Yessenia Isabel Sarchi Guayasamin a; Olmedo Xavier Ruiz Lara b; Paulina
Elizabeth Durán Mora c; Jessica Karina Herrera Jaramillo d
Limpiezas quirúrgicas en pacientes quemados
Surgical cleanings
in burned patients
Revista Científica
Mundo de la Investigación
y el Conocimiento.
Vol. 3 núm.3, septiembre,
ISSN: 2588-073X, 2019, pp. 1303-1326
DOI: 10.26820/recimundo/3.(3).septiembre.2019.1303-1326
URL: http://recimundo.com/index.php/es/article/view/571
Código UNESCO: 3205 Medicina Interna
Tipo de Investigación: Artículo de Revisión
Editorial Saberes del
Conocimiento
Recibido: 15/05/2019 Aceptado: 23/06/2019 Publicado:
30/09/2019
Correspondencia:
yesseniasarchi30familia@gmail.com
a. Médico General; Hospital Marco Vinicio Iza; Servicio Medicina Interna Médico Residente; Lago Agrio, Ecuador;
yesseniasarchi30familia@gmail.com
b. Médico General; Servicio de Traumatología; Hospital General Ibarra; Ibarra; olxarula@gmail.com
c. Médico General;
Servicio
Cirugía General;
Hospital General Privado Durán; Ambato, Ecuador;
d. Médico General en Funciones Hospitalarias; Servicio de Medicina Interna; Hospital General Marco Vinicio Iza;
Lago Agrio, Ecuador; jessiherrera1989@hotmail.com
RESUMEN
El principal procedimiento en la atención de
una
quemadura está constituido por la limpieza, que
da pie al diagnóstico y tratamiento de la lesión, por tal razón resulta fundamental realizarlo adecuadamente, dado que es
la piedra angular del manejo
del paciente quemado. Las quemaduras
representan un problema de salud importante en todo el mundo, por tanto,
merece especial atención
todo lo concerniente a este
tema. Comúnmente se deben a las escaldaduras por
líquidos calientes
y vapor, los incendios en
edificios y los líquidos
y gases inflamables, entre otras. Son los casos de quemadas de mayor gravedad las que requerirán una limpieza más profunda, llevada a cabo por medio
de cortes o láser,
llamada
limpieza
quirúrgica, definida como la que abarca
la limpieza de la piel con antisépticos, la irrigación de las heridas con solución
salina y el desbridamiento
quirúrgico del tejido muerto y todos los cuerpos extraños. El objetivo de la presente investigación documental, se centra en efectuar una
revisión a
la literatura científico académica reciente,
mediante búsqueda
de fuentes bibliográficas en las referidas bases de
datos, con la finalidad de explicar de qué se trata la limpieza
quirúrgica en pacientes quemados.
Los resultados estriban
en la exposición de algunos de los
conceptos
elementales
relativos
a la afección
propiamente sufrida por el paciente, y además se logra explicar de manera concisa lo que se entiende por limpieza
quirúrgica. En conclusión, se
confirma que la limpieza quirúrgica permite,
fundamentalmente, preparar el área para realizar injertos, sobretodo en casos de quemaduras de mayor gravedad,
aumentado así las posibilidades de
supervivencia, entre
otros beneficios, por lo tanto, puede afirmarse que este procedimiento representa un papel fundamental en el manejo de
las quemaduras, y es uno de
los más importantes en
la medicina actual.
Palabras Claves: Lesión; Irrigación; Desbridamiento; Tejido;
Supervivencia.
ABSTRACT
The
main procedure in the care of a burn is constituted by cleaning, which gives rise to the diagnosis and treatment of the injury, for this reason it is essential
to perform it properly, since it is the cornerstone of the management of the burned patient. Burns represent a major health problem
worldwide, therefore, everything concerning this issue deserves special attention. They are
commonly due to scalds due to hot liquids and steam, building fires and flammable
liquids and gases, among others. It is the cases of burns
of greater severity that will require a deeper cleaning,
carried out by means of cuts or laser, called surgical cleaning, defined as the one that covers the cleaning
of the skin with antiseptics, the irrigation of wounds with solution saline and surgical
debridement of dead tissue and all foreign bodies. The objective of the present documentary
investigation is focused on carrying out a review of the recent scientific
and academic literature, through the search of bibliographic
sources in the aforementioned databases, in order to explain what surgical cleaning is about in burn patients. The results are based on
the presentation of some of the elementary
concepts related to the condition itself suffered by the patient, and it is also possible to explain
in a
concise way what is understood by surgical cleaning. In conclusion, it is confirmed that surgical cleaning allows, fundamentally, to prepare the area for grafting, especially
in cases of burns of greater severity, thus increasing the chances of survival, among other benefits,
therefore, it can be stated that this procedure represents a fundamental role in the management of burns, and is one of
the most important in current medicine.
Key
words: Injury; Irrigation; Debridement;
Tissue; Survival.
Introducción.
Las
quemaduras representan un problema de salud importante en todo el mundo, por tanto,
merece especial atención todo lo concerniente a este tema. Se define como quemadura aquella lesión
en los tejidos del cuerpo originadas por las siguientes causas: calor, electricidad, sustancias químicas, sol
o radiación. Se tienen
como las causas más comunes:
“las escaldaduras
por líquidos calientes y
vapor, los incendios en edificios y
los
líquidos y gases inflamables. Otro tipo de
quemadura es la causada por inhalación de
humo
o partículas tóxicas”. (Enciclopedia Médica
ADAM, 2019)
Es necesario resaltar que un aproximado de 180.000 muertes al año se producen en todo el mundo
a causa de las quemaduras. Estas en su mayoría tienen lugar en países de ingreso bajo y
mediano. (Organización Mundial de la Salud, 2018)
En este orden de
ideas, cabe destacar que un
buen diagnóstico constituye
la base fundamental de
un buen tratamiento y, por ende, de la mejor recuperación del paciente quemado. Para ello es fundamental clasificar las quemaduras, que en base a su mecanismo de
producción pueden ser: solares, por la radiación electromagnética que procede del sol; por contacto accidental con líquidos a temperaturas elevadas, siendo una de las causas más frecuentes de quemaduras graves debido a que
los líquidos calientes se
expanden rápidamente por la
superficie cutánea, permitiendo que el mismo penetre más fácilmente hasta las capas más profundas, y
de éstos
destacándose aquellos
líquidos de
naturaleza grasa, por poseer una
mayor adherencia a la piel,
y por lo tanto,
concibiéndose como uno de los más dañinos; por vapores y gases, generalmente producidos por la combustión o ebullición de diversas sustancias; químicas, causadas por contacto con sustancias cáusticas, ácidas
o alcalinas; por electricidad,
que a su vez se subdivide en otros dos tipos:
por contacto, en el que una pequeña pero profunda zona cutánea se afecta, con una característica destrucción de tejidos que, en fin, se separarán y desprenderán; y por fogonazo, que afectan superficialmente a una zona más extensa de la piel, y
por último están las producidas por
fuego directo. (González,
2003)
Así mismo, pueden clasificarse
por su grado de profundidad
en: quemaduras de primer
grado, que representa la de menor gravedad, por cuanto afecta solamente la capa externa de la piel. Las quemaduras de segundo grado, que
son más graves que las anteriores, por
cuanto afectan la capa externa y la capa media de la piel [algunos autores, subdividen este grado de quemadura en
dos más, que son: las superficiales y
las profundas]. Por último, las quemaduras de tercer grado, siendo éstas las de mayor
gravedad ya que afectan las capas externa, media e
interna de la
piel. (Enciclopedia
Médica ADAM, 2019). Luego de este grado,
igualmente otros autores se refieren a un cuarto grado de
quemaduras, relativas a la destrucción
de músculos y estructuras
óseas.
El principal procedimiento en la atención de una
quemadura está constituido por la limpieza, que da pie al diagnóstico
y tratamiento de la lesión, por tal razón resulta fundamental
realizarlo
adecuadamente dado
que es la piedra angular del
manejo del paciente quemado.
En aquellos casos de quemadas de mayor gravedad (segundo y tercer grado) requerirán una
limpieza
más profunda, llevada a
cabo por medio de cortes o láser, llamada
limpieza
quirúrgica. La OMS (2007) define la limpieza quirúrgica como aquella que abarca la limpieza de la piel con
antisépticos, la irrigación de las heridas con solución salina y
el
desbridamiento quirúrgico del tejido muerto y todos
los cuerpos extraños. (p. 10)
Asimismo, la Enciclopedia Médica ADAM (2018) define el desbridamiento como aquel “proceso
de
eliminación de piel y tejido
muertos. Este tejido debe eliminarse para ayudar a que la herida sane.
Hay
muchas maneras de hacer esto. Puede necesitar anestesia general (dormido y sin
dolor) para el desbridamiento de una herida grande”.
La importancia de un buen manejo de las lesiones ocasionadas en quemados radica en el
impacto tanto físico como psíquico,
que se agrava por el recuerdo del trauma vivido por el paciente,
aunado al sufrimiento y dolor del cuidado que revisten estas lesiones y
su tratamiento. El estado
de salud del paciente
quemado también influye
en
la calidad de vida posterior, considerando que las secuelas
alteran la imagen
corporal, algunas veces
su función normal,
así
como la autopercepción,
e incluso su autoestima. (Servicio Andaluz de Salud
de España, 2011)
Por tal razón, proporcionar los más adecuados cuidados
a estos pacientes, sobre todo a aquellos
de mayor gravedad,
es fundamental para la
prevención de complicaciones y la
reducción
del gasto clínico, así como
para la mejor recuperación
del paciente quemado.
El objetivo primordial de la presente investigación es plasmar lo relacionado
con la limpieza quirúrgica en pacientes quemados,
sin embargo, a continuación,
se procede a desarrollar aspectos igualmente relevantes tales como: qué se entiende
por quemadura, cuál es la
sintomatología básica asociada, como se concibe el grado de daño por quemaduras, y finalmente, cuál es la
metodología clínica relativa a la limpieza quirúrgica.
Materiales y métodos
Principalmente se realiza una búsqueda aleatoria y consecutiva de la literatura en diversas bases de
datos, entre las que destacaron: EBSCO, PubMed, LILACS, Embase, SciELO,
MedlinaPlus, usando expresiones tales como “Limpieza quirúrgica en pacientes quemados”,
“Limpieza
quirúrgica en quemaduras”, “Limpieza
quirúrgica de quemados”, “limpieza de
quemados”, entre
otros términos; lo que aproximadamente resultó en menos de una decena de miles
de registros bibliográficos. Luego, fue necesario que
éstos resultados se redujesen, por ello
se fueron aplicando filtros en base a criterios de: idioma español e
inglés, relevancia, correlación temática y fecha de publicación en los últimos diez años (salvo algunas excepciones), rescatando
todo aquel material que
se refería a artículos
científicos, guías clínicas, e-books,
ensayos clínicos, consensos, protocolos, revisiones sistemáticas con
o sin metaanálisis,
estudios clínicos
aleatorizados,
estudios observacionales, boletines y/o folletos de reconocidas instituciones
(públicas y privadas), tesis de posgrado y
doctorado, noticias científicas y demás documentos e informaciones que,
en base al propio criterio de
este equipo, se asumió
como
de destacado interés y/o considerable valor científico por
la categorización de
la evidencia
mostrada. Se desestimaron estudios de cohorte, casos y controles, series y reportes de casos, editoriales, cartas al editor y otros
tipos de materiales bibliográficos que
igualmente, a
juicio de este equipo, se
consideraron de escaso valor científico académico
o nivel de evidencia percibido de
en sus contenidos.
Es por lo tanto que, de lo antes dicho, puede llegar a afirmarse que el objetivo de la presente
investigación se centra en efectuar una revisión a
la literatura cientificoacadémica reciente disponible, mediante búsqueda de referencias bibliográficas
en
las referidas bases de datos, con la
finalidad de explicar
de qué se trata la limpieza quirúrgica en pacientes
quemados.
En
el mismo orden de ideas, cabe
mencionar que paralelamente
se efectuó una búsqueda
sin limitación cronológica ni de nivel de evidencia para identificar información que, considerando
pudiera ser eventualmente entendida
como un tanto distinta del objeto
sobreentendido
en el título de este tema, resulta es igualmente trascendente para comprender lo que aquí se quiere exponer, es decir, que se trata del contenido general y fundamental para el desarrollo de la presente revisión.
En definitiva, fue posterior al proceso antes descrito que el equipo investigador le da
la correspondiente lectura crítica y análisis interpretativo a toda la evidencia determinada, resultando
entonces todo este sumario,
el fundamento de las ideas
aquí expresadas de manera consensuada.
La inclusión o exclusión de
cada una de las referencias en la
presente revisión se definió
igualmente por el consenso todos los participantes en este proceso investigativo, y
de la misma
manera fueron resueltas
las
decisiones disímiles.
Resultados
Para instituciones como Mayo Clinic (2019), las quemaduras, son entendidas como complicaciones médicas que
significan una lesión sobre una o varias capas de tejido,
que básicamente pueden categorizarse entre menor y grave, pudiendo éste último caso constituir una posible situación de emergencia potencialmente
fatal. Estos daños se asocian al "calor, la sobreexposición
al sol o a otra radiación,
o el contacto con productos
químicos o la electricidad".
Córdova, Moreno, Maruri, &
Criollo (2019) citando el trabajo de (Ambrosoni, 2018)
Síntomas
En base al grado del daño en piel es que pueden variar ésos síntomas. En los casos de graves
quemaduras, el desarrollo de dichos síntomas, o signos, pueden llegar a tardar uno o dos días.
(Mayo
Clinic, 2019)
Estos pueden manifestarse como: ampollas que están intactas (sin romperse) o tienen rupturas que están perdiendo fluido, dolor (que, por
cierto, no se encuentra
relacionado
con la gravedad de la quemadura, pues pueden las más graves ser indoloras), peladuras en la piel, estados de Shock o choque (caracterizado por la palidez, piel fría y húmeda, debilidad, labios
y uñas azulados y
disminución de la lucidez mental), inflamación, piel blanca, roja o carbonizada; y en
los casos de quemado de
las vías respiratorias, pueden presentarse: quemaduras en la cabeza, rostro,
cuello, cejas
o vellos nasales, boca y labios, tos, dificultad para respirar,
moco oscuro (con manchas negras), cambios en
la voz, sibilancias. (Medline Plus, 2018)
Tipos de quemaduras
En función de su causa, Culleiton & Simko (2013) indican que una lesión por quemadura puede
ser: térmica, química, eléctrica, radiación, humo o inhalación, o congelación, que explican
de la siguiente manera.
Quemaduras térmicas
Se originan por el contacto con sustancias calientes, incluyendo las ocasionadas por llamas, objetos sólidos calientes y vapor, que causan daño celular por coagulación. En este tipo de
quemaduras, la herida será más profunda cuando mayor sea el tiempo de contacto de éstas sustancias con la piel. Particularmente, serán más profundas aquellas quemaduras que son por
contacto con líquidos a
base
de aceite, básicamente en razón de
tener
un punto de ebullición más
alto que aquellas ocasionadas por escaldaduras con agua
u otros líquidos.
Son igualmente
consideradas
quemaduras térmicas aquellas
ocurridas
con objetos sólidos calientes
como metal sólido, plástico caliente,
vidrio o piedra.
Quemaduras químicas.
Son causadas
por ácidos fuertes, álcalis y compuestos orgánicos,
comúnmente hallados
en productos de limpieza para el hogar (para eliminar el óxido, para limpieza del baño) que producen la coagulación de proteínas, que resulta en lesiones menos
extensas, y, a menos que se neutralicen, destruyen el tejido y continúan haciendo daño hasta 72 horas. Las quemaduras químicas más profundas, causadas por álcalis, como los que contienen los limpiadores de hornos y fertilizantes,
por ejemplo, producen necrosis del tejido por
licuefacción, haciendo
que dicha
sustancia
penetre más
profundamente en los tejidos.
También figuran los compuestos orgánicos (en los que
se incluye la gasolina y desinfectantes químicos), que pueden ocasionar necrosis
de coagulación severa y generar escaras, entendidas como aquella capa de tejido grueso y
no viable, que normalmente está
presente en quemaduras
de espesor total.
Quemaduras eléctricas.
Ocurren en alta tensión
(1,000 voltios o más) o baja tensión (menos de 1,000 voltios).
Básicamente, éste
tipo
de lesiones, al producir fibrilación ventricular o parálisis de
los músculos respiratorios, pueden ocasionar la muerte. Aunque las arritmias se observan con mayor frecuencia
en lesiones de alto voltaje, pueden igualmente propias en
bajo voltaje.
El alcance
del
daño causado por una quemadura eléctrica puede
parecer
inicialmente
menor: el paciente solo puede tener pequeñas heridas de entrada y salida. El daño extenso puede aparecer dentro de varios días o semanas, un fenómeno conocido como el efecto iceberg porque la
superficie de la piel muestra poca lesión y oculta una lesión masiva debajo. En lugar de conducir la electricidad, los huesos, los músculos,
los tendones y
las grasas responden a las lesiones eléctricas produciendo calor. La mayoría
de las lesiones
ocurren en los músculos que rodean los
huesos largos.
(pág.
17)
Quemaduras por radiación.
Son el resultado de la exposición a la luz solar, cabinas de bronceado, rayos X o emisiones o explosiones nucleares. La radiación ionizante puede producir daño tisular
directamente al golpear
una molécula vital como el ADN. La radioterapia puede causar
quemaduras de espesor
total.
Quemaduras por humo e inhalación.
Es
posible que ocurra a la par
de una térmicas o químicas. Los signos de quemaduras por inhalación son quemaduras faciales, ronquera, hollín en la nariz o
la boca, carbón en el esputo, edema labial y cejas chamuscadas o vello nasal, y
ello es si la persona presenta signos de quemadura térmica. Otro ejemplo
pudiera ser la
quemadura por inhalación asociada a la fabricación de metanfetamina ilegal, que igualmente puede estar vinculada a quemaduras térmicas
y químicas. Todo paciente lesionado de quemadura por inhalación requerirá necesariamente de inmediatas intervenciones respiratorias, tales como: broncoscopia,
intubación endotraqueal y medición
de los niveles de carboxihemoglobina (COHgb).
Quemaduras por congelación.
Debido a
que la congelación causa
daños en la piel, algunos pacientes son tratados en la UCI como pacientes con quemaduras, aunque
el tratamiento
inicial para la congelación es diferente
al de las quemaduras.
(pág. 18)
Es el resultado que
se obtiene en cualquier área del cuerpo al exponerlas a temperaturas
muy
frías, puesto
que el flujo de sangre a la
capa externa de la
piel se reduce y el tejido
de la piel, congelado o no, comienza a morir, pudiendo
ocasionar un daño tisular temporal o permanente. Las
áreas comúnmente más afectadas
son los dedos de las manos y los
pies, la barbilla, los lóbulos de las orejas, las mejillas y la nariz. La congelación puede progresar a necrosis, gangrena, hipotermia y
paro cardíaco si no es tratada.
Grado
del Daño
Básicamente, las quemaduras pueden comprenderse
dentro de dos grupos que son: las
menores y mayores. Las de daño menor comprenden las quemaduras de primer grado en cualquier
parte del cuerpo y las quemaduras de segundo grado de menos de 2 a 3 pulgadas (5 a 7 centímetros) de
ancho; mientras que las de mayor daño incluyen, las quemaduras de tercer grado; las de segundo grado de más de 2 a 3 pulgadas (5
a 7 centímetros)
de ancho o de éste
mismo grado en el área de las manos, pies, rostro,
ingle, glúteos
o sobre una articulación importante. (Medline Plus,
2018)
Quemadura
de primer grado. Daña solo
la capa externa de la piel (epidermis),
pudiendo ocasionar enrojecimiento y dolor.
Quemadura de segundo grado. Afecta dos capas de la piel, tanto la epidermis como la
dermis. Conducente de hinchazón y hacer que la piel se vea roja, blanca o manchada, así mismo, potencialmente se originan ampollas e intenso dolor.
También es posible que las profundas quemaduras
de
este tipo dejen cicatrices.
Quemadura de tercer grado.
Esta llega hasta la capa adiposa
que se ubica debajo de
la piel. Los segmentos quemados pueden quedar de color negro,
marrón o blanco. Igualmente, en estos
casos, posiblemente se perciba con una apariencia
coriácea
de la
piel. Este tipo de quemaduras alcanzan la destrucción de los nervios razón por la que se puede generar un característico entumecimiento. (Mayo Clinic,
2019)
Ahora bien, teniendo una idea clara de lo que básicamente significa una quemadura y de
sus tipos y grados de daños en los diversos tejidos,
podemos entrar en la materia que nos ocupa, la
limpieza quirúrgica en pacientes
quemados.
Ante
todo, debe tenerse presente que el manejo quirúrgico de las quemaduras se asume fundamentalmente como un mecanismo preventivo contra la infección, así lo dan a entender Ramírez, Rivera, Lorenzo, & Uribe (1997) quienes afirman que "El desbridamiento y escisión temprana de la escara y la colocación de injertos es lo más efectivo para disminuir las posibilidades
de sepsis en el
paciente quemado." (p. 45)
De
acuerdo con la acepción de Santamaría (s.f.)
la limpieza
quirúrgica de
tejidos blandos,
se trata de la extirpación de todo aquel tejido que, bajo una anestesia
local, regional o general (dependiendo de su ubicación y características), se encuentre desvitalizado, a fines de disminuir la sintomatología dolorosa o compresiva asociada al traumatismo en particular, y favoreciendo una
mejor cicatrización. No
obstante, aclara el especialista que, entre
las posibles consecuencias que
se originan de este proceso, destaca la ineludible molestia en
las zonas intervenidas (propias de la
técnica aplicada o por la adaptación de los músculos del mismo sitio) que pueden
prolongarse por semanas,
meses e incluso perenes.
En base a lo antes expuesto, bien se puede deducir que la
limpieza quirúrgica de un tejido afectado por una quemada
tiene
como objetivo primordial la
obtención de una cicatrización óptima,
en
razón de la supresión quirúrgica
tanto de cuerpos extraños como de restos necróticos, lo que induce la aceleración
de la reparación
tisular y disminuye el riesgo de infección.
Limpieza de las quemaduras
De
acuerdo a la idea
de Berrocal, Guette, Rodríguez, Ruiz, & Salgado (2011), respecto al manejo
local
de la quemadura,
afirman
que:
La limpieza
de las áreas quemadas se
realiza preferiblemente
bajo sedación general, con
irrigación abundante de suero fisiológico frío. Si es necesario utilizar jabón
neutro para retirar elementos extraños. No está indicado frotar las zonas quemadas con apósitos
o compresas secas, ya que ello aumenta
el trauma tisular. Está contraindicado romper as vesículas y
resecarlas en la
palma
de las manos o planta
de los pies. Después de realizada
la limpieza, el paciente
debe
ser
colocado sobre ropa estéril. Decidir si es pertinente una
curación con método oclusivo o método
expuesto, utilizando medicamentos tópicos. El método oclusivo se recomienda en todas las áreas de articulaciones a fin de mantener la extensión de las extremidades. El método de curación expuesta
se recomienda en cara y genitales. (p.
323)
Baltà & Valls (2018) indican que,
en
quemaduras limpias se procede con una limpieza por
arrastre mediante
irrigación con SSF
(solución salina fisiológica).
En caso contrario, o porque
se ubiquen en zonas como las de los pies, manos, genitales, zona perianal y
axilas (consideradas de riesgo), la limpieza se efectúa con jabón indicado y
un antiséptico tipo clorhexidina, solución
de polihexanida decilenamidopropilbetaína,
povidona yodada o
de
similar espectro antibacteriano.
Limpieza Quirúrgica
Son técnicas propias en
quemaduras de segundo grado superficial / profundo y tercer grado.
Al respecto, el Servicio Andaluz de Salud de España (2011) mediante su guía práctica
recomienda: se
irrigue
con
agua a temperatura ambiente, limpie
la piel con agua del grifo, agua hervida, agua destilada o
suero salino, no aplique agua muy fría o helada, haga el lavado/ aseo por
ducha / irrigación, use clorhexidina como antiséptico de elección en las primeras fases de curación, seque la piel sin frotar la
zona
lesionada, retire el vello que rodea la quemadura, elimine el vello cortándolo con tijeras en vez de rasurar,
retire apósitos,
gasas y vendajes por
capas, utilice la mínima fuerza mecánica para la limpieza, secado y
retirada de los apósitos, retire ampollas o ¬
flictenas. (p. 45 - 48)
En otro destacado material titulado "Guía Clínica. Manejo del paciente gran quemado (2da.
edición)" del Ministerio de Salud de Chile (2016) se encuentra una matiz más detallada que aclara
el
tratamiento quirúrgico de este tipo de afecciones, al respecto indicandose que la reparación de la cubierta cutánea en quemaduras puede conseguirse de manera espontánea o bien puede necesitar
de procedimientos quirúrgicos. El potencial regenerativo de la piel, que
a su vez depende de la
población celular indemne (principalmente de queratinocitos) y de su viabilidad, estando ésta
fundamentalmente condicionada por la eficacia de la perfusión, es lo que se concibe como el factor
determinante del pronóstico de una quemada. Por lo tanto, dependiendo de la
profundidad de ésta es que entonces se dirigirán
los procedimientos reparativos.
Allí mismo, se recomienda hacer protección de
los queratinocitos viables, en las quemaduras de
espesor parcial, en las que la población de queratinocitos es determinada
como susceptible de repararse espontáneamente (A – ABA). Mientras que la escarectomía precoz y cubierta inmediata es
recomendada en las quemaduras de espesor total o en
aquellas de espesor parcial en las que la población de queratinocitos indemnes se considere insuficiente
para conseguir la epidermización espontánea o
no hay condiciones para asegurar su perfusión (B - ABB).
De la misma manera se extrae que, inicialmente,
toda
limpieza quirúrgica debe hacerse en
el
paciente previamente estabilizado a nivel hemodinámico, habiendo eliminado el dolor y con
evacuación vesical funcionante, solamente
exceptuando
aquellos casos en que
las lesiones locales requieran
tratamiento de urgencia y sean condicionantes de la
inestabilidad.
La preparación inicial sobre campos estériles impermeables incluye las siguientes actividades: aseo que
elimine suciedad, restos de
ropas u otros materiales extraños; aseo por
arrastre con agua o solución fisiológica; rasurado cuidadoso
de zonas quemadas y su contorno (Incluir cuero cabelludo si está comprometido; secado y preparación de campo estéril definitivo.
(p. 33)
En
esta quía se deja claro que "el aseo quirúrgico permite establecer
el
diagnóstico de extensión,
profundidad, compresión, restricción y el pronóstico inicial" considerándose oficios mínimos, para el
aseguramiento de la estabilidad y supervivencia
del
paciente, tales
como:
· Retiro de tejido
desvitalizado,
flictenas y otros contaminantes.
· Lavado con
suero
fisiológico abundante.
· Escarotomía o fasciotomía, desbridamiento de compartimentos
musculares.
· Cuando está
indicado.
No corresponde realizar en esta etapa escarectomía, amputaciones ni otras cirugías de la
especialidad, ni de mayor envergadura, salvo que fueren necesarias para la sobrevida del paciente.
(Ministerio de Salud de Chile, 2016)
Desbridamiento
"El desbridamiento es la eliminación de tejido infectado,
dañado o muerto para que una herida
pueda
sanar correctamente.
Es posible que usted necesite más de
un desbridamiento". (Drugs,
2019)
En la misma fuente
bibliográfica
se encuentra que, existen varios métodos selectivos de desbridamiento, que puedes ser:
· El autolítico, usa los propios líquidos de la herida para separar el tejido sano del muerto.
Su
herida se cubre con vendajes para
evitar que
la herida
se humedezca. Las proteínas del líquido de su herida transformarán el tejido muerto y duro en líquido. Después le lavan su herida para eliminar los residuos de tejido licuado.
· El de biocirugía, usa larvas de gusano estériles, que liberan enzimas que degradan el tejido muerto. Las larvas digieren bacterias en la herida y
las enzimas evitan que se desarrollen nuevas bacterias en
la
herida.
· El enzimático, usa medicamentos
de proteínas de enzimas que funcionan digiriendo y
fundiendo el tejido.
· El hipobárico, usa un vendaje con espuma y un tubo de succión en la herida limpia. Se sella con una venda transparente que se puede ver a través de esta para crear succión en la herida.
La
succión saca y elimina los tejidos
muertos y los líquidos adicionales. Esto provoca el
crecimiento
de tejido
nuevo y saludable.
· El quirúrgico,
se
usa para
la
heridas
grandes o severamente infectadas.
Se usan
instrumentos quirúrgicos, como
un escalpelo, pinzas y tijeras.
Las flictenas y epitelio
necrosado restante
Este particular aspecto se ha considerado en la obra de Baltà & Valls (2018), puesto que
indican que todas las flictenas (flictenectomía) deben desbridarse y
todo
el tejido orgánico desvitalizado ha de ser retirado; agregando que, aún y cuando es insuficiente la evidencia científica que afiance
la flictenectomía, es indiscutible el acuerdo
entre otros expertos al lograr
identificar que dicha práctica aporta mayores beneficios. Sin embrago, aclaran que, respecto a los restos de epidermis desvitalizada que quedan fuertemente adheridas a la dermis subyacente "se irán desprendiendo paulatinamente de forma incruenta en las posteriores curas."
Del mismo aporte se
logra identificar entender varias desventajas que surgen al conservar
la flictena sin desbridar, siendo estas
las siguientes:
· Se dificulta la disminución de la presión en los tejidos dañados y, por ende, continúa
agudizándose la lesión,
pudiendo entonces convertirse en una lesión de segundo grado
profundo, cuando inicialmente
era
de segundo grado
superficial.
· Favorece que pueda desarrollarse una infección
autóloga (a partir de la flora saprófita), tampoco
protege de una infección cruzada.
· El líquido de las flictenas que se genera por la destrucción celular colindante, contiene
sustancias citotóxicas que, en base a evidencias, se
puede asumir como un factor de necrosis tumoral, y
de igual forma pudiera esto ser considerado como la causa de la
profundización de la lesión.
· Impide que el
tratamiento
tópico antibacteriano
pueda llegar al
lecho
de
la herida.
Escisión
Quirúrgica
La
escisión quirúrgica “es la extirpación
de tejido utilizando un cuchillo
afilado
(bisturí) u
otro instrumento cortante”. (Enciclopedia Médica ADAM, 2017)
En paciente quemados,
con lesiones de gran extensión y
profundidades mayores a tercer grado, en
alguna medida requieren de algún tipo de manejo
quirúrgico. Una de las
técnicas que se realizan para la remoción de tejido muerto para la aplicación de otros tratamientos, es la escisión.
Hay múltiples formas de escisión para pacientes quemados, para determinar la adecuada es fundamental la valoración de la profundidad
de las quemaduras. Entre las principales encontramos:
Escisión Fascial.
Vélez-Palafox (2014)
mencionan en su trabajo que esta técnica decide escindir
directamente hasta fascia, respetándola, y donde se reseca la piel y el tejido celular subcutáneo. “Está indicada en pacientes con quemaduras muy extensas que ponen en peligro su vida. Esta
disminuye el sangrado ya que únicamente
se exponen los vasos perforantes los cuales son de mayor
calibre y se realiza hemostasia más
fácilmente”. (p.
S-227)
Escisión
Tangencial.
En esta otra técnica “se reseca con dermatomos manuales por
capas el tejido quemado y necrótico hasta
localizar tejido viable. Una
de las ventajas de esta técnica es que respeta parte
del
tejido celular subcutáneo sin llegar
la mayoría de las veces a fascia”. Este procedimiento expone un plano con tejido viable, que
se encuentra listo para
ser
injertado, además preserva
un mejor contorno corporal.
(Vélez-Palafox, 2014, p. S-227)
Conclusión
La limpieza
quirúrgica permite preparar el área
para realizar injertos (en los casos en que
el
paciente los requiera) ya que en quemaduras de mayor gravedad aumenta las posibilidades de supervivencia, disminuye la estancia intrahospitalaria y mejora los resultados tanto funcionales como de rehabilitación del paciente quemado, por ende, proveen una mejor integración a su vida cotidiana.
En
tal sentido, este procedimiento vendría entonces
a representar un
papel fundamental
en el manejo de las
quemaduras, y es
uno de los más importantes en
la medicina actual.
Un adecuado tratamiento
quirúrgico garantiza resultados eficientes y reduce los riesgos de complicaciones, tales como la pérdida de la función de un miembro o parte del cuerpo
y en el peor
de los casos la muerte.
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