Oscar Andrés
Toapanta Proaño a;
Evelyn Estefanía
Panamá Herrera
b; Erika
Susana Vivanco Gonzaga
c;
Gissela Paola
Aguiar Núñez d;
Ximena Elizabeth Ulcuango
Vergara e;
Tatiana Elizabeth
Zurita Moreno f
Procesos quirúrgicos
en los
infantes sometidos a cirugía de hernias
inguinales e hidroceles
Surgical processes in infants undergoing groin hernia and hydrocel surgery
Revista Científica
Mundo de la Investigación
y el Conocimiento.
Vol. 3 núm.3, septiembre,
ISSN: 2588-073X, 2019,
pp. 643-666
DOI: 10.26820/recimundo/3.(3).septiembre.2019.643-666
URL: http://recimundo.com/index.php/es/article/view/542
Código UNESCO: 3205 Medicina Interna
Tipo de Investigación: Artículo de Revisión
Editorial Saberes del
Conocimiento
Recibido: 15/05/2019 Aceptado: 23/06/2019 Publicado:
30/09/2019
Correspondencia: oscart_714@yahoo.es
a. Médico; Médico Residente Servicio de Pediatría - Hospital General Ibarra; oscart_714@yahoo.es b. Médica; Médico Residente Cirugía - Hospital San Luis de Otavalo; eeph1991@gmail.com
c. Médico; Médico Residente Cuidados Paliativos y Psiquiatría - Clínica Nuestra
Señora de Guadalupe; susan_nena-
d. Médico;
Médico Residente
Ginecología y Obstetricia
- Hospital
Provincial General
de Latacunga;
e. Médico; Médico Residente en Funciones Hospitalarias - Unidad de Cuidados Intensivos Adultos; Hospital
General IESS Quito Sur; ximenaulcuangovergara@gmail.com
f. Médico; Médico
Residente en Funciones Hospitalarias - Emergencia y Hospitalización; Hospital Básico Baeza;
RESUMEN
Las hernias inguinales, hidroceles, quistes de cordón y
testículos no descendidos
son anomalías congénitas de alta prevalencia, que
durante
la fase asintomática rara
vez
son detectadas por los
padres. La aparición de dolor en relación a un
aumento de volumen de la región inguinal suele ser
el
primer síntoma. Este dolor puede estar notificando la presencia
de alguna complicación, como
isquemia o necrosis de un segmento de
intestino, ovario o testículo.
En el caso de
la hidrocele testicular, el testículo inicia su desarrollo en la cavidad abdominal, y migra desde allí hasta la bolsa
escrotal, atravesando la pared del abdomen mediante el conducto inguinal. En este proceso arrastra
al
peritoneo parietal, formando el conducto peritoneo vaginal, quedando así comunicados abdomen y
escroto. Por esta razón, es muy común que los recién nacidos
y los lactantes presenten una bolsa
escrotal voluminosa, pues el líquido que
humedece las vísceras abdominales llega
por simple gravedad. La patología surge del defecto del cierre
de este trayecto, constituyéndose así la hidrocele
testicular, que puede
ser comunicante o no dependiendo de
si el líquido retenido en el
escroto tiene la posibilidad de
retornar al abdomen. El quiste
del
cordón se origina cuando el
conducto peritoneo vaginal se cierra cerca del anillo inguinal profundo y
sobre
el testículo, quedando líquido retenido entre ambos sellos. En suma,
se establece que, las hernias inguinales en la edad pediátrica son lesiones congénitas que resultan de la permeabilidad persistente del proceso
peritoneo-vaginal, por consiguiente, las hernias infantiles son en su
mayoría de naturaleza
indirecta, oblicuas externas a través de una pared muscular normal, diferenciándolas totalmente de
las hernias del adulto, lo que explica las diferencias en cuanto a técnica quirúrgica y pronóstico
a seguir; planteamiento
éste
en el que se centra la intención del presente artículo.
Palabras
Claves: Hernia Inguinal; Hidroceles; Conducto
Peritoneo Vaginal; Anillo Inguinal; Cavidad
Abdominal; Bolsa Escrotal.
ABSTRACT
Inguinal hernias, hydroceles, cord cysts and undescended testicles are congenital anomalies
of high prevalence, which
during the asymptomatic
phase are rarely detected by parents. The appearance
of pain in relation to an increase in volume of the inguinal region is usually the first symptom. This pain may be reporting the presence of any complications, such as ischemia or necrosis of a segment of the intestine, ovary or testis. In the case of testicular
hydrocele, the testicle
begins its development in the abdominal cavity, and migrates from there to the scrotal sac, crossing the wall
of the abdomen through the inguinal canal. In this process it drags the parietal peritoneum, forming the vaginal peritoneum, thus communicating abdomen and scrotum. For this reason, it is very
common for newborns and infants to present a bulky
scrotal bag, as the fluid that moistens the
abdominal viscera comes by simple gravity. The pathology arises from the defect of the closure of this path, thus constituting the testicular hydrocele, which may or may not be communicating
depending on whether the fluid retained in the scrotum has the possibility of returning to the abdomen. The cord cyst originates when the vaginal peritoneal duct closes
near the deep inguinal
ring and over the testis, with fluid retained between the two seals. In sum, it is established
that inguinal hernias in the pediatric age are congenital lesions that result from the persistent
permeability of the peritoneo-vaginal process, therefore, childhood hernias are mostly indirect in nature, oblique externally through a wall normal muscle, totally differentiating them from adult hernias, which explains the differences in surgical technique and prognosis to follow; This approach which focuses the intention of this article.
Key Words: Inguinal
hernia; Hydroceles; Vaginal Peritoneduct; Inguinal Ring; Abdominal
Cavity; Scrotal bag.
Introducción.
La patología más frecuente hoy en día en las unidades pediátricas de cirugía mayor
ambulatoria son las hernias de la
pared abdominal. En efecto, las hernias de la pared abdominal (HPA) constituyen el procedimiento quirúrgico más frecuente en un servicio de cirugía pediátrica. A diferencia de otras enfermedades, hoy en día susceptibles de tratamiento quirúrgico, aunque
quizá
no en un futuro, las HPA, desde que en el año 25 d.C. Celso documentó
el tratamiento quirúrgico de la hernia inguinal, constituye, siglos después, una entidad eminentemente quirúrgica que,
posiblemente, continuará siéndolo
siempre.
(Serrat, 2016)
De
allí, que el extraordinario avance
experimentado en la producción de
distintos tipos de suturas, unido a la evolución de las prestaciones del Sistema Nacional de Salud y
a una mayor
información y conciencia social, por sus características, hacen de las HPA una patología que se
adapta perfectamente a los requisitos exigidos en la cirugía mayor ambulatoria (CMA), lo que
permite que la estancia media hospitalaria haya descendido a cifras que no se
podían imaginar hace algunos años.
(Serrat, 2016)
Por consiguiente, la hernia inguinal representa una
patología frecuente en niños, cinco de
cada cien la padecen, y ocurre desde su
nacimiento.
Se
trata de un pequeño
bulto en la zona de la ingle o un agrandamiento del escroto,
por la apertura de la pared abdominal inferior que permite
que salga líquido o parte del intestino. La
misma es definida por (Renfill, 2016). De
la siguiente forma: la “Hernia Inguinal HI, en niños recién nacidos,
es una patología congénita sin causa conocida. Es más frecuente en hombres y en prematuros, porque estuvieron menos tiempo en el útero y no se alcanzó a cerrar el conducto”. (p.23)
IMAGEN N°
1. HERNIA INGUINAL
Fuente: (Renfill, 2016).
La hernia inguinal detectada en
niños más grandes
es porque en el 99% de los
casos no la identificaron en el periodo neonatal. Esto, puede deberse a que eran muy
pequeñas, no se
manifestaron síntomas o porque
no se
examinó directamente el área. El 1% restante
se trata
de hernias inguinales directas por falla
del
soporte de la pared muscular. Los padres o el pediatra pueden darse cuenta de la existencia de una hernia inguinal en los niños por
un aumento de volumen o por un cototo parecido a una pelota
en la región inguinal o en la región escrotal en los
hombres. Incluso, en
ocasiones, puede ser molesto.
(Renfill, 2016)
Este tipo de hernias se
caracterizan, porque a veces se
hacen tan obvias que asustan a los representantes,
quienes acuden al
pediatra o vienen
a urgencia
porque ven algo parecido a una pelota de ping pong o algo más grande que se salió de repente de un momento para otro en la
región inguinal. O porque su hijo se queja, llegando en ocasiones
a ser muy
molesto o incluso
doloroso. (Renfill, 2016)
En efecto, la cura de la hidrocele, constituye el procedimiento quirúrgico urológico más
frecuentemente, ya que esta entidad supone un frecuente motivo de consulta urológica y la técnica quirúrgica cumple todos los criterios de inclusión recomendados a nivel quirúrgico. (Renfill, 2016) El
hecho de que el procedimiento pueda
ser
realizado con anestesia local o con local-sedación, implica que tampoco sea necesario ser muy selectivos en lo que al riesgo quirúrgico y
anestésico se refiere;
todo
ello contribuye a que la hidrocelectomía
represente el procedimiento urológico de
mayor
práctica en CMA.
La hidrocele
consiste en la presencia de una colección líquida entre las capas
parietal y visceral de
la túnica vaginal, que puede aparecer durante la infancia o en la edad adulta. En el primer caso, se atribuye a la acumulación de líquido peritoneal en la túnica vaginal a través de una persistencia
del conducto peritoneo vaginal. En cambio, en los adultos el factor responsable parece ser el desequilibrio entre la capacidad de secreción y absorción de las capas parietal y
visceral de la túnica vaginal. (Renfill, 2016). El carácter benigno de esta entidad es precisamente
el
responsable del trato “poco preferente” a que es sometido su tratamiento
en la práctica urológica,
lo
que acumula pacientes en lista de espera, determinando una morbilidad y absentismo laborales que
pueden y deben
ser evitados.
Imagen N°
2. ANESTESIA
DEL CORDÓN SOBRE EL
PUBIS EN CIRUGÍA DE HIDROCELES
Fuente: (Renfill, 2016).
La hidrocele vaginal se manifiesta clínicamente como una masa ovoidea o levemente lobulada que distiende el escroto haciendo
desaparecer sus pliegues característicos, cuyo volumen
es
muy variable, corrientemente entre 100 y 300
ml,
aunque puede alcanzar volúmenes superiores
al
litro de un líquido claro y cetrino. Su pared, que no es más que la capa parietal de la serosa
adelgazada por la distensión, es una membrana translúcida; aunque a veces, en hidroceles de larga evolución o en los secundarios a patología
de la gónada, puede
engrosarse, constituyendo una paquivaginalitis. (Grey,
2015)
La
hidrocele, en la inmensa mayoría de los casos, se produce por causas desconocidas; es el hidrocele primario o idiopático. En algunos casos, la minoría, existe una
lesión testicular, del epidídimo o del cordón que lo origina (antiguas epididimitis, torsión
de la hidátide de Morgagni,
etc.). (Grey, 2015).
Clínicamente, ésta entidad nosológica origina muy pocas molestias pues
habitualmente
es
indoloro, a no ser
que su tamaño sea excesivo,
molestando más por su volumen
que por la tensión; y el motivo habitual de consulta suele ser para conocer la naturaleza de la masa.
Imagen N°
2. INCISIÓN TRANSVERSA EN CIRUGÍA
DE HIDROCELE QUE RESPETA LA VASCULARIZACIÓN
ESCROTAL SUPERFICIAL.
Fuente: (Grey,
2015).
Tipo
de
Investigación
Dentro de
toda práctica investigativa, se precisan acciones de carácter metodológico mediante las cuales, se logra conocer
y proyectar los eventos posibles
que la determinan, así como
las características que hacen del acto científico un proceso interactivo ajustado a una realidad posible de ser interpretada. En este sentido, se puede
decir, que la presente
investigación corresponde al tipo documental, definido por (Dávila, 2012), “se ocupa del estudio de
problemas planteados a nivel teórico, la información requerida para abordarlos se encuentra básicamente en materiales impresos,
audiovisuales y /o electrónicos”.
(p.41).
En consideración a esta definición, la orientación metodológica permitió la oportunidad
de cumplir con una serie de actividades inherentes a la revisión y
lectura de diversos documentos
donde se encontraron ideas explicitas relacionadas con los tópicos encargados de identificar a cada característica insertada
en
el estudio. Por
lo tanto, se realizaron continuas interpretaciones con el claro propósito de
revisar
aquellas apreciaciones o investigaciones propuestas por diferentes
investigadores, para luego dar la respectiva
argumentación a
los planteamientos, en función a las
necesidades encontradas en la indagación.
Fuentes Documentales
El análisis correspondiente
a las características que
predomina en el tema seleccionado, llevan a incluir diferentes fuentes documentales encargadas de darle el respectivo apoyo y en ese sentido cumplir con la valoración de
los hechos a fin de generar nuevos criterios que
sirven de referencia a otros procesos investigativos. Para (Arias, 2010), las fuentes documentales incorporadas en la investigación documental o bibliográfica, “representa
la suma de materiales sistemáticos que son revisados
en forma rigurosa y profunda para llegar a un análisis del
fenómeno”. (p.41). Por lo tanto, se procedió a cumplir con la realización
de una lectura previa
determinada por encontrar aquellos aspectos estrechamente vinculados con los “PROCESOS
QUIRÚRGICOS EN LOS INFANTES SOMETIDOS A CIRUGÍA DE HERNIAS INGUINALES
E HIDROCELES” para luego explicar mediante un desarrollo las respectivas apreciaciones generales
de importancia.
Técnicas para
la Recolección de la
Información
La conducción de la investigación para
ser
realizada en función a las particularidades que determinan a
los estudios documentales, tiene como fin el desarrollo de
un conjunto de acciones
encargadas de llevar a la selección de técnicas estrechamente vinculadas con las características del
estudio. En tal sentido, (Arias Ob
cit) refiere, que es “una
técnica
particular
para aportar ayuda
a los procedimientos de selección de las ideas primarias y secundarias”. (p. 71).
Por ello, se procedió a la
utilización del subrayado, resúmenes, fichaje, como parte básica para la revisión y selección de los documentos
que presentan el contenido teórico. Es decir, que
mediante su aplicación de estas técnicas se
pudo llegar
a recoger
informaciones en cuanto a
la revisión bibliográfica de los diversos elementos encargados de orientar el proceso de investigación.
Tal
como lo expresa, (Arias Ob
cit)
“las técnicas documentales
proporcionan las herramientas esenciales y
determinantes para responder a los objetivos formulados y llegar a resultados efectivos” (p. 58). Es decir, para responder con eficiencia a
las necesidades investigativas, se
introdujeron como técnica de recolección el método inductivo, que hizo posible
llevar a cabo una valoración de los hechos
de forma particular para llegar a la explicación desde una visión general.
Asimismo, se emplearon las técnicas de análisis de información para
la realización de la investigación que fue ejecutada bajo la dinámica de aplicar diversos elementos encargados de determinar el camino a recorrer por el estudio, según, (Arias, Ob cit) las técnicas de procesamiento de datos en los estudios documentales “son las encargadas de
ofrecer al investigador la visión o
pasos que debe cumplir
durante su ejercicio, cada una de ellas debe estar en correspondencia con el nivel a emplear”
(p. 123). Esto indica, que, para
llevar a cabo el procesamiento de
los datos
obtenidos, es necesario establecer las técnicas que serán seleccionadas, destacándose en este caso, de manera particular: fichas de resumen, textual, registros descriptivos entre otros, los mismos se deben ajustar al
nivel
que ha sido seleccionado.
Resultados
Hernia Inguinal
Embriológicamente, hacia la quinta semana de gestación y a partir del mesonefros, se desarrollan los testículos como una estructura retroperitoneal. Hacia la duodécima semana
se origina el gubernaculum testis, que arrastra los testículos, a través del conducto inguinal, al mismo
tiempo que el proceso perito neovaginal se fija a los testes pasando por el anillo superficial hasta
el
escroto. Formada la vaginal del testículo, el proceso perito neovaginal sufre una involución cerca
del
momento del nacimiento, e incluso durante el primer año de vida, que separa
la cavidad
peritoneal del conducto
inguinal y deja la túnica vaginal rodeando el testículo. (Grey,
2015).
Cuando esta involución no se
produce, surgen las anomalías
inguinales, entre las
que destacan la hernia inguinal, la hidrocele, el quiste de cordón y las anomalías combinadas. De allí, que se logre definir la hernia
inguinal (HI) como la protrusión de vísceras abdominales, generalmente del intestino,
aunque otras veces del ovario y el epiplón, dentro del saco peritoneal.
No
se conoce su incidencia, y se estima en 10-20 hernias por 1.000 nacidos vivos. (Grey, 2015). La proporción niños/niñas es de 4-10:1, con predominio del lado derecho en un 60% de los casos; se estima que un 10% son bilaterales. Se aprecia una mayor incidencia en niños prematuros, así como en niños con antecedente familiares de HI, asociada a fibrosis quística, displasia de caderas, criptorquidia, genitales ambiguos, hipospadias y epispadias, ascitis, derivación ventriculoperitoneal y defectos congénitos
de la pared abdominal.
En la clínica, la HI se manifiesta como un abultamiento en la
región inguinal que puede extenderse hacia el escroto o dentro de él.
Son
siempre los padres los primeros en notarlo, por lo que es imprescindible una
historia clínica dirigida, que lo refiera por
lo general como un “bulto” que
aparece con
el llanto o el esfuerzo y desaparece con la relajación
o la
presión. (Grey,
2015)
Es necesario establecer el diagnóstico diferencial con la
hidrocele, el quiste
de cordón, el testículo no descendido,
el varicocele, el absceso
y la adenopatía inguinal. Para el logro de
esto, el médico debe intentar su confirmación provocando maniobras que aumenten la
presión
intrabdominal; no es fiable la detección del engrosamiento del cordón o la sensación sedosa (signo
de la seda).
No obstante, en gran parte de los casos, el cirujano se verá obligado a la reparación en
función del informe del pediatra o el médico de familia, o de un interrogatorio paterno fiable.
Mención
especial
merecen
los apartados de la hernia
inguinal irreductible (incarcerada), la hernia inguinal en el prematuro y la hernia inguinal en las niñas. La hernia inguinal irreductible, en más del
50% de los casos se presenta en
lactantes menores
de 6 meses, y es necesaria una exploración quirúrgica urgente más alta en los niños que en las niñas. Los síntomas son irritabilidad, dolor abdominal y,
ocasionalmente, vómitos. (Grey, 2015). La exploración muestra una masa fija en la región inguinal que puede extenderse hacia el escroto, y en principio puede aparecer la piel edematosa, pero si la
incarceración es prolongada,
puede mostrarse eritematosa,
que es un signo
de afectación vascular del intestino herniado.
En este punto,
es importante establecer el diagnóstico diferencial con el testículo no descendido
y, sobre todo, con la torsión
de testículo criptorquídico, que también precisará una valoración quirúrgica urgente, y es un signo de sospecha la hemi bolsa escrotal vacía. En casos,
de que haya ausencia de datos de afectación vascular, siempre debe intentarse la reducción, que se
consigue en un 80% de los casos. (Snyder, 2016). Para ello, el niño debe ser hospitalizado y sedado bajo supervisión médica y, si es posible,
de monitorización. Colocado en posición de Trendelenburg, se procederá a realizar una presión manual suave y gradual en un intento de liberar
el aire atrapado en el
asa, para facilitar
su reducción.
Una vez reducida, se procederá a su reparación
después de 48 horas, una vez eliminado el edema del saco y los tejidos adyacentes. Si no puede reducirse, es necesaria la intervención
quirúrgica inmediata, teniendo presente, y
así
se debe informar a los padres, una tasa mayor de recidivas y de infección de la herida, a diferencia de las tratadas de forma electiva. Por las razones
expuestas, la HI
debe repararse de una manera electiva una vez establecido el diagnóstico. (Snyder, 2016). Las ventajas son patentes: disminuye el riesgo de incarceración y se puede realizar
dentro de un programa de CMA, con lo que se reducen los riesgos de infección nosocomial, el estrés por hospitalización y los costes médicos. Únicamente requerirán hospitalización los
pacientes de alto
riesgo quirúrgico y/o anestésico.
IMAGEN
N° 3. ESQUEMA EN EL
QUE SE MUESTRA LA
ANATOMÍA DEL CANAL INGUINAL
SEGÚN EL TIPO
DE PATOLOGÍA.
A) CANAL
INGUINAL NORMAL CON EL CONDUCTO PERITONEOVAGINAL CERRADO. B) HERNIA
INGUINAL.
C) HERNIA INGUINOESCROTAL. D)
QUISTE DE CORDÓN ESPERMÁTICO.
E) HIDROCELE.
Fuente: (Snyder,
2016).
Es importante señalar que, la hernia inguinal del niño prematuro constituye un grupo en
el
que la incidencia es alta, así como el riesgo de incarceración y de complicaciones postoperatorias. La apnea
postoperatoria de estos pacientes es una complicación importante; su
etiología es desconocida y en muchos casos discutible, probablemente multifactorial. Por ello, deben operarse antes de su egresión o, si se han dado de alta, se recomienda la reparación temprana
y establecer siempre una vigilancia postoperatoria al menos
durante 24 horas. (Snyder,
2016).
La Hernia Inguinal HI
en las niñas casi siempre se presentará como una masa irreductible
elástica correspondiente al ovario que, por el riesgo de torsión,
sugerirá su pronta reparación quirúrgica. En caso de ser irreductible y
si se aprecia un edema y/o un eritema de la piel adyacente, deberá procederse a
su envío al hospital para su tratamiento expedito. Por
último,
en
cuanto a la HI, aún hoy, y tras 50 años de debate, es controvertida la necesidad
de revisión
quirúrgica del lado contralateral en el mismo acto quirúrgico. (Zayas, 2016). Hasta hace poco
tiempo, se realizaba una revisión del lado contralateral sistemática en los menores de 1 año cuando
la localización de la hernia era derecha, y en
los menores de 4 años cuando era izquierda.
Actualmente, no parece aconsejable este protocolo, debido a la comprobación de la baja incidencia de la hernia contralateral metacrona, y se realiza una exploración en los pacientes con
alto riesgo anestésico, enfermedades asociadas que
produzcan una elevación de
la presión
intrabdominal, conectivopatías y cromosomopatías, prematuridad o determinados factores, como
la situación geográfica o el
bajo nivel higiénico-social.
(Zayas,
2016)
Hidrocele.
La diferencia entre una hidrocele y una hernia se refiere al calibre del proceso vaginal
permeable que se desarrolla en relación con el descenso de
los testículos. La falla del cierre del
proceso vaginal (PV)
puede conducir líquido peritoneal (Hidrocele)
o vísceras intra-abdominales (Hernia) dentro de un proceso vaginal permeable. El PV se desarrolla durante el descenso de los testículos y actúa como un conducto para
que el testículo fetal intra-abdominal pueda pasar al escroto. La historia natural es que el PV se cierre espontáneamente
dentro de los primeros 2 años
de vida. (Zayas,
2016)
Un PV permeable puede estar presente en hasta el 60% de los niños en los primeros dos meses de vida, momento en el que hay un descenso constante hasta los 2 años de edad. Los niños
con
criptorquidia tienen con frecuencia
un PV permeable. En consonancia con la
alta
incidencia de un proceso vaginal permeable en el recién nacido, puede presentarse una hidrocele en el período neonatal. Típicamente, la hidrocele se presenta sin dolor y con inflamación escrotal de tamaño
variable y la hernia inguinal
como una inflamación inguinal intermitente. (Zayas,
2016)
En niños mayores, la hidrocele puede manifestarse por primera
vez después de una enfermedad viral o gastroenteritis. La hidrocele puede
dar una coloración azulada
de la piel. El tamaño puede
variar durante
el
curso del día, siendo más pequeño en la mañana
o después de un período de descanso. La hidrocele suele ser
asintomático, pero
en
ocasiones los niños pueden
quejarse de molestias en la
ingle o en el escroto. Es
posible llegar
por encima de la tumoración escrotal. En su diagnóstico: el PV permeable debe considerarse como una hernia potencial. (Zayas, 2016)
IMAGEN N°
4. HIDROCELE
Fuente: (Zayas, 2016)
Las
hidroceles característicamente presentan transiluminación positiva, aunque no es
una prueba diagnóstica muy clara en niños pequeños y lactantes porque el
contenido del intestino en la hernia atascada también puede dar esta apariencia (transiluminación positiva). En los grandes
casos de hidroceles, donde el testículo
no es palpable
se recomienda realizar una ecografía,
especialmente en bebés en los que
debe
descartarse
el
caso de hidrocele abdomino-escrotal. Si el proceso vaginal sufre obliteración parcial, puede
desarrollarse, la hidrocele quística a
lo largo del cordón. Esto se presenta como una tumoración indolora, móvil y quística separada de los testículos, pero que se mueve con el cordón al realizar una tracción suave sobre el testículo en dirección hacia
abajo. (Zayas,
2016).
La hidrocele puede presentarse de
formas inusuales, como una hidrocele meconial con apendicitis o después de una
hemorragia intra-abdominal (hematocele). Una
hernia se presenta como una tumoración inguinal intermitente y puede descender al escroto. Principalmente en los recién nacidos y
prematuros se puede presentar como una hernia incarcerada en su primera presentación. No es posible llegar por encima de la tumoración y en la mayoría de los casos se puede reducir de nuevo en el abdomen.
Una hernia incarcerada suele ser dolorosa y
tumefacta y
puede asociarse con características de obstrucción intestinal. Su tratamiento refiere que: la historia natural del proceso vaginal es que se somete a la obliteración espontánea alrededor de
los 2
años. (Zayas,
2016).
Procesos Quirúrgicos de Hernias Inguinales e Hidroceles
El tratamiento de la hernia inguinal e hidroceles es quirúrgico y de forma ambulatoria. Todas las técnicas para reparar estas patologías, en especial la de la Hernia Inguinal HI están
basadas en la sección y ligadura
del
saco herniario lo más cercano posible a su origen en el anillo
inguinal profundo. En el
varón como elemento principal del contenido del
canal inguinal se
encuentra el cordón espermático, así como vasos sanguíneos que alimentan al testículo, es por ello que procedimientos quirúrgicos a
este nivel se deben hacer con sumo cuidado
por el riesgo de lesionar
dichos elementos; a
diferencia de la
niña donde el riesgo de lesión de estructuras en el canal inguinal
es bajo, ya que como elemento
principal
se encuentra el ligamento redondo, medio de suspensión uterina
por
lo que en algunos casos se debe realizar un punto en U denominado
“Baker” anclando
dicho ligamento. (Zayas,
2016)
La operación de
hernia inguinal consiste en cerrar la comunicación que
existe entre
el abdomen y la región inguinal. El método laparoscópico de reparación de hernias inguinales ha demostrado ser seguro y
simple, a la vez que conlleva a mínimas complicaciones
reportadas de
hasta un 6 %. Provee una excelente visualización de los anillos inguinales profundos y de las
estructuras involucradas. El telescopio puede identificar
una hernia contra-lateral en el mismo
momento permitiendo su reparación durante la misma operación, así como también puede identificar la ausencia de hernia
inguinal contra-lateral, obviando una exploración contra-lateral innecesaria,
brindando también un excelente resultado cosmético.
(Zayas, 2016).
Tabla N° 1. EDAD, PRESENCIA DE
DEFECTO UMBILICAL Y HALLAZGO CLÍNICO PRELIMINAR DE LAS
PACIENTES SOMETIDAS A
CIRUGÍA
LAPAROSCOPICA DE LA HERNIA INGUINAL
POR TÉCNICA DE BURNIA. MAYO
2015- SEPTIEMBRE 2016.
Fuente: (Zayas, 2016)
La laparoscopia
en
pediatría es un procedimiento que
se realiza
con
anestesia general,
no se necesita sonda nasogástrica, los catéteres urinarios de rutina
son innecesarios ya que la vejiga distendida
raras veces es
un problema mecánico para la herniorrafia. En caso de que la vejiga este
muy distendida se inserta una aguja bajo visión laparoscópica, a través de la pared abdominal anterior y se vacía.
Solo se requiere como instrumental dos porta-agujas y un par de tijeras, preferiblemente
de 2 o 3 mm de diámetro. En su mayoría la técnica
de Neumoperitoneo se realiza
por Hasson en la cual se hace una pequeña incisión transumbilical y bajo visión directa se inserta un trocar de
5mm. Se
puede realizar
también de forma cerrada
insertando una aguja
de veress humedecida
previa incisión semicircular en el borde inferior del ombligo, la cual se usa para
la insuflación de CO2 de 10 a 12 mmHg. Luego, se reemplaza la aguja por un trocar de 5mm para el laparoscopio por
inserción ciega en el ombligo. Una vez realizada la peritoneoscopia se colocan puertos de trabajo según sea el caso. (Zayas, 2016)
Entre
las técnicas descritas figura el uso de
uno a tres trocares, el cierre
del
saco mediante jareta, con nudo extracorpóreo, intracorpóreo, la inversión
y ligadura del saco, resección
del
saco y ligadura, resección del saco con abandono de sus bordes para cierre espontáneo uso de adhesivos tisulares, la técnica de “flip-flap”, la exploración laparoscópica inguinal contralateral
durante la reparación de una hernia inguinal por técnica abierta y el método extra-peritoneal asistido
por laparoscopia.
En
la hernioplastía, cirugía de la hernia, es muy
frecuente explorar el lado contrario, aunque
la hernia esté palpable
solo a un lado, debido a
que puede estar presente bilateralmente, aunque no haya dado síntomas. Esta exploración
puede hacerse
por la misma incisión
en forma endoscópica, observando si existe hernia con una micro cámara de vídeo. Este procedimiento es estandarizado y relativamente rápido, dura entre 30 a 45
minutos. En la gran mayoría de los casos es una cirugía ambulatoria, el mismo día los niños se van para la casa.
(Zayas, 2016). En el
postoperatorio de hernia inguinal, por lo general, los pacientes no tienen ninguna
molestia y
retoman su vida normal entre 2
a 4 días después, independiente de la edad. Las principales
recomendaciones
de
los cirujanos infantiles
para el
cuidado de los niños son:
• Tener especial precaución con la herida. Después del procedimiento quedan con un
parche plástico, se
pueden duchar,
pero no bañar por
unos días.
• No
realizar actividades deportivas
exigentes
durante 2 semanas.
Por otra parte, se debe resaltar que la cirugía de hidrocele se encuentra indicada si esta
hernia se presenta más allá de esta edad y consiste en la ligadura alta del proceso y escisión parcial del saco distal a
través de una incisión pequeña
en
la ingle. Esto se hace generalmente
como un procedimiento con breve internación. La
necesidad de exploración de la ingle contralateral es
controvertida. En casos de
hidrocele secundario a derivación ventrículo peritoneal o catéteres de
diálisis peritoneal, una vez realizado el diagnóstico, se recomienda la ligadura bilateral precoz del PV para
prevenir complicaciones. (Zayas, 2016). Todas las hernias inguinales requieren el cierre quirúrgico del PV; el momento de la cirugía depende de la edad del niño.
La cirugía se lleva a cabo tan pronto como sea posible para
los niños menores de 1 año de edad debido al mayor riesgo de
incarceramiento. En los niños prematuros internados en una unidad neonatal, la preferencia de los autores es
que la hernia se repare en algún
momento previo
al alta.
Conclusiones.
Las HPA son siempre
subsidiarias de tratamiento quirúrgico. Establecer su diagnóstico
y conocer la edad adecuada
para
su corrección es importante
en
la práctica
médica diaria y actualizada, ya que permite dar una información adecuada a los padres y la derivación del paciente hacia
un centro
especializado
en su debido momento, aplicándose
así, un diagnóstico efectivo.
La reparación de hernia
inguinal, es la intervención quirúrgica de mayor incidencia
en
el mundo entero. Los avances en la anestesia perioperatoria y la técnica quirúrgica han hecho de ésta
un procedimiento ambulatorio,
con tasas bajas de recurrencia y morbilidad. Dado este éxito, la
calidad de vida y la
evitación del dolor crónico se han vuelto las consideraciones más importantes
en
la reparación de la hernia.
Su
tratamiento, se centra en un proceso quirúrgico, el cual consiste en cerrar la comunicación que existe entre el abdomen y la región inguinal. El método laparoscópico de reparación de hernias inguinales ha demostrado ser seguro y simple, a la vez que
conlleva a mínimas complicaciones reportadas de hasta
un 6 %.
La cura de
la hidrocele, constituye el procedimiento quirúrgico urológico más
frecuentemente, ya que esta entidad supone un frecuente motivo de consulta urológica y la técnica
quirúrgica cumple todos
los criterios de inclusión recomendados a nivel
quirúrgico. El hecho de que el procedimiento pueda ser realizado con anestesia
local o con local-sedación, implica que tampoco sea necesario ser muy selectivos en lo que al riesgo quirúrgico y anestésico se refiere;
todo ello contribuye a que la hidrocelectomía represente el procedimiento urológico de mayor
práctica en
CMA.
La cirugía para reparar una hidrocele con frecuencia se realiza en una clínica
ambulatoria, para este tipo de operación se utiliza anestesia
general para que usted esté dormido
y sin dolor durante el procedimiento. En este tipo de procedimiento quirúrgico en un bebé o niño, el cirujano hace una incisión quirúrgica pequeña en el pliegue de la ingle y luego drena el líquido. Se
puede extirpar
el saco (hidrocele) que contiene el líquido.
El cirujano fortalece luego la pared del músculo con puntos de sutura. Esto se
denomina reparación de una hernia. Algunas veces, el cirujano usa un laparoscopio para
realizar este
procedimiento. Este instrumento es una cámara
diminuta que el cirujano introduce en la zona a
través de una pequeña incisión quirúrgica, esta cámara va conectada a un monitor de video y
a través de ella el especialista médico hace la reparación con instrumentos pequeños que
se introducen a través
de otras pequeñas incisiones quirúrgicas.
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