image

Mariuxi Jacqueline Coronel Reinoso a; Cristhian Javier Córdova Molina b; María Fernanda Delgado López c; Wilson Eduardo Sánchez Pontón d


Educación Terapéutica sobre Diabetes Mellitus: Pilar Esencial del Tratamiento

Therapeutic Education on Diabetes Mellitus: Essential Pillar of Treatment Revista Científica Mundo de la Investigación y el Conocimiento. Vol. 3 núm.1, enero,

ISSN: 2588-073X, 2019, pp. 38-57


DOI: 10.26820/recimundo/3.(1).enero.2019.38-57

URL: http://www.recimundo.com/index.php/es/article/view/356


Editorial Saberes del Conocimiento


Recibido: 20/11/2018 Aceptado: 05/01/2019 Publicado: 31/01/2019 Correspondencia: director@recimundo.com



  1. Médico de la Universidad de Guayaquil.

  2. Médico de la Universidad de Guayaquil.

  3. Médico de la Universidad de Guayaquil.

  4. Médico de la Universidad de Guayaquil.



    RESUMEN


    La Diabetes Mellitus es una patología crónica que requiere de tratamiento de por vida, cuya terapéutica y cuidados es responsabilidad del afectado y su familia, siendo de vital importancia la educación terapéutica; es por ello que se realizó una revisión de la literatura relacionada con esta temática, en la cual se consultaron 8 referencias bibliográficas donde se abordan aspectos como antecedentes históricos, la educación terapéutica como pilar del tratamiento, formas o tipos, contenido del programa educativo, metas de aprendizaje e impacto social de la educación terapéutica, entre otros.


    Palabras Claves: Diabetes Mellitus; Educación Terapéutica; Familia.



    ABSTRACT


    Diabetes Mellitus is a chronic pathology that requires lifelong treatment, whose therapy and care is the responsibility of the affected person and his family, being of the utmost importance therapeutic education; that is why a review of the literature related to this topic was carried out, in which 8 bibliographical references were consulted where aspects such as historical background, therapeutic education as a pillar of treatment, forms or types, content of the educational program, goals are addressed. of learning and social impact of therapeutic education, among others.


    Key words: Diabetes Mellitus; Therapeutic Education; Family.



    Introducción.


    La diabetes mellitus (DM), enfermedad descrita por primera vez en el Papiro de Ebers (1550 a.n.e.), es una de las patologías crónicas con mayor impacto en la calidad de vida de la población mundial y constituye un creciente problema de salud; pertenece al grupo de entidades clínicas que producen invalidez física por sus variadas complicaciones multiorgánicas, con un incremento indudable de la morbilidad y mortalidad en los últimos años, independientemente de las circunstancias sociales, culturales y económicas de los países.

    En los inicios del presente siglo las cifras eran aproximadamente de 150 millones de personas afectadas: una verdadera pandemia; en el 2010 la cifra ascendió a 225-230 millones, e incluso se espera que afecte a 380 millones para el 2025 y alcance la cantidad de 438 millones para el 2030. También se estima un aumento mayor en la población de 45 a 64 años en los países del tercer mundo (Pérez, Berenguer, Inclán, Daical, & Enrique, 2018)

    La diabetes mellitus es el trastorno endocrino más común que existe, pues afecta entre 2 y 6 % de la población mundial. En España se señala una prevalencia del 5%, mientras que en Estados Unidos de Norteamérica afecta a 12 % de los adultos de 40 -74 años. Se estima que existe una gran cantidad de afectados que se desconoce. Del total de personas con Diabetes el 10% corresponden al tipo 1 y el 90 % al tipo 2. (Rodríguez, Barrios, Monier, Berenguer, & Martínez, 2009)


    En relación con la mortalidad en 2014 ocurrieron 4,9 millones de defunciones, y el gasto por este padecimiento alcanzó los 612.000 millones de dólares. En México es la primera causa de mortalidad y en Cuba en 2010 ocupó el octavo lugar entre las principales causas de muerte, con una tasa bruta de mortalidad de 23,5 por cada 100 000 habitantes. (Avalos, López, Morales, Priego, Garrido, & Cargill, 2017), (Pérez & Berenguer, Algunas consideraciones sobre la diabetes mellitus y su control en el nivel primario de salud, 2015)


    Numerosas investigaciones ponen de relieve claramente que es posible, mediante un adecuado tratamiento, retrasar o incluso prevenir las complicaciones a largo plazo de la enfermedad, siendo uno de los pilares esenciales la educación diabetológica, considerada la piedra angular para el control de estos pacientes, ya que la diabetes mellitus es una entidad nosológica que exige una mayor participación por parte del enfermo, pero esta participación será poco probable si antes no se ha cumplido todo un proceso educacional, encaminado a lograr un estilo de vida propio de la condición diabética. (Rodríguez, Barrios, Monier, Berenguer, & Martínez, 2009)


    Antecedentes Históricos de la Educación En Diabetes


    La educación en diabetes en los países desarrollados, se le comienza a dar importancia en el año 2014, siendo el Dr. Elliot Joslin quien hace referencia sobre la importancia de la formación de enfermeras especializadas en la educación. Luego con la llegada de la insulina el asesoramiento en la atención clínica fue de gran aporte para personas con diabetes tipo 1, ya que entregaban educación en las escuelas, en las casas y a las familias de estos jóvenes. Posteriormente, en los años 50, con la aparición e incremento de la diabetes tipo 2 y la evolución de los tratamientos como hipoglucemiantes orales exigían metas concretas de educación y un mejor control para los pacientes.



    En los años 70 se incorporó la educación formal para educadores en diabetes. La


    publicación de los estudios UKPDS (UK Prospective Diabetes Study) y DCCT (Diabetes and Control Diabetes Trial) en los años 90, cambió el enfoque de la atención del paciente con diabetes, demostrando la necesidad y beneficio de los tratamientos intensificados, lo que hizo cobrar un rol muy importante la educación en diabetes. (Hevia, 2016)


    Educación Terapeútica: Uno de los Pilares del Tratamiento


    García en su artículo titulado: La educación a personas con diabetes mellitus en la atención primaria de salud, conceptualizó que “educar al paciente es habilitarlo con los conocimientos y destrezas necesarias para afrontar las exigencias del tratamiento, así como promover en él las motivaciones y los sentimientos de seguridad y responsabilidad para cuidar diariamente de su control, sin afectar su autoestima y bienestar general. Los objetivos de la educación terapéutica son, de manera general, asegurar que el paciente y su familiar allegado reciban una adecuada educación como parte de su tratamiento”.

    Parcial a corto plazo: aumentar los conocimientos y desarrollar las destrezas necesarias para:


Los servicios de salud públicos y privados deben entregar programas de educación en diabetes desde que el paciente ha sido diagnosticado con esta patología. La finalidad es que el paciente logre obtener y mantener conductas que lleven a un óptimo manejo de la vida con la enfermedad y lograr un control metabólico lo más cercano a lo normal. Las personas con diabetes deben adquirir conocimientos y desarrollar destrezas, además tomar diariamente decisiones relativas a modificar su estilo de vida y todos los escenarios pueden ser una buena instancia adquirirlos.

La Asociación Americana de Educadores en Diabetes (AADE) propone 7 conductas de autocuidado para las personas con diabetes:

1.- Comer sano


2.- Ser físicamente activo



3.- Monitorización


4.- Toma de medicamentos 5.- Resolución de problemas 6.- Resolución de riesgos

7.-Afrontamiento saludable (Pilar Hervia, 2016)


Para lograr esas conductas es necesario integrar las necesidades, motivaciones, objetivos, experiencias de vida y participación de las personas con DM, así como los saberes de las instituciones y de la población, guiado por evidencias científicas.

El proceso educativo en DM está dirigido a facilitar el conocimiento y las habilidades en relación con prácticas corporales, dietéticas, terapéuticas y otras realizadas por la persona con DM, que le permitan tomar decisiones acertadas en términos de su salud, mejorar el control metabólico y preservar o mejorar la calidad de vida, a través de costos razonables. (Ledón, 2014)

En los últimos años han variado las características, contenidos y metodología docente de la educación terapéutica, especialmente desde que se cambió el enfoque anterior, centrado en la enfermedad, para realizar un enfoque centrado en el paciente, dirigiendo los objetivos a las necesidades individuales de la persona diabética. (Ezkurra, 2016)

La educación terapéutica no puede reducirse a la primera fase informativa, sino que debe ser continua para promover habilidades y conductas adecuadas, así como para alcanzar una correcta adhesión al tratamiento, y para lograrlo son de indudable importancia las actividades grupales sistemáticas que faciliten el intercambio de experiencias entre los pacientes, el apoyo mutuo y la motivación en el seguimiento de las medidas terapéuticas.

Existen tres formas de educar y adiestrar al paciente diabético:




Métodos y Técnicas.


Es importante para aplicar determinados métodos y técnicas tener en cuenta el sexo, la edad, el grado de escolaridad, el tipo y tiempo de evolución de la DM, así como la presencia o no de complicaciones, pues, estos aspectos, influyen en el proceso de aprendizaje, y plantean necesidades educativas particulares a considerar en la educación individual y al formar los grupos de actividades educativas colectivas.

En el nivel primario de atención como contexto ideal, están dadas las condiciones para el proceso de educación continuada de la persona con DM tipo 2, para influir en los cambios de conducta y lograr un estilo de vida propio de la condición diabética.

En todos los casos, nadie mejor que la persona con DM para iniciar la discusión desde sus propias percepciones, sus inquietudes, sus necesidades reales y sentidas, y sus vivencias. Entonces, más eficaz que la clase para brindar información teórica, son las técnicas de participación que enfrentan a los participantes con situaciones o inquietudes del diario vivir con la DM, le ayudan a identificar el problema y a buscar las posibles vías de solucionarlo, partiendo del conocimiento previo y la experiencia cotidiana, compartiendo opiniones y criterios los unos con los otros.

El personal de salud siempre observará y escuchará antes de opinar. Luego pondrá, al servicio del paciente, sus conocimientos sobre el tema para encauzar las inquietudes por el único camino eficaz: que la persona identifique su problema, busque alternativas de solución, desarrolle destrezas para afrontarlas y tome decisiones adecuadas ante las diferentes situaciones.

Esta toma de decisiones puede ser en pequeños grupos o personalmente, siempre se llevará la situación discutida a un enfoque práctico y positivo. Si los participantes plantean temor por la amputación, la discusión se centrará en cómo cuidar los pies para evitar esta complicación. Ante la preocupación por cualquier complicación posible en el futuro, se desarrollarán destrezas y sentimientos de seguridad en el buen control metabólico con el mensaje de que ocuparse del control metabólico hoy garantiza su mañana.

En todo momento se utilizará un lenguaje sencillo, preciso y concreto. Expresiones técnicas como la glucosa sobrepasó el umbral renal, o imprecisas como hay que cuidarse los pies, no surten el efecto deseado, porque no se entienden o porque no se sabe qué hacer con ellas. Mucho más eficaces resultan expresiones concretas como hay tanta glucosa en la sangre que pasa al riñón y empieza a expulsarse por la orina, o los pies deben lavarse diariamente con agua tibia, o seque bien entre los dedos para evitar los hongos, o ante cualquier rasguño, enrojecimiento o alteración en los pies, no pierda tiempo acuda a su médico.

Al terminar cada sesión educativa deben quedar bien claras y definidas las orientaciones concretas y prácticas sobre qué hacer, por qué y cómo hacer ante las diferentes exigencias del cuidado diario, siempre recordando que, en materia de educación, es mejor convencer que vencer.


Evaluación de la Actividad Educativa


La evaluación de la actividad educativa debe ser de manera continuada, y plasmarse en la historia clínica de cada paciente sus principales resultados, así como las necesidades educativas que permanecen, teniendo en cuenta las diferentes metas educacionales.

    1. Al inicio del proceso educativo. Es aquí donde se realiza el diagnóstico del grado de educación terapéutica del paciente. Para cumplimentar el mismo se tendrán en cuenta los datos de su historia clínica, su estado de salud actual, y los antecedentes de educación sobre la enfermedad. De igual forma se precisará, el grado de conocimientos y destrezas en las técnicas de autocontrol, de adhesión al tratamiento, las limitaciones (reales y sentidas) para la adhesión al mismo, las barreras percibidas con respecto a la enfermedad, y la identificación de las posibles redes de apoyo social que favorezcan el proceso educativo.

2. Evaluación continuada. En cada sesión se hará el análisis de los conocimientos y destrezas desarrolladas desde el último encuentro, la percepción del paciente sobre la enfermedad y las exigencias del tratamiento, el grado de adhesión al tratamiento, así como las dificultades actuales ante los diferentes aspectos del tratamiento o ante cualquier dificultad que se presente. (García & Suárez, 2017)



El Educador en Diabetes


El educador en diabetes es el profesional de la salud que tiene la experiencia del cuidado de pacientes con esta patología y que ha alcanzado un nivel adecuado de conocimientos y destrezas en aspectos sociales, de comunicación, conserjería y educación.

El papel del educador en diabetes puede ser asumido por profesionales de muchas disciplinas de la salud, pueden ser enfermeras, nutricionistas y médicos, además de técnicos en enfermería, psicólogos, kinesiólogos, etc. Este profesional conoce el proceso de enseñanza aprendizaje y entiende y demuestra el impacto de la educación en cambios de estilo de vida y cambios conductuales para un mejor autocuidado.


Impacto de la Educación Terapéutica en Diabetes


Son múltiples los beneficios sociales de la educación terapéutica, los cuales están dado por cambios favorables en el estilo de vida en relación con la dieta, la realización de ejercicios físicos, el abandono del hábito de fumar y de la ingestión de bebidas alcohólicas, así como el incremento de la cultura sanitaria a las personas con diabetes, individuos en riesgo y población en general; previene o retrasa las complicaciones a largo plazo en los afectados lo que conlleva a elevar la esperanza de vida de estas personas, también proporciona mejor control metabólico y cambios positivos en los principales indicadores clínicos (reducción del peso corporal en los sobrepesos u obesos y reducción de la tensión arterial); reduce los ingresos hospitalarios con la consiguiente disminución de los costos que esto implica (en alimentación, medicamentos, pérdidas de días laborables, entre otros); mejora la economía del paciente y de su familia (se reducen los gastos empleados en la adquisición de medicamentos); aumenta el nivel de conocimientos, destrezas y habilidades para poder convivir con su enfermedad, mejorando la calidad de vida de estas personas.


Estos procesos educativos capacitan a las personas enfermas que las cuáles se convierten en promotores de salud, brindando educación sanitaria a su familia, que constituye un grupo de riesgo, y a la comunidad en general. (Rodríguez, Barrios, Monier, Berenguer, & Martínez, 2009)


Conclusiones.


La educación terapéutica en Diabetes Mellitus ha devenido en la piedra angular del tratamiento, pues es el propio involucrado y su familia los encargados cumplir con la dieta, los ejercicios físicos y el tratamiento farmacológico (antidiabéticos orales y/o insulina), así como los demás cuidados que exige su condición de salud para lograr un control metabólico adecuado que le permita prevenir o retrasar las complicaciones de la enfermedad.


Referencias Bibliográficas


Avalos, M., López, C., Morales, M., Priego, H., Garrido, S., & Cargill, N. (2017). Calidad en el control de la diabetes mellitus en unidades de atención primaria de México. Un estudio desde la perspectiva de la familia de los pacientes. Atención Primaria , 21-27.


Ezkurra, P. (2016). Guía de actualización en Diabetes mellitus tipo 2. Recuperado el 09 de Septiembre de 2018, de Fundación redGDPS: http://www.redgdps.org/gestor/upload/GUIA2016/Guia_Actualizacion_2016v2.pdf


García, R., & Suárez, R. (2017). La educación a personas con diabetes mellitus en la atención primaria de salud. Revista Cubana de Endocrinología; 18(1) .


Hevia, P. (2016). Educación en Diabetes. Revista Médica Clínica Las Condes , 271-276.


Ledón, L. (2014). La comunicación en el campo de la diabetes mellitus, algunas pautas para su acción efectiva. Revista Cubana de Endocrinología; 25(2) .




Pérez, A., & Berenguer, M. (2015). Algunas consideraciones sobre la diabetes mellitus y su control en el nivel primario de salud. MEDISAN; 19(3) .


Pérez, A., Berenguer, M., Inclán, A., Daical, Y., & Enrique, D. (2018). Capacitación sobre diabetes mellitus a familiares de personas afectadas de un consejo popular. MEDISAN; 22(3) .


Rodríguez, A., Barrios, Y., Monier, A., Berenguer, M., & Martínez, I. (2009). Repercusión social de la educación diabetológica en personas con diabetes mellitus. MEDISAN; 13(4) .