David Israel Cárdenas Acosta a; Sandra Elizabeth Montufar Paguay b
IgE: Utilidad
en
el diagnóstico de la
enfermedad alérgica
IgE: Utility in the diagnosis of allergic
disease
Revista Científica
Mundo de la Investigación
y el Conocimiento.
Vol. 3 núm.3, septiembre, ISSN:
2588-073X, 2019, pp. 291-313
DOI: 10.26820/recimundo/3.(3).septiembre.2019.297-313
URL: http://recimundo.com/index.php/es/article/view/522
Código UNESCO: 3205 Medicina Interna
Tipo de Investigación: Artículo de
Revisión
Editorial Saberes del
Conocimiento
Recibido: 15/05/2019 Aceptado: 23/06/2019 Publicado:
30/09/2019
Correspondencia: md.isarel.cardenas@gmail.com
a. Médico General; Investigador Independiente; Guayaquil, Ecuador; md.isarel.cardenas@gmail.com
b. Médico General; Investigador Independiente; Guayaquil, Ecuador; sandramontufar@rocketmail.com
RESUMEN
Estas pruebas son importantes para
determinar o descartar los desencadenantes alergénicos del
cuadro
clínico
en investigación.
Además de su finalidad diagnóstica,
las pruebas en alergia tienen como
objetivo la indicación y el control
de tratamiento específico. En
casos donde se identifica el factor alergénico relevante
desencadenante de
la sintomatología
del
paciente, se puede indicar el
adecuado control ambiental, para evitar exposiciones a los alérgenos y por lo tanto, evitar exacerbaciones de la sintomatología. La sensibilización es un proceso por el que un sujeto es capaz de reconocer y
reaccionar en un futuro a un antígeno al que se ha expuesto, es la presencia de
anticuerpos
IgE
es un sujeto sin que haya manifestaciones
clínicas. En ocasiones la
IgE específica
producida se debe a
que ha reconocido a otro alérgeno por reactividad
cruzada
pero no con la
afinidad suficiente para desencadenar respuesta inmunitaria. La alergia en cambio es reacción de hipersensibilidad inmunitaria mediada por anticuerpos IgE (tipo I de la clasificación de Gell y Coombs)
frente a sustancias que generalmente no supone ninguna amenaza, pero que en el paciente genera una respuesta perjudicial en lugar de protector. Las pruebas más comunes para la alergia son:
Pruebas cutáneas de IgE (se
aplica
una pequeña cantidad del alérgeno en la
piel. Se punza o raspa el área. Si una
persona
es
alérgica a ese
alérgeno, se produce una reacción), exámenes de
sangre: (miden los anticuerpos de IgE a alérgenos específicos en la sangre) y prueba de exposición (esta prueba siempre está supervisada por un alergista. La persona
come o inhala una pequeña cantidad de un alérgeno y se la vigila atentamente para detectar reacciones alérgicas).
La
IgE total valora la predisposición
alérgica general,
mientras que la IgE
específica valora la alergia
concreta frente a un alérgeno determinado e identificado. La metodología usada es descriptiva, con un
enfoque documental, es decir,
revisar fuentes disponibles en la
red,
como google
académico, con
contenido oportuno y relevante desde el punto de vista científico y actualizado que enriquezca el análisis del
tema
planteado en este artículo.
Palabras claves: Alergias; IgE específica; IgE total, inmunoglobulina; Reacción;
Pruebas.
ABSTRACT
These tests are important to determine or rule out allergenic
triggers of the clinical picture under investigation. In addition to its diagnostic purpose, allergy tests aim at the indication and control
of specific treatment. In cases where the relevant
allergenic factor that triggers
the patient's symptomatology is identified, adequate environmental control
can be indicated, to avoid exposures
to the allergens and therefore, avoid exacerbations of the symptomatology. Sensitization is a
process by which a subject is able to recognize and react in the future to an antigen to which he has been exposed, is the presence of IgE antibodies
is a
subject without clinical manifestations.
Occasionally the specific IgE produced is due to the fact that it has recognized another allergen by cross-reactivity but not with sufficient affinity to trigger an immune response. Allergy, on the other
hand, is an immune hypersensitivity reaction mediated by IgE antibodies (type I of the Gell and
Coombs classification) against substances that generally do not pose any threat, but which in the patient generates a harmful response instead of a protector.
The most common allergy tests are:
IgE
skin tests (a small amount of the allergen is applied to the skin. The area is punctured or
scratched. If a person is allergic to that allergen, a reaction occurs), blood tests: (measure IgE
antibodies
to specific allergens in the blood) and exposure test (this test is always supervised by an allergist. The person eats or inhales a small amount of an allergen and is carefully monitored for allergic reactions). Total IgE assesses the general allergic predisposition, while specific IgE
assesses the specific allergy against a specific and identified allergen. The methodology used is descriptive, with a documentary approach that is, reviewing sources available on the web, such
as google scholar, with timely and relevant content from the scientific
and updated point
of view that enriches the analysis of
the
topic raised in this article.
Key
words: Allergies; Specific IgE; Total
IgE; Immunoglobulin; Reaction; Tests.
Introducción.
Las
enfermedades alérgicas se producen por una reacción exagerada del organismo frente
a sustancias que nos rodean y
son habitualmente inocuas para el ser humano (alérgenos). El mecanismo más frecuente
que produce esa reacción exagerada es el mediado por IgE, es una
inmunoglobulina que al contactar
con
el alérgeno al que el paciente está sensibilizado, desencadena una serie de reacciones que se manifiestan
con los síntomas alérgicos inmediatos.
Mediante la realización de las pruebas alérgicas se pretende detectar
si el paciente tiene la IgE específica contra un alérgeno responsable de los síntomas alérgicos. Con las pruebas cutáneas se reproduce la reacción de hipersensibilidad en la piel del paciente, que solo ocurrirá si el paciente tiene esa IgE específica. Una prueba cutánea positiva significa que el paciente tiene IgE específica
frente al alérgeno que se está probando. Una prueba cutánea
positiva no tiene ningún valor si el sujeto
evaluado no tiene ningún síntoma sugestivo de alergia mediada por IgE, tras la exposición a
ese alérgeno.
La IgE total se interpreta más bien como la predisposición para desarrollar alergia. No
indica
alergia concreta a alguna
sustancia determinada, sino la facilidad en general para hacerse
alérgico a cualquier sustancia. Esta predisposición es de tipo hereditario familiar. Las personas con IgE total alta tienen más facilidad
para desarrollar
alergia, pero no obligatoriedad. Algunas personas con facilidad no desarrollarán alergia nunca. Estos aspectos y
otro tipo de pruebas
diagnósticas se explicarán con más detalle a continuación, durante el desarrollo del siguiente
artículo.
Metodología.
Esta
investigación está dirigida
al
estudio del “IgE: Utilidad
en
el diagnóstico de la enfermedad alérgica”.
Para realizarlo se usó
una metodología tipo descriptiva,
con un enfoque documental, es decir, revisar fuentes disponibles en la red, como google académico, con contenido
oportuno y relevante desde el punto de vista científico para dar respuesta a lo tratado en el presente artículo y
que sirvan de inspiración para realizar otros proyectos. Las mismas pueden ser
consultadas al final, en la bibliografía.
Resultados.
Enfermedades como el asma, la
rinitis alérgica, la conjuntivitis alérgica, la dermatitis
atópica, la dermatitis de contacto alérgica, la urticaria y las alergias alimentarias son comunes
en la actualidad, existen varios métodos que pueden ser empleados con fines diagnósticos.
Son métodos con especificidad y sensibilidad reconocidas; la seguridad de éstos está directamente relacionada con la habilidad técnica profesional,
la calidad del material utilizado, y la correcta
interpretación de los resultados. Algunos medicamentos como los antihistamínicos y
corticoides orales
deben ser evitados
antes de la realización de las pruebas, para no
alterar
los resultados.
Con
relación a los factores ambientales de riesgo un estudio publicado por (Lazo, Julio
2018) los resultados demuestran porcentajes elevados de
exposición al
humo de tabaco con
su
efecto inflamatorioy contacto
permanente con perros y
gatos con su reconocida sensibilización
alérgica ambos desencadenantes de asma alérgica persistente, de difícil
control y que eventualmente progresan
a
asma
severa,
como
lo demuestra
la
literatura
médica sobre
el tema. Situaciones que son difíciles de eliminar por el trasfondo cultural alrededor de estas prácticas vivenciales que afectan la vida y el bienestar de los niños que padecen asma y cuyas complicaciones graves son
prevenibles.
Estas pruebas son importantes para determinar o descartar los desencadenantes alergénicos
del
cuadro clínico en
investigación. Además de su finalidad
diagnóstica, las
pruebas en alergia
tienen como objetivo la indicación y
el
control de tratamiento
específico. En casos donde se identifica el factor alergénico relevante desencadenante de la sintomatología del paciente, se puede indicar el adecuado control ambiental, para evitar exposiciones a los alérgenos y por lo tanto, evitar exacerbaciones de
la sintomatología. La inmunoterapia específica
es
otro método terapéutico que
puede ser sugerido en casos particulares, cuando se identifica el desencadenante alergénico a través de
estas pruebas.
El estudio control
para evaluar la
disminución de sensibilización con el tratamiento específico también
se realiza
utilizándose
las pruebas diagnósticas en alergia. Los objetivos
básicos de la realización de las pruebas diagnósticas en enfermedades alérgicas están resumidos en
la tabla N°1(Arruda, 2004)
Tabla N° 1. Finalidades de las pruebas de diagnósticas en
alergia.
Fuente: Arruda (2004)
Diagnóstico
El diagnóstico está basado en
los siguientes pilares (Echeverria,
2018):
· Historia clínica: es
una herramienta
fundamental en
todo
paciente
con
sospecha de
enfermedad alérgica, se hará una completa anamnesis recogiendo datos en cuanto a antecedentes personales, antecedentes
familiares, antecedentes ambientales.
· Diarios dietéticos: si la alergia aparece o sus síntomas con la ingesta de algún alimento o
varios.
· Examen físico.
· Estudios
alérgicos.
Patología
alérgica: sensibilización y clínica alérgica
Sensibilización: Proceso por el que un sujeto es capaz de reconocer y
reaccionar
en un futuro a un
antígeno al que se ha expuesto, es la presencia de anticuerpos IgE
en
un sujeto sin que haya manifestaciones clínicas. En ocasiones
la IgE específica
producida se debe a que ha
reconocido a
otro alérgeno por reactividad cruzada pero no con la afinidad suficiente para desencadenar respuesta
inmunitaria.
Alergia:
Reacción de hipersensibilidad inmunitaria mediada por anticuerpos IgE (tipo I de
la clasificación de Gell y
Coombs) frente a sustancias que generalmente no supone ninguna
amenaza, pero que en el sujeto en cuestión genera una respuesta perjudicial
en
lugar de protectora
(Guerra,
Junio 2015).
Atopia: Predisposición a padecer alergia.
Hipersensibilidad: Respuesta inmunitaria
frente a un antígeno que tiene como resultado la lesión
de los tejidos propios.
ü Tipo I: inmediata mediada por
anticuerpos IgE.
ü Tipo II: mediada por anticuerpos IgG e IgM contra antígenos
unidos a células
propias.
ü Tipo III: mediada por inmunocomplejos, depósitos
de complejos antígenos-anticuerpos en tejidos activación del complemento y las
células
inmunocompetentes.
ü Tipo IV: celular o tardía debida
sensibilización de linfocitos T con respuesta más lenta
Es
muy importante diferenciar entre sensibilización y alergia. La sensibilización es una respuesta inmunitaria que sigue al contacto con un alérgeno y
que se traduce por la presencia de IgE tisular, que positivará las pruebas cutáneas (prick) y la IgE plasmática específicas para alimentos (CAP). Tras
un nuevo contacto con el alérgeno el paciente puede que no presente
síntomas clínicos reflejando una simple sensibilización
al alimento.
Por el contrario, si presenta manifestaciones clínicas es una verdadera alergia alimentaria.
La
sensibilización a alimentos es frecuente y la alergia es más rara. Hasta un 50-70% de pacientes que presentan una
sensibilización a un alimento toleran su ingestión
(Echeverria, 2018).
El diagnóstico de alergia
alimentaria únicamente con un
prick o una IgE específica positiva debido a la ingestión del alimento puede no tener ninguna repercusión clínica y esa sensibilización reflejar
únicamente la existencia de una predisposición atópica. Las pruebas cutáneas y
la determinación de
IgE específica sirven
solo para detectar sensibilización,
pero no predicen reactividad clínica.
Pruebas Diagnóstica
Las
pruebas más comunes para la alergia son las siguientes (The StayWell Company,
2016):
Pruebas cutáneas de IgE (inmunoglobulina E): Son las pruebas más comunes para detectar
alergias, miden los anticuerpos de IgE a alérgenos específicos. Se aplica una pequeña cantidad del alérgeno en
la piel. Se punza o raspa el área.
Si una persona es alérgica a ese alérgeno, se
produce una reacción. Aparece una pequeña protuberancia similar a la picadura de un mosquito. Se pueden realizar pruebas para varios alérgenos al
mismo
tiempo. Son de dos tipos (Ferrer, 2015):
ü El prick test (prueba intraepidérmica) consiste en la aplicación sobre la superficie cutánea de una pequeña cantidad de un extracto alergénico (habitualmente una
gota) sobre
la que se efectúa una leve punción con una lanceta de punta corta. Se puede realizar con extractos
de aeroalérgenos, alimentos, medicamentos, himenópteros y cualquier otro alérgeno que
requiera la confirmación de hipersensibilidad
inmediata.
ü
La prueba intradérmica consiste en la administración en la dermis superficial de un extracto
alergénico
en
dilución acuosa, introduciendo una
cantidad aproximada de 0,1 ml mediante una
aguja de calibre
fino.
Mediante esta prueba se puede realizar una lectura inmediata (antes de 30 min) y retardada (a partir de 24 horas), para catalogar la sensibilización en
función del resultado. La indicación es más específica que
en
el caso anterior y, salvo
algunas excepciones,
no debe realizarse con alimentos ni con la mayoría de los inhalantes.
Exámenes de sangre: miden los anticuerpos de
IgE a alérgenos específicos en la sangre.
La
prueba que se usa con más frecuencia se
denomina prueba de radio alergoadsorción (RAST, por
sus siglas en inglés). Los análisis de sangre se pueden usar en caso de no poder realizar pruebas cutáneas. Por ejemplo, un paciente con un trastorno de
la piel. Un análisis de sangre positivo no
siempre significa que exista una alergia específica. Estas pruebas generalmente cuestan más que
otras pruebas de alergias.
Prueba
de exposición: esta
prueba siempre está supervisada por un alergista. La persona
come o inhala una pequeña cantidad de un alérgeno y
se la vigila atentamente para detectar reacciones alérgicas.
El
análisis de inmunoglobulina E (IgE) mide el nivel de IgE (un tipo de anticuerpo)
en
la sangre.
Los
anticuerpos son proteínas producidas por el sistema inmunológico para atacar a los antígenos, como las bacterias, los virus y los alérgenos. Se encuentran en los pulmones, la piel y
las membranas mucosas. Se asocia principalmente con las reacciones
alérgicas (lo
que ocurre cuando
el sistema inmunológico
reacciona de
forma exagerada a los antígenos del medio
ambiente, como el polen,
o el polvillo de los animales) o
con las infecciones parasitarias (Durani,
2014).
El análisis IgE se lleva a cabo, por lo general, como parte del estudio inicial de las alergias. Los síntomas
típicos de las alergias son:
urticaria, picazón en los ojos, congestión nasal, dolor de garganta o dificultad para respirar. Los síntomas
pueden ser estacionales (como son las alergias
provocadas por el polen
o el moho) o estar
presentes durante
todo el año (como en el caso de
las alergias a ciertos alimentos).
Estos síntomas pueden variar de
leves a graves, dependiendo del paciente y de la alergia. Los niveles de
IgE pueden ser elevados en el caso de niños que sufran de infecciones parasitarias. Los análisis de sangre más comunes para el estudio de alergia son la IgE
total y la IgE específica. A esta última se la llama también RAST, CAP, ELISA, y por algún otro
nombre.
La IgE total se interpreta más bien como la predisposición para desarrollar alergia. No
indica
alergia concreta a alguna
sustancia determinada, sino la facilidad en general para hacerse
alérgico a cualquier sustancia. Esta predisposición es de tipo hereditario familiar. Las personas con IgE total alta tienen más facilidad
para desarrollar
alergia, pero no obligatoriedad. Algunas personas con facilidad no desarrollarán alergia nunca. Por el contrario, algunas personas que en
principio no tienen gran facilidad sí que pueden acabar desarrollando alergia a alguna sustancia concreta. La IgE se mide en U/mL
o kU/L; el valor numérico es el mismo para ambas. Valores
que en un niño de 10 años se consideran normales pueden ser muy altos para un niño de 10 meses porque
depende de la edad, no tiene un valor único. Se han de consultar tablas con valores de referencia para cada edad.
Los análisis de IgE específica también pueden denominarse RAST, CAP o UniCAP, ELISA. Estos análisis miden si en la sangre
del
paciente hay IgE específica contra un alérgeno concreto. Las personas sin
alergia no tienen cantidades detectable de IgE frente
a,
por ejemplo, la caspa de
gato. Si en la sangre
del
paciente se encuentra IgE frente a la caspa
de gato decimos que
ese paciente se
encuentra sensibilizado frente a los gatos. Se
estudia por alérgenos individuales. Un poco de sangre para estudiar un alérgeno, más sangre para varios alérgenos, mucha sangre para
muchos alérgenos. El especialista decide cuáles se estudian
en
concreto por los
datos del historial del paciente
y por las sospechas que le comuniquen. Otro método de análisis (por microarrays)
estudia de manera
individual 85 alérgenos con una
cantidad mínima de sangre. Este método está
disponible en muy pocos laboratorios (Ramírez, noviembre 2015).
El valor normal de IgE específica se mide en kU/L o U/mL: la cifra numérica es la misma para ambas. También se mide en clases. Las personas no sensibilizadas tienen valores indetectables de IgE específica. Si no se tiene IgE se dice que es negativa; si se dice que es positiva significa que hay IgE presente. Los valores más frecuentemente
usados se ven en la tabla mostrada a continuación:
Tabla N°2 Niveles de la IgE especifica.
Fuente: (Ramírez, Noviembre 2015)
Los límites entre una clase y otra no se deben interpretar con rigidez, puesto que los análisis no tienen exactitud matemática
y los niveles pueden variar ligeramente de unos días a otros. Habitualmente los aparatos de análisis no diferencian si los niveles de más de 100 están en 101,
en
200, en 500 o más. Si
se quiere afinar, habría que repetir los análisis haciendo diluciones de la sangre.
Los niveles de menos de 0,35 se interpretan como
normales, aunque esto está últimamente
en revisión, pues parece que niveles algo
más bajo también pueden corresponder
a alergia.
Así, la IgE total valora la
predisposición alérgica general, mientras que la IgE específica valora la alergia concreta frente a un alérgeno determinado e identificado. Hay
personas con IgE
total normal, es decir, no tienen mucha predisposición general, pero sin embargo tienen IgE
específica alta o incluso muy
alta contra una sustancia determinada, se han sensibilizado frente a
ese
alérgeno. Del mismo modo, algunas personas con IgE total alta, con facilidad para hacerse
alérgicas, puede ser que no tengan IgE específica
contra ningún alérgeno concreto, no se han
sensibilizado frente a
nada. Con el paso del tiempo pueden acabar haciéndose
alérgicos a
uno o varios alérgenos,
pero también puede que nunca desarrollen alergia.
Las
principales ventajas de las pruebas alérgicas sobre estudios de laboratorio de detección
de IgE
específica son (Asociación
Española de Pediatría,
2017):
ü Que son inmediatas y se pueden hacer durante la consulta, con lo que se obtiene un diagnóstico
durante
la misma.
ü Su
bajo coste, muy inferior
al de los estudios de laboratorio disponibles en el mercado.
ü La gran
variedad
de
alérgenos disponibles para hacer
el
estudio alergológico.
Las
pruebas de laboratorio (mediante
análisis de
sangre) están indicadas en personas con determinadas enfermedades de
la piel o que estén tomando ciertos fármacos o si el paciente
presenta una enfermedad alérgica extremadamente
grave. En la siguiente tabla se muestran las ventajas y desventajas
de esta
prueba versus las pruebas
cutáneas:
Tabla N°3. Comparación de la IgE versus las pruebas
cutáneas.
Fuente: (Durani,
2014)
Conclusión.
Las
pruebas diagnósticas en alergia son importantes para confirmar el diagnóstico
basado
en
una evidencia clínica, pero cada caso debe ser estudiado de forma particular. Aunque
no siempre es posible determinar el mecanismo inmunológico implicado en la manifestación clínica
del
paciente, con las pruebas diagnósticas en alergia es posible por lo menos determinar (o descartar)
un mecanismo de “causa y efecto”. Estas tienen aplicación clínica importante en enfermedades
alérgicas
respiratorias y cutáneas, reacciones alérgicas alimentarias y medicamentosas, donde una
vez
identificado, se podrá evitar el alérgeno desencadenante del
cuadro
clínico.
Es muy
importante diferenciar entre sensibilización y alergia. La sensibilización es una
respuesta inmunitaria que sigue al contacto con un alérgeno y
que se traduce por la presencia de IgE tisular, que positivará las pruebas cutáneas (prick) y la IgE plasmática específicas para alimentos (CAP). Tras un nuevo contacto con el alérgeno el paciente puede que no presente
síntomas clínicos reflejando una simple sensibilización al alimento. Por el contrario, si presenta manifestaciones clínicas es una verdadera alergia alimentaria.
La IgE total valora la predisposición alérgica general, mientras que la IgE específica valora la alergia concreta frente a un alérgeno determinado e identificado. Hay
personas con IgE total
normal, es decir, no tienen mucha predisposición general, pero sin embargo tienen IgE específica
alta o incluso muy alta contra una sustancia determinada, se han sensibilizado frente a ese alérgeno. Del
mismo
modo, algunas personas con IgE total alta, con facilidad
para hacerse alérgicas,
puede
ser
que no tengan IgE específica contra ningún alérgeno concreto, no se han sensibilizado frente a
nada. Con el paso del tiempo pueden acabar haciéndose alérgicos a
uno o varios alérgenos, pero
también puede que nunca desarrollen alergia.
Es cierto que la carga genética recibida de alergias no se puede cambiar, pero incorporando algunas medidas preventivas sugeridas por su médico tratante pueden mejorar la calidad de
vida del paciente sin tener que recurrir
a la ingesta de medicamentos (solo que el episodio lo requiera), el fumigar
la vivienda y sus alrededores para evitar contacto con insectos, si es alérgico a los
animales domésticos como perros y
gatos: evítelos. Respete las indicaciones médicas en materia
de alimentos, en especial
con los niños de acuerdo a su edad. El aseo oportuno de su
hogar y ropa con productos adecuados, eliminar el consumo de cigarrillos son mediadas económicas que
mejoraran significativamente
su calidad de vida.
Referencias
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Asociación Española de Pediatría. (25 de Enero de 2017). Pruebas cutáneas para el diagnóstico de
la alergia. Obtenido de En
Familia AEP: www.enfamilia.com
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StayWell Company. (01 de Septiembre de 2016). Pruebas de diagnóstico para las alergias.
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Arruda, E. (2004). Pruebas diagnósticas en alergia y su utilidad. Revista Medica Hered, 15(2), 113
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Durani, Y. (Septiembre de 2014). Análisis de sangre: inmunoglobulina E (IgE). Obtenido de Rady
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