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RECIMUNDO VOL. 8. Especial (2024)
Gerencia estratégica virtual disruptiva y
gestión participativa
La Gestión Participativa es un enfoque que
contribuye al mejoramiento del rendimiento
organizacional al involucrar activamente a
todos los miembros de la organización en
el proceso de toma de decisiones, aprove-
chando así las contribuciones individuales
de cada miembro. Este enfoque es recono-
cido como parte integral de la capacidad
organizativa y se ha demostrado que puede
mejorar la eficacia organizacional y promo-
ver un liderazgo efectivo, así como aumen-
tar la transparencia en la toma de decisio-
nes (Bartle, 2007).
Este modelo de gestión, fundamentado en
la idea de que la organización debe servir
como un medio para dignificar y desarro-
llar al individuo en todos los aspectos de
su humanidad (Arandia y Portales, 2015),
promueve valores que fomentan la motiva-
ción del personal, lo que conduce a un me-
jor rendimiento y, en última instancia, a una
mayor productividad corporativa.
La integración del talento humano en la or-
ganización conlleva un compromiso con los
valores de eficacia y eficiencia, utilizando
un liderazgo participativo para delegar la
toma de decisiones a los empleados. Este
enfoque permite que el potencial humano
de la organización esté compuesto por indi-
viduos capacitados y empoderados, capa-
ces de autogestionarse (Bartle, 2007).
Es importante resaltar que el término dis-
rupción se aplica en el contexto tecnológi-
co “para referirse a productos o servicios
tan revolucionarios que dejan obsoleto todo
lo anterior en muy poco tiempo” (García,
2013, pág. 84). Más allá de este ámbito, ha
comenzado a utilizarse para productos que
no compiten en funcionalidades y calidad,
pero son mucho más económicos y buenos
para resolver problemas específicos.
En un estudio realizado sobre cómo los dis-
positivos móviles inteligentes modifican la
forma en que las empresas generan valor
para sus clientes, se describe el proceso
de interacción y empoderamiento del clien-
te, denominado el círculo del valor digital,
como “un proceso de interacción y empo-
deramiento en el que el cliente se encuentra
en el centro de la agregación de valor” (Au-
letta, 2013, p. 13); lo cual representa una
trasformación radical de la forma en la que
las empresas adaptan nuevas tecnologías y
las incorporan a sus procesos de negocios.
La innovación tecnológica, la disrupción de
procesos y la transformación de servicios,
constituyen las tres fuerzas claves señala-
das como “la revolución más reciente que
ha experimentado la industria de servicios
financieros” (Gomber, Kauffman, Parker y
Weber, 2018a, p. 221). Para los autores, la
búsqueda de nuevas vías para modelos de
negocios exitosos y la creación de una ex-
periencia mejorada del cliente puede ser
materializada mediante la disrupción impul-
sada por la plataforma tecnológica.
La dinámica para el sector financiero ac-
tual, y que incluye muchos otros sectores,
“implica evaluar las innovaciones, disrup-
ciones y transformaciones provenientes de
tecnologías emergentes, que les permita
rediseñar procesos, incorporar nuevos pro-
ductos amigables y valiosos e implemen-
tar cambios permanentes en los servicios”
(Gomber et al., 2018b, p. 223).
En este orden de ideas, el desarrollo del
pensamiento disruptivo implica fomentar
la autotransformación, la experimentación
como factor de aprendizaje, el conocimiento
de fuentes de innovación y una permanente
vigilia tecnológica. Es enfocar los problemas
desde una perspectiva diferente a la tradicio-
nal, trabajar de forma radicalmente distinta,
con métodos diferentes a los establecidos.
Es así como puede señalarse a las tecno-
logías como el canal que permite generar
innovación radical, en comparación con el
canal tradicional; en ese sentido se afirma
que “la fuerza technology push (impulsar
nuevos productos o tecnologías desde el
interior de la organización, sin que lo pida el
NUEVAS COMPETENCIAS GERENCIALES Y ESTRATEGIAS DISRUPTIVAS DE GESTIÓN EMPRESARIAL