DOI: 10.26820/recimundo/4.(1).enero.2020.183-191
URL: http://recimundo.com/index.php/es/article/view/733
EDITORIAL: Saberes del Conocimiento
REVISTA: RECIMUNDO
ISSN: 2588-073X
TIPO DE INVESTIGACIÓN: Artículo de Revisión
CÓDIGO UNESCO: 3202 Epidemiología
PAGINAS: 183-191
Morbimortalidad del dengue grave
Morbimortality of severe dengue
Morbimortalidade da dengue grave
Katiuska Katherine
Contreras Cano1; Karla
Geoconda Boada Rodríguez2; Jonathan Eduardo Jarrin Torres3; Cynthia
Gabriela Albán Espinoza4
RECIBIDO: 18/09/2019 ACEPTADO: 29/10/2019 PUBLICADO: 31/01/2020
1.
Médico; Investigador Independiente; Guayaquil, Ecuador; katherincontreras5728@hotmail.com; https://orcid.org/0000-0003-4283-2529
2. Médico;
Investigador Independiente; Guayaquil, Ecuador; karlita0317@hotmail.es; https://orcid.org/0000-
0002-4791-7946
3. Máster Universitario en Dirección y Gestión de Unidades
de Enfermería; Licenciado
en Enfermería; Investigador Independiente; Guayaquil, Ecuador, Ecuador;
Joejarrin92@hotmail.com; https://orcid.org/0000-0002-
8617-3206
4. Médico Cirujano;
Investigador Independiente; Guayaquil, Ecuador; gabysalban@gmail.com; https://orcid. org/0000-0002-4952-9592
CORRESPONDENCIA Katiuska Katherine
Contreras Cano katherincontreras5728@hotmail.com
Guayaquil, Ecuador
© RECIMUNDO; Editorial
Saberes del Conocimiento, 2020
RESUMEN
El Dengue es
una enfermedad
infecciosa, producida por un arbovirus cuyo único reservorio es el hombre. El virus
utiliza como vector biológico al mosquito Aedes aegypti o al mosquito
Aedes albopictus. La sintomatología se presenta
como un cuadro
febril
denominado
dengue
clásico,
que
se caracteriza por fiebre
alta de presentación aguda, de duración limitada
(2 a 7 días), con intenso malestar
general, acompañado de erupción
cutánea. Las formas graves, dengue hemorrágico y síndrome de choque por dengue, ocurren mediante
un mecanismo denominado reforzamiento
inmunológico, propiciado
usualmente por infecciones secuenciales por serotipos heterólogos. En estas variantes
clínicas, se manifiestan las hemorragias, el aumento de la permeabilidad vascular, la serositis,
la hepatomegalia o el fallo circulatorio y, sin restitución hídrica parenteral,
las personas afectadas
pueden fallecer rápidamente. El factor de riesgo principal
de sufrir dengue
hemorrágico es tener
una segunda infección
con un serotipo diferente del que causó la infección primaria. Los anticuerpos de la clase
IgM contra el virus del dengue se pueden detectar en más de
95% de los casos a partir
del quinto día de la enfermedad. Según datos de la Organización Mundial de la Salud, Brasil
ocupa el primer puesto entre los treinta países
del mundo con mayor número de casos notificados de dengue. Otros países
donde el dengue es endémico
son Venezuela, Colombia, Bolivia,
Perú, Paraguay, Ecuador y Argentina. Las medidas de prevención
y control como el uso
de mosquiteros, eliminación adecuada
de desechos y criaderos potenciales, la aplicación de antilarvarios e insecticidas, así como la educación para la salud dirigida a población general
y en particular a la población en riesgo. Se usó una metodología descriptiva, con un enfoque
documental, es decir, revisar fuentes
disponibles en la red, con contenido
oportuno
y relevante para dar respuesta
a lo tratado en el presente artículo.
Palabras clave: Dengue, Morbilidad, Arbovirus, Serotipos, Infección, Dengue Hemorrágico.
ABSTRACT
Dengue is an infectious disease, produced
by an arbovirus whose only
reservoir is man. The virus
uses the Aedes aegypti mosquito or the Aedes albopictus mosquito
as a biological vector. The symptomatology is presented
as a febrile condition called classic dengue, which is characterized by acute fever of acute presentation, of limited duration
(2 to 7 days), with intense general malaise, accompanied by skin rash. Severe forms, hemorrhagic dengue
and dengue shock syndrome,
occur through a mechanism called immunological reinforcement,
usually caused by sequential infections by heterologous
serotypes. In these clinical variants, hemorrhages, increased vascular
permeability, serositis, hepatomegaly or circulatory failure are manifested and, without parenteral water restitution, affected people
can die quickly. The main risk factor for hemorrhagic dengue is having a second
infection with a different serotype than the one that caused the primary infection.
IgM class antibodies
against dengue virus can be detected in more than 95% of cases from the fifth day of the disease. According to data from the World Health Organization, Brazil ranks first among the thirty countries in the world with the highest number of reported dengue cases. Other countries
where dengue is endemic are Venezuela,
Colombia, Bolivia, Peru,
Paraguay, Ecuador and Argentina. Prevention and control measures such as the use of mosquito
nets, adequate disposal of waste and potential
hatcheries, the application of antilarvaries and insecticides, as well as health education
aimed at the general population and in particular the population at risk. A descriptive methodology was used, with a documentary approach, that is, to review sources available on the network,
with timely and relevant
content to respond to what
is discussed in this article.
Keywords: Dengue, Morbidity, Arbovirus, Serotypes, Infection, Hemorrhagic Dengue.
RESUMO
A dengue é uma doença infecciosa, produzida por um arbovírus
cujo único reservatório é o homem. O vírus usa o mosquito
Aedes aegypti ou o mosquito
Aedes albopictus como vetor biológico.
A sintomatologia é apresentada
como uma condição febril denominada dengue
clássica, caracterizada por febre aguda de apresentação aguda, duração limitada
(2 a 7 dias), com intenso mal-estar
geral, acompanhado de erupção cutânea.
Formas graves, dengue hemorrágica e síndrome do choque da dengue, ocorrem através de
um mecanismo chamado reforço imunológico, geralmente
causado por infecções seqüenciais por sorotipos heterólogos. Nessas variantes clínicas,
hemorragias, aumento da permeabilidade vascular, serosite, hepatomegalia ou insuficiência circulatória são manifestadas e, sem restituição parenteral da água, as pessoas afetadas podem morrer rapidamente. O principal fator de risco para a dengue hemorrágica é ter uma segunda infecção com um sorotipo diferente daquele que causou a infecção
primária. Os anticorpos da classe IgM contra o vírus
da dengue podem ser detectados
em mais de 95% dos casos a partir do quinto dia da doença. Segundo
dados da Organização Mundial da Saúde, o Brasil ocupa o primeiro lugar entre os trinta países do mundo com o maior número de casos relatados
de dengue. Outros
países onde a dengue é endêmica são Venezuela, Colômbia, Bolívia, Peru, Paraguai, Equador e Argentina. Medidas de prevenção e controle, como o uso de redes mosquiteiras, descarte adequado de resíduos e
incubatórios em potencial, aplicação de antilarvários e inseticidas, bem como educação
em saúde voltada
para a população em geral e, em particular, a população em risco. Utilizou-se uma metodologia descritiva, com abordagem documental, ou seja, para revisar
as fontes disponíveis na rede, com conteúdo
oportuno e relevante
para responder ao que é discutido neste artigo.
Palavras-chave:
Dengue, Morbidade, Arbovírus, Sorotipos, Infecção,
Dengue Hemorrágica.
Introducción
La elaboración de un diagnóstico sobre la situación sanitaria derivada del dengue es crucial por razones de salud pública
en todo el mundo, ya que más de 2 500 millones de personas es decir, 40% de la población mundial viven en zonas donde las
probabilidades de contraer dengue
son elevadas. La Organización Mundial de
la Salud (OMS) ha
determinado que el dengue es endémico, que existe circulación
del virus durante todo el año en América, el sudeste asiático,
el Pacífico occidental, África y el Mediterráneo oriental (Heredia, 2019).
La Región de las Américas se caracteriza por presentar un alto grado de urbanización, a tal punto
que alberga cinco
de las treinta megalópolis del planeta: dos están
en Brasil (posición 4 y 19) y las restantes, en México, Argentina y Perú (posiciones 6, 13
y 30, respectivamente). Considerando que el mosquito
se ha adaptado a los entornos urbanos, el riesgo de contraer la enfermedad se potencia
(Restrepo-Arboleda, 2004).
Las grandes
urbes son el centro de las actividades productivas y gubernamentales donde el debilitamiento de los sistemas de salud pública como resultado
de las privatizaciones desmedidas y la falta de programas sostenibles han favorecido la propagación
del dengue al sur del Río Bravo hasta
convertirse en una enfermedad
endémica en toda la región, salvo en Chile y Uruguay. En lugares de escasa planificación sanitaria, el aumento
del tránsito de personas
y mercancías que conlleva la globalización
favorece la propagación
del vector en todo el planeta.
Metodología
Esta investigación está dirigida al estudio del tema “Morbimortalidad
del Dengue Grave”. Para realizarlo
se usó una metodología
descriptiva, con un enfoque documental, es decir, revisar fuentes disponibles en la red, como google académico, con contenido oportuno y relevante desde el punto de vis-
ta científico para dar respuesta a lo tratado
en el presente artículo y
que sirvan de inspiración para realizar
otros proyectos. Las mismas pueden ser estudiadas al final, en la bibliografía.
Resultados
Es una enfermedad con amplia gama y
curso clínico impredecible. En términos
generales es aceptada la clasificación en tres etapas o fases por las cuales cursa el dengue:
fase febril (2-7 días), fase crítica y fase de recuperación. Una segunda clasificación derivada, establece
la presencia o ausencia de signos de alarma. Estos signos permiten identificar precozmente la extravasación de líquidos y la posibilidad inminente de estado de choque.
Además, existe evidencia de que las alteraciones bioquímicas puedan ser resumidas en la siguiente Tabla.
Tabla 1. Signos de alarma del Dengue
Fuente: (Londoño-Ocampo, 2014)
Las formas graves,
dengue hemorrágico y síndrome de choque por dengue, ocurren mediante un mecanismo denominado reforzamiento inmunológico, propiciado usualmente por infecciones secuenciales por serotipos
heterólogos. En estas
variantes clínicas, se
manifiestan las hemorragias, el aumento de la
permeabilidad vascular, la serositis,
la hepatomegalia o el fallo circulatorio y, sin restitución hídrica parenteral,
las personas afectadas pueden fallecer rápidamente.
Existe otra clasificación binaria de importancia: dengue y dengue grave. Los criterios
de gravedad para dengue, incluyen
la presencia de uno
o más de estos tres criterios:
extravasación marcada de plasma, expresada en el estado
de choque hipovolémico y/o dificultad respiratoria (a causa de la
acumulación de líquido). En segundo
lugar, compromiso de órgano:
encefalitis, miocarditis, hepatitis
grave por dengue (transaminasas superiores a 1000 unidades)
en tercer lugar, hemorragias
abundantes según criterio médico.
Biología del Aedes Aegypti
Los cambios climáticos observados de los
últimos años, han impactado en la
modificación de los
nichos
ecológicos
que anidan muchas
de las enfermedades infecciosas. Las enfermedades transmitidas por vectores y las
zoonosis no son una excepción, aumentando su re emergencia
y diseminación. En el caso del dengue,
este mosquito fue introducido
en América, siendo una especie diseminada por el hombre por
medio
del
transporte en barcos, aviones y transportes
terrestres.
Sus hábitos
son antropófilos
y
domésticos, con radicación de criaderos en
la vivienda. Los depósitos de
agua
ubicados en objetos o construcciones,
como neumáticos, baterías viejas, recipientes de todo tipo, le sirven
a A. aegypti para
establecer sus criaderos en agua
limpia,
con bajo tenor orgánico, mediante la puesta de huevos
en la inter fase agua-aire. Si se dan las óptimas condiciones de humedad y temperatura, el embrión evoluciona en un lapso de 2-3 días.
Las larvas que emergen inician
un ciclo de cuatro
estados
larvarios,
creciendo a lo largo de tres mudas desde un largo de 1
mm a los 6 o 7 mm finales (Venegas-Rivera, 2012).
Estas larvas se alimentan
con el fitoplancton de los recipientes que habitan. Su desarrollo
se completa en condiciones favorables de
nutrición
y con temperaturas de 25 a 29ºC,
en
5
a
días. Son incapaces de resistir temperaturas inferiores a 10ºC o superiores a 44ºC. El ciclo
completo de A.aegypti, de huevo a adulto, se define en 10 días (Duane-Gubler,
1992).
El adulto emergente es un mosquito
de color negro,
con
diseños
blancoplateados formados por escamas
claras que se disponen simulando la forma
de una
"lira",
en el dorso del tórax, y mostrando un
anillado característico a nivel de tarsos, tibia
y fémures de las patas.
Las
hembras son
hematófagas, debido a que
utilizan
las proteínas de la sangre extraída
para favorecer el crecimiento de
sus
huevos, siendo el
vehículo de propagación del virus, teniendo hábitos de alimentación diurnos, en cercanía
a
los
domicilios humanos con gran afinidad a la alimentación sobre el hombre. Los machos en tanto, se alimentan de néctar.
Patogenia
El factor de riesgo principal
de sufrir dengue hemorrágico es tener una segunda infección con un serotipo diferente del que causó la infección primaria. Otros factores de riesgo es tener menos
de 15 años de edad, ser de la raza blanca y sufrir de enfermedades crónicas como el asma, la diabetes y la anemia de células falciformes. En el curso de la infección primaria, el virus penetra
en la célula diana mediante
su unión a un
receptor celular y se generan anticuerpos
neutralizantes capaces de proteger
contra la reinfección con ese mismo serotipo y
durante solo 2 a 3 meses contra los otros
serotipos.
Durante una infección secundaria con un serotipo heterológica
se
forman complejos virus-anticuerpos que se introducen en las
células del sistema
fagocítico mononuclear (monocitos y macrófagos)
gracias a la
unión del fragmento
constante de la inmunoglobulina que forma
parte
del inmuno complejo a los
receptores celulares del tipo gamma. Como consecuencia se infecta un mayor
número de células y se favorece la diseminación viral. Este fenómeno
se conoce como amplificación dependiente de anticuerpos (Restrepo-Arboleda, 2004).
La activación de los linfocitos T y la producción de citocinas son también factores importantes en la patogenia del dengue hemorrágico. Después de una infección
primaria se producen clones de células T CD4+ y CD8+ efectoras y con memoria
que son específicas para el serotipo infectante, aunque capaces de reconocer
los restantes serotipos. En el desarrollo de una segunda infección se activan los clones con memoria
frente al nuevo serotipo
y así se desencadena la respuesta inmunitaria. En los casos de DH se exacerba
la activación y liberación de citocinas, lo que se relaciona con la
mayor gravedad del cuadro clínico.
También se ha demostrado que en los pacientes con dengue hemorrágico se activa el sistema del complemento y en los casos graves se pueden detectar concentraciones elevadas de las proteínas C3 y C1q. Se
plantea que los complejos virus-anticuerpos circulantes
podrían ser los que activan la reacción en cascada
del complemento.
El dengue hemorrágico se acompañe de reacciones
auto inmunitario. Estos anticuepos pueden desempeñar un papel importante en el mecanismo
patogénico durante la infección secundaria.
Otro factor a considerar el complejo mecanismo patogénico del dengue hemorrágico
es la virulencia de la cepa
infectante. En este sentido se ha reconocido
la asociación de algunos genotipos,
como los serotipos Den 2 y Den 3 de origen asiático, con casos y epidemias de dengue hemorrágico. Los enfermos con dengue presentan una menor
carga viral que los enfermos
con dengue
hemorrágico. El avance de la ciencia
ha demostrado la presencia de componentes determinantes de virulencia en la proteína E y en el extremo 3ro del genoma viral.
Diagnóstico
El virus puede detectarse en la sangre desde 2
o 3 días antes del comienzo
de la fiebre hasta 4 o 5 días después de su desaparición. Los anticuerpos de la clase IgM contra el virus del dengue se pueden detectar en más de 95% de los
casos a partir del quinto
día de la enfermedad. En la infección primaria, los anticuerpos de la clase
IgG se comienzan a detectar entre el 7mo y el 10mo día
de fiebre, mientras que en la infección secundaria se observa un incremento
muy temprano de los anticuerpos IgG con títulos muy elevados a partir del segundo
día de fiebre. En
algunos casos de infección secundaria no se detectan anticuerpos IgM (Guzmán-García, 2006).
La detección
de
anticuerpos
IgM
contra el
dengue es suficiente para considerar el caso
como probable y se debe notificar a las autoridades de salud. Cuando
se confirma la seroconversión mediante la detección de anticuerpos IgG o cuando su valor
aumenta cuatro veces o más, se considera confirmado el caso de dengue. Los antecedentes clínicos y epidemiológicos que acompañan al paciente son muy importantes para el diagnóstico final.
Los métodos directos permiten un diagnóstico de
certeza, los
indirectos dependen de
la respuesta inmune del
huésped y se aplican para confirmación después de los primeros días de la presentación de la enfermedad. Los métodos de diagnóstico directo empleados para dengue
son: cultivo, RT-PCR (PCR en tiempo real), y ELISA para detección del antígeno NS1. Los métodos indirectos incluyen ELISA-IgM, en el que hay
reacción cruzada con otros
flavivirus; MAC-ELISA, y neutralización por reducción
de placas (PRNT), que diferencia los 4 serotipos
DENV
y otros flavivirus
(Kantor, 2016).
Estudios recientes demuestran que los títulos
de anticuerpos de las clases IgA e IgE
se elevan durante la infección aguda por dengue,
se desconoce el papel que desempeñan estos anticuerpos desde el punto
de vista de la respuesta inmunitaria y la patogenia de la enfermedad. Se debe evaluar su valor diagnóstico y posible utilidad
para pronosticar la evolución
a formas graves de la enfermedad (Martínez-Díaz, Septiembre
2006).
Otros métodos de diagnóstico confirmatorio lograron identificar el genotipo de la cepa infectante se basan
en la amplificación y
detección de secuencias específicas del genoma viral mediante la reacción en cadena de la polimerasa (RCP) en sus diferentes variantes (ya sea anidada
o en tiempo real). Para ello se utilizan principalmente segmentos del gen que codifica la proteína E
o de
alguno de los genes que codifican algunas
proteínas no estructurales.
Dengue en Latinoamérica
Según datos de la Organización Mundial de
la Salud, Brasil ocupa el primer puesto
entre los treinta países
del mundo con mayor número de casos notificados de dengue. Otros países
donde el dengue
es endémico son Venezuela, Colombia, Bolivia, Perú, Paraguay, Ecuador y Argentina, que ocupan los
puestos 5, 8, 13, 18, 19, 27 y 30, respectivamente (Masciadri, Enero 2019).
En términos comparativos, si bien Brasil era
el único estado miembro donde se habían
registrado casos de dengue
(63,6 por cien mil), los problemas
de salud vinculados con
En otros países,
la incidencia seguía
siendo baja o moderada, como en Guyana
(50,6 por cien mil), Argentina (11 por cien mil) y Surinam
(2,8 por cien mil). Por último, como ya
se ha comentado, Uruguay (0,4 por
cien mil) y Chile (0,2 por cien mil) mostraron ser los únicos dos países de la región donde el
dengue no era ni es endémico.
Cabe destacar que las tasas
provinciales de dengue, al
ser un indicador agregado,
invisibilizan la situación de las
zonas fronterizas, donde la exposición al riesgo de contagio es mayor a causa de la circulación
turística y comercial.
En la más reciente nota epidemiológica de la
Organización Panamericana de la Salud sobre el dengue,
publicada el 22 de febrero del 2019, consta que el año pasado se notificaron 560 586 casos de dengue en la
región; 3 535 diagnósticos fueron graves y 336 defunciones. Las primeras seis semanas del 2019 se registraron 100 000 casos
de dengue. De ellos, 632 casos graves y 28 defunciones. En Ecuador el año 2018 cerró
con 3.094 casos por dengue. Lo informó en febrero del
2019 el Ministerio de Salud,
la cifra del año anterior es inferior a la del 2016 y 2017. En esos años se presentaron 14.159 y 11.387 casos, respectivamente. En el 2018, la provincia con el mayor número de casos de dengue fue Manabí, con 880. Le siguen Guayas, con 525, y El Oro, con 301. En octavo lugar está Pichincha con 81 diagnósticos (Heredia, 2019).
La
Organización Panamericana de la Salud recomienda a los países
que intensifiquen la vigilancia de la enfermedad, así como las
medidas de control de vectores para
reducir la población de mosquitos
que pueden transmitir. A
estas acciones deben sumarse la educación continua a la población,
el involucramiento de la comunidad y la capacitación y cuidado a los profesionales de salud.
En la actualidad, la situación en estos países es compleja, no obstante existen las bases para frenar la tendencia
creciente del
dengue y revertirla. La mayoría
de los países cuentan con programas de prevención y control con diferentes grados de desarrollo, existe una red de laboratorios con capacidad diagnóstica y se cuenta con varios
centros colaboradores de la OPS, cuya gestión puede tener un mayor impacto
en el enfrentamiento del dengue y de otros agentes patógenos, mediante un trabajo coordinado (Periago-Guzmán, 2007).
El actual fortalecimiento de los sistemas
de salud pública en varios de los países
de la Región y la creciente voluntad política son factores decisivos para lograr la integración, la intersectorialidad y la prioridad
necesarias para enfrentar
al dengue. Las condiciones creadas y la estrategia establecida pueden
y deben permitir alcanzar
la meta de detener la expansión creciente
del dengue en esta zona y paulatinamente comenzar a reducir
la morbilidad, la mortalidad
y el impacto social y económico de la enfermedad en
las Américas.
Posibilidades de prevención
La falta de medidas eficaces de lucha contra los mosquitos y la creciente urbanización en muchas zonas tropicales permiten que grandes poblaciones de mosquitos vectores vivan en estrecho contacto con la
población humana. Se crean así condiciones ideales para la diseminación de enfermedades transmitidas por mosquitos. Además, la mayor frecuencia de viajes aéreos proporciona un mecanismo ideal para el
transporte de
virus del dengue
entre los centros de población de las zonas
tropicales. Como resultado, se introducen repetidamente virus del dengue en zonas muy propicias
para la transmisión de la enfermedad, lo cual
parece asegurar que se producirán
epidemias cada vez más frecuentes de dengue y tal vez de dengue hemorrágico (Duane-Gubler, 1992).
Las medidas de prevención
y control como el
uso de mosquiteros, eliminación adecuada de desechos y criaderos potenciales, la aplicación de antilarvarios e insecticidas, así como la educación para la salud dirigida a
población general y en particular a la población en riesgo, son fundamentales para el disminuir y prevenir esta enfermedad.
La voluntad
política, la intersectorialidad, la participación de la comunidad, en otras palabras, todos
los sectores de la sociedad y la población, el reforzamiento y la aplicación
de la legislación sanitaria son fundamentales para lograr el control de esta enfermedad. Cada país debe desarrollar su propia estrategia para la prevención, basada en un plan
de control del vector con la participación de toda la comunidad.
La vigilancia clínica
y epidemiológica con apoyo
del laboratorio y la supervisión entomológica, que abarca el estudio de la resistencia del vector a insecticidas, deben ser
los pilares principales de esa estrategia. El propósito de la vigilancia es detectar tempranamente la introducción del
virus en el país o
el aumento de su circulación para poner en marcha rápidamente las medidas de control necesarias.
Conclusiones
El dengue
es una enfermedad vectorial
clasificada como desatendida que representa
un flagelo mundial, ya que afecta a millones
de personas especialmente los más pobres
del planeta. Debido al cambio
climático y la globalización esta enfermedad está emergiendo y
evolucionando, extendiéndose a muchas
regiones no endémicas, convirtiéndose
en una preocupación mundial,
requiriendo mejorar
los esfuerzos de coor-
dinación públicos y privados
para abordar esta enfermedad desde una perspectiva
multidisciplinaria, incluyendo los factores clínicos, ambientales y sociales.
El dengue es un problema
creciente de salud pública, que afecta a más de un centenar de países en el mundo, con millones de casos informados cada año. Los cuatro tipos de dengue, están circulando
en América, donde los casos
aumentaron en los últimos años en forma explosiva. Los factores que han llevado a la emergencia de esta enfermedad son principalmente
el cambio climático, que
ha
modificado el nicho ecológico de los mosquitos de la familia Aedes.
Por otro lado, el urbanismo,
la falta de control
del vector, las fallas en
infraestructura básica y el pobre saneamiento ambiental.
La intervención primaria
de salud pública
ha ido por la línea del uso de insecticidas
para el control del vector y
la detección temprana de casos. No existe aún una vacuna efectiva,
sin embargo, actualmente se están realizando esfuerzos en esta materia.
El espectro clínico del dengue es muy
amplio, se presenta con cefalea, dolor retro-ocular, osteomialgias,
náuseas, odinofagia, vómito,
debilidad y exantema. Este cuadro clínico pudiera
estar acompañado de diarrea y síntomas respiratorios. Esto hace difícil diferenciar clínicamente el dengue de otras entidades que se presentan tempranamente, la notable dificultad para identificar los casos de dengue en las primeras horas de enfermedad, podría explicarse tanto por la presentación clínica inespecífica, como por los problemas atribuibles al proceso de notificación. Es importante encontrar síntomas, signos o hallazgos de laboratorio que permitan mejorar el diagnóstico clínico
del dengue y establecer reglas de decisión clínica para su identificación y manejo, especialmente en el periodo temprano
de la enfermedad cuando las pruebas serológicas son poco sensibles.
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CITAR ESTE
ARTICULO:
Contreras Cano, K., Boada Rodríguez
, K., Jarrin Torres, J., & Albán Espinoza,
C. (2020). Morbimortalidad del dengue grave. RECIMUNDO,
4(1), 183-191. doi:10.26820/recimundo/4.(1).enero.2020.183-191
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