada por una sensibilidad
extrema a la luz, queratosis y diversas ma-
nifestaciones neurológicas, tienen un mayor
riesgo de sufrir melanoma y otros cánceres
de piel. Sin embargo, los melanomas pue-
den ocurrir en cualquier grupo étnico e inclu-
so en áreas del cuerpo sin una exposición
sustancial al sol. Una preocupación reciente
con respecto a los factores de riesgo etioló-
gicos es el uso de instalaciones de broncea-
do en interiores, que aumentan la exposición
a la luz ultravioleta. Un estudio informó que
el uso de instalaciones de bronceado (3 o