DOI: 10.26820/recimundo/4.(4).octubre.2020.59-67
URL:http://recimundo.com/index.php/es/article/view/881
EDITORIAL: Saberes del Conocimiento
Revista: RECIMUNDO
ISSN: 2588-073X
Tipo de Investigación: Artículo de Revisión
Código UNESCO: 3205 Medicina Interna
Paginas: 59-67
Joyce Vanessa Cando Herrera1; María Antonieta Touriz Bonifaz2; Wilson Wilfrido Canfo Caluña3; Marcos Rodolfo Tobar Moran4
CORRESPONDENCIA
Joyce Vanessa Cando Herrera
vanessa94joyce@hotmail.com
Guayaquil, Ecuador
Una sociedad relativamente detenida, confinada, aislada no ha tenido más opción que redescubrirse dentro de las recomendaciones de seguridad planteadas por los organismos competentes para mantenerse sanos y en dado caso aportar lo que esté al alcance para detener la enfermedad causada por el SARS‐COV2 mejor conocida como Covid-19, sin embargo existen otras enfermedades endémicas que coexisten con el recién descubierto Covid-19 que no han sido controladas y representan una mayor riesgo para la población como lo es el dengue y su posible repunte hasta el mes de octubre debido a las condiciones climáticas inherentes a la región. Se realiza una búsqueda preliminar de los trabajos científicos publicados a través del motor de búsqueda Google Académico manejando como palabras claves de búsqueda, dengue y covid-19 de los cuales se escogen los suficientes para exponer los objetivos planteados. Se desecha temporalidad puesto que las publicaciones que contienen comentarios acerca de los efectos del SARS-CoV-2 solo pueden existir a partir del brote inicial en noviembre de 2019. Si bien un niño con dengue puede convertirse en un caso grave asintomático para los efectos de Covid-19 se ha advertido que es la población infantil la principal y más peligrosa fuente de expansión del Sars-Cov-2 sobre todo por la incapacidad de sostener estrictamente los protocolos de bioseguridad para la transmisión de estos y son los adultos los que muestran mayor complicación al padecer de Covid 19. Paradójicamente, es la población adulta la que puede garantizar los protocolos preventivos para controlar la propagación del dengue a través de los protocolos de higiene que eviten los criaderos y reproducción del mosquito transmisor de dicho virus.
Palabras claves: Prevención, control, COVID-19, Dengue, confección
A relatively detained, confined, isolated society has had no choice but to rediscover itself within the safety recommendations put forward by the competent bodies to stay healthy and, if necessary, provide what is within reach to better stop the disease caused by SARS-COV2 known as Covid-19, however there are other endemic diseases that coexist with the newly discovered Covid-19 that have not been controlled and represent a greater risk for the population such as dengue and its possible rebound until October due to the climatic conditions inherent to the region. A preliminary search is made of the scientific papers published through the Google Scholar search engine, using dengue and covid-19 as search keywords, of which enough are chosen to expose the objectives set. Temporality is discarded since the publications that contain comments about the effects of SARS-CoV-2 can only exist from the initial outbreak in November 2019. Although a child with dengue can become a severe asymptomatic case for the effects of Covid-19 has been warned that the child population is the main and most dangerous source of expansion of Sars-Cov-2, especially due to the inability to strictly uphold biosecurity protocols for the transmission of these and it is adults who show the greatest complication when suffering from Covid 19. Paradoxically, it is the adult population that can guarantee preventive protocols to control the spread of dengue through hygiene protocols that avoid breeding sites and reproduction of the mosquito that transmits this virus.
Keywords: Prevention, control, COVID-19, Dengue, clothing.
Uma sociedade relativamente detida, confinada e isolada não teve escolha a não ser se redescobrir dentro das recomendações de segurança formuladas pelos órgãos competentes para se manter saudável e, se necessário, fornecer o que está ao seu alcance para melhor prevenir a doença causada pela SARS-COV2 conhecida como Covid-19, porém existem outras doenças endêmicas que coexistem com a recém-descoberta Covid-19 que não foram controladas e representam um risco maior para a população, como a dengue e sua possível repercussão até outubro devido às condições climáticas inerentes ao região. É feita uma busca preliminar dos artigos científicos publicados por meio do mecanismo de busca Google Scholar, utilizando dengue e covid-19 como palavras-chave de busca, das quais são escolhidas quantidades suficientes para expor os objetivos traçados. A temporalidade é descartada, pois as publicações que contêm comentários sobre os efeitos do SARS-CoV-2 só podem existir a partir do surto inicial em novembro de 2019. Embora uma criança com dengue possa se tornar um caso assintomático grave para os efeitos do Covid-19 foi avisado que a população infantil é a principal e mais perigosa fonte de expansão do Sars-Cov-2, especialmente devido à incapacidade de cumprir rigorosamente os protocolos de biossegurança para a transmissão destes e são os adultos que apresentam as maiores complicações quando sofrem de Covid 19. Paradoxalmente, é a população adulta que pode garantir protocolos preventivos de controle da disseminação da dengue por meio de protocolos de higiene que evitem criadouros e reprodução do mosquito transmissor desse vírus.
Palavras-chave: Prevenção, controle, COVID-19, Dengue, vestuário.
INTRODUCCIÓN
El momento histórico en el que se encuentra esta generación ha obligado a centrarnos en una constante investigación y reflexión respecto a nuestra realidad pasada y presente como sociedad. El futuro es incierto puesto que aun no conocemos el futuro, apenas los efectos que devienen están en pleno desarrollo, es por ello que utilizamos las herramientas disponibles para definir el presente.
Una sociedad relativamente detenida, confinada, aislada no ha tenido más opción que redescubrirse dentro de las recomendaciones de seguridad planteadas por los organismos competentes para mantenerse sanos y en dado caso aportar lo que esté al alcance para detener la enfermedad causada por el SARS‐COV2 mejor conocida como Covid-19.
Hasta el 2 de junio de 2020 los datos de contagio de Covid-19 superaban los 6 millones de casos y cerca de 380.000 defunciones. Para una vasta zona de América Latina la situación se torna más compleja a consecuencia de las debilidades presentes en los sistemas de salud y la inadecuada atención prestada por algunos gobiernos. (Aguilera Batista & Hernández Perera, 2020)
Sin embargo existen otras enfermedades endémicas que coexisten con el recién descubierto Covid-19 que no han sido controladas y representan una mayor riesgo para la población.
Es importante hacer una alerta en estos momentos puesto que en el período de mayo a octubre las abundantes lluvias propician la fácil reproducción del mosquito Aedes Aegypti y con él se incrementa la transmisión del dengue. Por este motivo nos encontramos ante un reto difícil en la región latinoamericana que sería combatir simultáneamente el virus SARS CoV-2 y el dengue. (Alvaré & Luis, 2020)
Según la Organización Panamericana y la Organización Mundial de la Salud (2015) el dengue es una enfermedad febril producida por el virus del dengue, que tiene cuatro tipos de ARN relacionados serológicamente y denominados DEN, 1, 2, 3, 4, los cuales pertenecen a la familia Flaviridae. También se está produciendo un incremento en el número de pacientes con dengue atendidos en los diferentes Centros de Salud en medio de la pandemia COVID, la mayoría de ellos son manejados ambulatoriamente y también existe un aumento significativo de ingresos a las salas de medicina interna de los hospitales por ser pacientes con dengue no grave, pero con signos de alarma o gravedad. La mortalidad por dengue es del 5% en el año 2020 (Valladares & Linarez, 2020) y más preocupante aún, a pesar de los esfuerzos epidemiológicos reaparecen enfermedades que se creían erradicadas.
A lo largo de la historia humana se han registrado diversos pacientes infectados con dos o más infecciones al mismo tiempo. Este proceso es conocido como coinfección, observado en pacientes con HIV y Tuberculosis, HIV y hepatitis, dengue y chikungunya, entre otros más. (Isea, 2020) La mayor parte de la región Latinoamericana no estuvo y aún no está preparada para contener o detener una pandemia como la que estamos sobrellevando. si se ha demostrado que no se ha podido detener otras epidemias.
Según Yan et al. Y Joob (2020) se publicaron tres casos que presentan dengue y Covid-19 al mismo tiempo en Tailandia y Singapur que lanzan una alerta sanitaria por un posible crecimiento de este tipo de brotes epidémicos en el mundo. En paralelo, se ha documentado que un tercio del planeta está en riesgo de contraer dengue, cuyos serotipos diferentes se encuentran circulando al mismo tiempo en Latinoamérica. Lamentablemente, ambas enfermedades carecen de una vacuna que ayude a minimizar su impacto en el mundo (Isea, 2020)
Se pudiera decir que la atención sanitaria se encuentra volcada hacia la contención, manejo, control y erradicación del Covid-19 pero tenemos suficientes elementos para volver la mirara hacia otros riesgos que quizá se están dejando a un lado. Es el propósito del presente trabajo de investigación.
Metodología
Se realiza una búsqueda preliminar de los trabajos científicos publicados a través del motor de búsqueda Google Académico, encontrando 12.400 resultados, se ha utilizado un filtro para solo publicaciones en español quedando disponibles 711 trabajos de los cuales se escogen los suficientes para exponer los objetivos planteados.
Se ha manejado como palabras claves de búsqueda, dengue y covid-19. De ellos se han recolectado los que contienen datos resaltantes acerca de la prevención y control del dengue en tiempos de la pandemia Coronavirus. Se desecha temporalidad puesto que las publicaciones que contienen comentarios acerca de los efectos del SARS-CoV-2 solo pueden existir a partir del brote inicial en noviembre de 2019.
Resultados
El dengue es una enfermedad tropical infecciosa causada por un arbovirus del género Flavivirus, familia Flaviviridae. Es una de las más importantes por su alta morbilidad, se caracteriza por un síndrome febril agudo, que puede presentar un amplio espectro clínico: náuseas, vómitos, exantema, cefalea, dolor retroorbital, mialgias, artralgias, petequias y leucopenia. Puede acompañarse de signos de alarma como son el dolor abdominal intenso, vómitos persistentes, ascitis, derrame pleural o pericárdico, sangrado de mucosas, alteración del estado de la conciencia, hepatomegalia y aumento progresivo del hematocrito. Puede evolucionar hacia formas graves con fuga plasmática, hemorragias graves o compromiso de órganos. (Alvaré & Luis, 2020)
El dengue se ha vuelto endémico en muchas regiones de América Latina con un acumulado hasta el 25 de mayo del 2020 de cerca de un millón y medio de casos; muy superior a lo declarado en el año 2019. Actualmente los cuatro serotipos de dengue (DENV‐1, DENV‐2, DENV‐3 y DEN‐V 4) circulan a lo largo este continente, y en algunos casos circulan simultáneamente. La infección por un serotipo, seguida por otro diferente aumenta el riesgo de que una persona padezca una forma grave de dengue con elevado peligro de muerte. (Aguilera Batista & Hernández Perera, 2020)
En los últimos años las enfermedades de carácter transmisibles e infecciosas causadas por vectores de la picadura de mosquitos que transmiten el Dengue, Zika, Chinkunguya, Fiebre Amarilla, Paludismo (malaria) y otros insectos como el Trypanosoma cruzi, ha sido un problema para la salud de muchas personas en diferentes regiones del pueblo colombiano, características que se comparten con poblaciones latinoamericanos, aumentado en gran medida en zonas urbanas y periurbanas como contraparte al ámbito rural, convirtiéndose en una alarmante problemática de salud pública según la Organización Mundial de la Salud (OMS). (Goyeneche López & Márquez Bolaño, 2020)
Hoy día, el 50% de la población del planeta está en riesgo de adquirir alguna de estas enfermedades de aviso epidemiológico, siendo la prevención una estrategia de control para combatir el vector de transmisión (insectos) en los lugares donde estos se reproducen. Estas enfermedades son endémicas de muchos países donde en algunos se encuentran trabajando en vacunas sintéticas para erradicar el virus, la elaboración y análisis de medicamentos hechos a base de plantas que atacan directamente los síntomas para contrarrestarlos y otros países trabajan en modificar genéticamente al mosquito para combatirlo de manera más eficiente y hasta con componentes electrónicos que generan ultrasonidos para ayudar a mitigarlos. (Osorio, 2020)
La pandemia de COVID-19 está ejerciendo una gran presión sobre los sistemas de atención y gestión de la salud de la Región de las Américas. La OPS ha enfatizado la necesidad crucial de mantener los esfuerzos para prevenir, detectar y tratar las enfermedades transmitidas por vectores. La prevención y el control del dengue y otras enfermedades arbovirales en el presente período crucial es de máxima prioridad. El impacto combinado de COVID-19 y las epidemias de dengue podría tener consecuencias potencialmente devastadoras en la población en riesgo. Aunque COVID-19 y dengue son patologías clínicamente muy distintas, algunos aspectos de la lucha contra estas dos enfermedades proporciona algún camino de posibles alianzas para lograr un control efectivo y maximizar el uso de los recursos existentes. (Osorio, 2020)
La lucha contra el dengue nos ha dado ciertas enseñanzas que debemos aprender con nuestros esfuerzos de controlar el COVID-19 que pudieran incluir:
1. Necesidad del desarrollo de una vacuna segura y eficaz. Interesante, entre los puntos de mayor preocupación en el desarrollo de las cavunas contra el COVID-19 son temas frecuentemente discutidos con dengue e incluyen la aumentación de enfermedad mediada por anticuerpos (en inglés: antibody dependent enhancement or ADE) y las variaciones genéticas entre las cepas usadas en la vacuna y las que circulan en el campo. Vale la pena recordar que todavía no tenemos una vacuna segura contra dengue que pueda ser usada en poblaciones de personas que no han sido expuestas, la única que está aprobada hasta ahora y existe en el mercado (Dengvaxia®) no es recomendada en personas menores de 9 años por el riesgo de inducir aumentación de la enfermedad. Con respecto a las variaciones genéticas virales, existe el riesgo de que la vacuna de COVID-19 vaya teniendo menor eficacia a medida que el virus va acumulando cambios en su genoma debido a su propia naturaleza (los virus RNA mutan con frecuencia) y la presión montada en la población por la presencia de anticuerpos u/o aspectos de genética poblacional. En el caso de dengue y aunque no es lo mismo, tenemos la dificultad de la presencia de 4 serotipos y la necesidad de que la vacuna proteja contra todos ellos al mismo tiempo.
2. Vigilancia integrada. Aunque los modos de transmisión son distintos entre estas dos enfermedades, ambas se presentan en un contexto urbano y relacionadas con la alta densidad poblacional. Por lo tanto, se deben realizar esfuerzos para fortalecer la vigilancia. De hecho, las redes de vigilancia clínica establecidas para el dengue pueden ampliar sus criterios de detección para incorporar los síntomas de COVID-19, para maximizar el uso de los recursos.
3. Pruebas de diagnóstico - acceso y confiabilidad. La expansión rápida de la pandemia ha demostrado la importancia de tener acceso a pruebas de diagnóstico que son sencillas y altamente confiables. Aunque el tipo de muestra es distinto (hisopados oro/naso-faríngeos para COVID-19 y sangre/suero para dengue), ambas enfermedades tienen en común el uso de pruebas de PCR para su detección. Por lo tanto, y en caso de ser necesario se pueden usar los mismos equipos y no es necesario la compra de nuevo material instrumental para la detección de ambos patógenos. Se deben hacer esfuerzos para fortalecer la vigilancia de virus y la capacidad de diagnóstico de laboratorio en todos países.
4. Manejo de casos clínicos: Las medidas para garantizar una atención clínica adecuada a los casos sospechosos de COVID-19 y de dengue deben ser una prioridad con una aplicación estricta de las medidas de prevención y control de infecciones en un contexto de transmisión de COVID-19. La realidad es que los países más afectados por los brotes regulares de dengue están ubicados en regiones tropicales y tienen sistemas de salud frágiles. Por lo tanto, no están equipados para lidiar con un volumen de pacientes sin precedentes. Además, debido al temor de contraer COVID-19, muchos pacientes con sospecha de dengue evitan buscar servicios médicos. Esta situación resulta en tratamientos caseros, incrementando el riesgo de enfermedades graves, complicaciones y, de hecho, la muerte. Por lo tanto, el fortalecimiento de atención de salud a nivel primaria es clave para manejar casos de dengue, lo cual podría prevenir la progresión de la enfermedad a dengue severo y muertes, evitando así la saturación de estas instalaciones, así como las unidades de cuidados intensivos.
5. Control de vectores y actividades comunitarias: Estas dos actividades que son fundamentales en el control del dengue, han mostrado ser un gran reto en tiempos del COVID-19. Debido a que el mosquito Aedes vive intra-domiciliario y el COVID-19 ha tenido un gran impacto en actividades comunitarias por el tema del distanciamiento social, la re-implementación de estas actividades requiere estrategias innovadoras. Una posibilidad es el uso de nuevas plataformas de comunicación (medios sociales, videoconferencias, etc.) con el fin de reducir la fuente de criaderos de mosquitos e implementar medidas de control de adultos en áreas afectadas o en riesgo de dengue. En la situación actual, incluso durante el encierro, se debe alentar a los hogares a trabajar juntos en y alrededor de sus hogares para deshacerse del agua estancada, reducir los desechos sólidos y asegurarse de cubrir adecuadamente todos los recipientes de almacenamiento de agua. Al mismo tiempo, se deben implementar nuevas técnicas de control biológico del dengue (e.g. Wolbachia), las cuales son auto-sostenibles y también bloquean la transmisión de otros arbovirus como Zika, chikungunya, y fiebre amarilla (Osorio, 2020). (OPS, 2020)
La OPS también recomienda la Participación de la comunidad: Se deben hacer todos los esfuerzos para obtener el apoyo de la comunidad para la prevención de COVID-19 y el dengue.
La coincidencia temporal en varios países implica que los dos brotes pueden ocurrir durante el mismo período con una posible coinfección con ambos virus que conducen a la superposición de síntomas, diagnóstico erróneo y manejo de casos. Se deben hacer esfuerzos para reducir la población de mosquitos antes del inicio de las lluvias y esto debería reducir el número de casos de dengue durante la temporada alta. (OPS, 2020)
El trabajo de Isea (2020) titulado “Simulando la dinámica de transmisión de pacientes coinfectados con la Covid-19 y dengue” explica a través de modelos generales para considerar coinfección desarrollado por Ackleh y Allen (2003) presenta un escenario hipotético para ilustrar las posibles consecuencias de este tipo de coinfección a raíz de la posibilidad de que los asintomáticos por la Covid-19 puedan estar infectados con dengue. Se propone un modelo del tipo compartimental basado en un esquema del tipo Susceptible-Infectado-Recuperado. Es un modelo ideal porque se considera únicamente un solo tipo de serotipo de dengue, y a su vez, se omite el hecho de que los pacientes se puedan volver a infectar con otro serotipo diferente. Asimismo, se ha considerado una tasa de muerte constante en el tiempo (Isea, 2020)
Figura 1. Resolución numérica del sistema de ecuaciones planteada en el trabajo, empleando para ello un programa escrito en Python, donde se modela la dinámica de transmisión de pacientes con Dengue (I1, color rojo), Covid-19 (I2, azul), y los coinfectados por ambas enfermedades (I3, negro).
Fuente: Isea, Raúl (2020)
El autor explica que es preliminar su estudio matemático, pero ilustra la complejidad de las soluciones encontradas analíticamente. Se presenta la posibilidad de un crecimiento de casos de pacientes coinfectados por ambas enfermedades tras la pandemia por la Covid-19, a raíz de que los pacientes asintomáticos se pueden contagiar con dengue. Por ello, es necesario realizar pruebas moleculares que descarten la Covid-19 aunque el diagnóstico sea dengue.
Conclusiones
Dengue, Zika, y chikungunya están presentes en al menos 129 países con más de 4 mil millones de personas en riesgo de estas enfermedades en todo el mundo. Interesante, durante el año 2019 y antes de empezar la pandemia de COVID-19 ya se estaba presentando uno de los brotes más grande de dengue en la historia en muchos países de las Américas, con más de 3.1 millones de casos reportados, incluidos 28,176 casos graves y 1,535 muertes. Las epidemias de dengue tienden a tener patrones estacionales, y la transmisión suele alcanzar su punto máximo durante y después de las estaciones lluviosas. El dengue continúa afectando a varios países en 2020 y hay informes de aumento de casos en varios países. Hasta el 9 de mayo, se han reportado más de 1.4 millones de casos en la región, incluyendo 3,183 dengue grave y 473 muertes. (Osorio, 2020) (OPS, 2020)
Se conoce que para los inicios del mes de septiembre en Colombia los casos de dengue resultaron más graves que los del COVID-19. “Es una epidemia que se prolonga desde octubre de 2019 y nos preocupa que se junte con un pico en octubre. Hay reporte permanente en el departamento y un número importante de defunciones, muchos menores de 8 años”, dijo la secretaria de Salud del Valle, María Cristina Lesmes. Los municipios de Cali, Candelaria, Cartago, El Cerrito, Florida, Ginebra, Guacarí, Jamundí, Palmira y Tuluá reportan un incremento significativo de dengue grave (El Tiempo, 2020)
Preocupa, además, para la población de Las Américas y el Caribe, que tanto el dengue como la COVID-19 tienen síntomas similares en sus inicios lo cual podría dificultar su identificación en estadios tempranos ya que comparten características clínicas y de laboratorio parecidos y específicamente en las diversas manifestaciones clínicas que están expresando los niños frente al virus SARS CoV-2. (Alvaré & Luis, 2020)
Se ha reportado la enfermedad por COVID-19 puede generar un falso positivo en el cribado para dengue, lo que implicaría, que los pacientes con sospecha de dengue, y con un falso positivo, sean estratificados como dengue sin signos de alarma y manejados de forma ambulatoria, permitiendo la propagación de la enfermedad por COVID-19, es en este punto donde radica la importancia de su similitud clínica. Además, el personal de Salud que maneja los pacientes con dengue, tiene un equipo de protección personal muy distinto al que se necesita para manejar pacientes con enfermedad por COVID-19. Hasta la fecha, a nivel de Latinoamérica, no se ha reportado una coinfección entre el dengue y enfermedad por COVID-19; sin embargo, es importante que se enfoquen y dirijan medidas a estos escenarios eventuales y se desarrollen políticas de salud pública que permitan su prevención, y el desarrollo de protocolos de atención de estos probables escenarios clínicos, no contemplados en la normativa sanitaria vigente (Correa Prieto, 2020)
Con el brote de la Covid‐19 muchos países han descuidado la atención que merece esta arbovirosis lo que puede llevar a brotes incontrolados, además poco se conoce de la evolución de los pacientes que puedan padecer, al unísono estas dos enfermedades virales. Un hecho que sin lugar a dudas estaría acompañado de mayores complicaciones y haría más difícil su manejo. Todos estos elementos son de peso y por eso se debe tener en cuenta para evitar males mayores. Por eso el llamado en nuestros países de no olvidar e intensificar acciones tan necesarias como el «autofocal» (Aguilera Batista & Hernández Perera, 2020).
Ya para culminar los aportes conseguidos al respecto lo más preocupante respecto al control epidemiológico resulta el manejo de los pacientes, pues una falso positivo o un mal diagnóstico aumenta el riesgo de brotes y de coinfección. En función de los cuidados como ciudadanos hay una gran diferencia puntual y peligrosa para estos dos virus con mortales consecuencias y se encuentra en la población sensible a contraerla, contagiarla y presentar síntomas mortales.
Si bien un niño con dengue puede convertirse en un caso grave asintomático para los efectos de Covid-19 se ha advertido que es la población infantil la principal y más peligrosa fuente de expansión del Sars-Cov-2 sobretodo por la incapacidad de sostener estrictamente los protocolos de bioseguridad para la transmisión de estos y son los adultos los que muestran mayor complicación al padecer de Covid 19.
Paradójicamente, es la población adulta la que puede garantizar los protocolos preventivos para controlar la propagación del dengue a través de los protocolos de higiene que eviten los criaderos y reproducción del mosquito transmisor de dicho virus.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Aguilera Batista, O., & Hernández Perera, J. C. (22 de junio de 2020). Dengue y COVID-19: Una aleación amenazadora para las Américas. (H. P. César, Ed.) BOLETÍN CIENTÍFICO DEL CIMEQ. ACTUALIZACIÓN MÉDICA DEL SARS-COV-2, 1(14).
Aguilera Batista, O., & Hernández Perera, J. C. (22 de junio de 2020). Dengue y COVID-19: Una aleación amenazadora para las Américas. (H. P. César, Ed.) BOLETÍN CIENTÍFICO DEL CIMEQ. ACTUALIZACIÓN MÉDICA DEL SARS-COV-2, 1(14).
Alvaré, L., & Luis, M. (2020). Alerta sobre la infección por dengue en población pediátrica durante la pandemia de la COVID-19. Revista Cubana de Pediatría, 92, e1262.
Correa Prieto, N. (2020). Perú un escenario posible para coinfección entre COVID-19 y dengue. Kasmera, 48(1), e4813161.
El Tiempo. (9 de septiembre de 2020). Dengue le compite al covid-19 y causa más de una alarma en el Valle. El Tiempo. Cali, págs. https://www.eltiempo.com/colombia/cali/dengue-le-compite-al-covid-19-y-causa-mas-de-una-alarma-en-el-valle-536185.
Goyeneche López, F., & Márquez Bolaño, A. (2020). Estudio comparativo del Covid-19 vs Dengue una perspectiva desde la formación profesional integral del Sena . REVISTA DE INVESTIGACIÓN TRANSDISCIPLINARIA EN EDUCACIÓN, EMPRESA Y SOCIEDAD – ITEES , 336-354.
Isea, R. (2020). Simulando la dinámica de transmisión de pacientes coinfectados con la Covid-19 y dengue. Observador del Conocimiento, 5(3), 26-32.
OPS. (2020). Prevención y control del dengue durante la pandemia de COVID-19. Washington, DC: Organizacion Panamericana de la Salud.
Osorio, J. (2020). Controlando el Dengue en tiempos de Pandemia por el COVID-19. Práctica Familiar Rural, 5(2).
Valladares, M. S., & Linarez, N. E. (2020). Aprendamos la lección: también frenemos la curva del dengue en tiempos de COVID-19. INNOVARE Revista de Ciencia y Tecnología, 9, 58-59.