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RECIMUNDO VOL. 4 Nº 4 (2020)
crobiana.
El rendimiento de un CCM está determina-
do por muchos factores, como la configura-
ción del reactor, el pH, el cultivo de semillas
o el sustrato, la resistencia a los electrolitos,
etc. A pesar de eso, convierten una amplia
gama de donantes de electrones con gene-
ración de energía efectiva a temperaturas
bajas y moderadas, incluso cuando el do-
nante de electrones se proporciona a bajas
concentraciones. Esto los convierte en una
de las fuentes de combustible alternativas
incomparables.
Células de combustible microbianas en
la producción de hidrógeno
Los CCM también se pueden modificar
para producir hidrógeno gaseoso (H2). De
acuerdo con Rozendal, (2006)
Eliminando oxígeno en el cátodo y agregan-
do un pequeño voltaje a través del proceso
de reactor microbiano asistido bioelectro-
químicamente (BEAMR) o el biocata, proce-
so de electrólisis lisado. Las bacterias pro-
ducen un potencial de trabajo del ánodo de
~ –0,3 V. Los protones y electrones que se
producen en el ánodo pueden combinarse
en el cátodo para producir H2 con sólo un
potencial celular total adicional de 0,11 V.
En la práctica, sin embargo, se deben po-
ner 0,25 V o más en el circuito para producir
H2, debido al sobrepotencial en el cátodo.
Células de combustible microbianas en
el tratamiento de aguas residuales
Se cree que las pilas de combustible micro-
bianas sirven como una alternativa tecnoló-
gica viable al tratamiento convencional de
aguas residuales. Los tratamientos conven-
cionales de aguas residuales para la elimi-
nación de contaminantes orgánicos consu-
men mucha energía y son costosos debido
a la necesidad de aireación y eliminación
del exceso de lodo generado en el proceso.
Los CCM pueden recolectar electricidad a
partir de la energía disponible en las aguas
residuales orgánicas. “Están construidos
con sistemas rentables, como cátodos de
carbón activado y ánodos de escobillas de
fibra de grafito” (Ruiz & Marrero, 2006). Más
específicamente, las PACCM, que se cons-
truyen con una microalga inmovilizada en el
cátodo, pueden contribuir generosamente
a la producción de bioelectricidad, produc-
ción de biomasa y tratamiento de aguas re-
siduales.
Bioremediación
El CCM “no se utiliza para producir electri-
cidad; en su lugar, se puede poner energía
en el sistema para impulsar las reacciones
deseadas para eliminar o degradar las sus-
tancias químicas, como convertir el U (VI)
soluble en U (IV) insoluble” (Zhang, Ahn, &
Logan, 2014). Las bacterias no solo pueden
donar electrones a un electrodo, sino que
también pueden aceptar electrones del cá-
todo. Colocando los electrodos a –500 mV,
Georgi & Leccese, (2013) “pudieron preci-
pitar uranio directamente sobre un cátodo
debido a la reducción bacteriana. El nitrato
también se puede convertir en nitrito cuan-
do se utilizan electrodos como donantes de
electrones”.
Conclusión
Es evidente que las Celdas de Combustible
Microbianas (CCM) han atraído la atención
de muchos investigadores de todo el mun-
do. En el escenario actual, se están llevando
a cabo diferentes tipos de investigaciones
para poner de manifiesto la potencia de es-
tas células. Hasta ahora, microorganismos
como C. vulgaris, L. discophora, K. pneu-
monia, T. ferrooxidance, P. fluroscens, R.
rubrum, G se han empleado como pilas de
combustible microbianas al igual que otras
bacterias aeróbicas y anaerobias. También
se cree que algunos otros microorganis-
mos, como las cianobacterias y algunas
microalgas, desempeñan funciones nota-
bles si se emplean en pilas de combustible
ROBLEDO GÁLEAS, S. S., MARTÍNEZ MORA, S. F., NAVARRETE FREIRE, N. C., & VÉLEZ LEÓN, M. F.