Margarita Alexandra
Ontano
Moreno a; Ana Isabel
Mejía Velasteguí b; Marietta Elizabeth Avilés Arroyo
c
Uso del ácido
tranexámico
en hemorragia obstétrica
Use of tranexamic acid in
obstetric hemorrhage
Revista Científica
Mundo de la Investigación
y el Conocimiento.
Vol. 3 núm. 4., diciembre,
ISSN: 2588-073X, 2019, pp. 194-211
DOI: 10.26820/recimundo/3.(4).diciembre.2019.194-211
URL: http://recimundo.com/index.php/es/article/view/659
Código UNESCO: 3205 Medicina Interna
Tipo de Investigación: Artículo
de Revisión
© RECIMUNDO; Editorial Saberes del Conocimiento,
2019
Recibido: 15/09/2019 Aceptado: 23/11/2019 Publicado:
30/12/2019
Correspondencia: karinaborjaa@gmail.com
a. Magister en Docencia y Gerencia en Educación Superior; Magister en Ginecología Infante Juvenil y Salud Reproductiva
del
Adolescente; Obstetriz, Universidad de Guayaquil, Guayaquil, Ecuador;
karinaborjaa@gmail.com
b. Especialista en Ginecología y Obstetricia; Médico; Universidad de Guayaquil, Guayaquil, Ecuador; karito- naty@hotmail.com
c. Especialista
en
Ginecología
y Obstetricia; Doctora en Medicina y Cirugía;
Universidad de
Guayaquil;
Guayaquil, Ecuador; lujam898989@gmail.com
RESUMEN
Las hemorragias
durante el
embarazo, postparto inmediato y puerperio tardío son complicaciones
que traen una morbididad y mortalidad a
la paciente y el feto. No existe una
definición universal
de la hemorragia obstétrica, porque no se ha establecido claramente, lo que constituye una pérdida
sanguínea excesiva. La
pérdida de volumen sanguíneo
a una velocidad superior a 150 ml/min (que
en
20 minutos causaría la pérdida del 50% del volumen), que puede presentarse durante el estado grávido o puerperal, que supera los 500 ml, postparto o 1000 ml post cesárea.
El ácido tranexámico es un derivado de
la lisina utilizado como hemostático
gracias a sus propiedades antifibrinolíticas. Inhibe la activación del plasminógeno al
bloquear los
ligando de la lisina
de esta molécula. Ejerce
su efecto antifibrinolítico mediante
el
bloqueo reversible y competitivo de los receptores de lisina en las moléculas de PLG, impidiendo la unión de éste a la
fibrina. Reduce la activación del PLG a PL con lo cual se inhibe la degradación de la fibrina, favoreciendo así la hemostasia secundaria. El ácido tranexámico no presenta
pruebas de teratogenicidad o
de otros efectos secundarios tanto en la madre
como el feto, evidenciando
epidemiológicamente que no habría contraindicación para su uso durante el embarazo
en
caso de existir hemorragias.
Respecto a la seguridad de su uso
tanto para
la madre como para el recién nacido, los ensayos clínicos no se reportan eventos adversos serios y significativos para el uso de ácido tranexámico; destacando evidencia que señalan eventos adversos leves con significancia estadística en molestias transitorias tales como cefalea
náuseas, vómitos, diarrea
y fotopsias. La metodología usada es descriptiva, con un enfoque
documental, es decir, revisar fuentes
disponibles en la red, como google académico, con contenido
oportuno y relevante desde el
punto de vista científico y actualizado que enriquezca el análisis del tema
planteado en este
artículo.
Palabras
Claves: Hemorragia Obstetricia;
Ácido Tranexámico; Plasminógeno; Antifibrinolíticas;
Pérdida Sanguínea
Excesiva; PLG.
ABSTRACT
Hemorrhages during pregnancy, immediate postpartum and late puerperium are complications that
bring morbidity and mortality to the
patient and the fetus. There
is no universal definition of obstetric
hemorrhage, because
it has not been clearly established, which constitutes excessive
blood loss. Loss of blood
volume at a rate
greater than 150
ml / min (which
in 20 minutes would cause the loss of 50% of the volume), which can occur during the gravid or puerperal state, which exceeds 500 ml, postpartum or
1000 ml post Caesarean section. Tranexamic acid is a derivative of lysine used as hemostatic thanks to its antifibrinolytic
properties. It inhibits
plasminogen activation by blocking
the lysine ligands of this molecule. It exerts its
antifibrinolytic effect by reversing and competitive blocking of lysine receptors in PLG
molecules,
preventing its binding to fibrin. Reduces the
activation of
PLG
to PL which inhibits
fibrin degradation, thus favoring secondary
hemostasis. Tranexamic acid does not show evidence
of teratogenicity or other side effects in both the mother and the fetus, epidemiologically proving that there would be
no contraindication for use during pregnancy in case of bleeding. Regarding the safety of its use for both the mother and the newborn, clinical trials do not report serious and significant adverse events for the use of tranexamic acid; highlighting evidence
indicating mild adverse events with statistical significance in transient discomfort such as headache
nausea, vomiting, diarrhea
and
photopsies. The methodology used is descriptive, with a documentary approach that is, reviewing sources available on the web, such as google scholar, with timely and
relevant content from the
scientific and updated point of view that enriches the
analysis of
the topic raised in this article.
Keywords: Obstetrics Hemorrhage; Tranexamic Acid;
Plasminogen; Antifibrinolytics; Excessive Blood Loss; PLG.
Introducción.
Las hemorragias durante
el
embarazo, postparto inmediato y puerperio tardío son complicaciones que
traen una morbididad y mortalidad a la paciente y el feto. Informes internacionales reportan una incidencia
de 1.2% de hemorragias
durante el embarazo, 8.3% en el
post-parto inmediato con parto vaginal y un 5.7% pos-cesárea y 0.2% en el puerperio tardío
(Murray, 2019). Sin embargo,
la incidencia de transfusión
fue de 1,14%. Los procedimientos
quirúrgicos obstétricos se asocian con sangrado post operatorio, el cual es habitualmente auto- limitado. No obstante, en pacientes con desórdenes hereditarios de
la hemostasia, procedimientos
invasivos menores pueden precipitar sangrados prolongados. Estos sangrados excesivos son alarmantes tanto para
el
paciente como para
el
tratante, y pueden alargar el procedimiento,
comprometer la cicatrización
y predisponer a infecciones.
Cuando los tejidos
se dañan, los vasos sanguíneos
pueden romperse e inmediatamente desencadenar el mecanismo hemostático, consistente
en
vasoconstricción, formación tapón
plaquetario e inicio coagulación; dando lugar a una
red
estable de fibrina. La fibrinólisis es el
mecanismo fisiológico que
disuelve coágulos, mantiene a los vasos sanguíneos
permeables y da
inicio a la remodelación del tejido dañado; planteándose
así que su bloqueo favorecería
la hemostasia. El uso de inhibidores de
la fibrinólisis empezó hace varias décadas y hoy en el
mercado, existen sólo
productos sintéticos,
principalmente
el
ácido epsilón-aminocaproico y el
ácido tranexámico.
El ácido
tranexámico
es un medicamento
antifibrinolítico
ampliamente usado
en medicina. En el parto, su uso inhibiría la actividad fibrinolítica aumentada, ejerciendo un efecto clínico de prevención primaria en contra del sangrado, por lo que en aquellas situaciones de potencial hemorragia materna, previo consentimiento informado materno, recomendamos su uso.
Ante un sangrado durante el parto, debiera
usarse pues los potenciales peligros no evidenciados serían muy menores a los beneficios observados en su uso clínico como se
evidenciará a continuación.
Metodología.
Esta investigación está dirigida
al
estudio del “Uso del ácido tranexámico en hemorragia
obstétrica”. Para
realizarlo se usó una metodología tipo descriptiva, con un enfoque documental, es decir, revisar fuentes disponibles en la red, como google académico, con contenido oportuno
y relevante desde el punto de vista científico para dar respuesta a lo tratado en el presente artículo
y que
sirvan de inspiración para realizar otros proyectos. Las mismas pueden ser consultadas al final,
en la bibliografía.
Resultados.
Hemorragia
obstetricia
No existe una definición universal de
la hemorragia obstétrica,
porque
no se
ha establecido claramente, lo que
constituye una pérdida sanguínea excesiva.
La pérdida de volumen sanguíneo a una velocidad superior a 150 ml/min (que en 20 minutos causaría la
pérdida del 50% del volumen), que
puede presentarse durante el estado grávido o puerperal, que supera
los 500 ml, postparto o 1000 ml post
cesárea (Toledo-Asturizaga, 2014). Criterios de
diagnósticos:
• Perdida mayor
al 25% de la volemia.
(50% de la volemia
en 3 horas).
• Descenso
del
hematocrito 10 o más puntos.
• Pérdida aproximada de 150 ml/
minuto
en 20 minutos.
• Descenso
de
la hemoglobina
4 gr/dl.
• Cambios
hemodinámicos que desencadena presencia de síntomas: debilidad, vértigo, síncope y /o signos: hipotensión,
taquicardia u oliguria. Estos
datos están presentes cuando la paciente
ha paciente ha perdido
una cantidad importante de
sangre.
Clasificación
Antes
de parto:
• Placenta previa: la hemorragia genital se caracteriza por ser indolora, con expulsión de sangre
líquida de cantidad variable, roja rutilante, que aparece en forma brusca e inesperada, la
mayoría de las veces en reposo e incluso durante
el
sueño. Se presenta al
final del segundo trimestre,
habitualmente
sin actividad uterina.
• Desprendimiento de
placenta: síndrome hemorrágico
que
se
presenta
por desprendimiento
total
o parcial de la placenta normalmente insertada.
• Ruptura uterina: se dividen en dehiscencia (rotura de cicatriz previa) y rotura de útero sin cicatriz previa (por
maniobras obstétricas, traumatismos, trabajo de parto prolongado con
desproporción feto-materna). El principal
factor de riesgo
es el
antecedente de una cesárea previa 0.2%, luego de dos cesáreas previas el riesgo se eleva
a 3.7%. Los signos
clínicos son: dolor abdominal, dolor a la palpación, pérdida de bienestar fetal, palpación fácil de partes fetales, muerte fetal, hemorragia vaginal, colapso circulatorio materno; taquicardia, hipotensión.
• Vasa previa: es
una condición
rara
cuya falta de diagnóstico puede ocasionar
una
mortalidad fetal del 60%. Ocurre cuando existe una inserción velamentosa del cordón,
que atraviesa las membranas en el segmento inferior del útero por delante de la presentación fetal. Clínicamente
se evidencia
sangrado genital que ocurre después de la ruptura de membranas, con un útero relajado, en presencia de riesgo de pérdida
del bienestar fetal que no guarda
relación con
la cuantía
de la hemorragia (Toledo-
Asturizaga, 2014). Ante la sospecha se debe analizar la sangre vaginal para determinar si existe hemoglobina fetal y se
debe proceder a interrupción inmediata del embarazo por la vía más
expedita.
En el
puerperio:
• Precoz 50% (Primeras
24 horas) Atonía uterina (50 a 60%)
• Traumatismo cérvico-vaginal
(20 a 30%)
• Retención
de restos ovulares
(10%)
• Trastornos adherenciales placentarios
• Inversión uterina
Tardío
(Entre las 24 horas
y la 6ta. semana)
• Retención
de restos ovulares.
• Endomiometritis.
• Involución anormal del lecho placentario.
• Dehiscencia de la
histerorrafia. Secundarias: coagulopatías
congénitas, adquiridas
• Coagulación
intravascular diseminada
• Coagulopatía pos transfusional
• Sepsis intrauterina
• Pre eclampsia
/HELLP
• Óbito
fetal
Tratamiento
medicamentoso (de primera línea) (Vergara-Soto, 2018)
• Oxitócicos: oxitocina 10 U, endovenoso lento, constituye una de las recomendaciones
preventivas,
mantener con
20U en 500 ml de solución glucosada.
• Maleato
de ergometrina 0,2 mg IM y reevaluar a los
10 minutos.
• Carbetocina 100 ug,
IV previa liberación
de receptores
con 200 ml de solución
fisiológica a infusión continua por 5 a 6 minutos.
• Misoprostol 800 a 1000 Ug, vía rectal. (Recomendación-C).
• El ácido tranexámico se ha sugerido en caso de atonía refractaria o sangrado persistente secundario a trauma
genital.
Tratamiento intervencionista (de segunda línea)
• Masaje uterino bi manual, una mano a través de la vagina en puño presionando
la pared anterior del
útero y la otra supra umbilical sobre
cara posterior del
cuerpo
uterino.
• Taponamiento uterino (efectivo en el 84 % de los casos), el dispositivo más utilizado fue
el catéter Sengstaken
Blakemore, Barki (Karlsson,
2009).
• La colocación de un balón (Cobra Cordis
5F) a la arteria iliaca interna a través de la femoral común, siguiendo la técnica
de Seldinger, a
una presión1-2atm., se
insufla y se deja por 24 horas a 48 horas, con profilaxis antibiótica, este procedimiento es seguro, efectivo y se puede realizar en pacientes inestables. Es importante contar con el apoyo de un radiólogo experimentado (Torre,
Junio 2018).
• Indumentaria
antichoque, no existe estudios randomizados que lo recomienden,
la
posibilidad de beneficiar al
paciente
está en
disminuir
la
pérdida de sangre 200 ml aproximadamente lo que no diferencia determina diferencia de la conducta quirúrgica
a seguir.
Tratamiento radiológico
En paciente estable, la
embolización de la arteria uterina alcanza una efectividad del
90%, preservando la fertilidad y recuperando las menstruaciones
en un 100% después de
un parto. Puede presentarse complicaciones como: dolor,
fiebre, embolismo pulmonar, infección pélvica hasta
necrosis
de útero y vejiga (0 a 10%) (Vergara-Soto,
2018).
Ácido tranexámico
El ácido tranexámico es un derivado de la
lisina utilizado como hemostático gracias a
sus propiedades antifibrinolíticas. Inhibe la activación del plasminógeno al bloquear los ligandos de
la lisina de esta molécula (Morgado-Carrasco, 2017). Ejerce su efecto antifibrinolítico mediante
el
bloqueo reversible
y competitivo de
los receptores de lisina en las moléculas
de PLG, impidiendo la unión
de éste a la fibrina. Reduce la
activación del PLG
a PL con lo cual se
inhibe la degradación de la fibrina, favoreciendo así la hemostasia secundaria. La reducción de la actividad de
PL
obtenida por el uso del ácido tranexámico, es útil en condiciones de
elevada
actividad
fibrinolítica local y sistémica, así
como en
la
mayoría
de los
trastornos de la coagulación, en que
existe una formación de coágulo con una
red
de fibrina anormal debida a
disminución y retraso en la
generación
de trombina.
Puede administrarse
por vía oral, endovenosa
o tópica. La
dosis
endovenosa
generalmente
es
de 0,5 a 1 gramo (10
mg/ kg de peso corporal), en tres a cuatro tomas al día. Por
vía oral, la dosis es de 1 a
1,5 gramos (15 a
20 mg/kg de peso corporal, tres a cuatro veces al día,
no excediendo
los 4 gramos/día. En caso de cirugía, la primera dosis
endovenosa se administra
inmediatamente antes de empezar. Sin embargo, si la primera dosis
se administra
por vía oral, debería suministrarse
dos
horas antes de la intervención. Puede
utilizarse
la misma dosis para niños y adultos.
En general el ácido tranexámico es bien tolerado, siendo los eventos adversos
habitualmente leves y consistentes con molestias gastrointestinales destacando la presencia de náuseas y diarrea. La inyección endovenosa rápida puede provocar mareos e hipotensión; por lo tanto, se recomienda
no administrar el ácido tranexámico a
un ritmo mayor de 100 mg/minuto. Experiencias en relación al uso del ácido tranexámico en dosis mayores a las habituales y en condiciones clínicas particulares, han reportado eventos adversos graves e infrecuentes tales como trombosis,
insuficiencia renal y convulsiones. En
la actualidad,
se consideran contraindicaciones absolutas para el uso:
1.
Trombosis venosa o arterial aguda.
2.
Hematuria macroscópica originada en
el tracto urinario superior.
3.
Hemorragia subaracnoidea excepto
tratamiento “ultraprecoz” con
AT previo
a
la
intervención neuroquirúrgica del
aneurisma.
4. Uso de concentrados complejo protrombina en dosis alta y repetida y/o uso de FEIBA
(contiene los factores II, IX y X principalmente no activados, así como el Factor VII activado;
el antígeno del Factor VIII coagulante).
Uso del
ácido tranexámico
en obstetricia
Embarazo
Es infrecuente la ocurrencia de problemas hemorrágicos
en mujeres embarazadas con
trastornos de coagulación congénitos incluso severos como la enfermedad de von Willebrand tipo 3, no obstante su frecuencia es mayor que la población de gestantes sin defectos de
coagulación. El ácido tranexámico no presenta pruebas de teratogenicidad o de otros efectos secundarios tanto en la madre como el feto evidenciando epidemiológicamente que no habría contraindicación para su uso
durante el embarazo en caso de existir hemorragias.
Parto
La hemorragia es una complicación grave del parto, considerándose como la principal
causa de muerte materna en el mundo, y una causa importante de morbilidad dado que
el
12% de los sobrevivientes
tendrán anemia severa subsecuente (Tisné,
2013) . La pérdida
de sangre que se produce
durante el parto por cesárea es aproximadamente
dos veces más que
la cantidad perdida durante el parto vaginal; y aproximadamente el 6%
de estas pacientes requieren transfusiones de sangre. Las mujeres que requieren transfusión
de sangre se enfrentan a los riesgos que ésta
conlleva, incluyendo
la transmisión de infecciones.
Durante el proceso del parto, tanto vaginal como en la
cesárea, producto de
la injuria vascular se puede
producir hemorragia, con la consecuente pérdida
de factores de la coagulación,
la que puede ser agravada
durante el alumbramiento, debido activación del sistema fibrinolítico a niveles pre gestacionales, por
la separación placentaria. Lo anterior plantea el uso de ácido tranexámico, no sólo en situaciones
de sangrado durante el parto sino también para prevención primaria de la
hemorragia
antes del nacimiento.
En la línea de la
prevención primaria
de la hemorragia durante el parto, hay evidencia de ensayos clínicos, que avalan la eficacia y seguridad de una única dosis de ácido tranexámico,
para reducir el sangrado tanto en el parto vaginal, como en la cesárea. En cesárea
sin factores de riesgo para
sangrado, dicha pérdida hemática es menor en un rango de 14,1% a 52,6% al usarlo
versus placebo, además se reporta una reducción en la frecuencia hemorragia obstétrica (pérdida hemática mayor a 500 ml y/o 400 ml) en porcentajes variables de 11,1% a 18% (Muñoz, Julio 2011). Del mismo modo reportan 25% menos de transfusiones con el uso de ácido tranexámico respecto a placebo.
Respecto a la seguridad de su uso tanto
para la madre como para el recién nacido, los ensayos clínicos no se reportan eventos adversos serios y significativos
para el uso de ácido
tranexámico;
destacando
evidencia
que señalan
eventos
adversos
leves
con significancia
estadística en molestias transitorias tales como cefalea
náuseas, vómitos, diarrea y fotopsias
(Caballero, Febrero
2017). Las gestantes que padecen
trastornos hemostáticos
congénitos deberían recibir una
atención adecuada
en
colaboración con centros de tratamiento especializado en
el manejo
de coagulopatías.
El tratamiento
durante el parto vaginal o la cesárea
debería adaptarse a la paciente
en cuestión y podría
incluir el uso ácido tranexámico. En el caso de varios trastornos
de la coagulación graves,
por ejemplo enfermedad Von Willebrand tipo
3 (Tisné,
2013), es necesario administrar concentrado de factor; pero si también se administra este ácido puede reducirse la cantidad de concentrado y la duración de su administración sirviendo de terapia complementaria
con ácido tranexámico en
estas pacientes.
En la línea del manejo del sangrado después del parto vaginal,
usando ácido tranexámico en una dosis inicial de 4 gramos seguida de la infusión endovenosa de 1 gramo/hora durante seis horas, en casos de pérdida
hemática mayor a 800 ml se
logró una reducción en las medianas de
pérdida hemática (ácido tranexámico: 170 ml, control: 221 ml),
tiempo duración sangrado (a 30
minutos de iniciada la hemorragia se detuvo sangrado ácido tranexámico: 63%, control: 46%), cantidad de glóbulos rojos transfundidos (total unidades transfundidas ácido tranexámico: 28, control: 62) e incidencia de disminución concentración de hemoglobina en más de 4 gr/dl (AT: 25%, control: 43%). La detención del sangrado posterior al uso de útero retractores y transfusión de concentrados de glóbulos rojos se reveló para ácido tranexámico 93% en cambio para control fue de 79% (p =0,03) (Tisné, 2013).
Un ensayo clínico controlado evaluó la seguridad y la efectividad de la administración
temprana de ácido tranexámico en la mortalidad, el requerimiento de histerectomía y otros resultados relevantes, en las mujeres con hemorragia post-parto. Se aplicó a mujeres mayores de 16 años con diagnóstico clínico de hemorragia post-parto posterior a parto vaginal o cesárea. Se consideró hemorragia post-parto al sangrado estimado mayor a 500 mililitros (ml) en caso de parto vaginal, de 1000ml posterior a cesárea, o de cualquier magnitud suficiente como para producir inestabilidad hemodinámica (Grillo, Junio 2017).
El procedimiento utilizado fue el siguiente: ácido tranexámico 1 gramo
(g) a concentración de 100 miligramos (mg) por ml, administrado a una velocidad aproximada de 1ml/minuto. Si el sangrado continuó posterior a 30 minutos o se detuvo y reinició en las primeras 24 horas de la primera dosis, se administró una segunda dosis. El grupo control recibió placebo a la misma frecuencia. Con base en este ensayo clínico se pudo establecer que (Grillo, Junio 2017), el uso de ácido tranexámico no redujo la frecuencia de muerte por cualquier causa o la necesidad de histerectomía en las primeras 42 horas (RR 0.97, IC 95% 0.87 a 1.09), al igual que tampoco modificó la frecuencia de muerte por cualquier etiología (RR 0.88, IC 95% 0.74 a 1.05) (Tisné, 2013).1ml/minuto. Si el sangrado continuó posterior a 30 minutos o se detuvo y reinició en las primeras.
Por otra parte, las pacientes asignadas a recibir ácido tranexámico requirieron con menor frecuencia laparotomía
para detener el sangrado (Grillo, Junio 2017) (RR 0.64, IC 95% 0.49 a 0.85) a expensas de una mayor frecuencia en el uso de suturas hemostáticas (RR 1.19 IC 95% 1.01 a 1.41). La frecuencia de eventos tromboembólicos no fue diferente entre los grupos (RR 0.88 IC 95% 0.54 a 1.43), al igual que tampoco lo fue la frecuencia de complicaciones (falla renal RR 1.09 IC 95% 0.85 a 1.39; falla cardiaca RR 0.95 IC 95% 0.73 a 1.23; falla respiratoria RR 0.87 IC 95% 0.67 a 1.12; falla hepática RR 0.96 IC 95% 0.58 a 1.60; sepsis RR 0.97 IC 95% 0.79 a 1.19 o de convulsiones RR 0.76 IC 95% 0.49 a 1.20) (Karlsson, 2009).
Embarazo en
mujeres con
trastornos hemorrágicos
Las mujeres que se sospeche padezcan un trastorno hemorrágico
o sean portadoras deberían someterse a pruebas diagnósticas antes de embarazarse a fin de permitir una asesoría previa a la concepción y un control temprano del embarazo adecuados. Esto es de suma importancia para
mujeres con trastornos hemorrágicos graves o para aquellas que pudieran
engendrar
un bebé
que pudiera resultar
gravemente
afectado, como las portadoras de hemofilia.
La asesoría previa a la
concepción
tiene dos ventajas (Andran, 2009):
• Ofrece a las mujeres y sus familiares información adecuada sobre las implicaciones
genéticas de
su trastorno, las opciones reproductivas disponibles y las opciones de diagnóstico prenatal.
• Permite
planear el embarazo y establecer cómo y dónde puede controlarse mejor. Otros
aspectos
de
la
atención
previa a la concepción
incluyen
la
inmunización
contra la hepatitis A y B para quienes posiblemente requieran transfusiones de sangre y asesoría general
sobre temas como suplementos de ácido fólico.
Las mujeres con trastornos hemorrágicos
corren el riesgo de
padecer HPP primaria (pérdida de sangre de más de 500 ml durante las primeras 24 horas posteriores al parto) y
secundaria (sangrado excesivo entre
24 horas y 6 semanas después del parto), especialmente quienes padecen trastornos graves. Los hematomas perineales/vaginales son una complicación
poco común del parto vaginal, pero es más probable que se presenten en mujeres con trastornos
hemorrágicos, particularmente
después de partos vaginales quirúrgicos. Puede
usarse ácido tranexámico para
la prevención y el control de HPP secundarias. Los anticonceptivos orales
combinados, de no ser contraindicados, también constituyen una opción para
evitar el sangrado
excesivo
durante
los últimos días del periodo
posparto.
Conclusiones.
El plan de acción en el manejo de la hemorragia obstétrica debe ser contextualizado en cada
uno
de
los
hospitales que atiendan mujeres
embarazadas.
El
uso
de
componentes
sanguíneos y terapia hemostática
farmacológica se
consideran terapéuticas con indicaciones
precisas,
ambas con
ventajas, desventajas, efectos colaterales.
En la prevención de
la hemorragia post parto el conocimiento de
la existencia de factores de riesgo es de gran ayuda
a la hora de prevenirla,
pero hay que
recordar que 2/3
de los casos se dan
en mujeres
sin
ninguno de
estos factores. Es por ello que
debemos actuar de forma sistemática y universal en la fase de alumbramiento de
todos los partos mediante
una conducta
activa, que
puede resumirse en
los siguientes pasos:
• Administración
de un uterotónico, siendo de elección
la oxitocina.
• Clampaje y sección precoz del
cordón umbilical.
• Tracción suave y
mantenida del mismo.
• Masaje
uterino tras alumbramiento.
El uso de inhibidores de
la fibrinólisis empezó hace varias décadas y hoy en el mercado, existen
sólo productos sintéticos,
principalmente el ácido epsilón-aminocaproico
y el ácido
tranexámico. El ácido tranexámico es un medicamento que favorece la hemostasia secundaria, impidiendo la hemorragia. En la actualidad
es importante en cirugía
y traumatismo para reducir
la pérdida de sangre
y la necesidad de transfusión. En general el ácido tranexámico es bien
tolerado, siendo los eventos adversos
habitualmente
leves y consistentes con molestias gastrointestinales destacando la presencia de
náuseas y diarrea. La
inyección endovenosa
rápida
puede provocar mareos e hipotensión; por lo tanto,
se recomienda no administrar el ácido tranexámico a un ritmo mayor de 100 mg/minuto. Experiencias en relación al uso del ácido
tranexámico en dosis mayores a
las habituales y en condiciones clínicas particulares, han
reportado eventos adversos graves e infrecuentes tales como trombosis, insuficiencia renal y convulsiones.
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