José Luis
Maldonado López a; Ivonne Carolina
Recalde Tello b; Angela Mishel
Torres Cadena c; Winna
Viviana Arévalo Vaca d Manejo de la diabetes gestacional
Management
of gestational
diabetes
Revista Científica
Mundo de la Investigación
y el Conocimiento.
Vol. 3 núm.3. Esp., noviembre,
ISSN: 2588-073X, 2019, pp. 297-315
DOI: 10.26820/recimundo/3.(3.Esp).noviembre.2019.297-315
URL: http://recimundo.com/index.php/es/article/view/607
Código UNESCO: 3205 Medicina Interna
Tipo de Investigación: Artículo
de Revisión
© RECIMUNDO; Editorial
Saberes
del Conocimiento,
2019
Recibido: 15/09/2019 Aceptado: 23/10/2019 Publicado: 30/11/2019
Correspondencia: jlmaldonadol@hotmail.com
a. Médico Cirujano; Investigador Independiente;
Guayaquil, Ecuador; jlmaldonadol@hotmail.com b. Médica Cirujana; Investigadora Independiente; Guayaquil, Ecuador.
c. Médica Cirujana; Investigadora Independiente; Guayaquil, Ecuador; mishut@outlook.com
d. Médica; Investigadora Independiente; Guayaquil, Ecuador; warevaloczs5@gmail.com
RESUMEN
La obesidad lleva
a condiciones de alto riesgo durante el embarazo, como ser
aborto espontáneo,
diabetes gestacional, hipertensión gestacional, preeclampsia, parto
prematuro de Indicación médica, alteraciones del trabajo de parto y
mayor tasa de cesárea incluso
ciertos tipos de cáncer.
En este caso se estudia la condición de diabetes gestacional en mujeres embarazadas y
el
riesgo que tiene tanto para la mujer como para el feto y posterior bebe. La metodología utilizada en la investigación es de tipo bibliográfica. Las conclusiones
generales a las que se pueden llegar es
que los estilos de vida saludable
y dietas sanas contribuyen a reducir los riesgos de padecer una
diabetes gestacional durante el embarazo. En los casos donde se
ha diagnosticado diabetes
gestacional, la recomendación aparte de una buena nutrición es la utilización de
la metformina inclusive más que la insulina que es el último recurso empleado y esto debido a que cuando se hace la comparación entre ambos medicamentos, la metformina es menos invasiva y tiene
mayores
éxitos en
las llegadas
a término
de los embarazos.
Palabras
Clave: Metformina; Gestacional; Dieta; Embarazo; Glicemia.
ABSTRACT
Obesity leads to high risk conditions during
pregnancy, such as spontaneous abortion, gestational diabetes, gestational hypertension, preeclampsia, premature delivery of medical indication, alterations in labor
and
a higher caesarean section, including
certain types of cancer. In this case, the condition of gestational diabetes in pregnant women and the risk it has for
both the woman and the fetus and subsequent baby
are studied. The methodology
used in the research is
bibliographic. The general conclusions that can be reached is that healthy lifestyles and healthy
diets contribute to reducing
the
risks of suffering from gestational diabetes during pregnancy. In cases where gestational diabetes has been
diagnosed, the recommendation apart from good
nutrition is the use of metformin even more than the insulin that is the last resources used and
this
is because when the comparison between both drugs is made, metformin It is less invasive and
has
greater successes in term pregnancies.
Keywords:
Metformin; Gestational; Diet; Pregnancy; Glycemia.
Introducción.
La diabetes gestacional (DMG) es la tercera gran categoría clínica
en
la clasificación actual de la diabetes, y representa un factor de riesgo para la mujer y un problema de salud para
el
producto. A pesar de las limitaciones persistentes para
detectarla, la DMG se identificó hace muchos
años: la primera descripción reconocida de la DMG apareció en 1882, aunque el primer caso se había descrito en 1824 y
se define como cualquier grado de intolerancia a los hidratos de carbono que se inicia o se detecta por primera vez durante el embarazo. Si no se controla, la DMG
representa un problema de salud, de alto costo y de graves consecuencias para el feto y para la mujer. La Asociación Americana
de Diabetes calcula que la DMG ocurre en aproximadamente 7% de todos los embarazos en Estados Unidos,
lo que equivale a más de
200,000 casos anuales (Duarte-Gardea,
Muñoz, Rodríguez-Saldaña, & Escorza-Domínguez,
2004).
La
diabetes gestacional incrementa el riesgo
de anomalías esqueléticas
como
el síndrome de regresión caudal, anomalías espinales y siringomielia;
a nivel renal hidronefrosis, agenesia
renal y quistes renales. Las malformaciones intestinales más comunes
son: atresia del duodeno y el recto o en cualquier
parte del tracto gastrointestinal. El diagnóstico
se realiza por medio de la prueba de tolerancia a la glucosa, la cual no debe ser mayor de 140 mg/dl, esta prueba tiene
falsos negativos hasta en un 10%
de los casos debido a emesis durante la prueba. La diabetes
gestacional altera
diversos sistemas en el feto,
el
pobre control glicémico desde el inicio del embarazo afecta la organogénesis y
el
control tardío la composición corporal, incluyendo macrosomía y dificultad respiratoria (Arizmendi, Pertuz, Colmenares, Hoyos, & Palomo, 2012,
pág.
51).
La diabetes preexistente o pregestacional expone
al
feto a concentraciones elevadas de
glucosa durante el primer trimestre del embarazo, incrementando el riesgo de aborto espontáneo y malformaciones congénitas (especialmente del sistema nervioso central, cardiovascular, renal y
musculoesquelético). La probabilidad de malformaciones y aborto
tiene una relación lineal con la concentración de glucosa
plasmática de la madre, expresada en la concentración de
hemoglobina glucosilada (HbA1c);
el riesgo excesivo
se puede reducir
cuando
la madre
mantiene un excelente
control glucémico en el primer trimestre
del embarazo (Font-López, y
otros, 2010, págs. 673-674).
Aún es discutible si la prueba de detección de DG deba realizarse
de manera
universal o
selectiva, ni siquiera se ha establecido en qué semana de la gestación es el tiempo óptimo. Tomando en cuenta que la etapa de
mayor aparición ocurre después de la segunda mitad del
embarazo, lo más común es que la prueba se realice entre las semanas 24 y 28 de gestación. Aunque se han propuesto diferentes esquemas para la prueba de detección,
el más común
consiste en la administración por vía oral de 50 g de glucosa, en cualquier hora
del
día, y obtener una muestra de sangre
una hora después para medir la glucosa plasmática. Se descarta DG si las cifras de glucemia no exceden los límites entre 130 y 140 mg/dL (Zárate, Hernández-Valencia,
& Saucedo,
La detección
y
manejo de la diabetes
gestacional.
Controversias,
críticas
y
comentarios, 2008, pág. 131).
La obesidad lleva a condiciones de alto riesgo durante el embarazo, como ser aborto
espontáneo, diabetes gestacional,
hipertensión gestacional, preeclampsia, parto prematuro de Indicación médica, alteraciones del trabajo de parto y mayor tasa de cesárea incluso ciertos tipos de
cáncer. La obesidad en el embarazo es un conflicto para salud pública, pues incrementa riesgos obstétricos y
neonatales aumenta el riesgo de presentar enfermedades y complicaciones
durante el embarazo y el parto como: Diabetes gestacional, preclampsia, enfermedades hepáticas
no alcohólicas, trastornos de la coagulación (tromboembolias) y oligo/polihidramnios y en el feto
los trastornos abarcan: macrosomía fetal, síndrome de distress respiratorio y productos con bajo peso para
la edad gestacional, prematurez, malformaciones genéticas y aumento de riesgo de
muerte fetal. La obesidad se clasifica según la
OMS en: Normo peso (IMC de 18.5-24.9), exceso
de peso (IMC>25 kg/m2), sobrepeso o pre obeso (IMC 25-29.9 kg/m2), obesidad grado I
o moderada (IMC 30-34.9 kg/m2), obesidad grado II severa (IMC de 35-39.9 kg/m2), obesidad grado III o
mórbida (IMC>40
kg/m2) (Bustillo, y otros,
2016, pág. 2).
Antes del descubrimiento de la insulina, el
tratamiento era principalmente dietético,
empleándose aceite de oliva y
otras grasas para suplir las calorías derivadas del uso de los carbohidratos y limitar así las hiperglucemias. Luego de la obtención de esta hormona por Bantig y Best en 1922 y de su posterior aplicación clínica, se produjo un acontecimiento revolucionario
en
el manejo de las pacientes diabéticas embarazadas y se redujo de forma dramática la morbimortalidad materno-fetal (Rimbao Torres, y otros, 2007).
Imagen 1. Incremento
de peso
respecto al índice de masa
corporal al inicio del embarazo
Fuente: (Zárate, Hernández-Valencia, & Saucedo, La detección y
manejo de la diabetes gestacional. Controversias, críticas y comentarios,
2008).
Imagen 2. Mujeres con análisis de glucemia antes y después
del parto
Fuente: (Zárate,
Saucedo, Basurto, & Hernández, 2011).
De manera general se va aceptando que la diabetes gestacional no es una
forma diferente
de diabetes sino una etapa
de la
misma enfermedad que ocurre en personas predispuestas
genéticamente en la que se suma el impacto del estilo de vida. El aumento en la prevalencia de
obesidad y el retardo en la edad de inicio de la etapa reproductiva de la mujer sustentan la teoría de un aumento en la ocurrencia de la diabetes gestacional (Zárate, Saucedo, Basurto,
& Hernández,
2011, pág. 2).
Metodología.
La
metodología de la investigación es de tipo documental y bibliográfica en vista de que se recurrió a medios electrónicos para obtener la información que da soporte a este trabajo, se
consultaron varios
trabajos realizados por otros autores donde exponen
de
manera clara
y sencilla todo lo relacionado sobre la diabetes gestacional y sus implicaciones tanto en la mujer como en el desarrollo
del feto.
Resultados.
Tabla
1. Interrogantes sobre la prescripción de la metformina
Preguntas |
Respuestas |
¿Cuándo se utiliza la metformina para el
manejo de la diabetes mellitus
gestacional? |
La metformina es la biguanida
más utilizada para el manejo de la
diabetes mellitus tipo 2,
se está estudiando como
una alternativa útil y segura para el manejo
de la mujer con
diabetes mellitus
gestacional;
para disminuir los gastos
y mejorar el margen
de seguridad que implica el
manejo con insulina. está
contraindicada en pacientes con
deterioro de la función renal,
con deterioro de la
función hepática y en aquellas
pacientes que tengan una
afección o circunstancia que
puedan cursar con
hipoxia |
¿Cuáles
son los criterios para iniciar
con el medicamento? |
Los criterios para iniciar el
manejo farmacológico son 90 mg/dL en ayuno y 120 mg/dL posprandial
2 horas |
|
¿Cuál es
la dosis de metformina y cómo se va incrementando,
cuál es la dosis máxima de medicamento utilizada? |
Se debe de iniciar
con 500-850 mg
de metformina con el alimento
más importante de la paciente e incrementos semanales de la dosis inicial, divididos en 1 a 3 tomas al
día hasta que se alcance el
control metabólico. Estos incrementos se deben de realizar por
semana para
disminuir los riesgos de
efectos secundarios y hasta
alcanzar la dosis máxima descrita
que es de 2
000 a 2 500 mg por día. |
|
¿Cuándo se debe agregar insulina
al manejo con metformina de la
diabetes mellitus gestacional? |
Se calcula que entre
31.25% y 46.3% requieren
utilizar insulina para lograr el control
metabólico. Se debe considerar el
inicio de insulina en aquellas
pacientes con diabetes mellitus
gestacional tratadas con
metformina que, al
llegar a la dosis |
|
máxima del
medicamento, continúan con descontrol
de los niveles de glucemia en ayuno o 2 horas postprandial |
|
¿Hay algún
factor
predictivo para conocer que
paciente con
diabetes mellitus va
a necesitar
usar
insulina junto con la metformina? |
El primer factor
es cuando
la edad gestacional es
menor en el momento
del diagnóstico de diabetes mellitus gestacional, siendo mayor la probabilidad
de que se requiera el
uso de la insulina. El segundo factor
son los niveles de glucosa
en ayuno al momento
de realizar
el diagnóstico: mientras
más elevado sean los niveles
de glucosa
es mayor la probabilidad de
que se requiera insulina
para el manejo
de la paciente.
El tercer factor son los niveles de
fructosamina, que se determinan al momento
de realizar el
diagnóstico: los niveles más
elevados de fructosamina tienen
un mayor riesgo
de utilizar insulina para el control
de las pacientes. |
¿Es segura la metformina
para el manejo
de la diabetes mellitus gestacional, tanto para la madre
como para el feto? |
La metformina es un medicamento
B para su uso en el embarazo de
acuerdo con
la Food and Drugs
Aministration, lo cual nos indica que
se considera un
medicamento seguro. Las
pacientes tratadas
con metformina tienen mayores probabilidades de
tener partos pretérmino (antes
de las 37 semanas de gestación) en comparación con las que utilizan insulina sola, pero no hay diferencia en
cuanto a que los recién nacidos
sufran dificultad respiratoria
o ingreso a
la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales por este
motivo. |
|
¿Cuál es
la efectividad de la metformina
para la diabetes
mellitus gestacional? |
La efectividad
de la metformina
como medicamento único
para el control de las pacientes con
diabetes mellitus gestacional
varía de 53.7 hasta
90%. Se ha descrito
que entre 10 y 46.3% de las pacientes manejadas
con metformina requirieron
para su control
metabólico |
|
insulina. |
|
¿Cuáles fueron
los principales efectos
secundarios de la metformina? |
Los efectos
secundarios de
la metformina
son predominantemente del tracto
digestivo: diarrea,
flatulencia y molestias intestinales; estos síntomas
son dependientes de la dosis y pueden
disminuir haciendo incrementos paulatinos
de la dosis |
Fuente:
(San Martín-Herrasti, Alcázar-Álvarez, Serrano-Berrones, Tirado-Chávez, & Castro- Herrera, 2014).
Elaboración Propia.
Imagen 1. Criterios diagnósticos de diabetes
mellitus gestacional
Fuente: (Trujillo, 2016).
Estos criterios descritos
usan la prueba de tolerancia oral a la glucosa como prueba de diagnóstico, pudiendo ser la carga de 75 o 100 grs, y
después de un ayuno de 10-14 horas. Sin
embargo, esta prueba diagnóstica tiene
algunas características desfavorables como
no
ser
De
manera general se va aceptando que
la diabetes gestacional no es una
forma diferente
de diabetes sino una etapa
de la
misma enfermedad que ocurre en personas predispuestas
genéticamente en la que se suma el impacto del estilo de vida. El aumento en la prevalencia de
obesidad y el retardo en la edad de inicio de la etapa reproductiva de la mujer sustentan la teoría de un aumento en la ocurrencia de la diabetes gestacional (Zárate, Saucedo, Basurto,
& Hernández,
2011, pág. 2).
El tratamiento farmacológico se debe considerar cuando la dieta y
el
ejercicio no logran las cifras meta (menor de 95 mg/dL
en
ayuno y 140 mg/dL
una hora posprandial) para el control
de la glucosa en sangre en un periodo de dos semanas.1, 28 (E-III) (Algoritmo 2). Los análogos
de insulina lispro y
aspart, así como la insulina humana de acción rápida y la insulina de acción
intermedia han sido investigadas en el embarazo y se ha demostrado su efectividad y
seguridad
clínica, mínimo transporte a través de la placenta y no se ha informado teratogenicidad (E-I).2
Además, se han identificado menos episodios
de hipoglucemia, un mejor control de la glucemia posprandial y mayor satisfacción de la paciente. La insulina de acción intermedia se utiliza en
combinación con las anteriores.29 (E-Ib) (Font-López, y otros, 2010, pág. 677).
La piedra angular del tratamiento de DMG sigue siendo la asesoría nutricional y la intervención dietética. La dieta óptima debe satisfacer las necesidades calóricas y nutricionales
para sustentar el embarazo, sin dar como resultado una hiperglucemia postprandial significativa.
En la mayoría de
los casos, las mujeres con DMG pueden recibir indicaciones sobre la
dieta y enseñanza
del auto manejo de
la glucosa en la sangre, en un ambiente de consulta
externa. Una vez establecido el diagnóstico, las mujeres comienzan un programa dietético de 2,000 a 2,500 kcal diarias. Esto representa aproximadamente 35 kcal/kg del peso del embarazo en curso. Una dieta compuesta de 50 a 60%
de carbohidratos con frecuencia daría
como resultado un aumento excesivo de peso e hiperglucemia
postprandial. Por
esta razón, se ha sugerido que la ingestión de
carbohidratos se limite a 33-40%
de las calorías.Los carbo hidratos complejos son preferibles a
los carbohidratos simples porque es menos probable que produzcan hiperglucemia postprandial
significativa. Sin embargo,
los estudios aleatorios con
potencia estadística adecuada carecen de pruebas para determinar el beneficio de las dietas de carbohidratos de bajo índice glucémico en la DMG. En la práctica se recomiendan tres comidas y
dos o
tres refrigerios para distribuir la
ingestión de glucosa y minimizar las acometidas de glucosa postprandial (Landon & Gabbe,
2011, pág. 11).
La dieta, en particular, reduce
significativamente el riesgo de pre-eclampsia, diabetes
gestacional,
hipertensión
gestacional,
y
los
nacimientos prematuros en
comparación
con cualquier otra intervención. Las intervenciones basadas en una dieta balanceada de 18-24 kJ/kg, una dieta con bajos niveles de glucosa, que incluya granos enteros sin procesar, frutas, legumbres y verduras se han descrito como más beneficiosas. Una dieta que incluya un 30% de grasa, 15 a20% de proteína, y 50 a 55% de hidratos de carbono, con la ingesta de energía individualizada a las necesidades de la madre debería de ser adecuada para una ganancia de peso correcta durante el embarazo (Bustillo, y otros, 2016, pág. 4).
En la DG se debe corregir la hiperglucemia que rebase
los límites considerados como
normales en el embarazo mediante una terapéutica
individualizada. Para este propósito tanto la alimentación adecuada y la actividad física
regular son insoslayables, pero en caso de ser insuficientes se agregan los fármacos como son la insulina
humana sintética, las sulfonilureas
(exclusivamente por el momento gliburida) y
recientemente la metformina. En casos de mínima
hiperglucemia
postprandial también se ha utilizado acarbosa
para
reducir la
absorción intestinal de glucosa. La selección del fármaco depende de la aceptabilidad, costo y efectividad, tomando en cuenta que generalmente hay preferencia por la medicación oral, aunque lo más efectivo sigue
siendo la insulina. Ninguno de estos recursos terapéuticos es teratogénico y pueden utilizarse en
forma combinada (Zárate,
Hernández-Valencia,
&
Saucedo,
La detección
y manejo de la diabetes gestacional.
Controversias, críticas y comentarios,
2008).
Tabla 2. Manejo
de la diabetes gestacional
Fuente: (Duarte-Gardea, Muñoz, Rodríguez-Saldaña, & Escorza-Domínguez, 2004).
Conclusiones.
En términos generales la diabetes gestacional es una condición muy común y riesgosa en el embarazo, es más frecuente en mujeres que presentan una condición de obesidad, sin embargo, con los tratamientos adecuados y siguiéndose lo planes sugeridos por los médicos es posible llevar a término de manera exitosa y sin riesgo tanto para la madre como para el feto el embarazo.
La metformina es el tratamiento más empleado y sugerido cuando se presentan procesos de diabetes gestacional mucho más que la insulina, ya que es menos invasiva y en comparaciones con otros tratamientos tiene mucho éxito para el término del embarazo.
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