María Salomé Medina Medina a; Ginger Alexandra Macías Corral b; Alexander
David Burgos Campuzano c; María Monserrate Ganchozo Pincay d
Estudio de líquido amniótico como signo vital en el desarrollo del embarazo
Study of amnitic liquid as
a vital sign in the development
of pregnancy
Revista Científica
Mundo de la Investigación
y el Conocimiento.
Vol. 3 núm.3, septiembre,
ISSN: 2588-073X, 2019, pp. 392-409
DOI: 10.26820/recimundo/3.(3).septiembre.2019.392-409
URL: http://recimundo.com/index.php/es/article/view/527
Código UNESCO: 3205 Medicina Interna
Tipo de Investigación: Artículo de Revisión
Editorial Saberes del
Conocimiento
Recibido: 15/05/2019 Aceptado: 23/06/2019 Publicado:
30/09/2019
Correspondencia: bunnyraven@hotmail.com
a. Médico; Investigador Independiente; Guayaquil, Ecuador; bunnyraven@hotmail.com
b. Médico; Investigador Independiente; Guayaquil, Ecuador; ginger.ale.mac@gmail.com
c. Médico; Investigador Independiente; Guayaquil, Ecuador; davlex6969@gmail.com
d. Médico; Investigador Independiente; Guayaquil, Ecuador; gp_mayte@hotmail.com
RESUMEN
El líquido amniótico, que
alguna vez se pensó que
simplemente proporcionaba protección y
espacio para el movimiento y el crecimiento necesarios para el feto, ahora se entiende como un
sistema altamente complejo y dinámico que se estudia como un punto de datos para
interpretar el bienestar fetal. La evaluación del volumen de líquido amniótico ahora
es rutinaria cuando se realiza una evaluación ecográfica del estado fetal y es una consideración importante en la evaluación
y
el manejo de la morbilidad y mortalidad
perinatal.
En
siguiente trabajo
investigativo se abordará temas relacionados
con la dinámica que afecta el volumen de
líquido amniótico, los métodos para medir y
cuantificar el volumen, las definiciones de los datos normativos relacionados con los resultados neonatales y la orientación basada en la evidencia
sobre el trabajo y las opciones de manejo para oligohidramnios y polihidramnios en embarazos
únicos y gemelos. Con la finalidad de brindar conocimientos acerca de este tema y tener un
mayor control cuando existen anormalidades en el líquido, para
de tal manera, iniciar estudios adecuados que ayuden a descubrir la etiología subyacente, ya que, los resultados fetales adversos a
veces se asocian
con estas variaciones
de la normalidad.
Palabras
Claves: Líquido
Amniótico; Embarazo;
Estudio; Oligohidramnios; Polihidramnios.
ABSTRACT
Amniotic fluid, which will once be seen to simply provide protection and space for movement and growth necessary for the fetus, is now understood as a highly complex and dynamic system
that is studied as a data point to interpret fetal well-being. The evaluation of the volume of amniotic fluid is
now routine when an ultrasound evaluation
of the fetal state
is performed and is an important evaluation
in the evaluation and management
of perinatal morbidity and mortality.
The following research paper will address issues related to the dynamics that affect the volume
of amniotic fluid,
the methods for measuring and quantifying the volume, the connections of normative data related to neonatal outcomes and the evidence-based guidance on the work and management options for oligohydramnios and polyhydramnios in single and twin pregnancies. In order
to
provide
knowledge about
this issue
and have
greater
control
when there
are
abnormalities
in the fluid, to thereby initiate specific studies that help discover the underlying etiology, since adverse fetal outcomes are sometimes associated with these variations of normality.
Key
Words:
Amniotic Fluid; Pregnancy; Study; Oligohydramnios; Polyhydramnios.
Introducción.
Las variaciones
en el volumen de líquido amniótico pueden afectar al feto. Al comienzo
del
embarazo, los factores que afectan el volumen de líquido amniótico no se conoce bien. Se
sabe que la osmolalidad del líquido amniótico y el plasma
materno son los mismos, lo que
sugiere que el
líquido
es
un trasudado del plasma materno a través de la superficie placentaria o a
través de la piel
fetal.
El autor (Beall, 2007) en su estudio expresa que la
piel fetal no está queratinizada hasta la semana
22-25, lo que le permite actuar como una membrana a través de la cual puede pasar fácilmente el líquido amniótico. Más allá de las 24 semanas, las superficies en la boca y la nariz
pueden actuar para
intercambiar líquido, pero esto no se considera una
fuente importante de
regulación en el volumen de líquido amniótico.
Las principales vías que
afectan líquido amniótico en la segunda
mitad del embarazo son la excreción pulmonar, la
producción de orina
fetal, la deglución fetal, el movimiento
intramembranoso entre la sangre fetal y la placenta y el movimiento transmembranoso a través del
amnios y el corion.
(Brace & Wolf,
2006)
Una fuente fundamental del líquido amniótico es el sistema
renal fetal. Esto se evidencia
por la falta casi completa de líquido amniótico en fetos con agenesia renal. La evidencia de
un sistema renal funcional comienza por primera vez alrededor de
las 8–11 semanas cuando
inicialmente se observa orina
en
la vejiga fetal. Se cree que la orina diluida que se produce causa
la caída observada en la osmolalidad y la concentración de sodio en el líquido amniótico que persiste
hasta el parto. A medida
que avanza
el
embarazo, se observan subproductos urinarios de
dos o tres veces la concentración encontrada en el plasma
fetal. (Gillibrand,
2015)
Al igual que la agenesia renal asociada con un bajo nivel de líquido amniótico, la
interrupción en
la deglución
fetal se asocia con
un exceso de volumen
de líquido amniótico.
El feto humano demuestra
la deglución al mismo tiempo que
comienza la producción de orina. Los autores (Modena & Fieni, 2004) expresan que la cantidad de líquido amniótico ingerida
diariamente en la gestación tardía está correlacionada con el volumen de líquido amniótico, lo que sugiere
que el feto puede reaccionar e intentar regular su entorno
de líquido amniótico. Sin embargo,
no se
cree que sea un regulador importante
de volumen de líquido amniótico, aunque el
feto puede modular la deglución.
La necesidad de
estudiar más a
fondo el liquido amniótico durante el embarazo, conlleva al autor a desarrollar una investigación que brinde a los lectores información relevante para
dar
a entender estos temas.
Métodos y materiales.
Para el desarrollo de este proceso investigativo, se plantea como metodología la
encaminada hacia una orientación científica particular que se
encuentra determinada por
la necesidad de indagar en forma precisa y coherente una situación, en tal sentido (Davila,
2015) define la metodología “como aquellos pasos previos que son seleccionados
por el investigador
para lograr resultados
favorables que le ayuden a
plantear nuevas
ideas”.(p.66)
Lo
citado por el autor, lleva
a entender que el desarrollo de
la acción investigativa
busca simplemente coordinar acciones enmarcadas en una
revisión bibliográfica con el fin de complementar ideas previas relacionados al estudio del Líquido amniótico como signo vital en el desarrollo del embarazoa través de una revisión de literatura, para así finalmente elaborar un cuerpo de consideraciones generales que ayuden a ampliar el interés propuesto.
Tipo de Investigación
Dentro de toda
práctica investigativa, se precisan acciones
de carácter metodológico mediante las cuales, se logra conocer y proyectar los eventos posibles
que la determinan, así
como las características que
hacen del acto científico un proceso interactivo ajustado a una realidad posible de
ser interpretada. En este
sentido, se
puede decir, que
la presente investigación corresponde
al
tipo documental, definido
por Castro (2016),
“se ocupa del estudio de
problemas planteados a nivel teórico, la información requerida para
abordarlos se encuentra básicamente en materiales impresos, audiovisuales y /o electrónicos”.
(p.41).
En consideración a esta definición, la orientación metodológica permitió la oportunidad de cumplir con una serie de actividades inherentes a la revisión y lectura de diversos documentos
donde se encontraron ideas explicitas relacionadas con los tópicos encargados de
identificar a cada característica insertada en el estudio. Por lo tanto, se realizaron
continuas interpretaciones
con
el claro
propósito de revisar aquellas apreciaciones o investigaciones propuestas por diferentes investigadores relacionadas con el tema de interés, para
luego dar la respectiva
argumentación a los
planteamientos, en
función a las necesidades encontradas en
la indagación.
Fuentes Documentales
El análisis correspondiente a las
características que
predomina en el tema seleccionado, llevan a incluir diferentes fuentes documentales encargadas de darle el respectivo apoyo y en ese sentido cumplir con la valoración de los hechos a
fin de generar nuevos criterios que
sirven de referencia a otros procesos investigativos. Para (CASTRO, 2016) las fuentes documentales incorporadas en la investigación documental o bibliográfica, “representa la suma de materiales
sistemáticos que son revisados en forma rigurosa y profunda
para llegar a un análisis del fenómeno”.(p.41). Por lo tanto, se procedió a cumplir con la realización de una lectura previa
determinada para encontrar aquellos aspectos estrechamente vinculados con el tema, con el fin de explicar mediante un desarrollo
las respectivas apreciaciones generales de importancia.
Técnicas para la Recolección
de la Información
La
conducción de la investigación para ser realizada en función a las particularidades que determinan a
los estudios documentales, tiene como fin el desarrollo de
un conjunto de acciones
encargadas de llevar a la selección de técnicas estrechamente vinculadas con las características del estudio. En tal sentido, (Bolívar, 2015), refiere, que es “una técnica particular para aportar
ayuda a los procedimientos de selección de las
ideas
primarias y secundarias”.
(p. 71).
Por
ello, se procedió a la
utilización del subrayado, resúmenes, fichaje, como parte básica para la revisión y selección de los documentos
que presentan el contenido teórico. Es decir, que
mediante la aplicación de
estas técnicas se
pudo llegar
a recoger
informaciones en cuanto a la revisión bibliográfica de
los diversos elementos encargados de
orientar el proceso de investigación. Tal como lo expresa, (Bolívar,
2015) “las técnicas documentales proporcionan
las herramientas esenciales y determinantes para responder a los objetivos
formulados y llegar a resultados efectivos” (p. 58). Es decir, para responder con eficiencia
a las necesidades
investigativas, se introdujeron como técnica de recolección el método inductivo,
que hizo posible
llevar a cabo una valoración de los hechos de forma particular para llegar a la explicación desde
una visión general.
Asimismo, se emplearon las técnicas de análisis de información para la realización de la
investigación que fue
ejecutada bajo la
dinámica de aplicar
diversos elementos encargados de determinar el camino a
recorrer por el estudio, según, (Bolívar, 2015) las técnicas de procesamiento de datos en los estudios documentales “son las encargadas de
ofrecer al
investigador la visión o pasos que debe cumplir durante
su ejercicio, cada una de ellas debe estar en correspondencia con el nivel a emplear” (p. 123). Esto indica, que para
llevar a cabo el procesamiento de los datos obtenidos una vez aplicado las técnicas seleccionadas, tales como: fichas de resumen, textual, registros descriptivos
entre otros, los mismos se deben ajustar al nivel
que ha sido seleccionado.
Resultados.
Métodos para cuantificar
el líquido amniótico
La medición del volumen de
líquido amniótico se puede
hacer
directa,
indirectamente o estimarse ecográficamente. La medición directa se realiza en el momento de la cesárea
o la histerotomía uterina. La medición indirecta se realiza mediante
amniocentesis
mediante técnicas
de dilución de tinte (Horsager & Nathan, 2014). Se ha demostrado que la dilución de
colorante con
para-amino
hipurato representa el volumen
de líquido amniótico real obtenido
por medición directa en el momento del parto por cesárea. Debido a que estas técnicas para medir el volumen
de líquido amniótico son lentas, invasivas y pueden requerir apoyo de laboratorio,
los volúmenes de líquido amniótico generalmente se estiman por ultrasonido. La resonancia magnética (MRI)
.
Existen cuatro métodos de evaluación ecográfica
del volumen de líquido amniótico:
evaluación subjetiva, medición 2 × 2, bolsillo único más profundo (SDP), que también se conoce como bolsillo vertical máximo (MVP)
e índice de líquido amniótico (AFI), según sus siglas en
ingles.
Las ventajas de
las estimaciones ecográficas es que
son simples de realizar, fáciles de enseñar a residentes, parteras y enfermeras, y
son reproducibles. La desventaja es que los
sonogramas son representaciones bidimensionales de una estructura tridimensional compleja con
un impacto limitado en el resultado clínico. La
reproducibilidad de estas mediciones fue demostrada
por
(Magann, 2007) comparando las cuatro mediciones en embarazos únicos con la técnica
de dilución de tinte en diferentes experiencias de operador. La precisión de las
estimaciones subjetivas osciló entre 65 y
70%
y la precisión de las tres estimaciones ecográficas fue
similar, oscilando entre
59
y 67%. Estos fueron
similares en
toda la experiencia del
operador. De manera alarmante,
ninguna de las
técnicas identificó consistentemente el volumen
de líquido amniótico anormales (oligohidramnios y polihidramnios). La precisión en embarazos
gemelares en un estudio similar fue aún más sombría, con
un rango
de 7 a 29%.
Modificación de la cuantificación
por ultrasonido
El uso de color Doppler se ha agregado como un medio para identificar el cordón
umbilical en el líquido amniótico en un esfuerzo por diagnosticar mejor el oligohramnios. Sin embargo, no se ha demostrado que ayude en la identificación
de embarazos con resultados adversos. Utilizando el volumen de
líquido amniótico determinado por colorante como punto de referencia, (Magann, 2007) comparó la ecografía en escala
de grises con la ecografía en color Doppler y descubrieron que Doppler no solo diagnosticaba en exceso el oligohidramnios, sino que etiquetaba al 37% de las mujeres con el volumen de líquido amniótico normal con oligohidramnios. No se recomienda el uso de color Doppler al evaluar el volumen de líquido amniótico.
El autor (Sahin, 2003) intentó aplicar el método Cavalieri, una estimación matemática de volúmenes, para estimar el volumen de líquido amniótico mediante
imágenes
de ultrasonido. Sus resultados se correlacionaron con mediciones concurrentes de AFI, y aunque esta es una teoría
prometedora, es complicada de realizar y no se ha correlacionado con el resultado del embarazo
o al volumen de líquido
amniótico medido directamente.
La
tecnología de
ultrasonido 3D ha encontrado relevancia en la
evaluación del feto; sin
embargo, aún no ha encontrado relevancia en la evaluación del líquido amniótico. Solo
ha habido un intento de evaluar el volumen de líquido amniótico del tercer trimestre con ecografía
3D (Bromley, Shipp, & Benacerraf, 2007). Los autores de
ese
estudio concluyeron
que los conjuntos de datos de
volumen 3D son confiables para determinar volumen de líquido amniótico, sin
embargo, el ecografista
determinó subjetivamente el volumen de
líquido amniótico basándose en
adquisiciones de cinco volúmenes y en comparación con el valor obtenido durante la ecografía 2D; no hubo intento de calcular un volumen basado en un estándar de oro. Curiosamente, en el primer trimestre, se han desarrollado tablas de crecimiento para el volumen del saco gestacional
y el volumen embrionario, cuya relación se correlaciona positivamente con la edad gestacional. (Rousian & Koning, 2011). Todavía no se han desarrollado aplicaciones clínicas para estos datos, pero
se están investigando embarazos tempranos normales versus anormales para determinar
si estos parámetros pueden ayudar
a predecir resultados adversos tempranos como el aborto espontáneo.
Volumen normal
El volumen de líquido amniótico se ha definido de ambas maneras. Los percentiles 5 y 95 se han definido para AFI, SDP, el bolsillo de 2 diámetros y las técnicas dirigidas por colorantes a
través de las edades gestacionales, ya que se ha encontrado que los niveles de líquidos varían significativamente durante el embarazo. El autor (Queenan, 2024) desarrollo nomogramas para el líquido amniótico en embarazos normales por métodos determinados
por el tinte, mientras que
(Moore & Cayle, 2011)
por AFI, y (Brace & Wolf, 2006)
por dilución de tinte y medición directa; mientras que (Magann, 2007) por dilución de tinte, medición directa y estimación
ecográfica. Vale la pena señalar que, aunque para fines de diagnóstico se utiliza un único
conjunto de
valores de corte para
volúmenes anormales
de líquido
amniótico
durante el
embarazo, los valores
reales varían cada semana.
Figura
Nº1: Comparación
de los volúmenes normales
de líquido amniótico (colorante
determinado o medido directamente)
a través
de la gestación
Fuentes: (Magann, 2007)
(Brace & Wolf, 2006) (Queenan, 2024).
En la figura Nº1 se observan, dos estudios que mostraron
que el volumen de
líquido amniótico aumenta de manera constante en la gestación temprana y
permanece relativamente
estable entre las 22 y
38 semanas, luego disminuye hasta el parto. El tercer nomograma encontró que el volumen de líquido amniótico continúa aumentando durante la gestación con un volumen
medio de aproximadamente 800 ml a término. La Tabla 1 muestra referencias típicas para rangos normales
de volumen de líquido
amniótico en base a estimaciones ecográficas.
Tabla Nº1. Valores normales de las
estimaciones de líquido amniótico
ESTIMACIÓN DE ULTRASONIDO |
OLIGOHIDRAMNIOS |
VALORES NORMALES |
POLIHIDRAMNIOS |
AFI |
< 5 cm |
5–25 cm |
> 25 cm |
SDP |
< 2 cm |
2–8 cm |
> 8 cm |
Bolsillo de 2 diámetros |
< 4 cm |
4–50 cm |
> 50 cm |
Fuente: (Magann, 2007).
Los autores (Moore &
Cayle, 2011) descubrieron que los límites externos de AFI en término normal y
embarazos posteriores a la fecha (percentiles 5º y 95º) eran 6,8–19,6 cm y 6,7–
17,4 cm respectivamente en un estudio de 791 embarazos normales. Sin embargo (Magann,
2007) estableció los percentiles 5º-95º respectivamente como 4.2–14.9 cm para el AFI
a la
edad gestacional 37–41 semanas. El percentil 5º-95º fue de 2,3 a 6 cm para SDP, y de 4,6 a 38,3 cm
para bolsillo de 2
dimensiones en
el mismo estudio.
Un estudio de más de 15,000 pacientes realizado por (Shanks, Tuuli, & Schaecher, 2011) mostraron que un AFI
inferior al 5 ° percentil versus un límite de 5 cm predice mejor a los fetos
en
riesgo de ingreso en cuidados intensivos
neonatales (UCIN), aunque
este estudio ha sido criticado por su diseño retrospectivo y
el
período de tiempo variable entre el momento de la medición que se obtuvo
y el tiempo de entrega. Además, una investigación de 291 embarazos con el volumen de líquido amniótico determinados por colorantes, se evaluaron
los percentiles 3 y 5 del AFI para determinar si alguno de estos percentiles fue superior al corte fijo de <5 para que el AFI detecte los 75 embarazos con oligohidramnios descubrió que tanto los percentiles (3º
y 5º) como el límite fijo (<5) identificaron mal oligohidramnios, pero ninguno era superior al otro. (Magann, 2007)
Oligohidramnios
El oligohidramnios
se
ha definido como el volumen de líquido amniótico que es inferior a
200
ml o 500 ml (Dildy, Lira, &
Moise, 2012). Por técnicas de ultrasonido, se ha estimado como un
SDP menor de 2 cm, AFI
menor de 5 cm o un AFI
que está por debajo del percentil 5 para la
edad gestacional, o un volumen de líquido amniótico subjetivamente bajo. El líquido límite se ha definido como un AFI
entre 5–8 cm o 5–10 cm y se ha asociado con malformaciones fetales si se diagnostica a las
24–34 semanas.
El bajo nivel de líquido amniótico puede deberse a una baja producción, pérdida o puede
ser
idiopático. La producción insuficiente puede ser el resultado de riñones ausentes o disfuncionales, obstrucción del tracto urinario,
función
placentaria anormal o deshidratación materna. La pérdida se
debe
a la ruptura de membranas. La evaluación adecuada
para
este signo vital anormal es la revisión de la historia materna, la
evaluación de
la evidencia de
rotura de la membrana, la evaluación anatómica del sistema renal y
la vejiga, y
la evaluación de la función
placentaria y el crecimiento fetal.
Independientemente de la
etiología, los
fetos en embarazos complicados por
oligohidramnios
tienen un mayor riesgo
de
resultados
adversos
en forma
de accidentes de cordón. El oligohidramnios / anhidramnios también puede
provocar hipoplasia
pulmonar fetal, malformaciones y contractura si
es lo suficientemente grave y persistente. (Oyelese,
2012)
En
un estudio realizado por (Casey, McIntire, & Bloom, 2013) donde se evaluó el oligohidramnios retrospectivamente
en
7582 fetos en embarazos de
alto riesgo con anatomía
normal. La mortalidad perinatal fue
de 11% en estos embarazos versus 0.2% en embarazos con
líquido normal basado en SDP. El
líquido
límite de SDP 1–2 cm se asoció con una mayor
mortalidad al 3,7%. La morbilidad como el parto por cesárea, los patrones de frecuencia cardíaca
fetal no tranquilizadores, el ingreso a la UCIN y
la aspiración de meconio también aumentan en
los embarazos complicados
por oligohidramnios.
Polihidramnios
El polihidramnios se han definido como el volumen de
líquido amniótico de
más de 2000 ml. Por técnicas de ultrasonido, se ha estimado como un SDP mayor de 8 cm,
AFI
mayor de 24
cm
o 25 cm o superior al percentil 95 para la edad gestacional, o un AFV subjetivamente alto.
(Phelan & Ahn, 2000)
La elevación del líquido amniótico puede
deberse
a una disminución de la absorción, la sobreproducción o ser idiopática. La disminución de la absorción generalmente resulta de una
falla en la deglución
fetal por etiologías como
atresia traqueal, obstrucción traqueal o intestinal,
o anormalidades neurológicas como la anencefalia. Las anormalidades cromosómicas no inmunes y diabetes también son razones reconocidas para polihidramnios. El síndrome
de transfusión gemelo a gemelo (TTTS), otro origen de hidramnios, será
cubierto en otra parte. La evaluación adecuada para este signo vital anormal es la
revisión de
la historia materna, la posible repetición
de la prueba de glucosa de 75 g, la evaluación anatómica del feto y la evaluación del crecimiento
fetal. (Phelan & Ahn, 2000)
Los
estudios más antiguos
de embarazos con
polihidramnios
muestran una asociación con macrosomía,
parto prematuro, parto
por cesárea, pruebas no reactivas sin estrés, morbilidad perinatal y anomalías congénitas. Estudios más recientes son contradictorios.
Se informan constantemente tasas crecientes de
malformaciones congénitas; sin embargo, la morbilidad y mortalidad perinatal varían,
posiblemente debido
a la naturaleza retrospectiva
de algunos estudios y
posiblemente debido a mejoras en el manejo de las condiciones subyacentes para
polihidramnios.
Conclusiones.
Durante el desarrollo de la investigación se observó que el líquido amniótico es un sistema altamente complejo y dinámico que debe utilizarse en la interpretación del bienestar
fetal. La evaluación rutinaria
del volumen de líquido amniótico se ha convertido en algo común
con la ecografía y existen
muchas opciones para su estimación.
De
esta manera los profesionales deben estar familiarizados con todos los métodos anteriores, pero elegir un método para evaluar a sus pacientes, conociendo las fortalezas y limitaciones de cada uno. Y tomar en consideración de que cuando existen anomalías en el
líquido, se debe iniciar un estudio adecuado para descubrir la etiología subyacente,
ya que los resultados
fetales adversos
a veces
se
asocian con estas variaciones
de la normalidad.
Las opciones de gestión deben estar
relacionadas con
la
causa, si se
descubren. El objetivo final del
momento adecuado
del parto
al tiempo que
se reduce la morbilidad y mortalidad concurrentes puede
ser un desafío, pero la investigación continua
en
este campo sin
duda continuará elevando
la práctica clínica de este
objetivo.
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